México : Gasolinazo,
cólera proletaria y reformismo en punto muerto
En este comienzo de año,
decenas de miles de mejicanos, hombres y mujeres, han salido a la
calle, hecho huelgas, bloqueado las calles, trenes y autopistas
(entre ellas las que unen al país con los Estados Unidos), ocupado
los depósitos de combustibles, saboteado oleoductos, saqueado los
comercios y enfrentado las fuerzas represivas...
En todas las regiones, de Norte a
Sur del país, los manifestantes exigen la anulación de la decisión
del presidente Enrique Peña Nieto de reducir fuertemente las
subvenciones practicadas al precio de la gasolina, gas y
electricidad, una medida – llamada Gasolinazo – que llevará el
precio de consumo de 14 a 20% para los 95 octanos y 16% para el
gasoil, con respecto al precio máximo establecido hace un mes.
En esta movilización participan
categorías sociales bien diferentes: proletarios, pero también una
parte de la pequeña burguesía (educadores, chóferes de taxi,
médicos...) y campesinos. La movilización es muy fuerte en las
regiones obreras del Norte – de costumbre más “calmas” que el
Sur marcado por la agitación zapatista. Las manifestaciones han sido
particularmente importantes en México, mega-metrópolis de
veinticinco millones de habitantes, en el Estado petrolero de
Veracruz y en el centro industrial de Puebla. Inevitable, pues, que
la burguesía mejicana haya tratado de aplastar el movimiento por la
fuerza, ocasionando pérdidas de vida y arrestos, limitando su uso
por miedo a amplificar la revuelta.
MISERIA Y CRISIS ECONÓMICA
El aumento del precio de la
energía fue la gota que hizo desbordar el vaso de la cólera, vaso
largamente llenado con el empobrecimiento de los proletarios, de
otras categorías salariales y del campesinado pobre. Desde hace
cinco años, el salario real del mejicano medio ha disminuido en más
de 10%. El índice de los precios de la canasta de precios para una
familia de 4 personas ha aumentado en 220 pesos diarios, es decir,
tres veces más que el salario mínimo diario de 3,6$ (que la mayoría
de los trabajadores ni siquiera gana).
La decisión de no seguir
subvencionando la energía arrastra consigo el aumento del costo de
la vida. Todos los sectores de la economía son susceptibles de
aumentar sus precios; por ejemplo, el transporte colectivo o de
mercancías llevaría inevitablemente a un aumento del precio de las
mismas mercancías.
A esto se agregan los efectos de
la crisis económica que golpea a los países emergentes: las
previsiones de crecimiento económico se han reducido en un 1% para
este año. Las perspectivas son todavía más sombrías con la
política proteccionista que anuncia Trump, en particular la rama
automotriz la cual representa un 30% de las exportaciones mejicanas y
875 mil empleos directos.
La revuelta de las masas
proletarizadas no es pues el reflejo de una situación nacional, sino
el efecto del curso actual del capitalismo mundial que se encuentra
cada vez menos en capacidad de asegurar su estabilidad, y que recurre
a maniobras de todo género.
REFORMISMO Y
SOCIAL-PATRIOTISMO EN UN CALLEJÓN SIN SALIDA
Frente a esta situación
explosiva, la “extrema” izquierda ha tomado posición contra el
aumento del precio de la energía y en apoyo a las movilizaciones...
pero sobre bases reformistas. Tal es el caso de las múltiples
fuerzas trotskistas, todas marcadas por tendencias nacionalistas y
que no ofrecen como perspectiva más que un cambio de gobierno en el
cuadro del sistema democrático burgués.
La mayor parte de las
organizaciones ponen en primera línea una defensa del capitalismo
nacional y de sus empresas estatizadas, en particular la PEMEX
(Petróleos Mejicanos).
El Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT),
sección de la IVª Internacional, acusa al gobierno de “poner
el último clavo al ataúd de Petróleos Mejicanos y de la soberanía
nacional “. La
Coordinación
Socialista Revolucionaria (CSR)
– que federa a los grupos simpatizantes de la IVª Internacional –
llama a “vencer a la
oligarquía” y a
“re-nacionalizar el
sector de la energía”.
El Comité para el dialogo entre trabajadores, animado por los
lambertistas de la Organización
Socialista de los trabajadores (OST) –
denuncia una “guerra
social contra la nación y los trabajadores”
y defiende “los
derechos del pueblo trabajador y el interés nacional”.
La sección mejicana de la Liga Internacional de los Trabajadores
(LIT), el Grupo
socialista Obrero,
presenta la empresa capitalista PEMEX como una “conquista
de los trabajadores y del pueblo mejicano”
y reivindica “la
refinación [del
petróleo] a México y
no a las importaciones”.
La Izquierda
Revolucionaria (IR)
(que se encuentra en pleno acercamiento con el Comité por una
Internacional Obrera) reivindica la re-nacionalización “bajo
el control democrático de los trabajadores y la población”
de la energía, la “nacionalización
de los bancos y los sectores estratégicos de la economía”
y un “plan público
de inversiones para crear millones de empleos con salarios dignos”.
Por su parte, el Partido
Obrero Socialista (POS)
acusa a la burguesía mejicana de ser una “clase
enemiga del país y del 99%”.
Lógicamente, para alcanzar sus
objetivos burgueses de defensa de la economía nacional, los grupos
trotskistas proponen métodos democráticos burgueses. El PRT limita
sus consignas a “¡Abajo
el gasolinazo! ¡Fuera Peña!”.
La Izquierda Socialista
(IS), miembro de la mal llamada Corriente Marxista Internacional
llama a un frente único “de
todas las organizaciones obreras, campesinas, populares,
estudiantiles, incluyendo a Morena
(candidato nacionalista burgués disidente del Partido de la
Revolución Democrática) y al EZLN (Ejército Zapatista), contra
esta medida y para que Peña Nieto se vaya, y construir un programa
para la clase trabajadora y los sectores populares”.
El Movimiento al
Socialismo (MAS)
quiere “imponer
elecciones extraordinarias”,
el Movimiento de los
Trabajadores por el Socialismo
(MTS, miembro de la Fracción Trotskista) una “asamblea
nacional libre y soberana”.
La “extrema” izquierda
mejicana – no solo en su composición trotskista – ofrece un
verdadero festival de soluciones reformistas. Esto constituye un
obstáculo para los proletarios: sean privadas o estatales, las
empresas siguen siendo empresas capitalistas, por tanto, sometidas a
las leyes del capitalismo, cuales son las de usurpar ganancias por
medio de la explotación de los proletarios. Así que incluso la
PEMEX necesita capitales para combatir la disminución de su
producción; pero los capitales no se invertirán en la empresa sino
a condición de que genere beneficios, es decir, que esta sea
suficientemente rentable. Para esto no hay otra solución que la de
dejar que los precios de los productos petroleros (gasolina entre
muchos más) aumenten, o si no de sacarle el jugo a cada trabajador
para sacarle ganancias suplementarias y poder subvencionar el
carburante; en los dos casos es sobre los proletarios y las masas
pobres que los capitalistas harán caer los costos del
restablecimiento económico de la PEMEX.
Contra esta perspectiva
capitalista, las masas obreras y pobres no solo deben movilizarse,
sino continuar luchando por sus reivindicaciones inmediatas, tanto
económicas y sociales como políticas, (salarios, derechos de
organización, huelga, de expresión, lucha contra la represión, por
la igualdad sexual, etc.).
Pero solo lo podrán hacer si
evitan la trampa de poner sus fuerzas al servicio de un objetivo
reformista burgués que no les pertenece, única manera en que sabrán
encontrar el camino de la organización de clase, de la constitución
del partido
revolucionario marxista,
internacionalista e
internacional.
Su objetivo será entonces, no el
de imponer una política keynesiana y/o de independencia nacional a
una burguesía temerosa, sino combatir y vencer a esta burguesía en
la lucha por la revolución
proletaria; esto
desembocará en la edificación, sobre los escombros del Estado
burgués, de su propio poder que no puede ser sino de dictadura
del proletariado,
etapa necesaria para extirpar el capitalismo e ir hacia la sociedad
comunista, en estricta asociación con los proletarios de los demás
países.
Partido
Comunista Internacional (El Proletario)
20 de enero de 2016