Nápoles, desde Scampia se alza una llamada a la lucha clasista contra un sistema económico y social que únicamente trae consigo destrucción y muerte.
En la noche del 22 al 23 de julio, en Scampia, un barrio al norte de Nápoles, se derrumbó un balcón en el tercer piso de la llamada Vela celeste, arrastrando a otros dos balcones del segundo y el primer piso, afectando a algunas personas que entraban en su casa. El ruido llevó a los vecinos a acudir al lugar. Excavaron entre los escombros para recoger a la mayor cantidad de heridos posible, niños en su mayoría, y llevándolos al puesto de socorro más cercando, haciendo el trabajo de las ambulancias que tardaron en llegar 20 minutos. Los bomberos llegaron media hora después del derrumbe. El balance, por el momento, es de tres muertos y doce heridos.
La situación ruinosa de los edificios, sobre todo las Velas, invadidos por basura y ratones, ha sido denunciada en varias ocasiones, desde 2016, en la prensa, pero las infiltraciones de agua, tanto de los puntales del acueducto como de la lluvia, han comenzado a corroer el hierro y el cemento de los balcones y de las escaleras de manera irreversible desde hace años. Por lo tanto, este desastre era sólo cuestión de tiempo.
Del gobierno y de las instituciones locales sólo han llegado falsas solidaridad y condolencias. Banderas a media asta en los ayuntamientos de Nápoles para decretar el luto de las ciudades en el momento de los funerales de las víctimas. Cínicamente, cierta prensa alude a un presunto aumento de peso concentrándose en los balcones mientras tenía lugar una pelea entre dos familias rivales, contribuyendo a que el balcón cediese.
No hay ninguna relación entre los trabajos ya realizados en la Vela y el derrumbe. Lo ha precisado el concejal Gaetano Manfredi, en una conferencia que tuvo lugar en el Palacio San Giacomo para hacer balance de la situación. Los trabajos habían comenzado al empezar este año en el piso bajo con la eliminación de residuos y partes deterioradas -explicó- así que no hay ninguna relación con los trabajos que se están haciendo, pero obviamente hay una investigación en curso y las autoridades nombrarán a los peritos para averiguar la dinámica exacta del derrumbe”
La opinión de algunos vecinos es diferente, ya que consideran que las vibraciones provocadas por las obras en curso suponen una carga adicional para la estructura.
La rabia de los habitantes de la Vela no se hizo esperar. Habían denunciado durante años el estado de abandono en el cual se encuentran y saben perfectamente que las responsables son las instituciones que ya no son capaces de engañarlos. La mañana posterior los mismos habitantes ocuparon la universidad Federico II – Complejo Scampia. Exigen que se asegure el edificio y su inmediata reestructuración, esperada ya desde hace años.
Scampia es un barrio gueto habitado básicamente por proletarios y sub proletarios. Abandonados, como los edificios, se las apañan de cualquier manera para ganarse la vida. El arte de ganarse la vida es histórico en Nápoles. Un estrato minoritario se ve llevado a realizar actividades ilegales para poder sobrevivir, como sucede, por otro lado, en todas las metrópolis capitalistas. Si, por un lado, este barrio es criminalizado por la prensa del régimen y a través de las películas, por otro lado, es objeto de una cierta política cosmética que da esperanzas e ilusiona a los proletarios cubriendo y mistificando la responsabilidad de las instituciones locales y nacionales.
Ha habido solidaridad por parte de muchos ciudadanos, pero sobre todo por parte de los “desocupados 7 de noviembre” que, junto a los “desocupados de los astilleros de Scampia” han ido al lugar a repartir bienes de primera necesidad después de haberlos recogido entre los mismos desocupados.
No habrá, como siempre, responsables a los que condenar. La pugna se prolongará entre el poder judicial y los medios de comunicación de masas que intentarán confundir a los proletarios con montañas de palabrería. Los proletarios, por desgracia, seguirán siendo víctimas predestinadas y carne de matadero como los numerosos hermanos de clase que murieron en el trabajo.
El principal responsable es el capitalismo y su sistema de beneficio que no tiene en cuenta las exigencias reales de los seres humanos, mucho menos de los proletarios, explotados, miserables y destinados a la masacre desde su nacimiento. Pero los proletarios poseen una fuerza que desconocen y que todas las fuerzas de conservación social y del oportunismo mistifican desviándola sobre el terreno de la democracia y de la búsqueda de puntos en común con la clase de los explotadores: es la fuerza del número, pero sólo si se organiza sobre el único terreno en el cual esta fuerza se puede manifestar en toda su amplitud y potencia: el terreno de la lucha de clase sobre el cual no se admite “comunidad de intereses” o puntos de vista compartidos. El terreno de la lucha de clase ve al proletariado organizado más allá de las divisiones que hay entre ocupados y desocupados, entre categorías y sectores, entre autóctonos e inmigrantes, entre hombres y mujeres, entre jóvenes y viejos; organizado con el objetivo de defender exclusivamente sus propios intereses luchado contra la explotación cotidiana bajo cualquier forma, legal o ilegal, privada o pública, nacional o internacional. Pero no se puede luchar sobre este terreno si no se organiza de manera completamente al margen de las instituciones, de los partidos y de las fuerzas sociales involucradas en la defensa del actual sistema económico y social; si no se organiza en torno a reivindicaciones que unan a los proletarios de cualquier condición social y usando medios y métodos de la lucha clasista que tienen el objetivo de romper una falsa paz social -falsa porque para los proletarios y su vida no hay nunca paz- y de unir a todos los proletarios en una lucha que, por su propia naturaleza de contraponerse de manera antagonista a los intereses inmediatos y futuros de la clase burguesa dominante, no podrá detenerse en objetivos inmediatos, aunque comenzará a desarrollarse a partir de éstos, sino que se fijará la perspectiva de acabar con el capitalismo, con su sociedad de explotación y muerte defendida, por los puros intereses de casta y privilegio, por todos aquellos que forman las instituciones y que hablan de verdad y justicia, que son los primeros en falsear, desconocer y tergiversar.
La verdadera solidaridad con los proletarios de Scampia, y con los proletarios en todas las situaciones en las que el paro, la degradación, la miseria y la marginación constituyen el entorno social al que han sido arrojados por el sistema capitalista y la política antiproletaria, se expresa en la lucha de clases, en la lucha por esta lucha tanto en el plano inmediato como en el plano político más amplio.
- Contra la marginación, la degradación y la matanza continua de los proletarios en sus hogares en ruinas, así como en sus lugares de trabajo.
- Contra las falsas promesas de «justicia social» y la culpabilización de la degradación y la miseria sobre los hombros de los proletarios obligados a vivir en la degradación y la miseria.
-Contra las ilusiones de poder mejorar su vida de proletarios pidiendo a las mismas instituciones, corresponsables de la degradación, la miseria y la explotación bestial de las masas proletarias, que intervengan a favor de la vida cotidiana de los proletarios.
El camino a tomar es el de la organización de la lucha de clases, de una lucha que ya no crea en las promesas de las instituciones, que ya no crea que las cosas para los proletarios mejorarán gracias al «crecimiento económico» (que sólo significa superexplotación para los proletarios empleados o «empleables») y a la atención que los gobiernos locales y centrales prestarán a los millones de problemas y desgracias que llenan la vida cotidiana de millones de proletarios. El camino a seguir es exactamente el contrario al que indican los gobiernos burgueses, los partidos falsamente obreros y de «izquierdas» y los sindicatos colaboracionistas que no tienen otro objetivo que defender y reforzar sus privilegios, sus posiciones sociales a costa de la vida de las masas proletarias.
Los muertos de hoy en Scampia y la miseria que caracteriza la vida de los proletarios de Scampia pasarán de las primeras páginas de los telediarios a las últimas y luego al olvido, siguiendo el camino de los miles de muertos en el trabajo, de los muertos por derrumbes de edificios, puentes y casas mal construidas en relación con los terremotos, y que a la burguesía sólo le interesan cuando no puede prescindir de ellos y en todo caso con el objetivo de «pasar página», de olvidar esas «desgracias» que nunca son desgracias porque son causadas precisamente por la gestión económica y social de los beneficios capitalistas.
- ¡Solidaridad con los proletarios de Scampia!
- ¡Su lucha es nuestra lucha!
- ¡Por la reanudación de la lucha de clase de los proletarios por encima de las divisiones entre empleados y desempleados, nativos e inmigrantes, trabajadores contratados y trabajadores en negro!
- ¡Por la organización de clase y la defensa exclusiva de los intereses de clase del proletariado, fuera y contra toda colaboración interclasista!
- ¡No a la paz social, sí a la lucha de clases!
- ¡Por la reconstitución nacional e internacional del partido comunista revolucionario, único verdadero dirigente de la lucha de clases proletaria anticapitalista y antiburguesa!
25 julio 2024
Partido Comunista Internacional (El proletario) - https://www.pcint.org/01_Positions/01_04_es/240725_napoles-scampia.htm
Siria-Turquía. Hacía casi un siglo que no se producía un terremoto tan devastador en la zona. Presionados por la represión antikurda turca y la represión antigubernamental de Assad, los más afectados son los pueblos kurdos y los refugiados que han huido de la guerra en Siria
En plena noche del 6 al 7 de febrero, dos temblores extremadamente violentos (uno de magnitud 7,8 y el siguiente de magnitud 7,5 en la escala de Richter) en el sur de Turquía, en la frontera con Siria (en el distrito de Nurdaği, provincia de Kahramanmaraş) provocaron destrucción y desesperación.
En Turquía, en su parte oriental, confluyen tres placas tectónicas diferentes: la Anatolia, la Arábiga y la Africana. La estructura de estas placas se caracteriza por un movimiento denominado transcurrente, es decir, las placas se deslizan unas junto a otras en un movimiento horizontal. A lo largo de la historia, se han producido muchos terremotos en esta zona y han tenido una característica común: se han formado a poca profundidad. El hipocentro del terremoto del 6 de febrero estaba a tan sólo 17,9 km.
La secuencia sísmica fue desencadenada por la falla de Anatolia Oriental, de unos 500 km de longitud, que atraviesa el este de Turquía de sureste a norte-noroeste, desde Hantay y el golfo de Alejandreta hasta Gazentep, para luego doblarse hacia los montes del Ponto hasta Estambul. Así pues, gran parte de Turquía está expuesta a terremotos debido a esta falla, que históricamente ha generado los seísmos más catastróficos. De hecho, Turquía es conocida como una zona muy propensa a los terremotos desde la época de las Cruzadas. Por tanto, no puede decirse que el reciente terremoto (como los de 1999, 2010 y 2011) haya sido una sorpresa. Lo que sí fue sorprendente fue el grado de devastación causado por el primer temblor con una magnitud de 7,9 en la escala de Richter y los posteriores con magnitudes, 7,8, 7,5, 6,9 y 6,4.
Las zonas de Gazentep y Kahramanmaraş son las que, según los informes, han sufrido mayores daños, con decenas de miles de víctimas (hasta la fecha se han encontrado más de 47.000) y unos cuantos millones de desplazados, la mayoría de ellos en Turquía y una parte importante también en el norte de Siria, en la región de Idlib, que ha sufrido una doble tragedia: los 4,5 millones de habitantes, que huyeron de la represión del régimen de Assad, además de ser golpeados por la miseria y sobrevivir sólo gracias a la ayuda internacional, han sufrido ahora también el terremoto que ha matado a más de mil personas, ha destruido viviendas y está impidiendo la llegada de socorro y ayuda internacional a esa región. Siria lleva doce años en guerra, y los millones de personas que viven en esa zona dependen de la apertura o cierre de la única puerta, Bab al Hawa, que les permite llegar; y, al igual que en Turquía, la ayuda internacional está centralizada por el gobierno, es decir, el régimen de Assad, que tiene interés en mantener controlada toda la región porque allí han acudido los supervivientes de la guerra y los kurdos, notoriamente reprimidos tanto por el bando sirio como por el turco. Pero las desgracias no terminan aquí, porque frente a las ciudades y pueblos devastados, la enorme masa de personas que lo han perdido todo y que, desplazadas, están siendo reagrupadas en las zonas vecinas, tendrá que hacer frente al problema de la falta de agua, higiene, frío, enfermedades. La ayuda no puede llegar rápidamente a todos los lugares donde se necesita, y en muchas partes no llega debido a las políticas antikurdas y antisirias. Y la promesa de Erdogan, que anuncia la reconstrucción de al menos 30.000 casas en un futuro próximo, deja mucho que desear...
Casi no hace falta decir que casi todas las víctimas se deben al derrumbamiento de edificios. Aparte de la violencia del seísmo y de sus repetidos temblores -algo previsto por los geólogos de todo el mundo, y no desde ayer-, ¿por qué se derrumbó la inmensa mayoría de los edificios? ¿Por qué la construcción de los edificios no incluía ninguna medida antisísmica, mientras que, debido a la búsqueda sistemática del beneficio fácil mediante la utilización de materiales de mala calidad, se construyen edificios altos próximos unos de otros con el fin de ahorrarse el alquiler del terreno, hacinando así a millones de personas en un gigantesco hormiguero? La razón primera de la carnicería hay que buscarla en el sistema capitalista de producción, de explotación de la tierra, en la búsqueda espasmódica del beneficio, sabiendo perfectamente que, en caso de terremoto, esos edificios no habrían resistido ni siquiera temblores mucho más leves que los del 6 de febrero y los días siguientes. Este terremoto fue especialmente violento no sólo en sus temblores principales, sino también en las réplicas posteriores, de modo que los edificios que lograron resistir el primer gran temblor sin derrumbarse, se derrumbaron durante los temblores posteriores. Ante todo esto -aunque, a pesar de los notables avances de la ciencia geológica, no se puede predecir con exactitud el acontecimiento sísmico ni en magnitud ni en intensidad y duración de sus enjambres o réplicas-, ¿cómo se comporta el poder burgués? Con el fatalismo habitual que acompaña siempre a toda catástrofe: siempre es culpa de la mala suerte y sólo en parte culpa de la actividad del homus capitalisticus que ha... construido mal. Hasta un niño comprende que si se construye mal una casa, tarde o temprano se derrumba, y que el amontonamiento de casas en pequeños espacios, una vez derrumbadas en el suelo, impide el acceso y la circulación de los equipos de salvamento y de la maquinaria necesaria para excavar entre los escombros en busca de supervivientes, heridos y muertos.
Pero para Su Majestad el Capital, la catástrofe representa una jugosa oportunidad de negocio; toda catástrofe llamada "natural" es un banquete para el capital. El capital se explota sobre todo magnificando el capital fijo en el que emplea su fuerza de trabajo asalariada, y en periodos de crisis de sobreproducción, como la que vivimos desde hace muchos años, la destrucción masiva de medios de producción y productos desencadena la fiebre de la reconstrucción que, gracias a la emergencia creada por la catástrofe, crea a su vez gigantescos negocios. Las guerras y las pandemias lo demuestran.
La sociedad humana tiene la posibilidad de superar el largo calvario que representan las catástrofes capitalistas destruyendo el capitalismo, su modo de producción y enterrando de una vez por todas el sistema social que durante ciento sesenta y cinco años, en lugar de traer progreso y prosperidad a la humanidad, ha traído miseria y muerte. Este objetivo histórico no puede ser alcanzado por los medios que la clase burguesa utiliza para su supervivencia como clase dominante: ni por la democracia ni por su dictadura. El totalitarismo burgués-capitalista constituye la base de su poder y da igual que se disfrace con los símbolos de la democracia parlamentaria, electoral o reformista; las razones del capital, esa fuerza social impersonal, prevalecen siempre sobre las razones del capitalista individual que, individualmente, puede parecer honesto, solidario, bondadoso, humanitario, pero es incapaz de transformar el sistema económico y social del que él mismo es prisionero en un sistema en el que ya no existan la explotación, el hambre, la miseria y la guerra. Un sistema, por otra parte, que ha doblegado a la propia ciencia a las razones del lucro, y es por ello que la ciencia, por muchos pasos adelante que dé en el conocimiento de los misterios de la vida, de la tierra y del espacio, nunca es la primera voz que escucha la clase burguesa; por el contrario, cada vez que sus advertencias pueden afectar a las razones del lucro y del poder es silenciada, y los científicos que insisten en llevar adelante investigaciones que no produzcan beneficios lucrativos y no den elementos de alarde propagandístico a los poderosos son simplemente marginados y olvidados. ¿Quieren calcular el valor capitalista al inventor de Internet o del teléfono móvil comparándolo con un vulcanólogo, un biólogo o un geólogo que, para conseguir aunque sea un pequeño pero importante resultado en su investigación, necesita años y un capital que no puede dar beneficios en poco tiempo? Por esta razón, la ciencia de la prevención es una ciencia que nunca ha nacido realmente en la sociedad capitalista: catástrofe significa emergencia, emergencia significa blanqueo de dinero sin ningún control particular e incentivo para jugosos negocios en la reconstrucción. Cuanto más se destruye, más se reconstruye, y para los capitalistas, una guerra vale tanto como un terremoto devastador o una pandemia. Ante cada catástrofe, se advierte sistemáticamente de la necesidad de prevenir, se promete hacer lo necesario para evitar que se repitan. En realidad, sin embargo, las catástrofes no sólo se repiten, sino que tienden a repetirse cada vez con mayor gravedad. La sociedad burguesa nunca podrá vencer las causas de sus propias contradicciones, de su propia caída. Debe ocuparse de ella otra fuerza social, la clase que no tiene ningún interés en mantener vivo este sistema de producción, explotación y destrucción: esta fuerza social está representada por el proletariado, la fuerza de trabajo asalariada que produce toda la riqueza económica y social pero de la que está completamente excluida. Si algo ha hecho bien el capitalismo en la historia es haber desarrollado las fuerzas productivas hasta el nivel más alto al que podía aspirar una sociedad dividida en clases. Y la principal fuerza productiva, representada por el trabajo vivo de la clase obrera, es la que tiene objetiva e históricamente la solución a las contradicciones capitalistas. Debe tomar parte activa en una revolución histórica que ninguna otra clase social ha sido capaz de llevar a cabo hasta ahora: cambiar la sociedad dividida en clases en una sociedad sin clases, transformando la economía existente en una economía de clases y basando la vida social no en la valorización del capital, no en el trabajo muerto (capital fijo) que explota el trabajo vivo (trabajo asalariado), sino en fuerzas productivas cuyo desarrollo esté dirigido a satisfacer las necesidades de la especie humana y no del mercado, no del capital. Entonces el conocimiento, la ciencia, y por tanto la ciencia de la prevención, tendrán un desarrollo inimaginable porque ya no serán esclavos del beneficio capitalista sino que estarán al servicio de un mayor bienestar de la especie humana y de un mayor conocimiento de la naturaleza y de sus fuerzas misteriosas.
21 de febrero de 2023
Partido Comunista Internacional
Il comunista – le prolétaire – el proletario – proletarian – programme communiste – el programa comunista – communist program
[Prisiones chilenas] Palabras del compañero Marcelo Villarroel Sepúlveda para Almuerzo Solidario

Desde la kárcel de alta seguridad hago llegar estas palabras de saludo en Resistencia para este encuentro de Solidaridad Antikarcelaria en donde konfluye la konciencia aktiva de lucha kontra el poder y la insistencia en la konstruxión kolektiva de una memoria antiautoritaria ke no olvida a sus presxs, kaídxs y a todxs kienes no renuncian ni abandonan el konflikto por la liberación total.
Los tiempos son de lucha konstante, de definiciones permanentes en kuanto a nuestra existencia komo individuxs ke nos rebelamos frente a lo existente. El miedo y la indolencia, el oportunismo, el silencio y olvido no pueden ganar terreno entre kienes entregan lo mejor de sus días kombatiendo la totalidad de la oferta de vida ciudadana ke nos impone la democracia, el estado y el kapital.
La kárcel, komo destino posible para kienes se rebelan, es un espacio ke el poder usa para intentar domestikar, a lxs de espíritu libre e indómito. No hay lugar de encierro trankilo, ni kárcel buena, no hay nada en estos lugares ke se pueda replikar salvo la voluntad de Resistir toda la estruktura podrida de cemento y metal penitenciario.
Los centros de exterminio son lugares ke deben desaparecer, esta es una definición inherente a la klara konciencia de konfrontación ke guía a lxs ke no se akomodan ni renuncian.
La represión no desaparece así komo las polítikas del poder para destruir las ideas y práktikas ke lo kombaten. De este modo los últimos años hemos asistido a la implementación silenciosa de planes de anikilamiento de las ideas antiautoritarias ke han konsistido en uso de téknikas de guerra sucia komo la delación y difamación de personas y espacios aktivos, la introduxión de práktikas afianzadas en lógikas de guetto y separación, la deskonfianza propagada komo arma del Estado e inkluso la muerte se han vuelto poko a poko algo kotidiano.
No podemos seguir mirando komo si nada sucediera, kaminando por la realidad sin ke nos duela ni esperar a ke nuevas vidas se vayan en esta lucha para luego sólo rekordar.
Nuestro énfasis tiene ke ser klaro y direkto: Romper la fragmentación y kombatir generosamente toda la basura ke rodea la lucha antikarcelaria. Nuestra klara memoria de Resistencia sabe en donde enkuentra hermanxs así komo en donde hoy se aglutinan lxs ke reparten veneno sirviendo klaramente kon sus gestos y aktos al Estado y a kienes lo sostienen.
Reciban un fuerte abrazo kómplice a todxs lxs ke organizan y participan solidariamente hoy en este almuerzo así komo la insistencia ofensiva en memoria de todxs lxs kaídxs en esta larga lucha kontra la sociedad karcelaria.
¡¡¡KON TODXS NUESTRXS MUERTXS EN LA MEMORIA OFENSIVA DE LUCHA KONTRA LA AUTORIDAD!!!
¡¡¡FRENTE A LA INDIFERENCIA MASIVA: RESISTENCIA ANTIKARCELARIA AKTIVA!!!
¡¡¡MIENTRAS EXISTA MISERIA HABRÁ REBELIÓN!!!
Marcelo Villarroel Sepúlveda.
Prisionero Libertario.
A 10 años y 9 meses de haber sido encarcelado en Newken, Argentina…
Nada ha terminado, todo kontinúa!!!
15 de Diciembre de 2018.-
[Venezuela] Contra la catástrofe capitalista, una sola perspectiva: la lucha revolucionaria del proletariado

Días de acción internacional contra el G20, Hamburgo 2017
Resistencia en directo – Unese al bloque negro
07 de julio * bloqueos & acción de anclaje
08 de julio – manif masiva
https: // g20tohell.blackblogs.org
Venezuela: Capitalismo y Lucha de Clases
https://materialesxlaemancipac
Los tres posicionamientos que aparecen a continuación, fueron publicados desde el año 2013 al 2015 por parte de diversos compañeros de lucha. Pese a que han transcurrido dos años desde entonces, estamos convencidos de que su contenido no carece de actualidad, y por el contrario, el balance que realizan corresponde bastante a lo que últimamente acontece en aquellas tierras del mar Caribe.
Como ya es de conocimiento común, los materiales que difundimos en éste blog siempre han apuntado a salirse de la rueda ideológica que está presente por igual en los medios de izquierda y derecha. Si nuestra realidad local generalmente nos rebasa, por consiguiente lo que ocurre fuera de nuestras fronteras aun más. No obstante, limitarse a abandonar todo esfuerzo por generar crítica, divulgarla y discutirla, no tiene razón de ser. Aportes como estos no deben entenderse como algo definitivo, sino como esfuerzos que son parte de un proceso continuo, simples (pero necesarias) contribuciones para forjar alternativas de lucha propias, autónomas y verdaderamente revolucionarias a partir de la crítica radical. Evidentemente, dar una respuesta certera a todas las implicaciones que conciernen al terreno práctico de la lucha, así como las innumerables tareas que conlleva organizarla; no se resolverán en unas líneas escritas, ni se conseguirán mecánicamente ni a corto plazo, ni mucho menos con voluntarismos inmediatistas. Fracasos y descalabros constantes tendrán que ocurrir en las calles para vislumbrar avances.
Mientras tanto, esbozando un poco sobre el tema que abordamos, vemos pertinente enfatizar y sintetizar lo siguiente: Encuadrarse bajo las banderas del falso antagonismo «imperialismo yankee vs democracia socialista latinoamericana» es aceptar ciegamente marchar hacia el desfiladero, es tomar parte en un simulacro de oposición que inevitablemente nos llevará a que las cosas sigan igual (o peor que antes); por ello, cuando enarbolamos la consigna “Ni chavismo ni oposición”, no estamos haciendo uso de un simple slogan disruptivo, lejos de eso, estamos exponiendo sin tapujos una realidad que durante años ha sido mistificada y tergiversada por todas las facciones de la burguesía.
La autodenominada revolución bolivariana no se contrapone en lo más mínimo al capitalismo. El Socialismo del Siglo XXI es reformismo a secas, enmarcado en la continuidad de las tareas democrático-burguesas, es decir: la defensa de la economía, del valor, del Estado, del la patria, del progreso y el desarrollismo.
Por otra parte, ni Hugo Chavez ni Maduro han sido dictadores fascistas, muy por el contrario, son tan demócratas como sus homólogos que exigen “la liberación de presos políticos en Venezuela” (obviamente se refieren exclusivamente a los presos de la MUD). Todos los ciudadanistas/derechistas/demó
La lucha revolucionaria que reivindicamos para destruir al Capital, ha de combatir en el mismo tenor a todos los Estados nacionales, reduciéndolos a menos que escombros; sin importar el adjetivo que les caracterice, la ideología que pregonen, o el personaje o grupo que esté a la cabeza; esa es una afirmación ineludible de nuestro programa histórico.
[Materiales]

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Más represion contra el movimiento anti TAV de Val di Susa
Desde AHT Gelditu Elkarlana queremos denunciar la última operación policial realizada contra el movimiento de oposición al Tren de Alta Velocidad en Val di Susa, noroeste de Italia. En la madrugada del martes 21 de junio se ha realizado una redada contra 23 personas opositoras a este proyecto, en Val di Susa y en diferentes ciudades italianas. Tres de ellas han sido encarceladas, otras nueve sufren arresto domiciliario y el resto tiene restringida la salida de sus localidades de residencia, siendo obligados a firmar en comisaría diariamente. Presumiblemente habrá más detenciones ya que el operativo no se ha cerrado. Varias de las personas represaliadas,algunas de más de sesenta años, han hecho pública su negativa a cumplir el arresto domiciliario y las restricciones de movimientos optando por la desobediencia. Con ello, la lista de personas encarceladas podría aumentar. Se da la circunstancia que algunas de ellas ha participado en girasinformativas en Euskal Herria.
Los represaliados han sido acusados de haber tirado una valla durante la marcha contra el TAV que tuvo lugar el 28 de junio de 2015.
La lucha contra el TAV en este valle alpino del noroeste italiano, se desarrolla desde comienzos de los 90 y se sitúa concretamente en el tramo que conecta Turín con Lyon (dentro de la conexión europea Lisboa-Kiev), pasando bajo los Alpes y atravesando el Val di Susa. Durante todos estos años, la población local ha realizado abundantes y continuadas protestas a las cuales el Estado ha respondido cada vez con más violencia policial. En los últimos años, el valle ha sufrido una militarización total de la zona y una fuerte represión en las manifestaciones. En estos momentos hay más de 1000 personas con causas abiertas en los tribunales.
Desde Euskal Herria queremos manifestar una vez más nuestra solidaridad con esta lucha popular ejemplar y más en concreto con las personas detenidas en esta ultima redada.
LIBERTAD DETENIDAS-OS
EZ VAL SUSAN, EZ EUSKAL HERRIAN, EZ INON … AHTRIK EZ
AHT GELDITU! ELKARLANA