[recibimos y publicamos]
A LAS COSAS POR SU NOMBRE
SOBRE TRUMP, FASCISMO Y TRANSHUMANISMO
“Todo lo malo es fascista, dicen, entonces la tortilla de mi madre que está malísima también es fascista.” Dicho por un refractario de Leganes
Erving Goffman y Howard Becker, consideraban que no hay nada más
subversivo y posiblemente transformador que las descripciones de las
cosas y el análisis correcto de las situaciones, igualmente, la
proyectualidad revolucionaria debería ir acompañada una crítica profunda
a lo existente y un análisis exhausto de las condiciones que nos rodean
y moldean nuestras vidas. Obviamente este análisis y critica caerá en
el vacío sin una praxis que la acompañe.. Por el contrario observamos,
en nuestros días, que cierta crítica anarquista sigue fijada a
representaciones obsoletas que nos impiden ver lo que tenemos delante,
moviéndose en medios afines que sólo conduce a cultivar las propias
ideas de una forma autorreferencial y en muchas ocasiones acompañadas
de la vana satisfacción de hallarse del lado de los “buenos”. En otras
ocasiones esta crítica vira hacia el conformismo porque se contenta
únicamente, y sin compromiso alguno, con señalar algunas de las formas
de explotación y dominación del sistema. Para nosotros la crítica
anarquista debe convertirse en el caldo de la insurrección que nos lleve
a dejar de ser pasivos, a decantarnos por la acción,o como dejo escrito
el compañero Bonnano, teniendo el objetivo de realizar acciones precisas contra el enemigo
y dejar atrás la tristeza, el rencor y la esperanza que sólo nos
convierten en espectadores y nos llena de lastres paralizantes. Las
redes sociales contribuyen inevitablemente a esta crítica efímera,
superficial y paralizante. Es necesario construir una crítica acertada,
alejada de la inmediatez de las redes y de intelectuales paralizantes.
Trazamos en las siguientes líneas una crítica anarquista a ciertos
acontecimientos ocurridos últimamente.
TRUMP Y LOS TRANSHUMANISTAS
Gran
parte de la izquierda ha puesto el grito el cielo con el espectáculo
iniciado por el reciente presidente de los EEUU, Donald Trump. Pan y
circo. Desviar la atención de su proyecto tecnócrata mientras caminamos
sonámbulos con nuestras prótesis tecnológicas es el objetivo de este
personaje. La puesta en escena es envidiable. Cientos de cámaras
grabando al electo presidente firmando decretos espectaculares de los
cuales la mayoría se quedarán , en eso, en espectáculo. Acompañado de
comparsa, música y luces. Un espectáculo que ciega a sus espectadores.
¿Alguien cree, de verdad, que Trump va a dirigir al ejército de EEUU a
invadir Groenlandia? ¿O a tomar el canal de Panamá? ¿A alguien le
importa que cambie el nombre de un Golfo? Son pantomimas políticas de un
psicópata narcisista con ansias de poder. Como decíamos es necesario
enfocar bien la crítica. Trump no es un fascista, ni un nazi (1), casi
seguros de que no sabe nada de ninguna de esas dos ideologías. No hay
más que leer el programa político y escuchar a Trump para ver lo alejado
esta de estas ideologías. Trump es un liberal de derechas que trabaja
para maximizar los beneficios de sus empresas y del capitalismo
tecnológico y financiero. Su proyecto político no varia respecto al
anterior presidente Biden. Nunca hemos escuchado a la izquierda acusar
de Biden de fascista. Recordemos que Biden es co-responsable del
genocidio al pueblo palestino, que es el presidente que más inmigrantes
ha expulsado en la última década (más incluso que durante el anterior
mandato de Trump) etc. Entonces por qué la izquierda , el antifascismo y
algunos anarquistas sólo se muestran alerta cuando suenan tambores del
pasado, cuando suena la manida palabra fascismo. Ya no estamos en
aquellos años 20, 30 ó 40 del siglo pasado cuando el fascismo era un
problema real, debemos mirar al mundo con los ojos del presente, sin
obviar las lecciones del pasado.
Para nosotros el problema
son las élites tecno financieras que cada vez tienen más poder sobre
todas las dimensiones de nuestras vidas. Para nosotros el problema es la
tecnocracia y su proyecto tecno totalitario, de la 4º revolución
industrial que aspira a convertirnos en humanos-maquinas, en autómatas
dirigidos por la IA. Es el advenimiento del mundo máquina, en el que
seremos esclavos controlados y conducidos por sus cálculos racionales.
No importa el fascismo o la extrema izquierda cuando toda la población
acepta los mandatos del sistema tecno científico y el progreso. Poco o
nada importa ya la ideología de este o aquel mandatario cuando todos son
sumisos a los imperativos de la tecnocracia. Polarizan el mundo para
distraernos del advenimiento de una sociedad tecno totalitaria. Cada vez
más la estandarización de una sociedad sierva de sus prótesis
tecnológicas nos conduce al totalitarismo tecnocrático. Hoy el mundo
está en manos de los fondos de inversión: Vanguard, Black rock etc. en
manos de ellos están los Bancos centrales de una gran cantidad de paises
y la Reserva Federal de los EEUU, estos fondos han comprado la deuda de
estos países y ahora son quienes dirigen la economía, por lo tanto el
país. Da igual que te llames Sanchez,o Feijo, seas de izquierdas o
derechas todos están bajo el control de estos fondos de inversión, de
los tecnócratas del Fondo económico Mundial,la ONU y su agenda 2030. Sin
ir muy lejos la declaración del Ceo de Blackrock, Larry Flink, es una
declaración de intenciones: Bastaría leer la declaración del CEO de
BlackRock, Larry Fink: “Estoy cansado de oír que estas son las
elecciones más importantes de nuestra vida. La realidad es que con el
tiempo ya no importa [. . .] Trabajamos con ambas administraciones y
estamos en diálogo con ambos candidatos” .
¿PERO QUIENES SON ESOS MALDITOS TRANSHUMANISTAS?
Durante toda la campaña espectacular y mediática de Donald Trump le hemos visto acompañados de un buen grupo de transhumanistas:
Elon Musk,
el hombre más rico del mundo, que ha sido objeto de múltiples debates
desde el momento en que durante la celebración de la presidencia de
Trump hizo el “saludo romano” el problema de Musk no es que sea de
derechas o de izquierdas. Es que es que pertenece al grupo de
tecnócratas que dirige el mundo y da forma a la sociedad tecno
totalitaria. Director ejecutivo de Twiter, SpaceX, CEO de Neuralink, que
después de los atroces experimentos con macacos pasó a probar sus
implantes cerebrales en humanos y que está trabajando para garantizar
que estos implantes sean tan seguros que quieran ser deseados por
personas sanas, hacia la implementación de humanos y dispositivos bajo
el la piel, por un mundo cibernético perpetuamente interconectado y
controlado fuera y dentro de los cuerpos. Firmante junto con otros
transhumanistas de una carta de llamamiento que denunciaba los riesgos
de la Inteligencia Artificial y luego aclaraba la ilusión de una
Inteligencia Artificial ética. Musk es un rostro, detrás de él los
poderes transhumanistas que no se ven, pero que dirigen las direcciones
de la investigación en ingeniería genética, nanotecnologías,
inteligencia artificial, reproducción artificial de humanos. Dirige la
sociedad hacia su proyecto transhumanista.
Peter Thiel, quien
también fue un importante financiero de la campaña presidencial de Trump
en 2016 y formó parte de su equipo. Thiel cofundador de PayPal, gracias
a un software desarrollado para detectar fraudes de PayPal fundó
Palantir Technologies, una empresa de software que opera en todos los
sectores: energía, semiconductores, telecomunicaciones, seguridad,
defensa, servicios financieros, ciencias biológicas, con clientes que
van desde empresas farmacéuticas multinacionales hasta el Departamento
de Defensa de EE. UU. y agencias de inteligencia. Palantir es una
verdadera plataforma de Inteligencia para la guerra global contra el
terrorismo y para la vigilancia interna total. Palantir también gestiona
la base de datos HHS Protect, que continúa recopilando información
relacionada con la propagación de Covid-19 con sistemas de algoritmos
predictivos para prevenir la propagación de brotes con el fin de generar
alertas e implementar medidas oportunas: un nuevo sistema de
biovigilancia preventiva.
Palantir ha sido noticia, y con su
actuación en el mundo de las finanzas, por haber desarrollado para el
gobierno ucraniano un sistema de Inteligencia Artificial, un sistema de
control y mando con capacidad de integrar todos los sensores para
producir perfiles y objetivos en la guerra en curso. . Palantir, tras el
abandono de Google, es el único proveedor de sistemas de Inteligencia
Artificial para el Departamento de Defensa de Estados Unidos
desarrollados como parte del Proyecto Maven del Pentágono lanzado en
2017 para acelerar el desarrollo de la Inteligencia Artificial y el
aprendizaje automático. Detrás de Trump está, pues, el sector
industrial-militar, pero no sólo eso. Peter Thiel, además de organizar
conferencias con sus colegas de Palantir y PayPal para discutir y
promover temas como "Las caras cambiantes de la biología" e invertir en
investigación biotecnológica y tecnologías para frenar el envejecimiento
y prolongar la vida, forma parte del actual comité directivo de
Bilderberg. junto con Alex Karp, director ejecutivo de Palantir
Technologies. Detrás de Trump también está el Club Bilderberg.
Las
manos de Thiel también alcanzan al adjunto de Trump . Thiel había
reclutado primero a JD. Vance en su círculo cuando Vance todavía era
estudiante en la Facultad de Derecho de Yale. Poco después, Vance se
unió a la firma de inversión de Thiel, Mithril Capital, donde trabajó
durante dos años antes de unirse a Revolution Ventures. Vance desempeñó
un papel importante en el fondo de inversión Rise of the Rest de
Revolution, entre cuyos principales inversores se encontraban Jeff Bezos
de Amazon y la familia Walton de WalMart, que tienen vínculos profundos
y duraderos con la familia Clinton. Luego, Vance lanzó su propia firma
de capital de riesgo, Narya Capital, en 2020, que fue financiada en gran
parte por Thiel y el ex director ejecutivo de Google, Eric Schmidt.
Por tanto para nosotros la amenaza no es el fascismo o la extrema derecha, es la imposición por parte de la tecnocracia de una sociedad artificializada, cibernética y transhumanista. Teniendo en cuenta que el transhumanismo no avanza como un monolito en cada país y en cada desarrollo, pero tiene ajustes y aparentes desaceleraciones y es vital reconocerlo en todos sus desarrollos y en sus múltiples caras. Contra toda forma de autoridad, contra toda nocividad. Por la anarquía.
CHIMPANCES DEL FUTURO
MADRIP, 30 DE ENERO 2025
[Italia] No seremos cómplices. Seremos desertores (Spoleto, marzo de 2024)
/ Italiano / English / French / Español /
Fuente en italiano: https://lanemesi.noblogs.org/
En respuesta a una pregunta parlamentaria, el ministro de la Guerra, Guido Crosetto, confirmó que el Establecimiento de Municiones Militares Terrestres (SMMT) de Baiano di Spoleto podría producir en breve los nuevos misiles y municiones que se enviarán a Ucrania para apoyar la guerra en curso. La Agencia de Industrias de Defensa (AID) ha designado tres de sus centros de producción – Spoleto, Capua y Fontana Liri – para la licitación de la Unión Europea, que aportará 500 millones de euros en ayudas para producir nuevas armas para Kiev.
Aunque todavía es sólo una oferta, los periódicos locales consideran que el contrato es muy probable, entre otras cosas porque se dice que la fábrica de Spoleto está infrautilizada en relación con su capacidad “productiva” (pero quizá deberíamos decir destructiva).
El ministro, que ya es un representante del lobby armamentístico como presidente de la Federación de Empresas Italianas Aeroespaciales, de Defensa y de Seguridad (AIAD), una rama de Confindustria que agrupa a los contratistas de guerra, sigue prometiendo beneficios multimillonarios a sus compinches y quizá crea que, de cara a las elecciones regionales, puede ablandar a los habitantes de Spoleto, enfadados por la reducción del personal hospitalario, con unas cuantas promesas de puestos de trabajo.
Mientras los Estados capitalistas y los bloques de poder se disputan el control de la hegemonía mundial, los explotados no tenemos nada que ver con sus guerras. Las bombas fabricadas en Spoleto masacrarán a los soldados reclutados a la fuerza, prolongando también la masacre de la población civil ucraniana. Pero la guerra nos concierne a todos.
Mientras los señores de la guerra hacen su agosto (hace unas semanas supimos que Leonardo había visto aumentar su capitalización bursátil en un 82% en 2023), todos pagamos las consecuencias con el encarecimiento de la vida, empezando por los productos energéticos, la intensificación de la explotación en nombre de la productividad, cuya expresión directa es claramente visible en el continuo aumento del número de muertos y heridos en el trabajo. Por último, vemos sus efectos con la escalada represiva en curso: las porras contra los estudiantes o los piquetes, las investigaciones contra la prensa anarquista y la creciente intolerancia hacia las opiniones discrepantes, hasta el traslado de Alfredo Cospito al 41 bis, son la representación misma de la política de guerra que nuestros dirigentes han puesto en marcha para la lucha en el frente interno.
Es posible oponerse a todo esto: los estibadores de muchas ciudades que se negaron a entregar material militar y las acciones directas que lograron poner obstáculos concretos a la maquinaria de guerra y a sus cómplices son prueba de ello.
¡Ninguna complicidad con los industriales de la muerte!
Ni en Spoleto ni en ningún otro lugar: ¡boicoteemos, obstruyamos y saboteemos la industria de guerra!
El enemigo no son los explotados del otro lado del frente, ¡sino el político, el industrial, el banquero que se enriquece con nuestra sangre!
Anarquistas en Spoleto. t.me/circoloanarchicolafaglia
[ABMB] Feria del Libro Anarquista Berlín-Kreuzberg 2024
/ Deutsch / English / Türkçe / Čeština / Français / Español / PDF /
Fuente: https://
Con gran placer anunciamos que una feria del libro anarquista tendrá lugar del 5 de septiembre al 8 de septiembre de 2024 en NewYorck en Bethanien 2 B, 10997 Berlin-Kreuzberg 36. Que sepamos, la última vez que se celebró algo así en Berlín fue en 2016, cuando tuvieron lugar las Tage der anarchistischen Ideen und Publikationen (Jornadas de Ideas y Publicaciones Anarquistas). No solo han pasado demasiados años desde entonces, sino que también es importante volver a organizar un evento regular en Berlín para difundir las ideas anarquistas y revolucionarias. Por lo tanto, la feria del libro no debe ser vista como algo efímero, sino como un evento continuo que debe tener lugar cada año. Desde principios de la década de 2010, las ferias del libro anarquista en toda Europa, desde la Península Ibérica hasta los Balcanes, han contribuido a un más que bienvenido renacimiento de las ideas y prácticas anarquistas. El resultado no ha sido sólo la conexión y la referencia entre compañeros de todo el planeta, sino también una internacionalización de los debates. Y esto es también lo que queremos conseguir con esta feria del libro.
Hay muchas razones para organizar ferias del libro anarquista en Berlín y en otros lugares para dar a los libros anarquistas, ergo a las ideas anarquistas, más espacio, pero ¿es eso exactamente lo que queremos? ¿Nos basta con poner algunas mesas de libros, hacer algunas lecturas sobre libros, pasar un poco el rato? No, no es suficiente, porque lo que queremos sobre todo es intensificar los debates que deben conducir a la práctica. Los libros y todos los productos escritos son, por tanto, vehículos importantes que pueden conectarnos a todos, pero los libros en sí no son nada, es el contenido que llevan lo que es útil, es la práctica lo que forma un verdadero movimiento. El contenido son todo tipo de temas y cuestiones, pero hay que debatirlos. El objetivo de este debate, de estas discusiones que tenemos que tener aquí y en todo el mundo, sólo tiene un objetivo, acabar con el mundo del capitalismo, hacerlo estallar. Esto se hace mediante la práctica de la insurrección, de la guerra de clases, de la guerra social, que conduce a una revolución social mundial. En otras palabras, el intenso debate entre anarquistas y todos los revolucionarios que pondrá un fin inmediato al Estado-nación, al capital, al patriarcado.
Además de la necesidad de intensificar los debates específicos, también nos concentraremos en algunos temas para la feria del libro.
– La postura ante la guerra (en Ucrania y en otros lugares).
– El debate sobre nacionalismo-nación-pueblo-
– La difusión de las ideas anarquistas y revolucionarias a través de los libros, la propaganda, la práctica, etc.
Se podría pensar que el movimiento anarquista ya ha llegado a una respuesta/posición coherente sobre muchos temas, pero como dice el dicho entre algunos anarquistas, no hay nada más radical que la realidad y esto se ha vuelto a expresar. Un dicho muy mal entendido, porque los supuestos anarquistas siguen del lado del estado-nación, que son algunos, al que supuestamente pretenden combatir. ¿De qué estamos hablando ahora? ¿Estamos hablando de Cataluña, del Kurdistán, de los Mapuches, de Palestina, de Ucrania o de tantos otros ejemplos pasados y presentes? ¿Estamos hablando de participar en elecciones, de apoyar partidos, de proteger la democracia (ergo el Estado capitalista), de legitimar el monopolio de la violencia, o de todo ello a la vez? También podríamos ver esto en relación con el Covid 19, no sólo con qué „impotencia“ es capaz de caer un movimiento anarquista, sino con qué ímpetu es capaz de legitimar el estado. Pero, ¿qué puede tener todo esto que ver con el anarquismo, o con un movimiento anarquista? Sencillamente, nada de nada.
Pero, ¿a dónde vamos con todo esto, qué tiene que ver con el eslogan antes mencionado y qué tiene que ver con esta feria del libro anarquista? Sencillamente, la realidad siempre alcanza a quienes no se dan cuenta de lo que hacen, lo que les lleva a defender posturas que en realidad no son las suyas. Lo vemos mejor en los ejemplos mencionados anteriormente. La realidad alcanza a todos aquellos que se creen increíblemente radicales cuando sólo han construido sus posiciones sobre idealismo y arena, y lo que resulta son posiciones y actitudes que sólo sirven al reformismo y a la contrarrevolución.
Esto nos lleva a la necesidad de debates que deben llevar a la práctica para resolver la confusión del momento actual.
Por lo tanto, el foco de la feria del libro también debe estar centrado en las cuestiones de la guerra en general y las guerras específicas, presentes e históricas, y todo lo que es inherente al Estado-nación capitalista, por qué nuestra relación con él es sólo la de una enemistad irreconciliable. Así que no sólo la agitación, la propaganda, sino las posiciones de fondo son de inmensa importancia y necesidad. ¿Qué significa para el movimiento anarquista, o qué dice de él, que personas que se llaman a sí mismas anarquistas tomen parte en guerras interburguesas entre las diversas facciones del capitalismo? ¿Sigue siendo esto anarquismo o revolucionario? ¿Y qué opciones tenemos para seguir siendo capaces de actuar revolucionariamente en las guerras? Y ciertamente mil preguntas más que han jugado y siguen jugando un papel en este contexto.
Por lo tanto, para discutir estas cuestiones y muchas otras, invitamos a todos aquellos que sientan la necesidad de abordar estas cuestiones a la Feria del Libro Anarquista del 5 de septiembre al 8 de septiembre de 2024 en Berlín-Kreuzberg.
El carácter de la feria del libro debe ser también internacional e internacionalista y la convocatoria debe publicarse en todos los idiomas posibles, porque la conexión entre los anarquistas y todos los revolucionarios debe fortalecerse.
Si quieres organizar una paradita o iniciar un debate, ponte en contacto aquí: abmb@riseup.net, más información en anarchistischebuechermesse.
¡Agitación, insurrección, anarquía!
¿Qué hay de nuevo en el “anarquismo”? ¡Autodeterminación nacional y convergencia de intereses con el capital!
Lo que sigue es una breve respuesta a un artículo de Wayne Price publicado en el sitio web de la Federación Anarquista Checa (AFed). El retraso en nuestra breve respuesta sólo puede explicarse por el hecho de que nos ha llevado mucho tiempo recuperarnos del artículo “¿Are Anarchists Giving in to War Fever?” [¿Están los anarquistas cediendo a la fiebre de la guerra? – publicado originalmente en inglés en la web Anarkismo.net]. Asumimos que incluso una organización tan dispar y programáticamente confusa como AFed no podía desviarse de los principios básicos del anarquismo, puesto que ya los llevaba en su nombre. Pero estábamos equivocados.
En el contexto de la guerra en Ucrania, bajo la apariencia de condiciones específicas y apoyo crítico, Wayne Price (y su editorial, AFed) están tratando de introducir en el anarquismo (que consideramos un movimiento revolucionario y parte de la lucha general del proletariado contra la dictadura del capital) elementos fundamentales de la ideología burguesa que están en contradicción directa con el programa anarquista para la emancipación de la humanidad. Hay que señalar que este programa no deriva del texto de tal o cual teórico anarquista, sino que se constituyó en oposición al capitalismo, en la lucha contra él y como su negación.
¿Anarquistas por la nación?
¿A quién apoyan exactamente los “anarquistas” de AFed en Ucrania? Wayne Price intenta convencernos de que se trata de la “nación oprimida”. Sostiene que “los anarquistas rechazan el nacionalismo pero no el objetivo de la autodeterminación nacional (…) incluida la libertad de un pueblo para elegir el sistema político que desee (por ejemplo, un Estado democrático, un Estado centralizado o ningún Estado [anarquía]) – y su libertad para decidir qué sistema económico quieren (socialismo de Estado, capitalismo, socialismo libertario)”.
Que los “anarquistas” actúen según el concepto de nación ¡es nuevo para nosotros! Hasta ahora, suponíamos que los anarquistas se oponían a la nación y a sus consecuencias materiales, como el Estado-nación, la autodeterminación nacional, la unidad nacional y, en consecuencia, la propia guerra entre naciones.
Los anarquistas revolucionarios siempre han adoptado posiciones anti-nacionales, y por buenas razones. Si admitimos que las relaciones sociales corresponden al nivel de desarrollo de la producción material y también producen principios, ideas y categorías de acuerdo con estas relaciones sociales, está claro que estas ideas y categorías también son sólo productos históricos y transitorios que aparecen y desaparecen. Lo mismo ocurre con la idea de nación, entidad creada artificialmente, producto histórico del desarrollo de las fuerzas productivas, que ha servido a la burguesía para llevar a cabo su revolución, para establecer su dominación. Y también para atar al proletariado a su proyecto, para dividirlo en Estados-nación, para convencerlo de que sus intereses son idénticos a los de los capitalistas de su misma nacionalidad, para controlarlo mejor física e ideológicamente.
La nación es la alianza artificial de explotados y explotadores. La “independencia de los pueblos, la cultura y la libertad nacional” de la que habla Wayne Price no es más que el terreno sobre el que la burguesía puede explotarnos a su antojo y hacernos creer que si nos acosa en el trabajo un negrero que hable nuestra lengua, nuestro trabajo será más soportable.
La constitución del proletariado como clase se ve constantemente socavada por la competencia entre proletarios como vendedores libres e iguales de mercancías, de su fuerza de trabajo. Todas las fuerzas ideológicas, políticas y militares consolidan esta atomización sobre la que descansan la paz social y el orden burgués. El proletariado se desintegra en el pueblo, la negación burguesa de los explotados como seres universales, como clase antagónica al capital. Y esta negación culmina finalmente en la masacre de la guerra capitalista.
La creación y la existencia de los Estados-nación no han eliminado la esencia misma de la burguesía -la competencia-, que obliga a los burgueses a oponerse entre sí y a enfrentarse brutalmente en todos los niveles de la distribución de los medios de producción y de los mercados. La unidad dentro de la burguesía (por ejemplo, dentro del Estado-nación, los acuerdos internacionales, etc.) se establece para obtener las mejores condiciones posibles en la guerra comercial (y también en la guerra de clases). Esta unidad puede romperse en cualquier momento en varias fracciones específicas que harán valer sus intereses en conflictos mutuos.
En consecuencia, toda paz no es más que una fase de un proceso que conduce a una nueva guerra. Por otra parte, cualquier acción del proletariado -por parcial que sea- en la que actúe por sí mismo y por sus propios intereses contiene la afirmación del proletariado y de su lucha por la revolución social general.
Por eso, como movimiento revolucionario, el anarquismo se opone desde el principio a la patria, a la nación y a la lucha nacional, y busca la abolición de todas las fronteras y de todas las naciones. Los anarquistas revolucionarios no apoyan a una nación contra otra, ni “al más débil», ni «al agredido”, ni “al oprimido”. Los anarquistas revolucionarios están del lado del proletariado a ambos lados del frente.
¿Los intereses de quién convergen?
Price explica el hecho de que algunos “anarquistas” luchen por los intereses del Estado ucraniano por una especie de “convergencia temporal de intereses entre el imperialismo occidental y el pueblo ucraniano”.
Si los “anarquistas” consideran que sus intereses y los de la burguesía coinciden “temporalmente”, deberían plantearse seriamente qué intereses están realmente en juego. En el caso de Rusia y de las potencias occidentales que se le oponen, se trata de ampliar su esfera de influencia y de mantener el estatus de Ucrania como zona tampón.
Por lo que sabemos, los anarquistas, como parte de nuestro movimiento de clase, estamos y siempre hemos estado preocupados por lograr la revolución social. Se trata de hacer realidad los intereses de la clase oprimida, de liberarla del yugo del capitalismo, de lograr una verdadera comunidad humana.
Entonces, ¿en qué consiste esta convergencia de intereses?
Del mismo modo que al proletariado no le interesa construir nuevas fábricas (en las que gastará su energía vital en suciedad y sudor a cambio de un salario miserable), contribuyendo no sólo al enriquecimiento de un determinado propietario capitalista, Tampoco le interesa defender las fronteras nacionales, la integridad territorial, la democracia o los derechos humanos, que no son más que el marco de su explotación y un instrumento de control.
Wayne Price cita el ejemplo de los Amigos de Durruti. Pero no entiende absolutamente nada de sus críticas al frente único. De hecho, el frente único que critican los Amigos de Durruti no es sólo una organización formal unificada, la participación de los anarquistas en el gobierno o la colaboración con tal o cual partido, sino también una alianza informal, una línea de conducta unida en la lucha por y en nombre del programa burgués, la renuncia al programa proletario y su aplazamiento hasta “después de la guerra”, en otras palabras, precisamente la unidad de intereses mencionada anteriormente.
Es cierto que los Amigos de Durruti no exigieron la retirada de los anarquistas del frente, pero esto resultó ser un error decisivo desde el punto de vista histórico. Mientras los proletarios del Frente de Aragón pensaban que su lucha defendería la revolución social en curso contra los fascistas, los partidos democráticos antifascistas dirigían la contrarrevolución en la retaguardia. En otras palabras, en lugar de congelarse la cabeza en las trincheras y sufrir la falta de suministros y municiones, los anarquistas de España deberían haber ido a Barcelona y Madrid para frenar a las fuerzas que, bajo la apariencia de un frente unido antifascista, estaban restableciendo gradualmente la dominación del capital. La revolución española fue derrotada tanto por los fascistas como, sobre todo, por los “partidos democráticos” que les habían preparado el terreno.
Hoy no hay revolución proletaria en Ucrania, y los proletarios del frente mueren sin rechistar, únicamente por el Estado burgués y sus intereses. En consecuencia, sólo podemos repetir lo que muchos han subrayado antes que nosotros. El proletariado no tiene ningún interés en defender su Estado ni en luchar por la democracia. Ni la democracia ni “nuestro propio Estado” son terreno fértil para la lucha de clases, sino todo lo contrario.
La consigna del proletariado ucraniano no es “Gloria a Ucrania” (una Ucrania mejor, más democrática, socialmente más justa, que no puede existir en la realidad de las relaciones capitalistas) sino “¡Ni un trabajador para el frente, ni un céntimo quitado de nuestros salarios!”.
¿Qué tipo de solidaridad?
Sólo podemos comprender el mundo capitalista y sus profundas contradicciones sociales a través del prisma de la lucha proletaria, que es y debe ser necesariamente internacionalista. El proletariado, sea cual sea el país en el que se encuentre, sean cuales sean las condiciones a las que se enfrente, constituye una misma clase internacional y, por la lógica de las cosas, se enfrenta a un mismo enemigo.
La burguesía y sus ideólogos (aunque se llamen “anarquistas”) niegan el carácter universal de las condiciones de lucha del proletariado, subrayando las especificidades de tal o cual situación.
La burguesía trata de imponernos el terreno en el que mejor puede derrotarnos. En otras palabras, la burguesía hace “olvidar” al proletariado que es la única clase universal y le impone el terreno de confrontación que más le conviene. Puede así imponer el marco de la guerra a la que nos envía: la fuerza internacional unida de la burguesía contra la actividad aislada de nuestra clase, confinada en tal o cual región. La política burguesa para el proletariado, la política socialdemócrata, mantiene al proletariado de cada país dentro de sus fronteras, transformando el “internacionalismo” de nuestra clase en colectas, peticiones, interpelaciones parlamentarias y “solidaridad” a través de transferencias bancarias y campañas de apoyo por correo electrónico. Esta forma de actividad no sólo es completamente inofensiva para la burguesía, sino que transforma la necesidad de acción directa contra el capital en colaboración con la burguesía.
Los anarquistas no estamos interesados en este tipo de “solidaridad” con los proletarios (no con el pueblo) de Ucrania, sino en trabajar junto a ellos para promover la misma lucha, los mismos intereses, la misma comunidad de lucha, en todo el mundo. A esta falsa “solidaridad” oponemos la solidaridad real, que es el resultado de una lucha común.
¿Qué podemos decir a modo de conclusión?
Debemos decirle a Wayne Price que las posiciones que está adoptando (no sólo en relación con la guerra en Ucrania) no son las de los anarquistas, sino las de los liberales.
Y la Federación Anarquista debería decidir si no sería preferible eliminar la palabra “anarquista” de su nombre, ya que es totalmente incoherente con las posiciones que defiende. Hoy en día, la AFed tiene más de un pie en el campo de los belicistas que apoyan la masacre mutua de proletarios en Ucrania en nombre de la defensa de una democracia imaginaria, la autodeterminación nacional y otros conceptos completamente ajenos al proletariado (y más aún a los anarquistas).
Y si el actual conflicto militar se extiende al resto de Europa, ¿enviará la AFed a nuestros hermanos y hermanas al matadero en nombre de la misma ideología falaz y esencialmente burguesa?
Guerra de Clases [ GdC ] & Iniciativa Anti-Militarista [ AMI-IAM ] – Mayo 2023
Traducción en español: https://
Lea tambien
Fragmentando el imperialismo: el derrotismo revolucionario y sus enemigos
Hoy, jueves 16 de marzo, está convocada una HUELGA GENERAL en Grecia por el accidente de tren que causó, al menos, 57 muertos.
Reproducimos un texto escrito en inglés por un compañero presente en las manifestaciones de estos días pasados. Grecia está hoy paralizada por la Huelga general de 24 horas que tiene como principal demanda que se encuentre a "los verdaderos culpables".
Diario de los disturbios: la colisión del tren griego, 1ª parte
Como alborotador habitual en Atenas, intento resistirme a escribir este tipo de "reportajes" en inglés, ¿para qué? Parece un viaje existencial del ego, un perro meando en una boca de incendios: "¡Yo estuve AQUÍ! EXISTO".
En este caso, creo que no ha habido mucha cobertura anarquista en lengua inglesa de la respuesta popular al choque de trenes del 28 de febrero de 2023 en Grecia. Ahora, casi dos semanas después, el levantamiento general ha sido extraordinario. Algunos de los que vivieron (y participaron) en las insurrecciones de hace una década han dicho que el alcance y el sentimiento de este levantamiento son similares... y aquellas insurrecciones de entonces estuvieron a punto de derrocar al Estado.
Ha habido muchos días y noches de manifestaciones, disturbios, ocupaciones y huelgas en toda Grecia desde el choque de trenes; lo que sigue es la primera entrega de mi experiencia personal. No soy periodista, ni reportero, ni experto, simplemente un partidario que escribe.
(...) Tales son las cintas con las que adorno este pequeño diario: solidaridad con los combatientes, deseos de fuego y violencia a los buitres paraestatales y a los "periodistas de aventura" extranjeros, y compasión sin límites por esos extremistas en ciernes que se sienten como maníacos solitarios varados en un maizal complaciente. Creo en ti, como creo en mí mismo.
EL DÍA DEL DESCARRILAMIENTO - MIÉRCOLES 1 DE MARZO
El 28 de febrero, poco antes de medianoche, un tren de pasajeros en dirección norte, lleno en su mayor parte de estudiantes que regresaban del carnaval griego, chocó frontalmente con un tren de mercancías en dirección sur que circulaba por la misma vía. Este desastre ocurrió en un lugar relativamente remoto, junto al valle de Tempe, y la gravedad del accidente tardó en filtrarse. Se han identificado los restos de 57 personas, pero aún hay otras tantas "desaparecidas". ¡Desaparecidas! ¿Estaban en el tren y ahora están desaparecidos? Esto significa, para mí, que el número de muertos es superior a 100. Incluso con 57 muertos, es fácilmente el peor desastre ferroviario en la historia de Grecia. El interior de los vagones descarrilados ardió a 1300 grados centígrados, la temperatura utilizada para fundir vidrio en un horno. Como el gobierno y la compañía ferroviaria no saben exactamente cuántos billetes se vendieron para el tren, y de todos modos siempre hay docenas de pasajeros sin billete, incluidos inmigrantes sin redes familiares regionales, la pérdida de vidas humanas nunca será objeto de una contabilidad forense tecnocrática completa. Es decir, los estadísticos y numerarios no podrán acorralar este desastre en sus estadísticas; es simplemente un horror, una conflagración tan intensa que borró la especificidad.
Grecia no es un país grande, por lo que una catástrofe de esta magnitud tiene un impacto proporcionalmente enorme.
El día de la colisión varios grupos, entre ellos anarquistas, convocaron una manifestación inmediata en las oficinas de Hellenic Train en Atenas. Hellenic Train es la empresa privada de capital italiano que compró la mayoría de los servicios ferroviarios de Grecia al Gobierno griego allá por 2017. La venta del sistema ferroviario nacional de Grecia a una empresa privada era algo que la UE había exigido, una condición para que los bancos centrales europeos condonaran las deudas del Estado griego.
El ambiente general del miércoles parecía más de dolor aturdido que de rabia, por lo que mi compañero y yo no estábamos seguros de cuánta gente acudiría a las oficinas. Varios centenares lo hicieron, y los dos llegamos justo a tiempo para que nos lanzaran gases lacrimógenos. A menudo soy un vaquero de los gases lacrimógenos, pero este fue un rociado extremo; tuvimos arcadas y nos tambaleamos. Los pelotones de antidisturbios que custodiaban el edificio del Hellenic Train eran muy agresivos, al igual que los escuadrones que vigilaban los surtidores de las gasolineras cercanas.
La calle a la que da el edificio de Hellenic Train, Andrea Siggrou, es una de las principales vías de Atenas. Con seis carriles y un poco de terreno neutral, no me habría parecido un mal lugar para recibir gases lacrimógenos, pero el enorme volumen de gas desplegado y la quietud del aire entre los altos edificios de oficinas lo convirtieron en una pesadilla debilitante. Entre la multitud había todo tipo de personas, de todas las edades y tendencias políticas; la mayoría respondió a la embestida inicial de la policía abandonando la zona inmediatamente. Esto fue inteligente, porque era infernal.
En medio del caos, nuestros camaradas no consiguieron romper ninguna de las ventanas reforzadas del edificio, pero arrojaron pintura sobre la policía y el piso inferior del cuartel general del tren, incluyendo pintadas del tipo "ASESINOS" y "EL ESTADO MATA, MATA AL ESTADO".
Los que no quedaron satisfechos después de ese primer enfrentamiento se dispersaron y se reunieron en marchas más pequeñas; un grupo de tamaño decente que parecía ser en su mayoría comunista finalmente se unió en Siggrou y marchó de nuevo más allá del edificio del Tren Helénico, fluyendo alrededor de los contenedores en llamas. Coreaban "Venganza", un bonito sentimiento, además de las habituales soflamas sobre el incipiente ascenso del proletariado.
La más numerosa y alborotada de las marchas más pequeñas no se quedó ahí, sino que avanzó -también podría decirse que corrió- por Siggrou hacia el edificio del Parlamento, a unos 400 metros de distancia. Un número significativo de policías persiguió a esa escisión, bombardeándola con gases y granadas de estruendo. En Syntagma (el edificio del parlamento griego, pero también la gran plaza pública, la estación de metro y la calle más cercana) había aún más gases lacrimógenos.
A esas alturas, ya me había retirado a los elegantes parques que rodean la Acrópolis. Me tambaleaba con los ojos irritados, la piel ardiendo y los pulmones resollando entre las familias de turistas que paseaban tranquilamente. ¡BUM! BOOM! de las granadas de gas lacrimógeno, un bombardeo que parecía no tener fin. Sentí una rabia inmensa.
EL DÍA DESPUÉS DEL DESCARRILAMIENTO - JUEVES 2 DE MARZO
Los principales medios de comunicación griegos son pésimos desde cualquier punto de vista. El griego medio es mucho más culto e instruido que el estadounidense medio, pero el paradigma de las noticias aquí comienza en el equivalente balcánico de Rupert Murdoch y se vuelve más derechista y sensacionalista a partir de ahí. Es un espectro ideológico que va desde la "solemne regurgitación de la propaganda del partido gobernante" hasta la absoluta mierda conspiranoica de los chiflados.
Mientras el gobierno se esforzaba por acorralar y redirigir la ira popular, al pueblo griego se le ofrecían explicaciones cuidadosamente elaboradas de por qué no deberíamos culpar a Nueva Democracia, el partido derechista que ha estado en el poder desde 2019 y durante doce de los últimos veinte años.
En el lado sobrio, los medios de comunicación y el gobierno tomaron como chivo expiatorio a un único jefe de estación de 59 años; los locutores de los noticiarios se sumergieron a fondo en su culpabilidad, publicando fotos de los miembros de su familia (¿por qué?), vilipendiándolo y anatematizándolo mientras que nunca mencionaron los múltiples sistemas automáticos de emergencia que deberían haber evitado su supuesto "error humano".
Por el lado de la conspiración, los expertos populistas y los trolls de Internet propagaron el rumor de que los romaníes (eterno objetivo de la derecha) habían provocado el accidente saboteando las líneas. También surgieron las primeras "preguntas" del tipo Sandy-Hook por parte de los nacionalistas en línea sobre, por ejemplo, si lo que ocurrió podría haber sido en realidad una misteriosa explosión en lugar de una colisión. No disfruto transmitiendo lo anterior, pero creo que merece la pena entender el entorno mediático griego. Lo más importante es que tras el accidente de tren hubo un rechazo casi unánime de estas mentiras. Las evidentes campañas de mentiras del gobierno y los medios de comunicación sólo sirvieron para enfurecer más a la gente.
La manifestación del jueves por la tarde fue en Syntagma. Mientras caminábamos hacia allí, empezó a llover. Un flujo constante y creciente de gente caminaba en dirección contraria. Soy un invitado del movimiento aquí en Grecia, y hasta cierto punto un invitado del pueblo griego, por lo que intento ser cuidadoso cuando hablo de "los griegos" como un monolito, pero no se puede negar que los griegos aborrecen el mal tiempo. La más leve llovizna o chaparrón provoca la cancelación de todo lo imaginable; todo el mundo corre al interior. Es una característica cultural. Por eso, para mí, la lluvia del jueves significaba que la manifestación no se celebraría.
Mi compañero de manifestación estaba muy enfadado por el descarrilamiento del tren y decidido al menos a intentar marchar, y yo no iba a ser un aguafiestas, así que nos arrastramos hasta Syntagma en lo que se había convertido en un aguacero helado.
Las farolas alrededor de Syntagma estaban apagadas, lo que daba un aire aún más lúgubre. "La oscuridad es nuestra aliada", aseguré a mi camarada, un sentimiento en el que creo, pero que no me pareció especialmente cierto en ese momento. Estaba bastante oscuro y cada vez hacía más frío. Los riachuelos de agua recorrían los contornos de la calle y las aceras, y los únicos sonidos, aparte de la lluvia, eran el de una mujer sola gritando "¡Quemen este gobierno!" y el de una furgoneta de sonido comunista autoritario que emitía música metálica. En el oscuro bulevar frente al Parlamento, unos cientos de jóvenes comunistas, empapados pero férreos, permanecían en formación con sus simbólicos garrotes (banderas rojas sobre robustos palos, que rara vez se usan como armas).
Durante unos minutos deambulamos por la saturada situación, en busca de otros hooligans, pero nadie parecía el tipo. Las líneas de metro estaban cerradas debido a la huelga, pero bajamos por las grandes escaleras hasta la plaza de Syntagma y nos refugiamos bajo el saliente de la boca de metro. A pesar de las condiciones, era una escena simpática: un grupo aleatorio de manifestantes apiñados en un arco de piedra, charlando y compartiendo cigarrillos. Finalmente, alguien apareció en lo alto de los escalones cercanos a nuestro refugio: "Vamos, chicos", gritó, "¡Se mueve!".
Cuando salimos del refugio del túnel, vimos que, efectivamente, había una marcha en marcha, y era asombrosamente grande: eran miles. Nunca en mi vida había visto a tantos griegos salir a la calle con un tiempo tan absolutamente miserable. Intentamos encontrar un sitio cerca de gente afín a nuestras creencias y acabamos junto a un grupo anarco-comunista (...).
La visibilidad era baja. No parábamos de confundirnos, pero sabíamos que estábamos en la parte más o menos correcta de la marcha porque teníamos un montón de policías antidisturbios flanqueándonos a ambos lados. La marcha fue enorme, lenta y sin incidentes, el tipo de acontecimiento que normalmente encuentro desalentador, pero su fuerza se vio reforzada por su desafío a la lluvia. Nos siguieron más policías antidisturbios y el Aura, el emblemático camión griego con cañones de agua de gran tamaño(...).
El momento culminante de la manifestación fue cuando pasamos por delante del Rex, un teatro ocupado recientemente por artistas y actores en huelga, y nos aclamaron desde detrás de su entrada atrincherada. El bloque respondió con un cántico atronador: "¡10, 100, 1000 okupas, contra el mundo de la podredumbre organizada!". Los policías antidisturbios que se encontraban entre el teatro y la marcha empezaron a girarse incómodamente de un lado a otro, y el espacio de su línea previamente organizada se amontonó y colapsó mientras se apresuraban a alejarse del teatro.
Al final llegamos a la plaza de Omonia (y la llenamos), todavía bajo una lluvia constante. Esperaba que la manifestación visitara la comisaría de policía cercana, pero en lugar de eso se dirigió hacia la estación de tren de Atenas(...).
Cuando llegué a casa y me sequé, me enteré de que había habido grandes marchas por toda Grecia, muchas de ellas desafiando tormentas de lluvia similares. Los camaradas de Tesalia habían atacado una comisaría de policía, observé celosamente, pero había habido grandes y airadas manifestaciones en Volos, Larisa, Patras, en todo tipo de ciudades y pueblos, no sólo en los puntos calientes de la izquierda o el anarquismo. Había fotos en Internet de manifestaciones masivas en ciudades de las que nunca había oído hablar, y Grecia, como ya he dicho, no es tan grande. Me recordó un poco al verano de George Floyd en Estados Unidos, en el sentido de que la acción estallaba en lugares donde uno normalmente no esperaría verla. Empezaba a parecerse a un levantamiento.
FUENTE: https://bentley.noblogs.org/post/2023/03/14/riot-diaries-the-greek-train-collision-part-one/
Convocatoria: Días de solidaridad internacional con los desertores
Fuente en checo: https://antimilitarismus.noblogs.org/post/2022/11/18/vyzva-dny-mezinarodni-solidarity-s-dezertery/
La guerra en Ucrania continúa con todas sus consecuencias negativas para una gran parte del mundo. Sin embargo, también continúan los actos de deserción y la negativa a ser reclutados, que, si se generalizasen, podrían llevar al fin de la guerra. Por ello, los anarquistas de la región centroeuropea hacen este llamamiento para organizar el apoyo activo a los desertores. Dondequiera que vivamos, hagamos de cada mañana un día de solidaridad internacional de la clase obrera y de resistencia a la guerra. Organicémosnos en los centros de trabajo, en las escuelas y en las calles para reforzar la influencia de la deserción. Luchemos por unas condiciones de vida dignas para todos aquellos que se niegan a ser utilizados como carne de cañón en la guerra inter-imperialista.
Al menos 200.000 personas han huido de Rusia para escapar de la movilización militar de Putin, y decenas de miles más están evitando la movilización en Ucrania. Sin embargo, algunas voces afirman que "el número de desertores es tan insignificante que es extraño siquiera empezar a hablar de ello". Hay que oponerse a estos intentos cínicos de "hacer invisibles" a quienes deciden no servir en el ejército, desertar o emigrar por razones políticas. Hay que escuchar sus voces y proporcionarles ayuda práctica.
La retórica antibélica no tiene todavía el poder subversivo necesario para detener la guerra, por lo que es necesario crear condiciones que faciliten la transición de la reflexión a la acción para aquellos que se sientan inclinados a desertar. No se trata de situarse en primera línea entre los tanques de los dos ejércitos y pensar que eso animará a los soldados a deponer las armas. Se trata de conseguir condiciones a nivel internacional que garanticen que los desertores puedan desertar con seguridad y vivir en otros países sin riesgo de ser perseguidos y estigmatizados socialmente.
En la actualidad, los opositores a la guerra en Rusia y Ucrania no tienen prácticamente ningún lugar al que acudir. Están atrapados entre las fronteras nacionales por sus "propios" gobiernos, mientras que los países vecinos se niegan a aceptarlos y a proporcionarles condiciones materiales decentes. Si la elección de la gente sigue limitada a la opción "o ser obligado a servir en el ejército o ser perseguido", difícilmente se puede esperar un aumento de las deserciones. Es necesario lograr la apertura de las fronteras no sólo para los refugiados civiles, sino también para los desertores de los ejércitos de ambos lados del frente. Esto es precisamente lo que puede debilitar considerablemente la dinámica de la guerra. Pero esto no se hará nunca negociando con los distintos gobiernos que no son más que títeres locales del Estado mundial del capital, ni tampoco mediante un llamamiento socialdemócrata a "hacer concesiones en el ámbito de la política migratoria".
Nuestra única arma, para nosotros, proletarios, es la lucha de clases, es la movilización en la calles, es el sabotaje de la economía, es la acción directa contra la guerra permanente... Y es entonces, y sólo entonces, cuando la asustada clase dominante se verá obligada a dejarse llevar, lo que nunca constituirá para nosotros un punto de llegada en la lucha, sino solo un momento a partir del cual hay que dirigir nuevas ofensivas contra la totalidad de este mundo de miseria y guerra...
Por otra parte, las proclamas de los políticos criticando la agresión del ejército ruso son una manifestación de hipocresía, incluso cuando se niegan a proporcionar buenas condiciones de vida a quienes se niegan a servir en el ejército. Y además, ¡por qué y cómo habrían de actuar de otra manera, estos dignos representantes del orden burgués! Es necesario oponerse sistemáticamente a los agresores de Putin, así como a los estadistas de otros países que, con sus propias políticas, permiten que el ejército mantenga su potencial bélico. Son los gobiernos de los países en los que vivimos los que efectivamente dificultan la deserción, contribuyendo así a la continuación de la guerra.
Los que se preocupan por salvar vidas deberían pensar en cómo debilitar la capacidad de lucha de los ejércitos, en cómo animar a los soldados a abandonar el frente, en cómo animarles a desobedecer, en cómo motivarles para que usen sus armas contra los que les obligan a entrar en la guerra. Pensemos en ello y organicemos acciones directas que hagan realidad estas consideraciones.
Algunos anarquistas en la región de Europa Central (noviembre de 2022)
ǀ Čeština ǀ English ǀ Français ǀ
Appel : Journées de solidarité internationale avec les déserteurs
Source en tchèque : https://antimilitarismus.
La guerre en Ukraine se poursuit avec toutes ses conséquences négatives pour une grande partie du monde. Cependant, les actes de désertion et de refus de se laisser incorporer se poursuivent également, ce qui, si ces pratiques devaient se généraliser, pourrait conduire à la fin de la guerre. Les anarchistes de la région d’Europe centrale publient donc cet appel pour organiser un soutien actif aux déserteurs. Où que nous vivions, faisons de chaque lendemain, un jour de solidarité internationale de la classe ouvrière et de résistance à la guerre. Organisons-nous sur les lieux de travail, dans les écoles et dans les rues pour renforcer l’influence de la désertion. Luttons pour des conditions de vie décentes pour tous ceux qui refusent de servir de chair à canon dans la guerre inter-impérialiste.
Au moins 200.000 personnes fuient la Russie pour échapper à la mobilisation militaire de Poutine, et des dizaines de milliers d’autres évitent la mobilisation en Ukraine. Pourtant, certaines voix affirment que « le nombre de déserteurs est si négligeable qu’il est étrange de commencer à en parler. » Il faut s’opposer à ces tentatives cyniques de « rendre invisibles » les personnes qui choisissent de ne pas servir dans l’armée, de déserter ou d’émigrer pour des raisons politiques. Leur voix doit être entendue et une aide pratique doit être apportée.
Les discours anti-guerre n’ont pas encore le pouvoir subversif nécessaire pour arrêter la guerre, c’est pourquoi il est nécessaire de créer des conditions qui facilitent le passage de la réflexion à l’action pour d’autres personnes ayant une tendance à la désertion. Il ne s’agit pas de se placer sur la ligne de front entre les chars des deux armées et de penser que cela incitera les soldats à déposer les armes. Il s’agit d’obtenir des conditions au niveau international qui garantissent aux déserteurs de pouvoir faire défection en toute sécurité et de vivre dans un autre pays sans risque de poursuites et de stigmatisation sociale.
À l’heure actuelle, les opposants à la guerre en Russie et en Ukraine n’ont pratiquement nulle part où aller. Ils sont piégés entre les frontières nationales par leurs « propres » gouvernements, tandis que les pays voisins refusent de les accepter et de leur fournir des conditions matérielles décentes. Si le choix des personnes reste limité à l’option « soit être forcé de servir dans l’armée, soit être persécuté », on ne peut guère s’attendre à une augmentation des désertions. Il est nécessaire de parvenir à l’ouverture des frontières non seulement pour les réfugiés civils, mais aussi pour les déserteurs des armées des deux côtés du front. C’est précisément ce qui peut affaiblir considérablement la dynamique de la guerre.
Mais cela ne se fera jamais par la négociation avec les divers gouvernements qui ne sont que les larbins locaux de l’État mondial du capital, cela ne se fera pas non plus par un appel de type social-démocrate à « faire des concessions dans le domaine de la politique migratoire ». Notre seule arme, à nous autres prolétaires, c’est la lutte de classe, c’est la mobilisation dans la rue, c’est le sabotage de l’économie, c’est l’action directe contre la guerre permanente… Et c’est alors, et alors seulement, qu’effrayée la classe dirigeante est obligée de lâcher du lest, ce qui ne constituera jamais pour nous un point d’arrivée dans la lutte mais seulement un moment à partir duquel de nouvelles offensives doivent être menées contre la totalité de ce monde de misère et de guerre…
D’autre part, les proclamations des politiciens critiquant l’agression de l’armée russe sont une manifestation d’hypocrisie alors même qu’ils refusent de fournir de bonnes conditions de vie aux personnes qui refusent de servir dans l’armée. Et d’ailleurs, pourquoi et comment agirait-ils autrement, ces dignes représentants de l’ordre bourgeois !? Il est nécessaire de s’opposer de manière cohérente aux agresseurs de Poutine, ainsi qu’aux hommes d’État d’autres pays qui, par leurs propres politiques, permettent à l’armée de conserver son potentiel de guerre. Ce sont les gouvernements des pays dans lesquels nous vivons qui rendent effectivement plus difficile la désertion, contribuant ainsi à la poursuite de la guerre.
Ceux qui se préoccupent de sauver des vies devraient réfléchir à la manière d’affaiblir la capacité de combat des armées, d’encourager les soldats à quitter le front, de les inciter à désobéir, de les motiver à utiliser leurs armes contre ceux qui les forcent à faire la guerre. Réfléchissons-y et organisons des actions directes qui permettront de concrétiser ces considérations.
Quelques anarchistes de la région d’Europe centrale (novembre 2022)
Traduction française : Les Amis de la Guerre de Classe
https://antimilitarismus.
[ANTIMILITARISMUS] ANTIMILITARISME ANARCHISTE ET MYTHES SUR LA GUERRE EN UKRAINE
https://www.autistici.org/
https://www.autistici.org/
Nous considérons le texte qui suit, provenant du blog antimilitarismus.noblogs.org, comme l'une des plus importantes contributions de l'anarchisme tchèque contre la guerre et tous les bellicistes, qui, malheureusement, abondent aussi dans le mouvement anarchiste.
La manière de présenter les différents arguments contre les mythes concernant la guerre qui prévalent dans le mouvement anarchiste et de les rassembler en un tout organique d'une position défaitiste
révolutionnaire ; la vigueur avec laquelle il s'oppose aux diverses pseudo-raisons pour lesquelles le mouvement anarchiste devrait soutenir la guerre ou l'un des partis belligérants ; l'insistance avec
laquelle il préconise la transformation du conflit impérialiste en conflit de classe comme seule voie possible vers la révolution sociale et donc la seule paix réelle ; tout cela en fait, de notre point de
vue, un document de la plus haute importance du mouvement anti-guerre révolutionnaire contemporain, même à l'échelle internationale.
Cependant, nous aurions pour notre part construit autrement certains des arguments et justifié certaines des positions de manière quelque peu différente, bien que la conclusion soit la même : guerre à la
guerre. Nous tenons ici à pointer du doigt la catégorisation idéologique présente dans le texte selon laquelle la dictature du Capital s'articulerait autour des pôles « démocratie » versus «dictature » (cf. mythes 10 et 29), catégorisation qui tend à éluder la nature profonde de la dictature sociale du Capital qui est précisément et réellement la démocratie (SA démocratie !) en tant que négation de l'antagonisme de classe et de sa conflictualité.
Ajoutons encore à ce texte que les lignes de conflit entre le soutien « critique » à l'un des belligérants et le défaitisme révolutionnaire ne traversent pas seulement le mouvement anarchiste, bien que le texte
se réfère à celui-ci. Les mêmes « mythes », les mêmes attitudes et les mêmes discussions se retrouvent dans le camp de l'ultra-gauche de tous les pays du monde. Même là, les révolutionnaires doivent se définir contre ceux « _qui sont les premiers à publier d'innombrables proclamations et revues sur des thèmes antimilitaristes alors que la guerre est à l'autre bout du monde, mais qui, lorsqu'elle arrive à
leur porte, se mettent à reproduire la propagande de guerre_ ».
C'est pourquoi, avec les auteurs du texte, nous devons réaffirmer encore et toujours « _qu'être antimilitariste avait du sens pendant la Première Guerre mondiale, tout comme dans le cas de la guerre actuelle en Ukraine_ ».
https://www.autistici.org/
https://www.autistici.org/
_________
[castellano]
Consideramos el siguiente texto del blog antimilitarismus.noblogs.org como una de las contribuciones más importantes del anarquismo checo contra la guerra y todos los belicistas, que desgraciadamente también abundan en el movimiento anarquista.
La forma en que presenta los diversos argumentos contra los mitos sobre la guerra que prevalecen en el movimiento anarquista y los reúne en un todo orgánico de una posición derrotista; el vigor con el que se opone a las diversas pseudo-razones por las que el movimiento anarquista debe apoyar la guerra o a una de las partes beligerantes; la insistencia con la que aboga por la transformación del conflicto imperialista en un conflicto de clases como único camino posible hacia la revolución social y, por tanto, la única paz real; todo ello lo convierte, desde nuestro punto de vista, en un documento de máxima importancia para el movimiento revolucionario antibélico contemporáneo, incluso a escala internacional.
Sin embargo, hemos construido algunos de los argumentos y justificado algunas de las posiciones de manera algo diferente, aunque la conclusión es la misma: la guerra contra la guerra. Queremos señalar aquí la categorización ideológica presente en el texto según la cual la dictadura del Capital se articula en torno a los polos "democracia" versus "dictadura" (cf. mitos 10 y 29), categorización que tiende a eludir la naturaleza profunda de la dictadura social del Capital que es precisamente y realmente la democracia (¡SU democracia!) como negación del antagonismo de clase y su conflictividad.
Añadamos a este texto que las líneas de conflicto entre el apoyo "crítico" a uno de los beligerantes y el derrotismo revolucionario no sólo atraviesan el movimiento anarquista, aunque el texto se refiere a este último. Los mismos "mitos", actitudes y discusiones se encuentran en el campo de la ultraizquierda en todos los países del mundo. Incluso allí, los revolucionarios tienen que definirse frente a aquellos " que son los primeros en publicar innumerables proclamas y revistas sobre temas antimilitaristas mientras la guerra está en el otro lado del mundo, pero que, cuando llega a su puerta, empiezan a reproducir la propaganda de guerra".
Por lo tanto, junto con los autores del texto, debemos reafirmar una y otra vez "que ser antimilitarista tenía sentido durante la Primera Guerra Mundial, al igual que en el caso de la actual guerra en Ucrania".
_____________________
[Inglés] DOWNLOAD THE PAMPHLET:
PDF: https://www.autistici.org/
Aporte para el encuentro en el espacio anarquista Motín de los editores anarquistas de «Vetriolo». Madrid, 27 de febrero de 2021
Gracias a lxs compañerxs por la invitación, lamentamos que no hayan podido venir más compañeros. La causa de esta reducida presencia son las restricciones relacionadas con las leyes represivas promulgadas por los gobiernos, con el pretexto de la pandemia. Sin embargo, nos gustaría volver para nuevos enfrentamientos lo antes posible.
En las páginas de «Vetriolo» hemos definido el clima represivo que se respira, en Italia y en general en todo el Occidente democrático, como un «giro autoritario de nuevo cuño». Intentemos explicar mejor el significado de esta definición.
Una de las razones que nos impulsó a buscar una definición específica para el clima represivo de nuestra fase histórica, es la insatisfacción con las categorías clásicas del antifascismo. Algunxs de nosotrxs no creemos que exista de hecho un peligro fascista en la actualidad. Por supuesto que hay muchxs fascistas y también son muy peligrosxs, pero algunxs compañerxs de la redacción no creen que haya un peligro histórico y político de que se establezcan regímenes fascistas en Occidente. De hecho, pensamos que el fascismo fue una respuesta del Estado al peligro revolucionario. Como hoy no hay peligro de revolución social, desgraciadamente, tampoco creemos que el Estado liberal se convierta en un Estado fascista.
No todxs lxs compañerxs de la redacción están de acuerdo con esta deducción. Sin embargo, todxs están convencidxs de la insuficiencia de las categorías clásicas con las que se ha abordado el fascismo en el último siglo. Por ejemplo, la respuesta tradicional al fascismo se ha plasmado en el llamado «frentismo». En España han conocido el caso clásico de este «frentismo»: el Frente Popular. El Frente Popular es una amplia alianza de todas aquellas fuerzas que, por razones diversas y a menudo radicalmente divergentes, se oponían al avance de las fuerzas franquistas. Se trata, por tanto, de una alianza en la que confluyen fuerzas autoritarias y antiautoritarias, fuerzas burguesas y fuerzas proletarias. Los horrores históricos del Frente Popular pueden verse en el momento en que los anarquistas llegaron a ser ministros del gobierno republicano. Es una verdad histórica que la revolución social no fue derrotada por Franco, sino antes por las propias fuerzas del Frente Popular: el desarme de las milicias, la restitución a los antiguos propietarios o la nacionalización de las empresas autogestionadas en Cataluña, la negativa a conceder la independencia a los territorios coloniales en Marruecos, el asesinato de muchos anarquistas por los comunistas, etc. Opciones, las de los frentistas, que además de ser éticamente infames, eran contraproducentes para la propia lucha armada contra el fascismo. En Italia hemos conocido un ejemplo aún peor de frontismo en el CLN, el Comité de Liberación Nacional. El CLN era una alianza tan amplia que reunía a comunistas, socialistas, demócratas cristianos e incluso monárquicos. Todos se unieron con el objetivo de expulsar a los fascistas y a los ocupantes alemanes. Un frente tan amplio como para haber expresado, en un primer momento, incluso a un antiguo jerarca fascista como Pietro Badoglio como presidente del Consejo de los territorios «liberados».
Como creemos que el antifascismo lleva en su propio ADN el germen del frentismo, preferimos no hablar de un nuevo peligro fascista para la fase histórica que vivimos, sino de una nueva forma de giro autoritario. Significa que incluso la respuesta de lxs anarquistas, la única respuesta revolucionaria posible hoy en día, debe ser una respuesta antiautoritaria de una nueva forma.
Esta hipótesis nuestra no sólo se basa en los acontecimientos del pasado, sino que también se refleja en la dinámica actual. Hemos asistido en la última década a una lucha de poder en todo el mundo entre las fuerzas nacionalistas, los llamados soberanistas, de la nueva derecha de Trump, Salvini, Bolsonaro, Orban, etc., y las fuerzas liberalistas, las fuerzas de la globalización, encarnadas por las élites proeuropeas, el BCE y el Partido Demócrata en Estados Unidos. Ambas fuerzas en el campo en este choque de poder son nuestrxs enemigxs. Ambas facciones de la burguesía mundial son las portadoras del giro autoritario de nuevo cuño. Centrarse únicamente en la lucha contra los derechistas supondría el riesgo de convertirnos en aliados objetivos de los liberalistas, de la Unión Europea, de las multinacionales, de la izquierda estadounidense. Lo hemos visto en Estados Unidos, donde las luchas antifascistas y antisexistas se han recuperado finalmente para dar la victoria a Biden. Un nuevo presidente que amenaza con ser mucho más agresivo que Trump en materia de política exterior (ya amenaza a Rusia, China e Irán).
Los gobiernos cambian, pero las políticas siguen siendo las mismas. El giro autoritario de nuevo cuño se ha acelerado increíblemente durante este último año pandémico. Leyes liberticidas con el tiempo de ocio de los individuos y al mismo tiempo extremadamente permisivas con la producción industrial han sido la medida de todos los gobiernos, de todos los colores políticos. El control social ha pasado por las nuevas tecnologías, las multas, el terrorismo mediático y la obediencia masiva. Unx sólx puede salir de casa para ir a ser explotadx.
La situación en Italia es especialmente dura. A nivel de represión de masas, tuvimos el encierro más duro de todo Occidente. Mientras 60 millones de personas estaban literalmente encerradas bajo arresto domiciliario durante unas 10 semanas, la Confindustria presionaba para dejar sus fábricas abiertas, provocando el contagio y haciendo que el resto de la población continuara con sus medidas restrictivas.
Las leyes de represión colectiva del último año se han sumado a una legislación contrarrevolucionaria ya muy severa. Las leyes especiales redactadas a finales de los años setenta y ochenta del siglo pasado para contrarrestar la propagación de la lucha armada nunca han sido abolidas, sino que se han endurecido progresivamente en los últimos treinta años.
Hoy en día, muchxs anarquistas están sometidos a una Vigilancia Especial, una medida policial que ni siquiera pasa por un juzgado, que impide al compañero afectado hacer cualquier actividad pública, participar en manifestaciones, reunirse con delincuentes, salir de casa por la noche o cambiar de ciudad sin avisar antes a la propia policía. Si se infringen estas medidas, se corre el riesgo de ser encarcelado o de que se prolongue el periodo de Vigilancia Especial.
Decenas de anarquistas han sido detenidxs en los últimos años gracias al artículo 270bis del Código Penal. Un artículo que golpea a las «asociaciones subversivas», por lo tanto golpea el hecho mismo de que te asocies, independientemente del delito concreto que te acusen de haber cometido. El castigo para el 270bis es de hasta 15 años de cárcel, en regímenes especiales de detención (normalmente lxs presxs de carácter político son encerradxs en secciones AS2, pero todavía hoy hay en Italia tres presxs comunistas encerradxs en la 41bs, la dura cárcel de la mafia). El artículo 270 bis se ha utilizado a lo largo de los años para golpear no sólo a lxs acusadxs de haber realizado acciones directas, sino también a las redacciones de los periódicos anarquistas, a los blogs, a todxs lxs que difundían las denuncias, a los que se declaraban afines al contenido o a las prácticas expresadas en ellxs, a lxs que organizaban actos de solidaridad o a lxs que recaudaban dinero para los juicios.
Queremos contar todo esto sin ningún tipo de victimismo. El Estado golpea, a menudo al azar, porque es atacado. Si ha habido una fuerza que en este nuevo siglo ha atacado al poder, especialmente en Europa y América Latina, ésta ha sido el anarquismo. Recientemente dos compañeros, Anna Beniamino y Alfredo Cospito, fueron condenados a 16 años y 6 meses y 20 años respectivamente, en un maxi-juicio en el que se sentó en el banquillo la historia de toda la Federación Anarquista Informal. La historia de la insurgencia de los últimos 20 años es reducida por el poder a la historia de los asuntos criminales de unos pocxs compañexs. Una historia que se pretende enterrar, sepultando a estxs compañerxs a muchos años de cárcel.
Por lo tanto, no nos quedaremos de brazos cruzados. El Estado se vuelve cada vez más autoritario a medida que el control social del capital entra en crisis. Desde este punto de vista, nos parece que la actual pandemia mundial no representa ninguna novedad cualitativa, sino un elemento de aceleración de un proceso ya en marcha desde hace tiempo.
Por lo tanto, queremos destacar cómo este nuevo giro autoritario, que afecta a lxs anarquistas y ahora afecta a toda la sociedad en general, continúa actualmente -en Italia y en el mundo- sin una modificación efectiva de la envoltura política democrática de los Estados. No se han suspendido las constituciones, no se han cerrado los parlamentos, no se han disuelto los sindicatos. Esta es una novedad peculiar del nuevo régimen autoritario del siglo XXI. A diferencia de hace cien años, el giro autoritario actual se produce sin golpes de Estado y sin «revoluciones fascistas». Es en el contexto de la formalidad democrática, incluso en Italia en el contexto de una república parlamentaria con gobiernos generalmente débiles y de corta duración. En resumen, el Estado actual es tan refinado que es perfectamente capaz de operar una suspensión efectiva de las «libertades» de sus súbditos, sin dañar en lo más mínimo su estructura democrática formal, incluso preservando sus crisis y trabas ministeriales.
Por tanto, debemos evitar caer en la trampa de una dinámica defensiva, de mera resistencia. No hay necesidad de resistir el avance de un régimen, no hay necesidad de formar un frente común con lxs demócratas, los liberales, la izquierda. Más bien hay que declarar en quiebra la organización social basada en la autoridad del Estado y la propiedad del capital. Nos corresponde atacar a una sociedad podrida, una sociedad que ahora se mantiene efectivamente viva en «cuidados intensivos». Cortar los cables, tirar del enchufe. Y respirar de nuevo.
extraído de : https://anarquia.info/italia-cabeza-en-alto-el-giro-autoritario-de-la-nueva-forma-de-la-represion-antianarquista/