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Lucha contra la carestía de la vida en Martinica: ¡hace falta una orientación de clase anticapitalista para vencer!



Desde el 1 de septiembre, Martinica es escenario de un fuerte movimiento contra la carestía de la vida; se han producido bloqueos del puerto, rotondas y supermercados, una jornada «Martinica isla muerta», durante la cual se han producido incendios en comercios y edificios oficiales (destrucción de la gendarmería de Carbet), saqueos y enfrentamientos con la policía, etc. Las autoridades respondieron decretando un toque de queda parcial del 18 al 26 de septiembre, y después, a partir del 10 de octubre, un toque de queda de 21.00 h a 5.00 h de la mañana siguiente en todo el territorio, y enviando desde la metrópoli la compañía CRS 8, especialmente creada por el ministro del Interior Darmanin para la represión de disturbios urbanos; hay que señalar que tras los disturbios del «diciembre negro» de 1959, en los que murieron 3 jóvenes a manos de la policía, las autoridades de Martinica aseguraron que no había más CRS en la isla. El toque de queda, cuyo levantamiento estaba previsto para el 21 de octubre, se prorrogó hasta el 28 debido, según la prefectura, a «los bloqueos urbanos y la violencia que se produjeron durante la noche» entre los días 20 y 21, precisamente para frenar la continuación del movimiento y los estridentes bloqueos a la llamada del «Reagrupamiento para la Protección de los Pueblos y Recursos Afrocaribeños», el RPPRAC.

Este último, en el origen de la movilización contra la carestía de la vida, se negó de hecho a firmar el acuerdo celebrado el 16 de octubre entre el prefecto, los cargos electos locales y los representantes de la patronal; el 19 de octubre, organizó una manifestación de protesta en Fort-de-France que reunió a más de 2.000 personas y que debía ser el inicio de una «segunda fase» del movimiento. Este famoso acuerdo, calificado de «histórico» por el presidente de la Colectividad Territorial de la isla, conduciría aparentemente a una bajada de los precios del 20% de media tras la supresión de diversos impuestos y la concesión de ayudas a las empresas importadoras y distribuidoras que se han «comprometido» a devolverlo a sus precios. El RPPRAC exigía que se vieran afectados todos los productos alimentarios, mientras que el acuerdo sólo afecta a unos pocos (6.000 de 33.000).


DESEMPLEO, BAJOS SALARIOS Y POBREZA


La población de Martinica se ha visto tanto más afectada por el repunte inflacionista cuanto que los precios son normalmente más altos que en la Francia continental: un estudio del Insee (23 de julio) estima que eran un 14% más altos en 2022. La diferencia media alcanza el 40% en el caso de los productos alimenticios, una diferencia mayor en realidad según las estimaciones de RPPRAC y otros: los precios de la pasta, la harina, la leche, la mantequilla y la fruta son de dos a cinco veces superiores. Por supuesto, son los proletarios y las masas marginadas quienes más sufren en esta isla, donde la tasa de paro rozaba el 12% a principios de año, frente al 7,5% en la Francia continental, y donde los salarios son muy bajos (de media, serían un 30% más bajos). Resultado: la tasa de pobreza es del 29%, frente al 14% de la Francia continental y la pobreza es más intensa (la renta media de los pobres de la isla es inferior a la de las demás regiones francesas, con excepción de l´ Île de France). No hay que buscar en otra parte las razones del enfado.


LECCIONES DE 2009: LOS FRUTOS AMARGOS DEL INTERCLASISMO


En 2009, las Antillas experimentaron un movimiento muy significativo en la lucha contra la carestía de la vida y los bajos salarios, caracterizado por manifestaciones de una amplitud sin precedentes y, sobre todo, por una huelga general que duró 40 días en Guadalupe y 37 días en Martinica. Quince años después del final eufórico de la lucha que, tuvo lugar mientras los líderes de la lucha gritaban victoria, prevalece la decepción: los precios han seguido subiendo y los salarios siguen siendo bajos, a pesar de los aumentos salariales obtenidos y las medidas concedidas, como las exenciones fiscales de las que sólo se beneficiaron los capitalistas locales, grandes o pequeños. Esto se debió a que el movimiento había sido dirigido por colectivos que reunían a diversas organizaciones sobre una base interclasista, cuyas plataformas mezclaban reivindicaciones proletarias y pequeñoburguesas (como la defensa de la economía local, los artesanos y los pequeños patronos). La consecuencia inevitable fue que, a pesar de la combatividad de los proletarios, la defensa de sus intereses de clase pasó a un segundo plano.

El RPPRAC, por su parte, no pretende romper con este tipo de orientación; su negativa a plantear otras reivindicaciones que no sean la reducción de los precios de los alimentos, su negativa a situarse en el terreno de la lucha por salarios más altos y mínimos sociales, de la lucha contra el capitalismo y no sólo para forzar la «gran distribución» es un rechazo de la lucha de clases; pero sólo la lucha de clase puede ser el medio para movilizar las fuerzas del proletariado sobre las que descansa toda la economía -incluida la gran distribución-, y extender la lucha a los proletarios de las otras islas de las Antillas (las condiciones de los proletarios de Guadalupe son peores que en Martinica) o incluso a los de toda Francia: más allá de las diferencias contingentes de situación, sufren la misma condición de explotación, tienen el mismo enemigo y la posibilidad de unirse en una lucha común. El hecho de haber obtenido el apoyo de algunos sindicatos - CGTM, CDMT, UNSA... - (mientras que la CFDT, UGTM y FO lo rechazan con el pretexto de una crítica - justificada - a la inacción sindical) e incluso de organizaciones religiosas, no cambia nada; según el carismático presidente del RPPRAC, «hacemos pueblo con los sindicatos y las entidades religiosas»; «hacer proletariado» con todos los trabajadores y explotados no está en el orden del día...

Frente al poder de los capitalistas locales, grandes o pequeños, respaldados por el poder del Estado francés, que se enriquecen mientras las masas se empobrecen, es vano convocar debates públicos como en 2009 o negociaciones directas con el ministro: es indispensable llevar la lucha exclusivamente sobre una base de clase, con métodos y medios clasistas, sin dejarse desviar por las jeremiadas pacifistas de los religiosos, los llamamientos pequeñoburgueses a la defensa de la economía local y la unión de todos los martiniqueses.


Contra la carestía de la vida, contra los bajos salarios, contra la explotación capitalista, ¡lucha de clases y unión de los proletarios de Martinica y de otros países!


26 de octubre de 2024



Partido Comunista Internacional


Il comunista - le prolétaire - el proletario - proletarian - programme communiste - el programa comunista - Communist Program


www.pcint.org







Isadora-Chile

Durante la masiva marcha que convocó a más de 30 mil mujeres en las calles de santiago y cientos 
de miles en el resto del país, tres compañeras fueron apuñaladas en las cercanías del escenario 
donde se realizaba el acto final.
Este hecho se da en el marco del ascenso sostenido por los derechos democráticos de las mujeres. 
Estas movilizaciones que se vienen dando en nuestro país, expresan el crecimiento de las luchas 
de las mujeres a nivel mundial, donde específicamente se vienen dando importantes triunfos por 
el derecho al aborto.
Debido al tremendo apoyo social que tiene el movimiento, es que los sectores más conservadores 
de la derecha en nuestro país se ven obligados a apoyarnos. La iglesia además no ha podido 
levantarse como un bastión para enfrentarse a la movilización que venimos llevando las mujeres.
Esto provoca que los sectores más machistas y conservadores,al no tener el apoyo público del 
gobierno y no poder expresar su posición, busquen enfrentarnos con acciones aisladas y terroristas 
que sólo buscan amedrentarnos. Es por ello, que este grupo, el Movimiento social patriota, de corte 
neonazi y de ultraderecha, realizó barricadas y pintadas pidiendo el exterminio de las mujeres que 
somos activistas y culminaron apuñalando a tres de nosotras. Esto lo hicieron con total impunidad 
frente a carabineros y fuerzas especiales, que no hicieron nada por cuidarnos, lo que demuestra 
que el gobierno sólo los manda para reprimirnos.
Es por esto que exigimos la más amplia condena del gobierno, de los parlamentarios y de la 
oposición a estos hechos, pidiendo cárcel inmediata a los culpables.
Hacemos un llamado desde el movimiento de mujeres de Chile, a todas nuestras compañeras 
del movimiento de mujeres internacional para que se solidaricen con nuestras tres compañeras 
apuñaladas; y además llamamos a que todas las organizaciones estudiantiles, partiendo por la 
confech, los movimientos sindicales, con la CUT y el NO MAS AFP a la cabeza, como así 
también todos los movimientos sociales y políticos, se solidaricen inmediatamente con todas
las mujeres movilizadas del país y juntes convoquemos a una manifestación nacional donde 
en las calles, enfrentemos a estos sectores de ultraderecha que quisieron asesinar a nuestras 
tres compañeras.

___________________
El próximo día 8 de agosto, en Argentina se conquista el derecho al aborto legal, seguro y gratuito:


América Latina es una de las regiones con las legislaciones más restrictivas en materia de aborto. 
Seis de los siete países del mundo que prohíben en todos los casos la interrupción del embarazo, 
aún en los que peligra la vida o la salud de las mujeres, están en la región. En consecuencia, 
760.000 mujeres reciben tratamiento médico por complicaciones derivadas de abortos en 
condiciones de riesgo y es la principal causa de mortalidad materna a nivel mundial.

Una de las principales razones por el cual se niega este derecho es por el peso de la reaccionaria 
y machista Iglesia Católica. Pero la rebelión de las mujeres profundiza la crisis de la Iglesia 
Católica, principalmente en la juventud. Con el avance en materia del aborto en Irlanda y en 
Argentina tenemos que profundizar el impulso de estas luchas para que se terminen las muertes 
por abortos clandestinos y para que de una vez por todas las mujeres podamos ser libres de decidir.

La movilización en Buenos Aires de más de 1.000.000 de personas el 13J ha sido acompañado 
de concentraciones en las embajadas argentinas o consulados en varios países del mundo en 
solidaridad mostrando el carácter internacionalista de este movimiento. Es que la opresión de 
las mujeres [proletarias] no tiene fronteras. Cada lucha que da el movimiento en un país fortalece 
la pelea en otros. Por eso, la conquista de la media sanción en el Congreso Nacional del derecho 
al aborto legal dejó una enseñanza que entusiasma al conjunto de las mujeres de latinoamericanas: 
con la movilización se puede torcer la balanza a nuestro favor.

La marea verde que recorre a la Argentina se expande por el continente. En Chile, en México, 
Venezuela, Perú, Paraguay, Costa Rica y Brasil las mujeres recibieron con una gran alegría 
la media sanción y recargaron sus fuerzas para aprovechar el momento histórico para impulsar 
estas peleas en sus países. Los pañuelos verdes llegaron para quedarse y en cada país las mujeres 
deciden tomar este símbolo de la lucha por el aborto, con colores propios e imágenes características. 
Reuniones de coordinación y compañas están siendo impulsadas en la pelea por este derecho. 
El 22 de junio en varias ciudades brasileras las mujeres salieron a las calles por una ley del aborto. 
El 25 de julio las chilenas realizaron una gran movilización por el derecho a decidir.


Haití: ¡El levantamiento popular derrotó el gasolinazo del FMI! ¡Abajo el gobierno títere de Jovenel!




Un aumento del 38% en el precio de la gasolina, 47% en el gasoil y 51% en el querosén, generó una masiva respuesta del pueblo haitiano, que desde el 6 de julio salió a las calles de Puerto Príncipe, Cap-Haitien, Petit Goave, Les Cayes y Jacmel. Dos estaciones policiales fueron incendiadas, numerosas barricadas se levantaron y las calles fueron tomadas por el pueblo trabajador, en un genuino levantamiento contra la medida pactada por el gobierno de con el Fondo Monetario Internacional el pasado mes de febrero, como parte de un plan de ajuste.

Particularmente el aumento del querosén es una medida profundamente antipopular, pues para gran
parte de la población sin acceso a gas doméstico ni electricidad es un combustible indispensable para cocinar.

Ante la presión popular, sectores del parlamento se reubicaron contra el aumento de los
combustibles y al día siguiente del estallido social el gobierno anunció que se suspende
indefinidamente la medida.

El gobierno del empresario derechista Jovenel Moïse acusa una gran debilidad. Llegó al poder
luego de dos elecciones fraudulentas, una en 2015 y su repetición en 2016; ambas fueron
impugnadas y repudiadas por grandes movilizaciones. Su juramentación ocurrió recién en enero de
este año. Es el heredero directo de más de trece años de ocupación militar por parte de las tropas de la Minustah, contingente enviado por la ONU para sostener al régimen surgido del golpe de Estado contra Jean Bertrand Aristide en 2004. El año pasado la Minustah anunció su disolución para dar paso a un contingente policial multinacional de menor tamaño, la Minujusth. Además de ello, el financiamiento petrolero brindado por el gobierno venezolano, un importante subsidio que benefició al régimen heredero del golpe durante más de una década, ha menguado como consecuencia de la crisis en el país suramericano.

A todo esto se suma una crisis en las fuerzas policiales, que se acuartelaron, negándose a responder a las órdenes represivas del gobierno. En ese marco, el descontento popular se ha desbordado y no se limita al tema de los combustibles sino que exige la salida del gobierno títere del FMI y el imperialismo.

Las tropas de ocupación de la Minustah acumularon un prontuario terrible de abusos contra los
derechos humanos, la generación de una epidemia de cólera, y abusos sexuales. Estaban integradas principalmente por tropas latinoamericanas provistas por los gobiernos "progresistas" de Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador y Bolivia, entre otros. Es fundamental la solidaridad internacional para exigir que la Minujusth no reprima al pueblo haitiano y exigir su retirada del país.
Pese a su gran masividad, la revuelta popular carece de una dirección política. Es imprescindible construir organismos autónomos de lucha que levanten un programa político para sacar a Haití de la terrible situación económica y social a la que fue conducida por siglos de invasiones y agresiones militares, dictaduras oligárquicas, políticas de saqueo y superexplotación al servicio de la burguesía y el imperialismo. Llamamos a la solidaridad de todos los trabajadores y los pueblos con Haití, en defensa de su derecho a la autodeterminación y a librarse de un gobierno antipopular impuesto por tropas de ocupación. Por una salida obrera y popular a la crisis que arranque por el desconocimiento de la ilegítima deuda externa, cuyo origen perverso se remonta a la retaliación del colonialismo francés ante la revolución haitiana y el surgimiento de la primera nación independiente del Caribe.

¡Que viva la lucha del pueblo trabajador haitiano!
¡Abajo el gobierno títere de Jovenel Moïse!
¡No a la intervención militar extranjera en Haití, fuera la Minujusth!

Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
7 de julio de 2018


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Otros textos sobre Haití:
HAITÍ, las razones de la revuelta: https://borrokagaraia.wordpress.com/2018/07/13/haiti-las-razones-de-la-revuelta/ 

Una comunicación desde Haití: https://docs.google.com/document/d/1sABL8eJ3J4vf99g-b4nIXJIxv1AwUYNPtP-o0ip3A3o/edit?ts=5b42b26e

[recibimos y publicamos]




¿Cómo podemos "salvar" la revolución tunecina?



En Túnez, siete años después de la revolución de 2011, comenzó una nueva revuelta en enero de 2018. Las masas tunecinas, cuyas exigencias económicas y sociales no han cambiado en modo alguno pero que sus condiciones de vida se han deteriorado cada vez más desde la revolución, han vuelto a las calles con el lema "trabajo, pan y una vida digna" contra los planes de austeridad que el Gobierno de Unidad Nacional está tratando de poner en marcha en el marco del acuerdo con el FMI sobre el pago de la deuda y el aumento de los precios y los impuestos.

El año pasado, al firmar con el FMI un acuerdo por cuatro años, el gobierno del día aceptó el programa de pago de la deuda y la limitación del gasto público. Después de la revolución, la deuda aumentó un 56% en siete años debido a que los gobiernos acordaron pagar la deuda de la derrocada dictadura de Ben Ali. En el país donde el déficit comercial alcanzó los 6.500 millones de dólares, el dinar tunecino perdió su valor debido a la elevada inflación. Las cifras oficiales de desempleo han seguido aumentando. La tasa de desempleo ha aumentado al 16 %. La tasa de desempleo entre los jóvenes titulados ha alcanzado el 30%. Los precios de los productos de consumo y la gasolina subieron un 9% el pasado mes de diciembre. Así pues, se dieron las condiciones para una nueva revuelta espontánea de trabajadores tunecinos pobres.


Más allá de este marco, hay otros tres factores que han levantado la ira del pueblo tunecino. La primera es la ley adoptada el pasado mes de septiembre por iniciativa del gobierno para conceder la amnistía a los funcionarios implicados en la corrupción del régimen de Ben Ali. Como resultado de esta legislación, la mayoría de estas personas corruptas regresaron a sus trabajos y algunos de ellos fueron asignados a empleos "tecnócratas" en el gobierno. El segundo factor que provocó el descontento del pueblo tunecino fue el hecho de que todos los gobiernos que llegaron al poder después de la revolución utilizaron ampliamente uno de los instrumentos más importantes de explotación del antiguo régimen, a saber, la corrupción y el nepotismo. Recientemente, los comentarios del presidente Essebsi sobre que el poder ejecutivo del gobierno debería fortalecerse revisando la constitución de la revolución y restableciendo el sistema presidencial fueron un ataque fundamental a las libertades adquiridas de la revolución de 2011.


Todos estos factores han impulsado la movilización espontánea de los trabajadores, mujeres y jóvenes tunecinos. La muerte de una persona como resultado de una violenta intervención policial y militar ha llevado a la propagación de manifestaciones en más de diez ciudades. Hasta la fecha, más de 800 manifestantes han permanecido bajo custodia policial. Las dos organizaciones simbólicas del movimiento obrero y la izquierda tunecina, la UGTT y el Frente Popular, han demostrado una vez más su carácter reformista. La UGTT, recientemente galardonada con el Premio Nobel por su papel en la "transición democrática" post-revolucionaria, simplemente pidió al gobierno que tomara medidas económicas contra la pobreza en lugar de movilizar su propia base durante las manifestaciones. El Frente Popular, que desde la revolución se ha limitado a defender las libertades conquistadas, que ha aplazado la transformación económica y social, que sigue reivindicando aún  una revolución por etapas, a pesar de haber llamado a las masas a salir a la calle con el lema "Túnez salva su revolución", ha preferido, en lugar de proponer un programa de lucha para salir de la crisis económica y conquistar el poder, intentar empujar al gobierno hacia atrás y hacer que retroceda.

El gobierno, para salvar la situación, al declarar que iba a aumentar el presupuesto para las familias de bajos ingresos en $70 millones y proporcionar atención médica gratuita a los ciudadanos afectados por la crisis económica, pretende calmar a las masas y reprimir las manifestaciones. Pero estas medidas distan mucho de ser suficientes para satisfacer las demandas de los trabajadores tunecinos que llevan siete años luchando por "trabajo, pan y una vida digna".


Libertades democráticas sin pan, ¿cómo hacerlo?

En primer lugar, cabe señalar que la insurrección revolucionaria 2011 comenzó con el mismo lema que ahora:"trabajo, pan y una vida digna". Tras la brutal intervención de las fuerzas policiales del dictador, la insurgencia tomó un carácter antigubernamental.  Se intenta ahora detener la lucha en la etapa de conquistas democráticas, aunque desde el inicio siempre ha sido una lucha contra el capitalismo y la política neoliberal. La causa principal de esta situación es el hecho de que la izquierda tunecina y las organizaciones sindicales no han propuesto un programa que vincule las reivindicaciones democráticas y sociales para salir del sistema.


En este contexto, los siete gobiernos que han estado en el poder desde la revolución, mientras colaboraban con el imperialismo, han hecho hincapié en la "transición democrática" pero siguen gobernando para las multinacionales y los acuerdos con el FMI.  Y siguen usando la represión contra el pueblo.  Continúan con las privatizaciones y otras formas de ataques sociales, prepararon la destrucción de las condiciones de vida. Y cuando pensaron que eran lo suficientemente poderosos, también intentan atacar las libertades democráticas. Es en este contexto donde deben abordarse la corrupción, el retorno de los antiguos funcionarios del régimen  dictatorial y el debate sobre el sistema presidencial.


Pero las condiciones de vida del pueblo tunecino se han deteriorado tanto que la vida se han hecho insoportables. En un país en el que la gente está completamente abrumada por el desempleo, la pobreza y el hambre,  la “democracia” no puede ser construida por los responsables del antiguo régimen. Los que quieren "salvar" la revolución tunecina deben enfrentarse a esta realidad. La revolución tunecina solamente podrá salvarse si se apoya en sus verdaderos protagonistas: los trabajadores, las mujeres y los jóvenes.  Los cambios de fondo vendrán con la instalación de otro gobierno, un gobierno de los trabajadores, la juventud y los sectores populares que rompa con el FMI, con las multinacionales y las privatizaciones y gobierne para los de abajo. La tarea más urgente es proponer un programa de lucha que vincule las reivindicaciones democráticas y sociales, que apunte a la construcción de una economía planificada  al servicio del pueblo y que, para ello, proponga el establecimiento de comités locales coordinados para organizar la lucha en todo el país. Por esto exigimos:


¡La cancelación inmediata de todos los acuerdos con el FMI!

¡La suspensión urgente del pago de la deuda! ¡Utilizar las fuentes de financiación para crear empleos, mejorar la educación y la salud!

¡La nacionalización sin compensación de todos los establecimientos públicos ya privatizados!

¡La explotación de las tierras agrícolas no urbanizadas del estado por los trabajadores de la región!

¡Volver a abrir bajo control obrero las fábricas e instalaciones de producción cerradas!

¡El establecimiento de comités populares e independientes para luchar contra la corrupción!


¡Llevar las personas involucradas en corrupción ante los tribunales bajo la supervisión de estos comités!

¡Libertad para todos los presos políticos!


 

VENEZUELA

¿Estado de Emergencia? 

¡Emergencia de la lucha proletaria!



 
La crisis económica que sufre actualmente el capitalismo mundial ha golpeado, y sigue golpeando duramente a aquellos países, como Venezuela, cuya base económica descansa en la exportación de sus materias primas; los que pasa es que, en Venezuela, esta ha sido agravada por la serie de políticas económicas implementadas por las diversas administraciones capitalistas del país petrolero, es decir, mucho antes que Maduro.
Maduro no ha hecho sino lo mismo que hicieron sus antecesores: tener acceso al crédito internacional, a fuerza de explotar una mano de obra operativa o cesante, absolutamente barata – es imposible esquivar el hecho de que los salarios deprimidos, el duro golpe que representa la gigantesca subida de precios, el gasto innecesario de tiempo de su tiempo libre para hacer colas, son parte del proceso de sobre-explotación capitalista que sufre la clase obrera en Venezuela: ¡el socialismo siglo XXI es hambre, miseria y represión!
De manera que las diversas medidas tomadas por el gobierno chavista no resolverán nada, solo mantendrán al vasto proletariado en Venezuela con la cabeza a flote, para que siga produciendo riquezas y ganancias a los burgueses chavistas, tradicionales o extranjeros.
Está, por tanto, bien claro que las medidas «anti-neo-liberales» del gobierno Maduro, medidas que el mismísimo FMI hubiese rechazado, están destruyendo de arriba abajo lo poco que queda de condiciones vitales y laborales del proletariado: ¡lo están convirtiendo en paria! ¡El gobierno chavista es un gobierno capitalista sobre-explotador!

 
Triunfo de la abstención y lucha de clase
 
Más allá de las cifras de votantes, que da la oportunidad a la oposición (MUD, principalmente) para aumentar la cantidad de diputados o curules en la Asamblea Nacional, las elecciones vuelven a indicar que las cosas van palo abajo... Pero también han demostrado que lo único serio en el reciente circo electoral, el gran protagonista no fue  otro que la abstención que no es más que el reflejo del descontentos de amplios sectores del proletariado y la clase media en Venezuela, no obstante haber favorecido altamente el triunfo de la oposición MUD-VP, y a pesar de estar a favor y beneficiarse directamente de una política – chavista u otra (1) – de reformas destinadas a aumentar su tenor de vida, decidieron darle la espalda al gobierno, además de rechazar el chantaje de que peor iba a ser la derecha si se abstenían. No hay duda de que ante la cruda realidad y la opresión capitalistas, los efectos del opio electoral comienzan a disiparse.
Y no era para menos, ante la crisis petrolera que inevitablemente iba a  golpear el país desde el mismo estallido en 2008-2009 de la crisis y recesión económica mundial, el gobierno Maduro ha tenido que disminuir el contenido de todas las «misiones» organizadas para «redistribuir» la riqueza, punto de partida y llegada del programa chavista. Y las elecciones mostraron el rechazo sobre todo a las orientaciones políticas y económicas puestas en marcha por la dirigencia chavista, que han llevado al país a prácticamente entrar en un proceso de desmantelamiento y ausencia de orden y control hasta de las más mínimas acciones gubernamentales como la de dirigir el transito (2). ¡El partido de la abstención ha triunfado! Pero la abstención no basta, así como no basta rechazar o desconfiar de Maduro y su entorno, si no se toma el camino de la lucha de clase para la conquista del poder político que hoy detentan los capitalistas.
En fin, la tendencia de la oposición es a acomodarse a la situación, puesto que mientras Maduro aplique la austeridad hacia las grandes masas - escasez disfrazada con bolsas que se administran a cuenta gotas en la población más necesitada, dejando a los demás resistiendo con un salario que en la realidad representa una miseria - en fin, si las cosas siguen así, con un programa de capitalismo ultra salvaje, como el que aplica Maduro, para qué va a aparecer Ramos Allup (3) en el rol de malvado?
 

¿Hay alternativas en la escena política burguesa?
 
En la otra punta de la tenaza política de la esclavitud capitalista, igual que su competidor supuestamente adversario, tenemos a una oposición hipócrita y mendaz, que gana unas elecciones por muy malas razones, razones que no eran las suyas, sino del mismo chavismo descontento que decidió abstenerse (2 millones, según cifras oficiales) por las razones que harto hemos expuesto. De allí su poca capacidad de convocatoria. Así las cosas, esta derecha tampoco es la solución ya que persigue lo mismo que la izquierda bolivariana: ayudar a los capitalistas, nacionales o extranjeros, pagar sus deudas con ellos, para dejar el campo libre a la adquisición de nuevos préstamos, tener acceso a dinero fresco. Pero ya sabemos que las garantías que se piden para acceder a este «estado de gracia» se apuntalan en el esfuerzo que haga el gobierno para que el proletariado venezolano produzca  más plusvalía por salarios de hambre, salarios que de todas maneras siempre serán la medida de su esclavitud.
 

¡La única alternativa es la lucha proletaria!
 
Para los marxistas, la historia la escribe el choque de clase contra clase, pero para que este choque desemboque en une victoria proletaria se necesita la presencia efectiva de un partido revolucionario comunista, internacionalista e internacional, tal vez pequeño pero seguramente compacto, armado del programa marxista invariante y armado de las lecciones históricas de las batallas de clase pasadas, para dirigir la lucha proletaria hacia la revolución y la toma del poder, llevar a cabo la revolución de toda la sociedad actual, y poder darle paso a una sociedad sin clases, en la armonía de la vida de especie.
Desgraciadamente, en Venezuela, como en otros países, aun no hay este partido de clase debido principalmente a la derrota de la ola revolucionaria de la primera postguerra, y de la dominación de la contrarrevolución burguesa (fascista, estalinista y democrática) que sobrevino después. El proletariado hoy no existe como clase para sí, como decía el Manifiesto; es decir, no dispone de su órgano político de clase, no está organizada en verdaderas organizaciones de clase, luchando por la destrucción del poder burgués y la instauración de su propio poder político, la dictadura del proletariado. Los proletarios y los militantes de vanguardia deberán entender la necesidad de la constitución de este partido, no solo para llegar a la meta final, sino para que las luchas futuras, los estallidos colectivos que seguramente van a sacudir al país, no sean desviados hacia el callejón sin salida del interclasismo democrático o del nacionalismo populista.
Colocarse sobre la vía de la lucha de clase, luchar por la defensa exclusiva de los intereses de los proletarios y de las masas explotadas, sin importarle la suerte de la «economía nacional» (es decir del capitalismo nacional), utilizando los métodos y los medios de laucha clasistas, organizándose en estos sobre bases de clase para la lucha anti-capitalista de defensa cotidiana como par la lucha final contra la burguesía nacional e internacional. Son estas razones que hacen ver lo vital y necesario para el proletariado la constitución de este partido.
 
¡El gobierno decreta el estado de emergencia económica los trabajadores deberán responder con la emergencia de la lucha de clase proletaria!
Ese sería el primer paso para enfrentar y abatir al capitalismo, para hacer, por fin, realidad la consigna de los cartistas ingleses; consigna que sin la toma revolucionaria del poder político, decía Marx, era una ilusión reformista: «el poder político es nuestro medio, el bienestar social nuestro fin».
 

 
(1) Para entender el sentido de estas reformas y contrarreformas, hay que recordar que, producto de aumentos casi verticales de los precios petroleros, el periodo fasto del chavismo (2004-2008) se puede comparar al periodo fasto del socialdemócrata Pérez I (1974-1979), al muy estilo del chavismo, populachero y ramplón, y sobretodo manirroto, como ocurre con toda riqueza súbita. Venezuela, desde su primera producción a escala industrial de petróleo siempre ha vivido política y socialmente al vaivén de su valor en el mercado mundial.
(2) El más reciente experimento del chavismo reformista, la creación de organismos encargados de centralizar toda la distribución de alimentos, y todo lo relacionado con ella, lleva el nombre sonoro de CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción). Pero es fácil deducir que si no se importan las cantidades suficientes de productos por no tener la plata suficiente, es lógico que al final de esa distribución surja un embudo, y se genere un grupo dedicado al clientelismo, tal como inevitablemente se están convirtiendo estos grupos organizados por el Estado y el gobierno.
Como se ha podido ver en decenas de videos colocados en Internet, la situación que se vive es realmente de pánico y desesperación, propensa a crear acciones de más en más violentas, tal como está sucediendo con la multiplicación  de emboscadas a los camiones llenos de productos, esto, ante la posibilidad real de quedarse la población sin alimentos y de morir literalmente de hambre! La poca «oferta» ante la gigantesca demanda está generando un «sálvese quien pueda» general y exponencial; en donde los más fuertes, los más listos, los que más veloz corran obtendrán algo de lo que necesitan; en otras palabras, en Venezuela solo impera la «ley del más fuerte», capaz de hacer dudar al mismo Hobbes, su creador: en todo caso, son el preludio o antesala a un estallido realmente general y de impredecibles consecuencias, peores a las que ya la población está viviendo.
(3) Ramos Allup, hoy es jefe de la oposición parlamentaria en la Asamblea Nacional, ayer fue, junto con Carmona, testigo y promotor del golpe de Estado a Chávez en abril de 2002.
 
 
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
15 de junio de 2016

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