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 Disturbios de extrema derecha en el Reino Unido:

¡Sólo el proletariado, luchando unido contra su propia burguesía, podrá aplastar a la escoria racista!


El 29 de julio, un adolescente de 17 años atacó con un cuchillo a los participantes de una escuela de baile en el pueblo de Banks, al norte de Southport. Entre las trece personas apuñaladas, tres víctimas muy jóvenes, de entre 6 y 9 años, murieron a causa de las heridas. Las redes sociales entraron inmediatamente en frenesí y circularon rumores sobre el origen y la religión del agresor, según los cuales era un musulmán procedente de Siria. Uno de los protagonistas de estas fake news virales fue un tal Tommy Robinson, activista neofascista (1) y fundador de la English Defence League (EDL), organización de extrema derecha, islamófoba e identitaria. Fue este grupo el que inició una serie de manifestaciones en varias ciudades del Reino Unido, entre ellas Manchester, Hartlepool, Aldershot y Sunderland, manifestaciones que degeneraron rápidamente en disturbios racistas y pogromos antiinmigración descarados, acompañados de las tradicionales expediciones punitivas antiinmigración y del incendio de hoteles que albergaban a inmigrantes y de mezquitas (2).

Las reacciones del Gobierno fueron cuanto menos incoherentes, ya que en un primer momento apeló a no ceder a especulaciones "inapropiadas" sobre la identidad del asesino -en palabras de la ministra del Interior, Yvette Cooper-, antes de verse finalmente obligado a revelar la identidad del asesino, un joven británico nacido en Cardiff en el seno de una familia ruandesa. Con la generalización de los disturbios, el Gobierno recurrió a un lenguaje más marcial: el recién elegido primer ministro laborista, Keir Starmer, advirtió de que los alborotadores serían castigados "con todo el peso de la ley", en plena sintonía con la campaña electoral durante la que se presentó como el candidato de la ley y el orden. Anunció la creación de una unidad especial para combatir a los agitadores violentos mediante cámaras de reconocimiento facial, mientras que Yvette Cooper lanzó la idea de prohibir este movimiento.

Contrariamente a los comentaristas burgueses que, apoyándose en el hecho innegable de que estos disturbios han sido amplificados por el peso de la conspiración y las noticias falsas en las redes sociales, presentan estos disturbios como algo sin precedentes, los marxistas revolucionarios saben bien que el Reino Unido no sólo tiene una larga historia de pogromos racistas, sino que, lo que es más importante, el racismo es una necesidad vital para el capitalismo.


Una larga historia de ataques racistas contra el proletariado inmigrante


Los ataques contra los proletarios inmigrantes no son simplemente el producto del aumento del racismo en la sociedad, especialmente en Europa, en un clima de agudización de las contradicciones del capitalismo, y en particular de la crisis económica. En realidad, los proletarios inmigrantes son siempre el blanco del capitalismo, y en particular de las franjas más extremistas, que sólo varían en nacionalidad según las oleadas migratorias. 

Así, en los años setenta, periodo de crecimiento del Frente Nacional (FN), una organización explícitamente neofascista, los objetivos eran los proletarios del sur de Asia. En aquella época ya se habían producido varias manifestaciones y disturbios racistas, sobre todo el 15 de junio de 1974 en Londres, donde varios grupos de extrema derecha organizaron una marcha para pedir la "repatriación" de los inmigrantes. Aquella manifestación degeneró en un enfrentamiento con grupos antirracistas, principalmente de extrema izquierda. Unos años más tarde, el 13 de agosto de 1977, el Frente Nacional organizó otra marcha "contra la sociedad multirracial" en el distrito londinense de Lewisham, que desencadenó de nuevo enfrentamientos con grupos antirracistas y antifascistas. Todos estos grupos racistas, neofascistas y conservadores, aprovechando los periodos de crisis, consiguen reclutar entre la pequeña burguesía, el subproletariado y la aristocracia obrera, esta "quinta columna de la burguesía dentro de la clase obrera" (3). Ayer como hoy, el proletariado inmigrante ha sufrido palizas, persecuciones violentas y marchas provocadoras en los guetos donde el capitalismo le ha obligado a vivir.


Racismo: una necesidad para el capital


Sin negar el papel de la escoria neofascista en los ataques sufridos por el proletariado inmigrante, sería sin embargo erróneo, como siempre nos ha invitado a hacer la extrema izquierda con su mito del antifascismo democrático, suponer que sólo las fracciones extremas de la burguesía tienen interés en el racismo. En realidad, estos grupos marginales no son sólo los agentes de esta política anti obrera, sino también el producto del capitalismo en su conjunto, que necesita fomentar la división entre proletarios nativos y proletarios extranjeros para facilitar la explotación de ambos. En este sentido, la burguesía británica no es una excepción. Por hablar sólo de los últimos 75 años, en los que el capital británico ha promulgado una serie de leyes destinadas a convertir al proletariado inmigrante en el sector más oprimido y explotado de la clase obrera. Separación familiar, pruebas de virginidad, expulsiones, criminalización, este es todo el arsenal que la burguesía británica ha utilizado y sigue utilizando contra esta fracción del proletariado. Algunos ejemplos (4) son: la Ley de Inmigración de la Commonwealth de 1962 (gobierno conservador) que introdujo un sistema de permisos de residencia para controlar la inmigración; la Ley de Inmigración de la Commonwealth de 1968 (gobierno laborista) que sólo concedía permisos de residencia a los titulares de pasaportes británicos con al menos un abuelo nacido en el Reino Unido; la Ley de Inmigración de 1971 (gobierno conservador), que sustituyó la inmigración de personas que deseaban establecerse de forma permanente por un sistema de trabajadores contratados e introdujo una distinción entre patrials (que podían circular libremente y no estaban sujetos a deportación) y no patrials (que necesitaban un permiso de residencia y una tarjeta de trabajo válidos durante un año); la Ley de Nacionalidad Británica de 1981 (gobierno conservador), que volvió a endurecer los criterios para obtener la nacionalidad británica; la Ley de Nacionalidad, Inmigración y Asilo de 2002 (gobierno laborista), que suprimió inicialmente las ayudas a los solicitantes de asilo; la Ley de Inmigración, Asilo y Nacionalidad de 2006 (gobierno laborista), que restringió el derecho de recurso en caso de denegación del permiso de entrada; la Ley de Fronteras, Ciudadanía e Inmigración de 2009 (gobierno laborista), que endureció los criterios para obtener el permiso de residencia indefinido introduciendo la ciudadanía "probatoria". Más recientemente, es el plan de deportación en Ruanda de inmigrantes que entraron "ilegalmente" en territorio británico el que ilustra esta política racista llevada a cabo por la burguesía británica, tanto conservadora como laborista.

¿Cómo debe entenderse esta política de la burguesía británica? En realidad, cumple una doble función: por una parte, permite dividir al proletariado entre una fracción sometida a una explotación y a una represión frenéticas y otra, "autóctona", que aparece en comparación como "relativamente" protegida, favorable a la colaboración de clase. De hecho, la burguesía británica es muy consciente de que el principal peligro para su dominación es la cohesión del proletariado y, por lo tanto, intenta hacer todo lo posible para socavarla.

La segunda ventaja de esta política racista es que permite a la burguesía británica super explotar la mano de obra inmigrante que necesita en una serie de profesiones mal pagadas, en la agricultura, la construcción, el textil, la confección, los trabajos de servicios y limpieza, el personal doméstico, etc. Frente a un proletariado privado de las protecciones básicas, bajo la amenaza de la espada de Damocles de la expulsión del territorio nacional, la patronal puede así someter a esta fracción del proletariado a una explotación cada vez más feroz. Esta política, que no es específica de la burguesía británica -basta ver cómo la situación francesa es en muchos aspectos similar a la que estamos examinando aquí (5), y la misma situación en Italia- requiere una respuesta de clase por parte del proletariado.


La trampa del antirracismo democrático tendida por la “extrema izquierda


En el camino de su lucha, el proletariado se enfrentará a un gran obstáculo: el antifascismo democrático y el antirracismo, tradicionalmente promovidos por los demócratas pequeñoburgueses y la extrema izquierda, en particular la trotskista. Esto es particularmente cierto en el caso del Partido Socialista de los Trabajadores (SWP), la principal formación de extrema izquierda del país, que históricamente se ha empeñado en desviar la lucha proletaria hacia un terreno que le es ajeno. Así, al igual que el EDL tuvo sus ancestros en el Frente Nacional, los movimientos antirracistas actuales son hijos de la Liga Antinazi y de Rock against racism, ambos dirigidos por el SWP. Este último aboga hoy por "Stand Up Against Racism", un movimiento "unido" que reúne a activistas antirracistas, parlamentarios y burócratas sindicales (6). Desviando la lucha al terreno parlamentario y democrático, apuntan a fantoches como Nigel Farage -líder tradicional de la extrema derecha del país, figura destacada en la campaña del Brexit y cabeza de la tercera fuerza del país en las últimas elecciones legislativas en las que su partido Reform UK obtuvo casi el 15% de los votos- y Suella Braverman -ex ministra del Interior en el gobierno de Sunak, ferviente partidaria del plan de deportación de inmigrantes en Ruanda y defensora de una línea de extrema derecha dentro del Partido Conservador-. Como corolario de la atención prestada a estas dos figuras, los firmantes de esta declaración llaman a combatir el racismo en el parlamento y en las calles mediante la construcción de "un movimiento de masas lo suficientemente poderoso como para repeler a los fascistas". Siguiendo en esta línea populista e interclasista, su comunicado de prensa afirma que "la mayoría del pueblo británico detesta a Robinson y a la extrema derecha. Nosotros somos la mayoría, ellos son un pequeño número". Recogiendo la tradicional consigna populista "Para muchos, no para pocos", es a un verdadero frente interclasista, utilizando las consignas y modos de acción democráticos, a lo que los burgueses y pequeño burgueses antirracistas invitan a participar al proletariado. Por el contrario, este último debe construir su lucha sobre un terreno estrictamente clasista.




La respuesta del proletariado a los disturbios racistas: por la unidad de la lucha anticapitalista del proletariado


Sólo hay un camino para el proletariado: la solidaridad de clase entre los proletarios nativos y los proletarios inmigrantes. Esta solidaridad se construye paso a paso, en la lucha común contra la burguesía explotadora, mediante huelgas, ocupaciones, manifestaciones salvajes. Pero para que esta solidaridad no sea una palabra vacía, es importante que los proletarios nacionales luchen resueltamente contra el nacionalismo, el racismo, el chovinismo social que la ideología dominante difunde diariamente en la clase obrera a través de sus múltiples canales, entre los que se encuentran en primer lugar los medios de comunicación y ahora las redes sociales. La verdadera unidad sólo puede existir mediante el reconocimiento de que los proletarios inmigrantes constituyen el sector más explotado y oprimido de la clase obrera, y mediante el apoyo a sus luchas para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo. Por su parte, el proletariado inmigrante tendrá que volver a conectar con su historia de luchas insurreccionales contra la burguesía, como el episodio de Brixton de 1981, durante el cual proletarios, inmigrantes y autóctonos, se opusieron a la policía durante noches enteras, levantando barricadas e incendiando edificios.

Y será gracias a la dirección de su partido de clase, internacional e internacionalista, portador de la conciencia de clase, que el proletariado podrá recuperar las lecciones de sus luchas pasadas y construir su unidad revolucionaria en la lucha contra el capital, antes de su derrocamiento violento.


11 de agosto de 2024


Partido Comunista Internacional


Il comunista - le prolétaire - el proletario - proletarian - programme communiste - el programa comunista - Communist Program


www.pcint.org


(1) Tommy Robinson se afilió al Partido Nacional Británico en 2004, nostálgico del Tercer Reich.

(2) Véase el artículo "Au Royaume-Uni, des émeutiers d'extrême droite dans les rues de Southport après une attaque au couteau" en Le Monde, 31 de julio de 2024: https://www,lemonde.fr/international/article/2024/07/31/au-royaume-uni-des-emeutiers-d-extreme-droite-dans-les-rues-de-southport-apres-une-attaque-au-couteau_6262985_3210.html.

(3) Véase nuestro artículo publicado en "Le Prolétaire", nº 313 (16-29 de mayo de 1980): "En Angleterre aussi la lutte des travailleurs immigrés". También "il programma comunista", nº 8 (19 de abril de 1980): "Gran Bretaña: la plena solidaridad entre trabajadores blancos y de color, base necesaria para la reanudación de la lucha de clases".

(4) Véase "Les populations immigrées en Grande Bretagne" en Programme Communiste nº 87, diciembre de 1981, y también https://en.wikipedia.org/wiki/History_of_UK_immigration_control.

(5) Véase nuestra toma de posición "Lutte de classe contre la loi immigration et toutes les attaques anti-ouvrières!" de 18 de enero de 2024, disponible en línea en pcint.org.

(6) Véase el comunicado conjunto en el sitio web del SWP: https://socialistworker.co.uk/anti-racism/sign-and-share-unity-statement-against-the-far-right-and-take-action/


 
Brasil. El significado de la elección de Bolsonaro y las tareas de los proletarios de vanguardia.



El candidato de derecha Jair Bolsonaro, un veterano del parlamentarismo brasileño (ha sido miembro del parlamento durante 18 años bajo varias etiquetas), denunciado por la mayoría de la prensa internacional (1) por sus declaraciones racistas, sus declaraciones escandalosas sobre varios temas y sus diatribas violentas (2), fue elegido el 28 de octubre como Presidente de la República frente a Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (3). Unas semanas antes, en las elecciones legislativas del 7 de octubre, su partido, el PSL (Partido Social Liberal) había pasado de 1 escaño a 52 en el parlamento.

1. La elección de Bolsonaro no es el advenimiento del fascismo. Sin duda, Bolsonaro es un admirador del fascismo y un nostálgico de la dictadura militar (que el movimiento al que pertenece encuentra tan dulce), etc. Pero el advenimiento del fascismo significa un cambio profundo, no solo del régimen político (que puede mantener apariencias democráticas), sino sobre todo en el equilibrio de poder entre las clases: en otras palabras, la represión brutal y sangrienta de un movimiento proletario y revolucionario que constituía una amenaza real o potencial para el orden burgués (incluso cuando el fascismo siempre consolida y acentúa una derrota ya infligida al proletariado por el sistema democrático y por las fuerzas reformistas y oportunistas). No hay nada similar en Brasil: los círculos burgueses gobernantes no necesitan establecer un régimen fascista para asegurar la permanencia de su poder económico y social que, desafortunadamente, nadie ha amenazado.

2. Hay quienes están indignados por que, además de Trump, los diversos gobiernos de América Latina y el mundo felicitaron a los nuevos electos, a pesar de las críticas de los medios de comunicación contra él, contra sus declaraciones racistas, misóginas y homófobas; a pesar de las amenazas a las poblaciones amerindias y al medio ambiente. Incluso Maduro, el presidente de Venezuela cuya denuncia fue uno de los temas recurrentes de la campaña electoral de Bolsonaro (hasta el punto de alimentar rumores de una intervención militar contra ese país en el caso de acceder al poder) felicitó al "pueblo brasileño", ¡Por haber elegido a este último! Detrás de las contiendas electorales, el factor fundamental en juego en Brasil es la "cuestión social"; o, para decirlo claramente, la lucha de clases de la burguesía contra el proletariado, y se entiende que todos los gobiernos burgueses están del mismo lado que Bolsonaro y que pueden estar satisfechos con su elección. La victoria de este último (cuya campaña fue financiada por los grandes capitalistas, en particular el sector agroalimentario, y apoyada por los medios de comunicación), significa que los sectores decisivos de la burguesía brasileña consideran la creación de un gobierno autoritario como algo necesario para resolver el problema; problema que debe afrontar, pasando la página política del Partido de los Trabajadores (PT): aquella fue una política "reformista" basada en un acuerdo con las fuerzas políticas de derecha para dar cierta satisfacción a los estratos "populares", mientras se llevaba a cabo una acción fundamentalmente pro-capitalista. Esta política ha funcionado durante más de una década, años de rápido crecimiento económico en Brasil, basados en particular en los altos precios de las materias primas, en las cuales el país es rico, y en el auge de la industria agroalimentaria. Por lo tanto, los gobiernos del PT pudieron ofrecer perspectivas de promoción social a algunos sectores e implementar algunas medidas sociales para los más pobres. Pero como esa política no atacó el privilegio social burgués, sino que defendió los intereses capitalistas fundamentales, no redujo en absoluto las desigualdades sociales. La persistencia de la miseria es la principal causa del crimen que arrasa el país (4). Además, la política del PT también ha sido acompañada por una generalización de la corrupción política. Las crecientes dificultades económicas, además de la profunda recesión conocida por el país, han socavado esta política, obligando a los gobiernos del PT a adoptar medidas de "austeridad" y "antisociales". Esto ha provocado importantes reacciones por parte de la población, en particular movimientos extensos por el problema del transporte. Una de las características de estas manifestaciones ha sido que estaban dirigidas por corrientes pequeñoburguesas ferozmente hostiles a todo lo que evocaba al socialismo y cosas por el estilo. Del mismo modo, los escándalos de corrupción han provocado grandes manifestaciones populares lideradas por fuerzas de derecha que exigen el despido (que finalmente obtuvieron) de la presidenta Dilma Rousseff (del PT), reemplazada por su vicepresidente de derecha, Tremer (del PMDB). Los líderes del PT hablaron de un "golpe de estado" institucional. Las medidas antiproletarias adoptadas y las previstas sobre todo por el gobierno de Tremer han provocado el descontento de los trabajadores hasta obligar a los sindicatos a organizar huelgas generales. Pero el aparato sindical, en particular del principal sindicato, la CUT, vinculada al PT, logró contener estas reacciones dirigiéndolas hacia una victoria de la izquierda en las elecciones de este año. Sin embargo, el gobierno de Tremer demostró ser incapaz de utilizar el tiempo que le daban los sindicatos para seguir con sus "reformas" (es decir, los ataques antiproletarios) consideradas urgentes para reiniciar la economía, no solo por el gobierno y los capitalistas brasileños, sino también por las instituciones internacionales como el FMI: las medidas para restablecer la tasa promedio de ganancia de la economía, mediante el aumento de la explotación del proletariado, en particular sobre la cuestión de las pensiones y la seguridad social, etc. Para los capitalistas pues se hacía necesario un nuevo gobierno "fuerte" y una nueva orientación autoritaria.

3. Es significativo que los partidos burgueses tradicionales se hayan derrumbado en las elecciones, mientras que el PT, en general, ha resistido relativamente (el PT tiene el mayor grupo parlamentario, por delante del de Bolsonaro). El clientelismo del PT le permitió mantener cierta influencia electoral, mientras que los partidos burgueses tradicionales han visto cómo sus apoyos financieros y sus medios de comunicación se alejan para empujar a un extraño prácticamente desconocido. Esta es la demostración de que los círculos burgueses más influyentes sintieron la necesidad de pasar página después de los años del PT, para aumentar la explotación capitalista, pero también para contener (pero no eliminar) la corrupción indisolublemente vinculada a la gestión del PT, que había aumentado hasta hasta el punto de privatizar sectores no rentables y convertirse en un obstáculo para el buen curso de la economía. Bolsonaro llegó al poder no para establecer el fascismo, sino para atacar a los trabajadores más a fondo, no para eliminar la "Nueva República" que sucedió a la dictadura, sino para reformarla en un sentido autoritario. Su discurso reaccionario, de seguridad y represivo es útil en este contexto, mientras que la burguesía ilustrada cierra sus narices ante sus excesos más gruesos.

4. Es erróneo creer que la victoria de los "populistas" o de los partidos de extrema derecha en Brasil o en cualquier otro lugar se nutra del "fracaso de los reformistas". Es el éxito de los reformistas lo que abre el camino para los gobiernos de derecha; éxito no en relación con su propaganda y sus promesas electorales, que sabían que no podían implementar, sino en relación con su función efectiva en la escena de la política burguesa: haciendo pasar las medidas requeridas por los capitalistas y evitando o desviando las luchas de resistencia proletarias. Una vez que los reformistas han hecho lo que pueden de esta manera, ceden el paso a los gobiernos de derecha que no hacen más que acentuar su política (como las democracias bien engrasadas en Europa), o incluso son rechazados por la burguesía, como es el caso de Brasil, donde Dilma Roussef fue depuesta y Lula fue encarcelado por corrupción para evitar que compitiera en las elecciones presidenciales (el fundador del PT sigue siendo uno de los políticos brasileños más populares).

5. Es absurdo quejarse de que la democracia está amenazada en el mundo por el advenimiento de regímenes autoritarios o de extrema derecha, etc., como si el mundo hubiera vivido hasta ahora en una situación satisfactoria que debería haberse defendido o recuperado. Esta es una posición abiertamente conservadora, antirrevolucionaria y, sobre todo, centrada en Occidente: la "democracia" es realmente solo la máscara de la dictadura de la burguesía para el mantenimiento de la paz social en países suficientemente ricos. En otros lugares, o cuando las dificultades económicas aumentan demasiado y las tensiones sociales se agudizan, la dictadura de la burguesía se vuelve más abierta y el velo democrático desaparece antes del establecimiento de regímenes autoritarios. La evolución del capitalismo se dirige inexorablemente hacia el fin del estado social y las concesiones otorgadas por la clase dominante en los países capitalistas más desarrollados para anestesiar al proletariado, en particular a través de la acción de los partidos de izquierda y las organizaciones colaboradoras que se nutren de estas concesiones. Pero la clase dominante se esfuerza y siempre intentará mantener la fachada de la democracia tanto como sea posible y alimentar las ilusiones democráticas, tan útiles para la conservación social. No es casual que el mismo "fascista" Bolsonaro se declare a sí mismo "amante de la libertad y la democracia" ... El futuro que espera al capitalismo, constreñido como está por sus crisis recurrentes, es el empeoramiento de la explotación, la opresión y la represión, de las cuales los regímenes autoritarios son sólo los medios; el empeoramiento de las tensiones intercapitalistas y las tensiones bélicas que han devastado al mundo durante mucho tiempo fuera de las democracias occidentales y de las que estas mismas democracias son responsables. Combatir esta perspectiva es esencial, pero no estableciendo de manera implícita o explícita el objetivo de volver a un status quo anterior, a una era pasada de capitalismo "bueno" y a una democracia "feliz": ese momento ha sido el del dominio abrumador de la burguesía sobre el proletariado y los pueblos oprimidos del mundo.

6. Hay quienes se han quejado de que no existiera un "Frente Republicano" para evitar la victoria electoral de Bolsonaro (a imagen de lo que se practica en Francia, donde los partidos de izquierda y de derecha se unen en nombre de la defensa del Estado democrático contra el partido de extrema derecha Frente Nacional, o como sueñan en Italia para detener la tendencia racista). El PT ha tratado de vincular a su candidatura, en el marco de un "Frente Democrático", a personalidades y partidos burgueses, pero sin mucho éxito: sus socios burgueses habituales lo han abandonado, como el PMDB o el ex presidente Cardoso, que dijo que no iba a elegir entre los dos candidatos. Sin embargo, todos los partidos de "extrema izquierda" que formaron un "frente" con el PT y el PCdoB para la segunda ronda, como el PSOL, pero también los que recordaban que si el candidato del PT hubiera sido elegido se pondría en contra de los proletarios, o los trotskistas del PSTU o el MRT (que se jactaron de que nunca habían apoyado al PT), llamaron a votar por él contra Bolsonaro. Este ha sido también el caso del pequeño sindicato CSP-Conlutas que llamó a "bloquear a Bolsonaro tanto en las urnas como en la calle". Hacer creer que es posible bloquear los ataques capitalistas, no a un individuo, que este individuo está promoviendo abiertamente, votar por un partido pro burgués responsable de una serie de ataques anteriores y que promete hacer otros, es una posición oportunista absolutamente antiproletaria. No es en el terreno electoral, apoyando a los lacayos de la burguesía, sino en el terreno de la lucha y en las posiciones de clase independientes, donde se puede resistir a los capitalistas y a sus gobiernos, ya sean de derecha o de izquierda. Todos aquellos que difunden ilusiones sobre el PT y el sistema electoral democrático son adversarios de la lucha de clases proletaria.

7. Después de la derrota electoral, los partidos y sindicatos denominados "obreros", "socialistas" o "revolucionarios", llaman, según su costumbre, a la formación de "frentes" lo más amplios posibles contra el presidente electo y las medidas que tomará su futuro gobierno (Bolsonaro no se hará cargo de este hasta principios del próximo año). Cubren sus hermosas propuestas de discursos radicales, "anticapitalistas", pero su actitud hacia las elecciones ya ha demostrado qué hay que esperar: estas palabras son solo polvo en los ojos, para ocultar su aplastamiento ante las fuerzas de la colaboración de clase, como también lo demuestra su nacionalismo: la "soberanía nacional" de Brasil (presumiblemente amenazada por Bolsonaro) y los intereses de los proletarios brasileños no se pueden defender al mismo tiempo. El proletariado de Brasil tiene una rica tradición de luchas y, sin duda, volverá a luchar contra los ataques capitalistas ahora y en el futuro. Pero lo que ha faltado hasta ahora es una orientación política de clase que pueda permitirle escapar de las garras del oportunismo colaboracionista. Esta orientación solo puede ser dada por el partido de clase, internacionalista e internacional, basado en el programa comunista integral e invariante. Dar los primeros pasos hacia el establecimiento de este partido, rompiendo con las desastrosas orientaciones del PT y sus satélites es tarea de los proletarios de vanguardia, una tarea que, en el período que se abre, será cada vez más imperativa. Este es el único camino a seguir, no hacia el espejismo del establecimiento de una democracia ideal, sino hacia el derrocamiento de la burguesía y su estado y el establecimiento de la dictadura del proletariado, en colaboración con los proletarios de todo el mundo, para acabar con el capitalismo.

Partido Comunista Internacional (el proletario)
4 noviembre 2018
www.pcint.org



(1) La candidata de Haddad fue Manuela d'Avila, miembro del PC brasileño (PC do B).

(2) Un ejemplo significativo: el influyente semanario británico The Economist ha denunciado repetidamente a Bolsonaro como un "peligro para la democracia" en Brasil.

(3) En su última reunión pública el 21 de octubre, dijo, hablando de los partidarios de su adversario Haddad y los militantes de izquierda: "La limpieza que haremos es mucho más amplia. Esta banda, si desea quedarse aquí, tendrá que someterse a nuestra ley, dejar el país o ir a prisión (…). Esta patria es nuestra, no es la de esta pandilla con la bandera roja y el cerebro adoctrinado ... Estos desechos rojos serán expulsados de nuestra patria (...) Será una limpieza jamás vista en la historia de Brasil (…). Los Bandidos del Movimiento de los Sin Tierra (MST), matones del movimiento de los trabajadores sin hogar (MTST, por sus siglas en inglés)... sus acciones serán calificadas como terroristas. Terror en el campo o en la ciudad. Y tú, Lula da Silva, si esperas que Haddad se convierta en presidente para firmar el decreto de gracia, te digo una cosa: irás a pudrirte en la cárcel, Haddad tampoco irá para visitarte, no. Lo hará para estar durante años a tu lado". ¡Estas declaraciones no impidieron a la candidatura del PT llamarle para felicitarle después de su elección y desearle buena suerte!
(4) Una ONG identificó 64.000 víctimas de asesinato en 2017, mientras que en el mismo año la policía mató a 5.159 personas (¡un 20% más que el año anterior!). ¡Las fuerzas de la represión no esperaron a que Bolsonaro se mostrara brutal! Es comprensible que el tema de la inseguridad haya sido un tema importante en las elecciones: Brasil es uno de los países del mundo donde el crimen es mayor (http://www.forumseguranca.org.br/publicacoes/anuario-brasileiro-de-seguranca-publica-2018/).

[Internacional] Semana internacional de agitación y propaganda antifascista. 

Del 1 al 8 de septiembre


Recibido por correo electrónico


Semana internacional de agitación y propaganda antifascista. Del 1 al 8 de septiembre.

Se convoca a una semana de agitación y propaganda antifascista, debido al auge y la visibilidad que han ganado los grupos ultraderechistas en el último tiempo, llegando a ganar espacios en los medios de comunicación habituales, en barrios y en la política burguesa.

Por lo anterior se hace necesario que nos hagamos presente en todo lugar, principalmente en las calles, dejando en claro que la intención no es actuar de manera efectista a las provocaciones fascistas, sino que actuar de manera ofensiva, promover de manera permanente una actitud antiautoritaria, visibilizar, cuestionar y tensionar las reproducciones cotidianas de actitudes fascistas como el racismo, xenofobia, machismo y homolesbotransfobia.

Tenemos presente a Heather Heyer, Rodrigo Lanza y a quienes se ponen de frente contra el fascismo en cualquiera de sus formas.

Cualquier información: latinxantifa@riseup.net


Texto de la Asamblea de anarquistas-comunistas por el contraataque de clase contra la Unión Europea, publicado en su página web.

El sábado 8 de octubre la banda de nazis interconectados con el Cuerpo Nacional de Espionaje Aurora Dorada inauguró sus oficinas “sindicales” en el barrio de Pangrati. Tras una iniciativa de compañeros y compañeras de los barrios vecinos fue convocada una manifestación antifascista a la misma hora (que el evento fascista), con el fin de anular la fiestecita fascista. Al llamamiento respondieron colectividades del ámbito anarquista y antiautoritario, sindicatos de base, organizaciones izquierdistas y anti-racistas, individualidades, así como habitantes de los barrios vecinos. Más de 1.000 antifascistas se manifestaron para no dejar ni un centímetro cuadrado de tierra a los esbirros del Capital, y para impedir con su presencia la difusión del veneno fascista.
Como Asamblea de anarquistas-comunistas por el contraataque de clase contra la Unión Europea, hemos optado por participar en la información sobre las características de la movilización, reforzando al mismo tiempo con nuestra participación su salvaguardia de la violencia policial y las provocaciones fascistas. Durante la marcha, al llegar a dos manzanas (cuadras) antes del cordón policial, un grupo de pocas personas, las cuales marchaban encapuchadas por la acera, en paralelo a la marcha (a pesar de que los organizadores y la salvaguardia les pidieron que se incorporasen a la marcha), empezó a armarse rompiendo piedras.
En el marco de la salvaguardia de la marcha, dos compañeros, miembros de nuestra Asamblea, se acercaron a este grupo-cuadrilla, diciéndoles amablemente que su actitud no sirve a los objetivos de la marcha. Entonces algunos de ellos atacaron a nuestros compañeros tratando de pegarlos. Defendiendo nuestra dignidad política y la integridad física de nuestros compañeros, no dejamos esta agresión sin respuesta, ejerciendo la mínima violencia que correspondía a la actitud de estas personas. Siguió un pequeño conflicto, sobre todo discusión, entre miembros de la Asamblea, compañeros de otras colectividades que participaban en la salvaguardia, y dicha cuadrilla. Les hicimos claro por todos los medios que su presencia en aquel lugar debía ser concordante y respetuosa a las características (de la marcha), tal como surgieron del proceso colectivo que había convocado la manifestación.
En el nombre de una insurreccionalidad mal interpretada, desde hace mucho tiempo somos testigos de incidentes en los cuales ciertos individuos o cuadrillas hacen lo que les da la gana, tienen una actitud que perjudica a los compañeros, y no dudan en ejercer violencia, muchas veces excesiva, a todos los que se opongan a sus prácticas. Como Asamblea de anarquistas-comunistas por el contraataque contra la Unión Europea, siendo un segmento activo del movimiento, queremos dejar claro que seguiremos salvaguardando las acciones, las estructuras y la totalidad de la lucha de lógicas políticas pequeñoburguesas, oportunismo, violencia antisocial, bravuconerías y chulerías en detrimento de otros. No vamos a consentir que ningún comportamiento de violencia sustituya y determine (condicione) a nuestros procesos colectivos, y se da por hecho que la mano que se atreva a pegar a compañeros recibirá la respuesta que se merece.

PD. Con respecto al debate abierto en Indymedia en la columna “Debates, preguntas, opiniones”, sobre el incidente, la Asamblea es llamada “bravucones”, “maderos del partido comunista”, e.tc., con un montón de inexactitudes y mentiras sobre los hechos, desinformación y referencias a nuestro papel en el movimiento como asamblea. Nos hemos posicionado sobre esta columna. Nuestra opinión es que la lucha de las ideas, de las tácticas, de las posiciones y de las opiniones en el seno del movimiento se realiza dentro de la lucha y sus procesos y no tras el anonimato del teclado.

Asamblea de anarquistas-comunistas por el contraataque de clase contra la Unión Europea

El texto en griego.

Otras reflexiones y reacciones a lo ocurrido: http://verba-volant.info/es/reaccion-de-manifestantes-anarquistas-contra-actitudes-contrarias-a-las-decisiones-de-la-asamblea-que-convoco-la-manifestacion/

 

Texto de la Asamblea de la plaza de Keratsini y Drapetsona, y del Espacio auto-organizado de solidaridad y ruptura Resalto, publicado con motivo de la convocatoria a una manifestación antifascista el sábado 17 de septiembre de 2016, tres años después del asesinato del antifascista Pavlos Fyssas por un batallón de asalto neonazi.

Manifestación antifascista en Keratsini. Sábado 17 de septiembre de 2016, 12:00h, Amfiali, plaza de Nikis.
 

Tres años después del asesinato de Pavlos Fyssas:


El escalonamiento de la guerra militar y económica de los Estados y las alianzas de la Soberanía mundial conduce al aumento de las oleadas de los refugiados, corroborando de la manera más trágica la realidad del lema: Naciones, Estados, religiones y economía, han llenado el planeta de mataderos humanos. Y todo eso para que vengan luego los mismos mecanismos, los mismos intereses que son responsables de los extensos desarraigos (entre ellos el Estado griego con su participación en la OTAN y la UE) a demonizar y criminalizar la emigración. Los muros de la Europa-fortaleza se alzan aún más alto, con vallas y patrullas comunes de las autoridades portuarias, la FRONTEX y la OTAN. Al mismo tiempo que la Izquierda (local) estatal profundiza y extiende el estado de exclusión de los refugiados con la “hospitalidad” que se les ofrece en campos de concentración, con la reclusión de los recién llegados en hot spots fronterizas, con deportaciones diarias y con la represión de las estructuras de solidaridad, como ocurrió con los desalojos de las okupas de techo para inmigrantes y refugiados Orfanotrofío, Hurriya y Nikis, el 27 de julio en Tealónica, demoliendo el edificio de la okupa de Orfanotrofío (un edificio del obispado de Tesalónica, abandonado durante muchos años antes de su ocupación), así que no fuera re-ocupado.


Tres años después del asesinato de Pavlos Fyssas:

El papel sistémico de los fascistas y su presencia pública parecen reducidos en comparación con lo que pasaba hace unos años, cuando funcionaban como una agencia estatal “informal” de represión de los inmigrantes, los luchadores y los diferentes, con la acción de los “batallones de asalto”. Se trata de unas funciones que se suspendieron cuando los fascistas, guardianes del Régimen, quisieron decidir ellos cual serían sus agresiones, y escalonaron sus acciones violentas reclamándole la hegemonía a la violencia estatal oficial, y se convirtieron de un mecanismo de terrorismo y de imposición de la paz social y de clase, en causa de reacciones sociales y de enfrentamientos de gran escala, sobre todo después del asesinato de Fyssas.
Sin embargo, la recesión coyuntural de su agresividad en público no debe engañarnos. En Keratsini trataron de realizar un evento público en febrero pasado, cuando llamaron a una concentración en Sjistó, en presencia de toda la cúpula de Aurora Dorada, tratando de crear un comité de vecinos racista. Esta tentativa fue anulada por las intervenciones sociales y por las concentraciones combativas de los y las antifascistas. La recién fundada formación fascista L.E.P.EN. (una escisión mafiosa de Aurora Dorada) provocó anunciando la inauguración de sus oficinas en la plaza de Aguios Panteleímonas (San Pantaleón) en Atenas, el 18 de septiembre, día del tercer aniversario del asesinato de Pavlos Fyssas.
Los fascistas eran, son y serán el brazo largo del Estado, y los protectores (guardianes) de los patrones, ya sea como vanguardia o como reserva represiva. En un ambiente de crisis sistémica e inestabilidad social, (los fascistas) tendrán siempre un papel importante en las decisiones políticas de la Soberanía, y en las mutaciones en el seno del Régimen. Tampoco han parado sus ataques asesinos, con redadas en casas de inmigrantes (por ejemplo la reciente en Asprópyrgos) e incendiados de okupas de techo para refugiados e inmigrantes, como el ataque incendiario a la okupa de Notará, 26, la madrugada del 24 de agosto. Al mismo tiempo, no han parado de poner en el punto de mira al mundo de la lucha, y de realizar ataques incendiarios a centros sociales auto-organizados y a okupas, jugando un papel que conocen muy bien: el de la extensión de la represión estatal de los sujetos sociales o luchadores puestos en el punto de mira.


Tres años después del asesinato de Pavlos Fyssas:

El juicio-parodia de Aurora Dorada (en el cual todavía “se investiga” porque los policías que estuvieron presentes (en el incidente del asesinato) no realizaron ninguna retención de ninguno de los más de treinta bravucones del batallón de asalto nazi que atacó a Fyssas y a sus amigos, así como la posible responsabilidad de los autores del asesinato y de la cúpula política de la banda fascista que daba las órdenes relativas) constituye una obvia confirmación más que el antifascismo no tiene lugar en las salas de la Justicia burguesa, ni se realiza con fanfarronerías de denuncias y con protestas institucionales, sino que tiene lugar en las calles y en las conciencias, de forma auto-organizada y sin jerarquías, contra todo tipo de totalitarismo, oscurantismo e imposición, contra todo tipo de discriminaciones sociales y falsas, siendo una parte integrante de la lucha por la liberación social e individual.

A no acostumbrarnos al espanto de este mundo y a la política de la muerte. Enfrentamiento con el Estado, los patrones y los fascistas.

El texto en griego, portugués.




Solidaridad con los migrantes de Calais – contra el racismo y el fascismo, Dover – UK


'Antifascists blocking the fascist march route.'
En torno a 200-250 fascistas han intentato marchar hacia el puerto en manifestación contra los refugiados y por el cierre de fronteras. La AFN y gentes de la localidad nos hemos opuesto a ellos, con un bloque militante formado por algo más de 150 personas.
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