Mostrando entradas con la etiqueta Chequia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chequia. Mostrar todas las entradas

Together against capitalist wars and capitalist peace! – // – Společně proti kapitalistickým válkám a kapitalistickému míru!

https://actionweek.noblogs.org

(ES) Declaración sobre cuestiones de seguridad y la posible escalada de conflictos durante la Semana de Acción

El equipo organizador de la Semana de Acción se enfrenta desde hace tiempo a provocaciones y sabotajes destinados a complicar la organización de las actividades contra la guerra organizadas en Praga del 20 al 26 de mayo de 2024 por personas procedentes de las siguientes regiones: Hungría, Polonia, Ucrania, Rusia, España, Francia, Rumanía, Bulgaria, Alemania, Austria, Grecia, Italia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Serbia, Suiza…

A medida que se acerca la fecha límite de la Semana de Acción, vemos cómo los ataques de nuestros adversarios se intensifican y alimentan la escalada de un clima ya de por sí conflictivo. Y como no queremos subestimar posibles provocaciones o ataques durante la Semana de Acción, estamos tomando medidas de seguridad concretas.

Queremos advertir a cualquiera que perturbe de algún modo nuestras acciones: defenderemos nuestro espacio político con todos los medios a nuestro alcance. Responderemos a las agresiones con autodefensa activa. El significado de todo esto está claro porque, como demuestra nuestro llamamiento, no somos pacifistas, sino revolucionarios. Cualquiera que ignore esta advertencia será responsable de cualquier escalada y de las consecuencias que de ella se deriven.





 

[AW2024] Entrevista con el comité organizador de la Semana de Acción

/ English / Deutsch / Čeština / Français / Español /

Para la semana del 20 al 26 de mayo, un comité organizador (CO) invita a opositores radicales a la guerra de toda Europa a una semana de acción y a una conferencia “contra las guerras capitalistas y la paz capitalista” en Praga. En una entrevista concedida a Transmitter, los organizadores explican el objetivo de este encuentro y su visión de la guerra en Ucrania y de cómo la afrontan diversos movimientos de izquierda.

P: Del 20 al 26 de mayo tienen prevista una Semana de Acción contra la guerra. ¿Qué ocurrirá en estos días en Praga?

R: Cada día de esta Semana de Acción tendrá lugar un acto diferente. Habrá presentaciones, debates, recaudación de fondos, protestas y diversos tipos de acción directa. Vemos la Semana de Acción no como el día D, sino sólo como un momento en el proceso de construcción de la comunidad revolucionaria derrotista. Un proceso que incluye intercambios de textos y críticas, debates, organización de acciones concretas, continuidad de la comunidad, etc. Lo que esperamos es poder construir relaciones más fuertes en el campo del derrotismo revolucionario y, si es posible, alcanzar un cierto nivel de centralización programática manteniendo la descentralización de las acciones.

P: El lema de su Semana de Acción es “¡Juntos contra las guerras capitalistas y la paz capitalista!”. ¿Qué quiere decir con este lema? ¿Por qué combinan la oposición a las guerras capitalistas con la de la paz capitalista?

R: La guerra y la paz no son opuestas; son partes del mismo ciclo de destrucción y reconstrucción. Lo que la burguesía quiere decir cuando habla de paz es, de hecho, el estado de guerra de clases contra el proletariado o, en otras palabras, el statu quo de la explotación capitalista. Por la lógica de la expansión del mercado que es una propiedad inherente al ciclo capitalista de producción e intercambio de mercancías, cada facción capitalista se ve obligada a competir con las demás. Cuando la expansión del mercado ya no es posible por medios no militares, entonces los medios militares ocupan su lugar. De hecho, el período de la “paz” capitalista puede caracterizarse como un período de preparación para la guerra: producción de armas, propaganda nacionalista, formación de alianzas burguesas. Cuando las fuerzas socialdemócratas llaman a la “paz”, piden al proletariado que agradezca que la carnicería de la guerra haya terminado y que acepte la continuación de la dominación burguesa y la explotación capitalista. Lo que nosotros pedimos no es una paz, sino la guerra de clases contra nuestros explotadores. Queremos transformar la guerra capitalista en una guerra civil por la revolución comunista mundial.

P: Al final de la Semana de Acción, ¿quieren celebrar una conferencia internacional contra la guerra? ¿Cuál es el objetivo de esta conferencia?

R: … conferencia internacionalista, en la que intentaremos pasar de las cuestiones teóricas a la coordinación de actividades concretas contra la guerra.

P: Han publicado una lista de grupos y organizaciones a los que invitan, bastantes de ellos son anarquistas. ¿Esta conferencia está organizada por y para el medio anarquista?

R: No aceptamos la separación del movimiento revolucionario en las “familias” ideológicas del “anarquismo” y el “marxismo”. De hecho, consideramos que este conflicto histórico es una expresión del intento de la tendencia socialdemócrata de cooptar el movimiento revolucionario. Para nosotros, la única línea de trinchera existe entre la revolución y la contrarrevolución y atraviesa ambas “familias”. Los grupos y organizaciones fueron invitados a participar principalmente en función de sus posiciones y prácticas revolucionarias derrotistas.

Dicho esto, es cierto que no invitamos a ninguna de las más “famosas” grandes organizaciones llamadas “comunistas de izquierda” que existen desde hace décadas y que a menudo se identifican como el “medio revolucionario”. Para nosotros no se trata de sectarismo sino de fijar criterios para permitir una discusión constructiva y avanzar en la tarea de promover el derrotismo revolucionario y fomentar su desarrollo como parte integrante del movimiento proletario. Insistimos en que necesitamos una verdadera discusión y no limitarnos a escuchar las aportaciones de unos y otros sin poder llegar a ningún punto en común.

Desgraciadamente, basándonos en lo que sabemos y ya hemos experimentado al enfrentarnos a la actividad antibelicista de ciertos grupos y organizaciones llamados “comunistas de izquierda”, tenemos la impresión de que su objetivo no es construir una verdadera comunidad de lucha sino construir un pseudo “partido”, más aún, un partido de masas, calcado del histórico partido bolchevique que enmarcó los procesos revolucionarios proletarios y vació de subversividad nuestro movimiento de clase.

Por supuesto, no esperamos que todos los grupos invitados a la Semana de Acción estén programáticamente al mismo nivel, somos conscientes de que la crítica del capitalismo de algunas de las organizaciones no está desarrollada y profundizada de la misma manera. Pero nuestra esperanza es poder permitirles a través de los debates y la práctica común alcanzar un nivel más elevado, más dialéctico y por tanto más radical de captación de la realidad del mundo basado en la explotación y por tanto abrir la posibilidad de una lucha común.

P: Justo después del ataque de la Federación Rusa contra Ucrania en 2021, bastantes anarquistas e izquierdistas de Europa central y oriental comenzaron a apoyar la resistencia ucraniana contra la ocupación rusa, algunos incluso se unieron a las fuerzas armadas ucranianas. Estos anarquistas e izquierdistas explicaron a un público de la izquierda occidental (que tiene poco conocimiento de la situación en estos países) que ser de izquierdas y progresista en Europa Central y Oriental significa apoyar la defensa militar de Ucrania. ¿Cuál es su postura ante estas posiciones?

R: No nos llamamos a nosotros mismos “progresistas” o “de izquierdas”, ya que estas etiquetas no significan otra cosa que el progreso del Capital y la “izquierda” del Capital. Sin embargo, rechazamos completamente esta posición y consideramos a estos llamados “anarquistas”, que apoyan a un bando en la guerra interburguesa o incluso participan directamente en su ejército, como nuestros enemigos y como parte del Estado. También rechazamos completamente la idea, de que esta es de alguna manera la posición natural de los anarquistas de Europa Central y del Este, porque están más cerca de la guerra. Como prueba de lo contrario, podemos mencionar al grupo “Asamblea” de Kharkov, que se encuentra directamente en la línea de trincheras y está siendo bombardeado constantemente, que comparte con nosotros las posiciones revolucionarias derrotistas contra ambos bandos de la guerra.

P: En Alemania, Polonia, por lo que sabemos también en la República Checa, existe una notable oposición contra el apoyo militar a Ucrania y la redistribución de fondos públicos a los militares. Esta oposición es cultural y políticamente mayoritariamente de derechas, sus miembros simpatizan a menudo con Rusia y Putin. Desde su punto de vista, ¿cómo debería tratar con estos movimientos una izquierda que se opone a “las guerras capitalistas y a la paz capitalista”?

R: En Europa del Este, la derecha “populista” es la nueva “izquierda” – después de que los partidos socialdemócratas / “socialistas” clásicos se convirtieran en los partidarios de las “medidas de austeridad” –, los partidos nacionalistas (incluidos los “partidos comunistas” post-estalinistas) intervinieron para convertirse en una expresión más eficaz de la socialdemocracia histórica. Estos movimientos canalizan la ira real del proletariado contra la disminución de las condiciones de vida hacia el apoyo electoral, las manifestaciones domesticadas inútiles, la violencia a pequeña escala contra los inmigrantes, etc. Al menos en la República Checa, no conocemos ninguna expresión de perspectiva proletaria autónoma en estos movimientos. Si vemos alguna expresión de este tipo, podemos intentar intervenir, empujar las contradicciones, etc., independientemente de la corriente política que intente cooptarlos. Por ejemplo, el movimiento de los Gilets Jaunes en Francia estuvo al principio también enmarcado de alguna manera por la derecha.

P: En algunos círculos de la izquierda radical existe la posición de que, ante el riesgo de que se desencadene una nueva guerra mundial, es necesario un nuevo “Zimmerwald”, en referencia a la reunión de facciones disidentes de los partidos socialdemócratas europeos en 1915. ¿Será su reunión una especie de nuevo “Zimmerwald”?

R: No. Consideramos que se trata sólo de un primer paso en el desarrollo de la actividad militante común entre los grupos participantes, el objetivo no es crear formal y artificialmente “una nueva internacional”, aunque al organizarnos internacionalmente contribuimos de alguna manera a impulsar, animar y estructurar una auténtica comunidad de lucha proletaria revolucionaria derrotista internacional. De este modo, es obvio que las posiciones de los grupos participantes ante la guerra deben ser claramente revolucionarias derrotistas. ¡No discutimos con belicistas!

Ahora sobre la referencia que hizo con Zimmerwald, nos gustaría exponer algunas cosas que seguramente serán criticadas por los grupos autoproclamados “comunistas de izquierda”. Nos gustaría subrayar que la conferencia de Zimmerwald y el Manifiesto que resultó de sus debates no es en modo alguno una expresión del movimiento revolucionario. Aunque generalmente se la considere como la expresión misma de la ruptura con la II Internacional y su posición contrarrevolucionaria y favorable a la guerra, tenemos que insistir en el hecho de que desde el punto de vista revolucionario no fue más que un intento de recomponer la II Internacional, de salvarla para continuar con su política socialdemócrata y, por tanto, contrarrevolucionaria. El inconsistente y pacifista Manifiesto de la conferencia de Zimmerwald no está llamando a la revolución, a convertir la guerra burguesa en guerra de clases. Llama a la paz y a la vuelta a la normalidad. Normalidad de explotación y miseria…

Sin embargo, algunos militantes comunistas que participaron en la reunión no estuvieron de acuerdo y se negaron a firmar el Manifiesto. Intentaron formular otra perspectiva que la paz burguesa: volver las armas contra los oficiales, organizar la deserción, luchar contra nuestra propia burguesía, confraternizar con los proletarios de los ejércitos adversarios… transformar la guerra civil en una guerra revolucionaria internacional. Y esto en oposición al programa contrarrevolucionario de la Internacional y de sus diferentes partidos miembros.

Por lo tanto, para nosotros es un error referirnos a la conferencia de Zimmerwald como tal. No queremos participar en una “nueva Zimmerwald”. Al contrario, ¡estamos por supuesto muy entusiasmados por participar en un verdadero intento de organizar fuerzas revolucionarias derrotistas contra la guerra y contra el capital!

P: La situación en la que vivimos es aterradora. Existe un riesgo creciente de un conflicto militar mundial y, sin embargo, no hay ninguna fuerza visible que se oponga a la militarización y a la guerra a nivel mundial. En estas condiciones, ¿cuál podría ser, con suerte, el resultado de sus actividades en Praga?

R: Como se ha respondido anteriormente, se trata de un primer paso en la coordinación práctica de la actividad militante entre los grupos opuestos a todos los bandos de la guerra y opuestos tanto a la guerra como a la paz. No podemos especular sobre cuál será el resultado.

La historia nos ha demostrado hasta la saciedad que el proletariado nunca se levantó en nombre de “grandes causas” sino que, por el contrario, muchas razones o pretextos “insignificantes” pueden encender lo que existe bajo el yugo del Capital General e incendiar el mundo entero y sus relaciones sociales. Basta con echar un vistazo a la Primera Guerra Mundial y a cómo los revolucionarios de la época se mostraban tan pesimistas ante las matanzas que duraban años y los proletarios que se mataban entre sí bajo las sangrientas banderas de “sus” respectivas naciones y burguesías. Y de repente, en 1917, rompiendo los velos de la ignorancia y la sumisión, enfrentándose al sol negro del capital, nuestra clase se levantó y empezó a intentar barrer y destruir lo que nos destruye…

No olvidemos nunca que los revolucionarios no desencadenan revoluciones por su propia voluntad, sino que cuando se desarrollan dinámicas revolucionarias, ¡es deber de los revolucionarios participar en ellas, tomar parte, impulsar el movimiento, aclarar los objetivos y las metas, despejar la confusión en las filas del proletariado combativo, dar y proporcionar la dirección hacia la abolición de la pesadilla capitalista!

 

  • Esta entrevista se publicó originalmente en la revista Transmitter


 

[AW2024] Manifestación contra las guerras capitalistas y la paz capitalista

 
 

 
El colectivo que organiza la Semana de Acción de Mayo en Praga convoca una manifestación contra la guerra el viernes 24 de mayo de 2024 a las 17:00 horas en la plaza Palacký.

La guerra es un fenómeno que no es sólo teórico, sino que tiene un impacto muy real en la vida de todos. En el orden social actual, no existe una línea divisoria entre la vida en guerra y la vida en paz. Todos estamos en guerra. Sólo difieren las formas en que nos afecta la realidad de la guerra. Algunos viven en la retaguardia, en ciudades bombardeadas, otros son enviados al frente para servir como carne de cañón y otros se ven obligados a vender su fuerza de trabajo, que mantiene girando las ruedas de la economía de guerra. Además, todos somos objeto de propaganda bélica destinada a incitarnos a participar en una u otra forma de guerra. Por último, a todos se nos adoctrina con el supuesto deber de sacrificarnos en la guerra por el bien del país, la nación, el pueblo, la economía, la democracia, la religión…

Vivamos en Járkov, Praga, Tel Aviv, Madrid, Gaza, Moscú, Budapest, Zagreb, Roma, Berlín o en cualquier otra parte del mundo, ninguno de nosotros vive fuera del contexto de la guerra. Por lo tanto, debemos oponernos a la guerra desde esta posición. Debemos actuar como una fuerza internacional colectiva que siente el impacto de la guerra pero que también dispone de los medios para detenerla.

Pero no queremos reunirnos para plantear exigencias a los políticos, a sus partidos y a sus instituciones. Sabemos muy bien que todos ellos son parte del problema y que ninguna solución puede venir de ellos.

No queremos intentar acercarnos a las fracciones “progresistas” o democráticas de la burguesía, porque sabemos que son los capitalistas quienes inician las guerras y son ellos quienes se benefician de ellas.

No queremos pedir que se equipe mejor al ejército de tal o cual Estado en nombre del apoyo al “mal menor”, porque la historia nos ha enseñado que los conflictos se desescalan subvirtiendo la maquinaria bélica, no alimentándola.

No queremos hacer un llamamiento a la paz dentro del capitalismo, porque sabemos que la paz capitalista sólo es una preparación para otras guerras, aún más destructivas que las anteriores.

Queremos reunirnos para que se oigan las voces de los más afectados por la guerra. Queremos que la reunión física sirva de foro y de herramienta organizativa para fortalecer a la comunidad enfrentada no sólo a las guerras, sino también a sus causas: el capitalismo, sus Estados y sus ideologías. Queremos contribuir a organizar la resistencia a las mismas.

Las guerras son un fenómeno global al que respondemos movilizándonos internacionalmente. No nos limitamos a ninguna región o idioma, por lo que la manifestación contará con voces en checo, inglés, alemán, ruso, ucraniano y posiblemente otros idiomas, que podremos utilizar para articular nuestras posiciones y defender una acción colectiva contra la guerra.

 

– Viernes 24 de mayo de 2024
– Praga – Palackého náměstí (cerca de la estación de metro Karlovo náměstí)
– A partir de las 17:00

 

 

>> [AW2024] CONGRESO CONTRA LA GUERRA / PRAGA / 24 al 26 de mayo de 2024 /

>> SEMANA DE ACCIÓN / PRAGA / 20. – 26. 5. 2024 /

___________

 

 


SEMANA DE ACCIÓN / PRAGA / 20. – 26. 5. 2024 /

/ English / Čeština / Français / Deutsch / Español / Italiano /


FB page for Action Week in Prague.
https://www.facebook.com/people/Action-Week-Prague/61556612092460/

blog: https://actionweek.noblogs.org/


Del 20 al 26 de mayo de 2024, se celebrará en Praga la Semana de Acción, cuyo lema es:

“Juntos contra las guerras capitalistas y la paz capitalista”.

 

 

 

Cada día de la semana durante esta semana se llevará a cabo una acción diferente. Habrá charlas, debates, recaudación de fondos, protestas y diversos tipos de acción directa. El final de la semana se dedicará a una feria del libro y a una conferencia internacionalista, en la que intentaremos trasladar los puntos teóricos a la coordinación de actividades concretas contra la guerra.

El tema general de los días de acción no se ha elegido al azar. Es un tema de importancia mundial. Las guerras interestatales que se han ido intensificando en los últimos años están acercando a la humanidad a la posibilidad de que estalle otra guerra mundial. Millones de personas ya están siendo sacrificadas en guerras y la situación empeorará si no seda una respuesta adecuada. Por lo tanto, en el espíritu del internacionalismo proletario y del derrotismo revolucionario, queremos dar a individuos y grupos de diferentes partes del mundo la oportunidad de reunirse, vincularse y coordinar sus esfuerzos conjuntos.

La burguesía y sus aliados hablan de guerra para convertirnos en carne de cañón o en aquellos cuya energía vital hace girar las ruedas de la producción bélica.

Hablamos de cómo sabotear la guerra, de cómo impedir que los proletarios sean enviados al matadero, de cómo bloquear el suministro y el transporte de armas, de cómo organizar las deserciones y la confraternización entre los proletarios en uniforme a ambos lados de la línea de guerra, las revueltas y el giro de las armas contra los organizadores de la masacre bélica, es decir, contra “nuestra propia” burguesía y sus lacayos…

Hablemos de cómo convertir la guerra imperialista en una guerra revolucionaria por la abolición de la sociedad de clases del capital basada en la miseria.

Nuestra única respuesta a la guerra capitalista es el derrotismo revolucionario, que nos organicemos y trabajemos por el derribo de “nuestra propia burguesía” y, por tanto, de la burguesía mundial y del capital en su conjunto.

Discutamos, compartamos, organicémonos.

 

 

Esta convocatoria va dirigida a:
  • A todos los que en el mundo dirigen la lucha contra los ataques del capital, contra todas las guerras y contra todos los estados burgueses con el objetivo de destruir el capital y todas las relaciones sociales y todas las formas de explotación que de él se derivan.
  • Todos aquellos que son conscientes de que no existe una guerra justa o una guerra defensiva. No hay un bando que represente la barbarie mientras que el otro representa la civilización, no hay un bando que sea más agresivo que el otro, y no hay un bando democrático contra un bando dictatorial o fascista. Todas las guerras son guerras capitalistas, en las que se enfrentan diferentes facciones burguesas. Todas las guerras son guerras de la burguesía contra el proletariado.
  • Los que no apoyan a ninguna facción de la burguesía contra la otra, sino que luchan contra cada una de ellas. A los que no defienden ni participan en los frentes interclasistas. A los individuos, y grupos, que luchan contra la política de “defender la economía nacional”, y “sacrificarse a favor de la economía de guerra”, a los que no aceptan las tácticas de expansión de su propia burguesía, aunque se enfrenten a un ataque económico, político o militar.
  • A todos aquellos que no se consideran pacifistas sino revolucionarios. A todos los que no aspiran a una paz burguesa donde la explotación de nuestra fuerza de trabajo pueda continuar en condiciones ligeramente diferentes.
  • A todos aquellos que quieren convertir la guerra interburguesa en una guerra revolucionaria, una guerra entre estados en una lucha por la destrucción de todos los estados.
  • A todos aquellos que reconocen en su práctica que el proletariado no tiene patria que defender. Nuestro enemigo no son los proletarios obligados a ir a las trincheras del otro lado del frente, sino la burguesía -en la práctica, sobre todo, la burguesía “de nuestro propio país”, “nuestra propia” burguesía, la que organiza directamente nuestra explotación.
  • Y, por último, aquellos que, según sus fuerzas y situación, luchan contra la burguesía promoviendo el desarrollo del proletariado como clase revolucionaria y contribuyendo a la construcción y desarrollo del internacionalismo proletario.
 
Los siguientes grupos y proyectos serán invitados a participar y tomar parte en la Semana de Acción:


 

República Checa: Frente a una "semana de protesta" impotente, a los llamamientos al "diálogo social" y a los retrasos de los dirigentes sindicales, ¡los proletarios deben tomar la lucha en sus manos!

¡Por la lucha de clases contra todos los ataques de los capitalistas y su Estado!


 

 

La mayor confederación sindical de la República Checa, la ČMKOS, tras el anuncio de una amenaza de huelga el 15 de mayo de 2023, presagio de protestas laborales, lanza una protesta de una semana a finales de junio contra las medidas de austeridad del Gobierno, que incluyen la llamada reforma de las pensiones. Se trata de un paso más para "llevar al Gobierno a la mesa de negociación sobre las medidas propuestas para reconducir las finanzas públicas del país".... y el ČMKOS ya ha elaborado su 'propio conjunto de medidas' para la recuperación de la economía nacional con el fin de 'mitigar' el impacto del paquete de austeridad del Gobierno sobre los trabajadores y sus familias. Sin embargo, los sindicatos "en lugar de un diálogo abierto, que es la única manera de encontrar soluciones racionales", se enfrentan, según sus propias palabras, a un Gobierno que culpa a todos los demás de sus propias malas decisiones.

Aunque el líder de ČMKOS, Středula, declaró que "el propósito de las próximas protestas es evitar que el gobierno apruebe estos cambios legislativos", en realidad está dejando claro que esto es sólo un medio de presionar al gobierno para restablecer el "diálogo social", para hacer que el gobierno "escuche a los trabajadores" (es decir, a sus representantes - las principales organizaciones sindicales) para que el impacto de las medidas de austeridad no sea soportado sólo por los trabajadores. Los dirigentes sindicales no hacen más que poner la miel en la boca: ¡como si el gobierno no fuera plenamente consciente de lo que hace, como si no sirviera sólo a los intereses de los capitalistas y como si el diálogo social, es decir, la colaboración de clases, no fuera siempre a costa de la clase obrera! ČMKOS sólo quiere ser un socio y mediar entre los ataques de la clase dominante y las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores. ¡Este es el verdadero contenido de la colaboración de clases, de ese diálogo social en el que se enzarzan los sindicatos y con el que engañan al proletariado!

Středula ha indicado claramente a qué recurrirán los sindicatos si el Gobierno no les escucha - ¡pero no esperen la preparación de huelgas masivas e ilimitadas que perjudicarían los beneficios de las empresas capitalistas y el buen funcionamiento del Estado! "Espero que los votantes se acuerden cuando lleguen las próximas elecciones -incluidas las europeas, las del Senado y las regionales- de cómo les va y hagan un recuento justo de estas entidades políticas", nos dice este candidato presidencial fracasado. ¿Es posible que con esta frase quiera decir que la próxima vez lo intentará para el Senado o el Parlamento Europeo? No sería una excepción: muchos de sus antiguos colegas sindicalistas (Falbr, Štěch, Zavadil...) han encontrado un lugar en estas instituciones.

Es nuestro deber mostrar que sólo la lucha de clase proletaria independiente es el camino a seguir. En Francia, las formidables luchas de más de dos millones de personas en 1995, con las duras huelgas de los ferrocarriles y de los transportes de París, que duraron tres semanas con la ocupación de las principales estaciones y el bloqueo de los transportes ferroviarios, y que implicaron también a otras empresas como Correos, etc., para obligar al gobierno a suprimir el llamado Plan Juppé de entonces (es decir, la supresión de los "regímenes especiales de jubilación" concedidos anteriormente a ciertas categorías estratégicas de trabajadores...) - no consiguieron hacer retroceder a la burguesía en su intención de prolongar la vida laboral de los proletarios aumentando su edad de jubilación. ¿Por qué? Porque los proletarios dejaron la dirección y la organización de sus luchas en manos de los sindicatos oficiales que demostraron, entonces como ahora, ser los garantes de la paz social y los saboteadores de las luchas obreras.

Pero también es nuestro deber subrayar el mito de la huelga general, fuertemente presente en la clase obrera. El éxito de la huelga general, como de cualquier otra huelga, depende sobre todo de la orientación y los objetivos de quienes la dirigen: ¿son los intereses reales y de clase del proletariado, o son intereses y objetivos interclasistas y nacionales, es decir, democráticos? El ejemplo de mayo y junio de 1968 en Francia: fue la huelga general más importante del movimiento obrero en ese país (y en Europa) - 8-10 millones de huelguistas, decenas de miles de empresas ocupadas, incluso las más pequeñas, un movimiento que duró dos meses... sin embargo, sus resultados fueron mínimos, muy inferiores al movimiento huelguístico de mayo-junio de 1936, cuando hubo muchas menos huelgas; la semana laboral de 40 horas obtenida en 1936, abolida en la preguerra, no se restableció en 1968; las reformas sanitarias y de bienestar -¡a costa de los trabajadores, por supuesto! - por las que los sindicatos llevaron a cabo dos huelgas generales en 1967- no encontraron oposición; la reducción de la edad de jubilación a 60 años no se consiguió; los aumentos salariales logrados fueron engullidos por la inflación unos meses después. En aquel momento, la enorme fuerza que se formó en los centros de trabajo contra la patronal no se tradujo en una fuerza para conseguir las reivindicaciones, porque los autoproclamados "representantes de los trabajadores" -los dirigentes sindicales- en realidad, como buenos reformistas, son sobre todo defensores de los intereses del capitalismo francés, más que defensores de los trabajadores. Por lo tanto, una futura huelga general dejada en manos de los aparatos que sabotean las luchas sólo puede ser un mortinato.

También en la República Checa tenemos un ejemplo de cómo la lucha -la huelga ilimitada- es la palanca para hacer avanzar los intereses de los trabajadores. Como escribimos en nuestro artículo Lecciones de la huelga de Nexen Tire, "En cualquier caso, lo que el mayor sindicato del sector, OS KOVO, no consiguió en cuatro años de supuesta negociación, los trabajadores consiguieron compensarlo (...) yendo finalmente a la huelga indefinida". Así que sólo fue una huelga indefinida, una fuerza, para ser escuchados por la patronal; la patronal, y por extensión su Estado capitalista, sólo entienden de fuerza, no de palabrería.

Sin embargo, sindicatos como OS KOVO quieren que la huelga sea considerada "siempre como el último instrumento para hacer valer los derechos de los trabajadores", porque, como ellos mismos repiten sin cesar, ¡son los defensores de la paz social! Esperar que estos sindicatos preparen huelgas masivas e ilimitadas y que sean una palanca de poder para los trabajadores ¡es una gran ilusión! Estos sindicatos - que llamamos colaboracionistas de clase por las razones que ellos mismos profesan, y cuyo objetivo es inculcar al proletariado que ellos y las empresas, la economía nacional, tienen el mismo objetivo, clavar a los trabajadores al éxito de "su" empresa en la lucha con la competencia en el mercado -, ejercen su poder imponiendo en cada acuerdo la máxima subordinación de los trabajadores a las exigencias de la empresa, racionalizando las tareas laborales, desviando incluso la más mínima actividad de protesta y reacción de los trabajadores a negociaciones y compromisos a través de los laberintos de los órganos estatales, de los abogados, dejando así a los trabajadores completamente indefensos y derrotados desde el principio. Por lo tanto, no es sorprendente que OS KOVO restara importancia a la huelga de Nexen Tire como si se tratara de un mero "malentendido entre las partes" y, además, se comprometiera en una declaración conjunta con la dirección de Nexen Tire a "cooperar mutuamente para que la empresa, el lugar de trabajo de todos los trabajadores, se convierta en una empresa estable y respetada (....), con el fin de restablecer el honor y el nombre de la empresa, y que "el sindicato y la empresa participarán activamente en la segunda fase de la expansión en curso y harán todo lo posible para estabilizarla", así como que OS KOVO "animará a los empleados a respetar las normas y a trabajar a conciencia sin absentismo" porque "la empresa y sus empleados no son diferentes y comparten el mismo objetivo".

Hubo un tiempo en que los trabajadores, en sus organizaciones de defensa inmediata, tuvieron que enfrentarse a una dirección traidora en sus luchas por defender las condiciones de trabajo y de vida; pero desde hace décadas los sindicatos actuales han asumido plenamente su papel de gestores de la mano de obra, garantes de la paz social y defensores de la colaboración interclasista. De hecho, el ČKMOS es el heredero del régimen sindical anterior a noviembre de 1989, un régimen que, aunque pretendía ser "socialista", no se diferenciaba en nada de los regímenes capitalistas de Occidente. Hoy en día, en la República Checa no existe ni una sola organización sindical que pueda llamarse ni remotamente luchadora, que utilice los métodos y medios de la lucha de clases, es decir, una lucha que promueva exclusivamente los intereses económicos e inmediatos de los trabajadores.

El movimiento obrero checo, que carece de una tradición histórica, de la experiencia directa de una verdadera lucha de clases, debe empezar de cero; y debe superar un cierto tipo de derrotismo, que también tiene sus raíces en la larga serie de derrotas y protestas infructuosas por las que han pasado los trabajadores bajo la dirección de los sindicatos colaboracionistas. La huelga debe ser un arma de la lucha obrera, no sólo su última herramienta a utilizar, ¡además según reglas impuestas desde arriba!

La defensa eficaz y duradera de los intereses proletarios, incluso en el terreno inmediato, consiste en reconocer la incompatibilidad entre los intereses del proletariado, clase de los sin reserva, y los de los capitalistas, y en movilizar las fuerzas proletarias para objetivos exclusivamente proletarios, lo que significa luchar con medios y métodos clasistas (huelgas indefinidas en apoyo de reivindicaciones económicas e inmediatas, negociación en condiciones de lucha activa y continua, piquetes contra los esquiroles, manifestaciones de solidaridad de obreros de otras fábricas, huelgas salvajes sin preaviso y sin fecha de caducidad, etc.). ); medios y métodos que sólo pueden ser puestos en práctica por organizaciones de clase, es decir, no colaboracionistas, en la preparación de la lucha, su conducción y su conclusión. La defensa de esta lucha, la constitución de un polo de clase y el intento de influir en los trabajadores de esta manera, al menos en parte, si es posible incluso dentro de los sindicatos actuales, ha sido siempre nuestra posición; con la perspectiva de unir a todos los trabajadores en una lucha económica defensiva clasista unida - no fragmentando a la clase obrera y separando a los trabajadores más combativos de los que están inseguros y todavía bajo la influencia del colaboracionismo interclasista.

Un movimiento de clase fuerte no podrá surgir sólo sobre la base de la espontaneidad obrera, sino que necesita y necesitará el trabajo constante e incansable de los auténticos comunistas revolucionarios, como portadores de la conciencia de clase organizada en el partido y como defensores del futuro del movimiento de clase y revolucionario. También necesitará del trabajo constante e incesante de los proletarios más combativos, decididos y sensibles a sus objetivos de clase, que deberán asumir la tarea de vertebrar una nueva red organizativa proletaria independiente, capaz de unificar en la lucha contra la patronal, su Estado y el capital, de la forma más homogénea, a los proletarios de los distintos sectores, de las distintas categorías, de las distintas edades y nacionalidades .

 


- Contra la "reforma" de las pensiones y contra todos los ataques burgueses, ¡por una orientación de clase en la lucha que rompa con la orientación derrotista de las organizaciones colaboracionistas!

- ¡Unidad en la lucha de todos los proletarios, del sector público y privado, empleados y desempleados, activos y jubilados, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ciegos e "inmigrantes"!

- Reducción drástica de la jornada laboral y de la edad de jubilación.

- Un aumento general de los salarios, las prestaciones de desempleo, las pensiones y todos los mínimos sociales.

- Contra toda discriminación, ¡igual salario por igual trabajo!

- Por una lucha revolucionaria contra el capitalismo, contra sus preparativos de guerra y la dominación imperialista, ¡por la unión con los proletarios de todo el mundo!


 

24 de junio de 2023

 

En Praga, la pequeña burguesía nacionalista protesta contra la inflación galopante y el aumento constante de los precios y lucha por la preservación social

Los proletarios tienen otro camino que recorrer: el de la lucha de clases



El sábado 3 de septiembre, Praga fue escenario de una concentración de protesta de decenas de miles de personas, convocada por las más diversas organizaciones ciudadanas: conservadores, reaccionarios de derechas, nacionalistas, soberanistas, no-Vax y similares, bajo el lema La República Checa Primero. En la situación crítica creada por la crisis pandémica, luego la crisis energética y la subida excepcional de los precios de la electricidad, el gas y los alimentos, y la afluencia excepcional en pocos meses de cientos de miles de refugiados ucranianos que huyen de la guerra, ese eslogan expresa la competencia típica en situaciones de crisis entre la población autóctona y la población migrante, ya conocida en Alemania, Francia, Italia. La República Checa tiene algo más de 10 millones de habitantes y, hasta la fecha, la población ucraniana, incluidos los que llevan años instalados en el país y los refugiados recientes de la guerra, supera los 400.000. Y como ocurre en todos los países europeos, cuando la crisis económica golpea con fuerza a las puertas, una de las salidas al malestar social que proponen las fracciones burguesas de derechas es precisamente culpar a los gobernantes de quitar recursos a la población autóctona para dárselos a... los inmigrantes.

Pero muchos proletarios también participaron en esta manifestación, uniéndose a las protestas contra el gobierno que no se ha encargado de apoyar con ayudas y bonificaciones adecuadas a las familias y empresas que han caído en dificultades debido a la nueva crisis provocada por la hiperbólica subida del coste de la energía (desde octubre de 2021, muchas empresas han cerrado despidiendo a miles de trabajadores). Los sindicatos oficiales, la oposición parlamentaria y el propio gobierno se vieron sorprendidos por una manifestación "espontánea" de esta magnitud; naturalmente, se lanzaron contra los manifestantes las habituales acusaciones de ser "prorrusos". El hecho es que, al no existir organizaciones obreras de clase para la defensa inmediata, los proletarios impulsados a expresar su profundo malestar acaban fácilmente absorbidos por manifestaciones nacionalistas de este tipo.

Los sindicatos oficiales, tratando de salvar la cara, aprovecharon el tradicional congreso de septiembre que vienen celebrando desde 2015, titulándolo demagógicamente Contra la pobreza, y anunciaron una manifestación para el sábado 8 de octubre, declarando que "el Gobierno tiene hasta el 8 de octubre para actuar". Por desgracia, hasta ahora tenemos pocas razones para creer que pueda hacerlo. Estamos insatisfechos, enfadados, decididos a luchar por una República Checa mejor. El gobierno tiene mucho tiempo para actuar.... "El nacionalismo no es, por tanto, sólo 'de derechas'. Y, en un intento de acaparar algo de confianza de los trabajadores, los sindicatos exigen un aumento del salario mínimo en el plazo de un año, de 18.200 a 20.200 coronas checas (de 740 a unos 820 euros). Oh, Dios, quién sabe el miedo que tendrá el gobierno si no hace .... ¡algo!... Es típico de los sindicatos colaboracionistas amenazar con palabras y plegarse con hechos a las exigencias del capital, saboteando sistemáticamente las luchas y reivindicaciones obreras, lo que, por un lado, provoca la parálisis del movimiento obrero y, por otro, empuja a los proletarios más atrasados a los brazos de la derecha nacionalista.

La crisis económica golpea con fuerza a todos los países, y no es "culpa" de la especulación con el gas o los cereales. La especulación en los regímenes capitalistas siempre ha existido; en todo caso, se exacerba en presencia de una crisis económica más general: ayer la pandemia del Covid-19 fue la ocasión para los súper beneficios de las empresas farmacéuticas; hoy la "guerra del gas" y la "guerra del trigo" dan paso a los súper beneficios en los sectores energético y alimentario. Este año, sobre todo en los países europeos, ha habido un nuevo periodo de crisis debido a las consecuencias de la guerra ruso-ucraniana.

En esta guerra -que dura ya 200 días y cuyo final no se vislumbra- los países de la Unión Europea, fuertemente instados por Estados Unidos, acordaron apoyar las razones de Ucrania frente a las de Rusia. La Unión Europea, y por supuesto Estados Unidos, se lanzaron al terreno del enfrentamiento económico-financiero y comercial con una serie de paquetes de sanciones que supuestamente pondrían a Rusia en una posición tan difícil que rápidamente pondría fin a su llamada "operación especial en Ucrania" y, al mismo tiempo, devolvería a Ucrania su "plena soberanía". Rusia, por su parte, respondió con otras tantas medidas económico-financieras relacionadas principalmente con las materias primas (gas y petróleo, sobre todo), por ejemplo, exigiendo que sus suministros se paguen en rublos y abriendo o cerrando los grifos de los gasoductos. Ni las medidas económico-financieras ni las policiales han dado los resultados esperados por ninguna de las partes. Los efectos inmediatos de las sanciones europeas a Rusia han sido en realidad mucho más negativos para los países europeos que para Rusia.

Por su parte, la República Checa, adhiriéndose obviamente a las sanciones decretadas por la UE, no sólo produce electricidad a partir de centrales de carbón, sino también, para más de un tercio de sus necesidades nacionales, a partir de sus dos centrales nucleares de Temelín y Dukovany, consolidando así su posición de exportador neto de energía. Pero esto no la protege de la subida generalizada de los precios que dependen de los mercados internacionales. Su mayor intercambio (entre importaciones y exportaciones) es con Alemania, y cuando Alemania entra en recesión, como lo ha hecho recientemente, la República Checa también entra en recesión, con consecuencias cada vez peores para las masas proletarias tanto en términos de salarios y condiciones de trabajo, como en términos de desempleo.

Mientras tanto, la guerra ruso-ucraniana continúa. Rusia ha reducido cada vez más el suministro de gas a Europa (Alemania e Italia son los dos países más dependientes del gas ruso desde hace unos veinte años), y mientras los europeos buscan frenéticamente otros proveedores, sobre todo de gas, Rusia busca otros países clientes a los que suministrar su gas y otras materias primas cuya exportación a Europa está impedida desde hace meses; China, India y otros países asiáticos están sustituyendo prácticamente a los importadores europeos en gran medida.

La guerra que se libra en Ucrania, como fue evidente desde los primeros momentos, ha desencadenado una guerra económica sin precedentes, en la que se desarrollan especulaciones de todo tipo e inevitables choques de intereses contrapuestos entre los propios aliados. Un ejemplo: la tan cacareada exigencia de acordar, en el seno de los países de la UE, un tope para los precios del gas con el fin de mitigar la subida de los precios no sólo de la energía, sino de toda la producción industrial y agrícola que depende de la electricidad producida en gran parte por centrales de gas, sigue siendo una piadosa ilusión porque la dependencia del gas ruso se ha convertido en una dependencia del gas de Noruega, Argelia y otros países y, para el gas licuado, de Estados Unidos. Así, al aumento desproporcionado de los precios en todos los países, se añade una nueva guerra económica entre los aliados europeos, que, a pesar de la pregonada búsqueda de una política "comunitaria" (en la línea de la adoptada para las vacunas contra la Covid-19), tiende a exacerbar los desacuerdos y los contrastes que, a la larga, sólo pueden conducir a verdaderos choques económico-políticos.

La clase proletaria, como en todo período de crisis económica y, con mayor razón, de guerra, se ve directamente afectada en sus condiciones de existencia y de trabajo; pero su capacidad de reacción en el terreno de la lucha de clases, tras décadas y décadas de colaboracionismo interclasista aplicado tanto a nivel sindical como político, se ha reducido prácticamente a cero. Por lo tanto, como ha sucedido hoy en Praga, pero como ha sucedido hasta ahora en todas las metrópolis capitalistas, las capas más marginales y atrasadas del proletariado se dejan llevar fácilmente por el nacionalismo más feroz, mientras que el grueso del proletariado permanece aislado, fragmentado, paralizado. Hasta que no sea capaz de salir del retroceso generado por las drogas de la democracia y el individualismo, seguirá siendo prisionero de las políticas colaboracionistas en las que el oportunismo sindical y político lo ha sumido. Y no verá que el futuro cercano que le prepara la clase dominante burguesa será de lágrimas y sangre.

Hoy, en Praga, Berlín, Varsovia, Bucarest, como en Roma o París, los ecos de la guerra en Ucrania no llegan con bombas y misiles, sino a través de las grandes masas de refugiados, principalmente mujeres y niños. Esto no quita que se trate de una guerra europea y que tenga un carácter imperialista, aunque esté localizada geográficamente hasta ahora en Ucrania. Es imperialista, no sólo porque el imperialismo ruso ha invadido con sus tropas el territorio ucraniano -justificándose con que el Estado ucraniano, durante 8 años, tras la secesión prorrusa de Crimea, ha oprimido sistemáticamente a la población prorrusa de las regiones del Donbass (la zona más industrializada de Ucrania y engrosada de materias primas)- sino porque En Ucrania, como ayer en la antigua Yugoslavia, y en Irak, Libia, Afganistán, el Cáucaso y Siria, los intereses imperialistas están en juego por parte de todas las potencias imperialistas, más o menos directamente implicadas en estas guerras locales.

Apoyar la guerra política, económica y militarmente significa exprimir aún más las condiciones de vida y de trabajo de las masas proletarias en los países afectados por las exigencias de la guerra, implicando inevitablemente también a amplias capas de la pequeña burguesía urbana y agraria. Por lo general, son precisamente estos estratos pequeñoburgueses, asustados ante la idea de precipitarse en las precarias condiciones de existencia propias del proletariado, los que se movilizan contra los gobiernos que no los protegen de ese precipicio. Y al movilizarse arrastran con ellos a los proletarios, generalmente los más atrasados, que comparten la mentalidad individualista y pequeñoburguesa típica de la pequeña burguesía.

Todas las potencias imperialistas, normalmente enfrentadas entre sí y combatiendo por todos los medios en la escena mundial, se mueven en base a las mismas motivaciones: conquistar mercados y territorios sustrayéndolos a la influencia de los imperialismos competidores, y explotar no sólo a su propio proletariado nacional, sino también a los proletarios de los países sometidos a las políticas e intereses de los países imperialistas dominantes. Ahora es el turno de Ucrania, cuya burguesía dominante, tras el colapso de la URSS en la década de 1990, tuvo que decidir si se aliaba con el imperialismo ruso o con los imperialistas competidores de Rusia, Estados Unidos en primer lugar y, a su vez, los países de la Unión Europea. No es casualidad, de hecho, que desde su independencia en 1991, las relaciones con la OTAN se iniciaran con vistas a su futura adhesión. En sus primeros veinte años como país "independiente", Ucrania siguió oscilando entre Rusia y EE.UU./UE, pero desde 2008 se han formalizado las negociaciones para el ingreso de Ucrania en la UE, siguiendo, por otra parte, el mismo curso que ya habían tomado la mayoría de los países de Europa del Este, antaño dominados por Moscú. La guerra en curso aceleró los pasos burocráticos de la adhesión a la UE, y desde el 23 de junio de este año la candidatura de Ucrania a la UE es oficial; mientras tanto, como candidato, además en guerra con el enemigo "común" ruso, disfruta de muchas ventajas económicas y financieras.

La burguesía ucraniana sabe que está en deuda con las burguesías imperialistas de Occidente que la apoyan y financian en la guerra contra Rusia para doblegarla a sus intereses en la futura paz. Mientras tanto, los proletarios ucranianos, y los proletarios rusos enviados al frente, se hacen matar defendiendo una "patria" que no es más que la cárcel en la que se ven obligados a ser súper explotados como trabajadores asalariados y como soldados. La misma suerte han corrido todos los proletarios movilizados en las pasadas guerras mundiales y en todas las guerras locales que han salpicado la historia reciente del capitalismo imperialista. En Praga, la derecha nacionalista y los nacionalistas "de izquierdas" gritan el mismo eslogan: viva la República Checa, para unos debe ser "primera", para otros debe ser "mejor". Esto sólo significa una cosa, que los proletarios deben dar su vida en la paz y en la guerra a la "República Checa", es decir, a la clase burguesa dominante, como si no hubiera otra alternativa.

Pero para la clase asalariada, la alternativa existe, aunque no la vea ni la perciba hoy. Es independizarse de la clase burguesa y de todas las fuerzas de conservación social y del oportunismo colaboracionista. El derrotismo contra la guerra imperialista de hoy y de mañana debe apoyarse en el derrotismo aplicado en tiempos de paz contra los intereses económicos, empresariales, nacionales o internacionales de los capitalistas. El antagonismo de clase que la burguesía aplica a diario contra las masas proletarias -aplastándolas en condiciones intolerables de existencia y trabajo- debe ser también reconocido abiertamente por la clase proletaria y debe empujarla a luchar por sí misma y no por la burguesía, empezando a luchar por defender sus propios intereses inmediatos que -y es la propia burguesía la que lo demuestra- son material y objetivamente antagónicos a los de la burguesía. Luchar en el terreno de la clase significa exactamente esto: luchar exclusivamente por los propios intereses de clase que son tales en la medida en que unifican a los proletarios en la misma lucha. La lucha por el aumento de los salarios y la reducción drástica de la jornada laboral, la lucha por el salario íntegro de los desempleados y por la igualdad salarial entre hombres y mujeres, son reivindicaciones unificadoras que combaten la competencia entre proletarios y generan la solidaridad de clase que es el motor de la lucha proletaria incluso cuando la lucha termina o es derrotada. Igualmente, luchar contra el envío de soldados al frente, contra el envío de armamento a los beligerantes, son acciones de clase, en la línea de la solidaridad proletaria antiburguesa.

Ante la parálisis general desde el punto de vista de clase en la que se encuentra hoy el proletariado, en todos los países de Europa y del mundo, estas reivindicaciones pueden parecer "fuera de la realidad", "utópicas", "inalcanzables". Los oportunistas lo dijeron incluso en 1914, al estallar la primera guerra imperialista mundial, tras abrazar la causa nacional y suscribir las reivindicaciones bélicas; lo repitieron una y otra vez ante la segunda guerra imperialista mundial, esta vez reforzando su acción antiobrera con la justificación de la guerra "patriótica" y "antifascista"; Lo han repetido una y otra vez ante cada guerra que el imperialismo, no importa si del Este o del Oeste, ha desencadenado para repartirse el mercado internacional de otra manera; lo repiten hoy, ante el enemigo de turno, Rusia, y quizás mañana China, dibujando escenarios dramáticos de invasiones en cadena en los países altamente civilizados de Europa y de peligros inminentes de guerra atómica. Pero el objetivo social principal no cambia: para la burguesía y los colaboracionistas, es importante que el proletariado no comience a luchar sólo por sí mismo, por lo que debe ser sometido sistemáticamente a las exigencias imperialistas del momento, explotando su fuerza de trabajo lo más intensamente posible en la producción, la distribución y los servicios, para convertirlo en carne de cañón cuando la guerra imperialista llame a las puertas.

Contra la certeza de esta perspectiva de destrucción y muerte sólo el proletariado puede levantarse como un gigante rompiendo las cadenas que lo mantienen cautivo del capitalismo y la burguesía. El futuro del proletariado está en la reanudación de la lucha de clases, no en la defensa de la "patria".

 

 

Partido Comunista Internacional

12 de septiembre de 2022

www.pcint.org


 





Network of Revolutionary Cells take responsibility for two arson attacks against police vehicles in the context of the fight against ‘Operation Fenix’ (Czech Republic)

SRB (Network of Revolutionary Cells communique: Police car torched in response to Operation Fenix
In the early hours of Saturday, July 4, 2015 we torched a police car outside the Praha-Bubny police station. This was in response to the police and state repression against anarchists. Since April 28, 2015 when the police launched ‘Operation Fenix‘, four anarchists have been arrested and held in custody. Wild Heart Cell sends a message with this sabotage: We will not tolerate such violence by the state and we will fight against it!
With the launch of ‘Operation Fenix’ cops have declared war against the anarchist movement. They thought they could scare us into giving up. They have made a mistake, we will never give up. We are moving into counterattack.
They want to suffocate the resistance but they only add more fuel to the fire.
Wild Heart Cell – Network of Revolutionary Cells (SRB)
-
SRB (Network of Revolutionary Cells) Communique: Police car torched in solidarity with Alešem Kočím
On Wednesday, July 1st, 2015, a police car was set on fire in Prague. It occurred on the outskirts of the park near the Srašnická metro station. As part of the ongoing struggle an SRB cell attacked the police car to send a fiery greeting to Alešem Kočím. For his anarchist beliefs in class warfare, Alešem fell into the hands of the state. On the 28th April, 2015 he was detained by the police during ‘Operation Fenix’ and was subsequently charged with possession of illegal weapons. He now sits in custody as a prisoner of the state.
The state and it’s institutions have a huge arsenal of weapons and have created a monopoly on their use. They constantly use them in order to keep the capitalist construct in motion – the network of exploitative and oppressive relations. Anarchists do not accept the state’s monopoly on weapons. Anarchist praxis confronts the values the defend and reproduce state violence. State violence against anarchists builds insurgent violence.
Alešem Kočím is an anarchist who disrupted the state’s monopoly on the use of weapons by being armed. SRB supports such a stance. While Alešem is in the hands of the enemy this limits his potential for future struggle but we do not intend to accept this situation. Incendiary words, fire, weapons and explosives – it’s all part of our struggle. Revolutionary struggle against the violence perpetrated by the state to preserve the misery of capitalism. So far we have only used fire to ignite cars. Next time however will not be the same.

Fire Greeting Cell – Network of Revolutionary Cells (SRB)


PROYECTO ANTI FENIX: LLAMADA DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON EL MOVIMIENTO ANTIAUTORITARIO CHECO


Con la ‘Operación Fénix’ tuvo lugar la mayor oleada represiva policial contra anarquistas y el movimiento radical de izquierdas de la historia reciente checa.

Detenciones de gente en las horas de la madrugada, acusaciones de preparación de actos terroristas y confiscación de un servidor, el cual mantiene varias páginas de activistas, todo esto ocurrió con la ‘Operación Fénix’ la cual comenzó el martes 28 de Abril.
La policía anti-extremistas está activamente intentando asustar a lxs anarquistas y la escena de la izquierda anti-autoritaria y recopilando información durante la pesca. Hasta ahora más de 30 personas han sido detenidas o interrogadas.
Esta es nuestra llamada de auxilio a la solidaridad internacional. La policía estableció un embargo informativo durante la operación, aunque algunos detalles han sido filtrados a los medios.
Actualmente todavía hay 3 personas bajo custodia policial. Las tácticas policiales no tendrán éxito. No nos vamos a dejar asustar, continuaremos con nuestra práctica política. Si deseas ayudarnos, estaremos muy agradecidos con cualquier solidaridad política o económica.

Para mayor información:
antifenix.noblogs.org
antifenix@riseup.net

Para descargar panfleto ANTIFÉNIX: http://machorka.espivblogs.net/2015/06/15/descargar-panfleto-antifenix/


ARCHIVO

Traduce-Translate-Μετάφραση

Etiquetas

comunicación proletaria solidaridad internacional internacionalismo chile comunicados pcint lucha de clases comunistas contra la represión protestas sociales grecia solidaridad con lxs presxs francia anticapitalistas revueltas acción directa guerra a la guerra Palestina internacionalismo proletario EEUU guerra de clases textos Venezuela memoria Italia anarquistas solidaridad proletaria internacionalista Argentina Territorio Mapuche english feminismo méxico Alemania análisis derrotismo revolucionario detenidas estado español (españa-XPAIN) contra la guerra lucha proletaria Shile huelgas mujer presos políticos huelga general kurdistán policía asesina 1º de mayo Ecuador Israel Rojava Siria Ukrania contra la democracia contra las elecciones covid-19 por el comunismo / por la anarquia proletarixs internacionalistas antimperialismo comunismo contra el capital francés migrantes okupacion Chequia antipatriarcado disturbios noticias oaxaca Rusia anticarcelario contra el estado policial contra el nacionalismo contra el trabajo fascismo y antifascismo solidaridad de clase solidaridad proletaria contra caridad cristiana 8 de marzo República Dominicana Turkia UK anticapitalismo antifascismo autonomía de clase brasil bélgica expropiación fotos guerra social lucha revolucionaria refugiados trabajadores en lucha Barcelona Mediterráneo antimilitarismo de clase contra el fascismo contra la patria contra la sociedad cárcel haití huelga de hambre insurrección libertad para todxs lucha obrera lucha social pintadas protestas trabajadores y estudiantes Portugal República Checa Uruguay antirracismo caribe chalecos amarillos cuba defensa de la tierra desalojos son disturbios irak pegatas perú revolución comunista terrorismo ucrania Colombia Egipto Gabriel Pombo da Silva Iran Irán Paraguay Polonia UIT-CI américa del sur atentados class war contra el reformismo y el oportunismo contra la burguesía desaparecidos deserción euskalherria indepedencia de clase minería no son accidentes propaganda. affiche reflexión revolución social saqueos teoría violencia revolucionaria África Catalunya China Claudio Lavazza G20 Golpe de estado Haiti India Nápoles PCI-ICP Sudán ZAD agitación antidesarrollismo antinazis asocianismo obrero barrios proletarios berlín brigadas internacionales catástrofes contra el mundial de fútbol contra la iglesia católica contra la religión contra la unidad nacional contra las fronteras contra las ongs derecho al aborto despidos economía política encuentros epidemia extradicción feminicidio feria grupos autónomos historia jornadas no borders pensiones revolución internacional sabotajes santiago maldonado un patriota un idiota 11deseptiembre América del norte Arabia Saudí Argelia Bielorrusia Birmania Bolivia Bosnia Bulgaria CNA Cibao Comuna de París Corea del Norte Corea del Sur Cuarta Internacional DIY Estado = Mafia Filipinas Flora Sanhueza GCI Gran Bretaña Guadalupe Hambach Forest Hong Kong Kenia Kosovo Libano Liberia Marcelo Villarroel Marco Camenish Martinica Mumia Abu Jamal Myanmar Nicaragua Portland Punki Mauri Presente! RIF Sebastian Oversluij Suiza Tendencia Comunista Internacionalista Tunez Túnez Val di susa Vietnam Yemen Zaragoza abolición del trabajo asalariado abstención activa afganistan angry asambleas de trabajadores ateismo atropello autodefensa autoorganización bangladesh caja de resistencia ccf censura contra el fracking contra la reforma laboral contra la socialdemocracia contra las olimpiadas contra toda nocividad crisis crítica de la ideología deconstrucción derecho de autodeterminación dictadura dirección donbass día del joven combatiente exarchia excluidos exilio ferroviarios gilets jaunes grupo Barbaria guerra comercial guerra sucia huelga ilimitada y sin preaviso indymedia interseccional ioannina jornadas anárquicas kobane kurdo latinoamérica lumpen marruecos miseria movimientos de parados narcotráfico no Tav normalistas novara organización organización anarquista piquete praxis revolucionaria presos programa pueblos originarios que se vayan todos rebelión registros resistencia revolución socialista san francisco somos lxs nietxs de las brujas que nunca pudisteis quemar son asesinatos sudáfrica trotsky turismo = miseria social violencia virus vivienda zapatista árabe