#SanFrancisco #EU #Oaxaca #CNTE
#BlackLivesMatter
La solidaridad con los maestros mexicanos y el pueblo
oaxaqueño alcanzó niveles internacionales una vez más tras una
manifestación el día de ayer en San Francisco, Estados Unidos, con la
participación de militantes anarquistas e integrantes del movimiento
Black Lives Matter, que tomaron las calles desde la 24th Bar Station
Plaza hasta los suburbios de la región, para gritarle a los
estadounidenses que “hay que recordar que los muertos lucharon por los
que hoy no viven”, desde los caídos en Nochixtlán hasta los jóvenes
afroamericanos asesinados a tiros por la policía americana.
Aproximadamente a las 9 pm, la protesta fue reprimida tras
concentrarse en la Mission Police Station para protestar específicamente
contra la brutalidad policial, siendo irónicamente reprimida con
algunos detenidos.“In solidarity with our rebels comrades in Oaxaca resisting and fighting the morderous state” y “remember the dead fight for the living” son las consignas que unen la lucha en defensa de la educación y en oposición a todas las policías institucionalizadas.
* English:
Solidarity with Mexican teachers and the Oaxacan people reached international levels again following a demonstration yesterday in San Francisco, United States, with the participation of anarchist militants and members of the movement Black Lives Matter, who took to the streets from the 24th Bar Station Square to the suburbs of the region to shout Americans to “remember the dead fought for those who today live” from the fallen Nochixtlán to young African Americans shot dead by American police.
At about 9 pm, the protest was suppressed after concentrating on the Mission Police Station to protest specifically against police brutality, ironically being repressed with some detainees.
“In Solidarity with our comrades in Oaxaca rebels resisting and fighting the morderous state” and “remember the dead fight for the living” are the slogans that unite the struggle in defense of education and in opposition to all institutionalized police.
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¡México:
Sangrienta represión burguesa
y
danza macabra de la «extrema» izquierda!
Domingo 19 de junio, la policía federal, fuertemente armada, asesina a
sangre fria a una docena de maestros en huelga, y de habitantes solidarios
de Nochixtlán. Los maestros habían bloqueado una ruta situada al sur del
país, con el fin de impedir el paso de la policía que contaba llegar a
Oaxaca, la capital del estado donde otros colegas también se habían
declarado en huelga y organizado un campamento. La policía utilizó gas
lacrimógeno, balas de caucho, helicópteros y balas reales, frente a
manifestantes que solo tenían a la mano piedras y palos para defenderse.
Durante horas la policía impidió el paso de las ambulancias al lugar de los
enfrentamientos, frenando a los manifestantes que querían llevar los heridos
al hospital. La masacre de Nochixtlán no es un abuso más o un incidente
excepcional, sino el síntoma del desarrollo de la lucha de clases en México
y de la violencia burguesa que trata de contenerla.
Este
asesinato se inscribe en el clima de violencia que golpea a México desde
hace años.
México sacudido por la violencia burguesa... y por las luchas obreras
Este país de 120 millones de habitantes ha
vivido un tal desarrollo capitalista que lo convierte en la segunda potencia
económica de América latina (detrás de Brasil), desde hace años es víctima
de masacres. Los proletarios y campesinos sufren una violenta opresión y son
igualmente víctimas de enfrentamientos entre fuerzas burguesas (muchas
ligadas a traficantes de droga).
La última década ha sido marcada por más de 185 mil homicidios premeditados
(con mas de 30.000 desapariciones). Pero la situación interna no se limita a
la criminalidad.
Ola de huelgas en la industria y la agricultura
El proletariado mexicano se yergue frente a los explotadores. Múltiples
luchas recientes lo demuestran.
En Baja
California, Valle de San Quintín, los jornaleros agrícolas se mantienen en
pie de lucha desde hace doce semanas contra sus patronos que les imponen
salarios de miseria y jornadas de trabajo que pueden llegar hasta las 18
horas diarias. Igualmente hacen trabajar a niños para la cosecha de frutas y
tomates, ante todo destinados al mercado norteamericano. En el Valle, los
obreros agrícolas suman 80.000, muchos de origen indígena. Los trabajadores
bloquearon la ruta principal que une la región a California, dejando así las
siembras pudrirse y causando pérdidas por millones de dólares a los
capitalistas del agro-business. A pesar de la brutalidad policial,
los trabajadores han visto mejorar globalmente su situación. BerryMex, el
más grande productor de la región, debió aumentar los salarios que
prácticamente se han convertido en los más altos de la agricultura mexicana.
Otras empresas ahora pagan la seguridad social y ofrecen ciertas ventajas a
sus asalariados. Sin embargo, muchos se niegan a pagar los aumentos. La
huelga también ha permitido la creación de dos sindicatos independientes de
los patronos y de las sindicatos «charros» («vendidos» al Estado y al PRI).
La
agitación obrera ha tocado igualmente las maquilas de Ciudad Juárez. Las
luchas comenzaron en la Eaton Bussmann, fabricante de transformadores
eléctricos, y que tuvo como objetivo un aumento de salarios y mejoras en las
condiciones de trabajo (pago de primas, instalación de ventiladores en los
talleres...). Lo mismo ocurrió con los trabajadores de Scientific Atlanta,
filial de Foxconn, quienes se movilizaron por aumentos de salarios, tiempo
para almorzar, terminar con el acoso de los capataces, días de asuetos
pagos, derecho a formar un sindicato. Entre tanto, los trabajadores de
Lexmark, fabricante de impresoras, comenzaron a realizar manifestaciones
para exigir aumentos salariales y protestar contra el acoso sexual por parte
de los agentes de seguridad de la empresa. Los trabajadores de Ciudad Juárez
sufrieron una severa represión patronal que se tradujo por el despido de los
huelguistas.
En marzo
de 2016, en el estado de Michoacán, los 35.000 mineros de ArcelorMittal,se
lanzaron a una huelga de una semana contra los despidos y la violación de su
contratación colectiva.
En el
estado de Morelos, los 1700 proletarios de la fábrica Nissan de la «ciudad
industrial del Valle de Cuernavaca» (Civac) llevaron a cabo una huelga de
dos días y obtuvieron un aumento de un 4% más 500 puestos a tiempo completo.
Tal es el caso de los trabajadores de la educación.
Los
trabajadores del gigante de la telefonía, Telmex, obtuvieron un aumento de
salario, gracias a la amenaza de una huelga, no obstante haber sido
saboteados por los sindicatos amarillos.
Pese a
la represión y las maniobras de los charros, fuerza es de constatar que el
joven proletariado mexicano se bate con valor en una situación rodeada de
precariedad, ausencia de derechos y represión brutal. Lo mismo pasa con los
trabajadores de la educación.
[Seguir leyendo: http://www.pcint.org/01_Positions/01_04_es/160710_mexico-repression.htm]