¡Para los proletarios,
en la sociedad del capital, el trabajo es una condena a muerte!
¡Sólo sobre el terreno
de la defensa exclusiva de los intereses obreros inmediatos, de clase, se
pueden enfrentar a la masacre continua en los puestos de trabajo!
El parte de guerra sobre las desgracias y las
muertes en el trabajo en Italia, que las instituciones burguesas elaboran cada
mes, cuenta siempre la misma historia: ¡se muere trabajando! ¿Y quién muere? En
un 99% los obreros.
En 2023, según el Inail (Instituto Nacional para
la Prevención de los Accidentes en el Trabajo), los muertos en el trabajo
fueron 1.041; según la investigación, más minuciosa, que hace el Observatorio
de Bolonia del antiguo obrero Carlo Soricelli (https://cadutisullavoro.blogspot.com/) que cuenta también las muertes de obreros que trabajan
en negro y de los inmigrantes a los que el gobierno llama “clandestinos” y que
recoge noticias de los periódicos locales de toda Italia, los muertos serían
1.845: ¡más de cuatro al día!
Es la norma desde hace
décadas: se oscila entre los 3 y 4 muertos en el trabajo. Y los sectores en los
que más se muere son siempre los mismos: construcción y agricultura, donde más
presente está el trabajo negro y donde más trabajadores inmigrantes hay.
¿Cuál ha sido y es la
respuesta de los sindicatos, empezando por la CGIL? Hay que aumentar los
controles de seguridad en el trabajo, disminuir la subcontratación. ¿Ha habido
alguna vez una huelga general contra las muertes en el trabajo en la que hayan
participado trabajadores de todos los sectores, y no sólo de los más afectados?
Nunca. ¿Ha habido alguna vez promesas de gobiernos, patronales, partidos
parlamentarios y sindicatos colaboracionistas de intervenir para que no se
produzcan más muertes en el trabajo? Siempre. Ni que decir tiene que esas
promesas nunca se han cumplido.
Ayer, 16 de febrero, a
las 8. 45, en la obra de Florencia, en la zona de Rifredi/Novoli, donde se está
construyendo un maxi supermercado Esselunga de varios pisos de altura, se
produjo una tragedia: Mientras una bomba bombeaba hormigón de la hormigonera a
los pisos más altos de la estructura mediante un largo brazo mecánico, una viga
de hormigón de 20 metros de longitud del cuarto piso cedió y se derrumbó,
tirando al suelo todo lo que había debajo, destruyendo los prefabricados que
había debajo y cayendo sobre los obreros que trabajaban allí: hasta ahora, se
han encontrado cuatro muertos, un desaparecido (para el que ya no hay
esperanzas), dos heridos graves y uno leve.
La obra es propiedad de La Villata Spa (cuyo
presidente es Angelino Alfano, ex ministro de Justicia en el cuarto gobierno de
Berlusconi, ex ministro del Interior en los gobiernos Letta y Renzi, y ex
ministro de Asuntos Exteriores en el gobierno Gentiloni), propiedad de la
familia Caprotti, propietaria de Esselunga, que encargó la obra a Attività
Edilizie Pavesi, la misma empresa constructora que en febrero de 2023, en San
Benigno di Genova, fue responsable de un doble accidente, de nuevo en una obra
de Esselunga, cuando se derrumbó la rampa de un aparcamiento, hiriendo a tres
trabajadores, y unas semanas más tarde, durante una excavación, se dañó una
tubería de gas y fue evidente la rápida intervención de los bomberos. Pasaron
algunos meses y, en abril, de nuevo en San Benigno, un obrero fue atropellado
por un gran portón y hospitalizado de urgencia por traumatismo craneoencefálico
(la ASL había puesto la zona bajo secuestro, el juicio sigue en curso, ¡pero el
supermercado se abrió de todos modos en mayo!)
Lo que se ha convertido en una constante, sobre
todo en las grandes obras, es la adjudicación de trabajos de construcción a una
serie interminable de contratas y subcontratas. Según las crónicas de la obra
de Florencia, hay hasta 34 contratistas, y normalmente el mayor número de
víctimas se encuentra entre los trabajadores de las empresas a partir del
tercer nivel de subcontratación.
Este sistema se inventó -y, por supuesto, las
leyes ad hoc lo sancionan- para contener los costes, empezando por la
empresa comisionista -en este caso, Esselunga-, lo que significa que cada
contratista y subcontratista (para ganar sus respectivas
"licitaciones" frente a otras empresas) presenta una oferta a un
precio más bajo: lo que, a su vez, significa menos seguridad en el trabajo,
salarios más bajos, mano de obra ilegal, ahorro en los materiales utilizados
para las piezas prefabricadas, equipos, etc., etc. ¿Cómo puede uno sorprenderse
de que se produzcan "accidentes"? Las décadas de accidentes y muertes
en el trabajo demuestran que, de hecho, siempre se espera que haya accidentes,
del mismo modo que son siempre se espera que haya desgracias y muertes en el
trabajo: como hay más proletarios en condiciones desesperadas y buscando
trabajo que los que se necesitan actualmente... cuando muere un obrero siempre
habrá otro que ocupe su lugar: los patronos nunca lo dicen, pero eso es
exactamente lo que hacen.
¿Para qué sirven los trabajadores si no es para
jugarse la vida por un mendrugo de pan, engordando las carteras de los
patrones? La clase patronal siempre piensa en estos términos, aunque se llene
la boca hablando de derechos y dignidad de los trabajadores.
La dignidad de los trabajadores nunca estará
asegurada por la patronal, como nunca lo estará su vida. Para defender su vida
y su supervivencia, los trabajadores deben ante todo luchar contra la
competencia entre ellos, alimentada sistemáticamente por la burguesía. La vida
de los trabajadores no se salva ni si se les paga más que a los demás ni si se
les paga menos que a los demás; si se incendia un almacén, o si un tren
acribilla a los trabajadores en las vías, o si estalla una planta química, o si
un trabajador es atropellado de camino al trabajo o de camino a casa, no
importa si es un encargado, un obrero o un inmigrante: la muerte en el trabajo
no mira a nadie a la cara, como la muerte en la guerra.La explotación del
trabajo asalariado está en la base de la inseguridad de la vida proletaria, en
la base de la precariedad constante del trabajo y, por tanto, del salario: los
capitalistas no sólo tienen en sus manos la posibilidad de dar o no trabajo a
los obreros, tienen en sus manos sus vidas, trabajen o estén en paro, sean
"italianos" o "inmigrantes".
La lucha de los trabajadores debe anteponer la
defensa de sus vidas y no puede hacerlo siguiendo las palabras pronunciadas
ante cada muerte en el trabajo por los sindicatos colaboracionistas, y mucho
menos por los políticos vendidos para mantener un régimen político y económico
que mata democráticamente a sus esclavos asalariados. La lucha obrera debe
volver a centrarse no sólo en el aumento de los salarios y la reducción de la
jornada laboral, sino también en la seguridad en el empleo. Y no será la huelga
de dos horas al final de un turno la que asuste a la patronal; si entonces se
limita a la empresa donde se produjeron las muertes o al sector al que
pertenece esa empresa, sólo les hará reír. La solidaridad de la clase obrera
sólo es tal si trasciende todos los límites y barreras que la burguesía ha
levantado para controlar mejor a la mano de obra que explota. Mientras la
patronal no tema la respuesta proletaria a sus confianzas, a su hacer y
deshacer según sus negocios del momento, y mientras la patronal no pueda contar
con el sabotaje de sindicalistas colaboracionistas y políticos vendidos a los
capitalistas que pagan mejor, los proletarios seguirán sufriendo todas las
peores consecuencias del régimen capitalista y burgués, en la paz como en la
guerra.
El renacimiento del movimiento de clase del
proletariado, el único que defenderá eficazmente los intereses proletarios en
el presente y en el futuro, no pasa por leyes burguesas, por reformas de tal o
cual ley, por lagunas de las que sólo se benefician los abogados, y no pasa por
las llamadas batallas parlamentarias y electorales: pasa por la lucha de
clases, la lucha en la que los proletarios luchan en defensa exclusiva de sus
propios intereses de clase, contra cualquier reparto, cohesión, participación
que vea en el mismo frente a proletarios y burgueses, sean grandes o pequeños.
Los proletarios víctimas de accidentes y muertes en el trabajo no han sido
desgraciados, ¡simplemente han sido sacrificados por la burguesía en el altar
de sus beneficios!
Partido comunista internazionale (El Proletario)
SEMANA DE ACCIÓN / PRAGA / 20. – 26. 5. 2024 /
FB page for Action Week in Prague.
https://www.facebook.com/peopl
blog: https://actionweek.noblogs.org
Del 20 al 26 de mayo de 2024, se celebrará en Praga la Semana de Acción, cuyo lema es:
“Juntos contra las guerras capitalistas y la paz capitalista”.
Cada día de la semana durante esta semana se llevará a cabo una acción diferente. Habrá charlas, debates, recaudación de fondos, protestas y diversos tipos de acción directa. El final de la semana se dedicará a una feria del libro y a una conferencia internacionalista, en la que intentaremos trasladar los puntos teóricos a la coordinación de actividades concretas contra la guerra.
El tema general de los días de acción no se ha elegido al azar. Es un tema de importancia mundial. Las guerras interestatales que se han ido intensificando en los últimos años están acercando a la humanidad a la posibilidad de que estalle otra guerra mundial. Millones de personas ya están siendo sacrificadas en guerras y la situación empeorará si no seda una respuesta adecuada. Por lo tanto, en el espíritu del internacionalismo proletario y del derrotismo revolucionario, queremos dar a individuos y grupos de diferentes partes del mundo la oportunidad de reunirse, vincularse y coordinar sus esfuerzos conjuntos.
La burguesía y sus aliados hablan de guerra para convertirnos en carne de cañón o en aquellos cuya energía vital hace girar las ruedas de la producción bélica.
Hablamos de cómo sabotear la guerra, de cómo impedir que los proletarios sean enviados al matadero, de cómo bloquear el suministro y el transporte de armas, de cómo organizar las deserciones y la confraternización entre los proletarios en uniforme a ambos lados de la línea de guerra, las revueltas y el giro de las armas contra los organizadores de la masacre bélica, es decir, contra “nuestra propia” burguesía y sus lacayos…
Hablemos de cómo convertir la guerra imperialista en una guerra revolucionaria por la abolición de la sociedad de clases del capital basada en la miseria.
Nuestra única respuesta a la guerra capitalista es el derrotismo revolucionario, que nos organicemos y trabajemos por el derribo de “nuestra propia burguesía” y, por tanto, de la burguesía mundial y del capital en su conjunto.
Discutamos, compartamos, organicémonos.
Esta convocatoria va dirigida a:
- A todos los que en el mundo dirigen la lucha contra los ataques del capital, contra todas las guerras y contra todos los estados burgueses con el objetivo de destruir el capital y todas las relaciones sociales y todas las formas de explotación que de él se derivan.
- Todos aquellos que son conscientes de que no existe una guerra justa o una guerra defensiva. No hay un bando que represente la barbarie mientras que el otro representa la civilización, no hay un bando que sea más agresivo que el otro, y no hay un bando democrático contra un bando dictatorial o fascista. Todas las guerras son guerras capitalistas, en las que se enfrentan diferentes facciones burguesas. Todas las guerras son guerras de la burguesía contra el proletariado.
- Los que no apoyan a ninguna facción de la burguesía contra la otra, sino que luchan contra cada una de ellas. A los que no defienden ni participan en los frentes interclasistas. A los individuos, y grupos, que luchan contra la política de “defender la economía nacional”, y “sacrificarse a favor de la economía de guerra”, a los que no aceptan las tácticas de expansión de su propia burguesía, aunque se enfrenten a un ataque económico, político o militar.
- A todos aquellos que no se consideran pacifistas sino revolucionarios. A todos los que no aspiran a una paz burguesa donde la explotación de nuestra fuerza de trabajo pueda continuar en condiciones ligeramente diferentes.
- A todos aquellos que quieren convertir la guerra interburguesa en una guerra revolucionaria, una guerra entre estados en una lucha por la destrucción de todos los estados.
- A todos aquellos que reconocen en su práctica que el proletariado no tiene patria que defender. Nuestro enemigo no son los proletarios obligados a ir a las trincheras del otro lado del frente, sino la burguesía -en la práctica, sobre todo, la burguesía “de nuestro propio país”, “nuestra propia” burguesía, la que organiza directamente nuestra explotación.
- Y, por último, aquellos que, según sus fuerzas y situación, luchan contra la burguesía promoviendo el desarrollo del proletariado como clase revolucionaria y contribuyendo a la construcción y desarrollo del internacionalismo proletario.
Los siguientes grupos y proyectos serán invitados a participar y tomar parte en la Semana de Acción:
- AnarCom Network (ACN)
- Anarchist Communist Group (ACG)
- Anarho-sindikalistička iniciativa (ASI-MUR)
- Anarchistische Büchermesse Berlin-Kreuzberg
- Anarchistische Bibliothek Non grata
- Anarchist Political Organization– Federation of Collectives
- Anarchists from Italy – appelloantimilitarista@anche.
no - Antimilitarist Assembly in Italy
- Antimilitaristická iniciativa (AMI)
- Antipolitika: anarchist journal from the balkans
- Amanajé
- A$AP Révolution
- Assembly
- Assembly against Bio-Power & Confinement
- Barbaria
- Camarade
- Centro di documentazione contro la guerra
- Cuadernos de Negacion
- Československé anarchistické sdružení (ČAS)
- De te fabula narratur
- Edizioni Anarchismo
- Exploités énervés
- Federation of Anarchist Communists (FCAB)
- Federacija za anarhistično organiziranje (FAO-IFA)
- Gruppo Anarchico Germinal
- Grupo Moiras
- Historický spolek Zádruha
- Infoshop Malatesta
- Il Rovescio
- Internationalist Perspective
- Initiative de solidarité Olga TARATUTA
- Infoladen Salzburg
- КРАС-М.А.Т.
- Kosmoprolet
- La Oveja negra
- Libri Felis Nigrae
- Malcontent editions
- Materiales
- Maschinenstürmer Distro
- Melbourne Anarchist Communist Group (MACG)
- Nakladatelství Subverze
- Ostravská anarchistická federace (OAF)
- Priama Akcia (PA-MAP)
- Proletarios revolucionarios
- Proletarios internacionalistas
- Radical Graffiti
- Revolutionsverlag
- RUMOER
- Schwarz-Rote Bergsteiger_innen (SRB)
- Solidarity federation (SolFed)
- Soligruppe für Gefangene
- Storm Warnings
- The internationalist anarchist fortnightly “Bezmotivny” – senzamotivo@riseup.net
- The initiative for total army objection
- The Local Kids
- Třídní válka (TV)
- Umanità Nova
- Związek Syndykalistów Polski (ZSP)
Acerca de la muerte de Piñera, pero sobre todo, acerca de “nuestros” gobernantes
X victoria aldunate moralesSe murió en $hile un hombre parte del 0,01 % más enriquecido del país. Miembro de las clases que gobiernan y someten a todos los pueblos que habitamos estos territorios.
Fue presidente de la República, lo que no tiene nada de raro, porque las “Repúblicas” son estos engendros de colonizadores, patrones y ricachones, que funcionan por y para ellos.
Si incluso cuando privilegiados renuncian a sus clases acomodadas para revolucionar “algo”, imaginando ilusamente que lo harán “desde dentro”, terminan unos - los más verdaderos- con golpes de E$tados, muertos, torturados y desaparecidos, y los otros - los rastreros- siempre uniéndoseles a los demás ricachones. Y es que esa cantinela absurda de “hacer el cambio desde dentro”, en los siglos pasados pudo sonar hasta dicharachero, pero en el siglo XXI es un reverendo fiasco. Burdo. Tal como hoy, el show de la muerte de este señor ahogado: Performances honoríficas y guiones descomunalmente hipócritas que rezan que el señor fenecido “jamás violó los derechos humanos” de los paupérrimos y las marginales que anduvimos protestándole en sus calles militarizadas y policiales.
Un guioncillo precario el de este Gobierno. Omite las malversaciones de fondos bancarios que hizo el caballero, y se arrastra pregonando que el finado en cuestión era un gran “consejero”, y por eso “a pesar de su corta edad”, ellos quieren seguir su ejemplo republicano… Pero no necesitan cumplir más años, si ya lo están haciendo perfecto, y con el codo borran, lo que escribieron con la mano.
Ya han creado leyes especiales para criminalizar y eliminar a empobrecidas y mapuche. Los nuevos republicanos gobernantes, otrora “izquierdistas”, disque “sabia nueva”, no tienen nada que envidiarles a los Kast, Piñera o Milei. Son solamente distintas estéticas porque los actuales llevan aros en la nariz, cabellos innovadores, algunos son medio cuirs y con tatuajes clandestinos bajo los trajes descorbatados.
Y es que la plana mayor, son privilegiados de clases acomodadas y de clase política de toda pinta a lo largo del espectro izquierda-centro-derecha. Y si no lo hubiesen sido, ya lo lograron, porque de eso se trata la República, de aspiraciones individuales y aburguesadas. A la “sabia nueva” le enamora esto porque a los de baja calaña les sube el pelo, mientras a los acomodaditos hijos de nobles izquierdistas, le da un horizonte presidencial.
Si lo raro acá fue cuando pobretonas y mapuche (como nosotras), armaron sus listas del pueblo para disque “refundar” constituciones, letra sin cuerpo, gobiernos de y para los ricos, que jamás contendrán una sola hebra de justicia social, porque toda esa basura viene parida del mismo falo de los que fueron capaces de pagar por par de orejas y par de senos de selknam. Esos son los ancestros de los que más tarde volvieron su mirada perversa para otro lado, cuando sus esbirros tiraban gente torturada al mar. Sus hijos leen una Biblia que les anuncia ambiguamente que los ricos no van a entrar a su “reino de los cielos”, que “más pasa un camello que ellos”, pero, ellos, ridículos y soberbios, siguen rezando, porque solo creen en su plata y “sus buenas costumbres”. De los mismos es el muerto ilustre. Un personaje lejano a cualquier "santidad”, responsable de muertes, mutilaciones y violaciones, que como solía hacer -entre empleadas, chóferes, jardineros, niñeras y otros sirvientes-, se fue en su helicóptero privado y personal a almorzar con otro ricachón que vive junto a un lago del Wallmapu (invadido por su clase colonizadora). Y el error fue, ni más ni menos que, en vez de tomarse un bus o un vuelo de primera clase, tomó el helicóptero de nuevo para –tal vez- así aprovechar el día y la catástrofe. Sabido es que estos gobernantes podrían ganar votantes cuando en las catástrofes, pagan u organizan "reconstrucciones” con la plata del mismo estado que saquean.
Protestas contra la guerra en Israel y Gaza
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- (ru) Антивоенные протесты в Израиле и Газе
- (en) Anti-war protests in Israel and Gaza
- (fr) Manifestations contre la guerre en Israël et à Gaza
- (es) Protestas contra la guerra en Israel y Gaza
Fuente en ruso: https://www.aitrus.info/node/
A pesar de los sentimientos chovinistas de las sociedades israelí y palestina, a ambos lados de la línea del frente no todo el mundo está de acuerdo con la guerra que comenzó con el brutal ataque de los fascistas clericales de Hamás el 7 de octubre. Se están celebrando manifestaciones en Israel y Gaza para exigir un alto el fuego inmediato y pedir cuentas a los círculos dirigentes de ambos bandos responsables de la escalada del conflicto.
Ya el 14 de octubre, en Tel Aviv, durante una manifestación en solidaridad con los rehenes israelíes tomados por Hamás, se oyeron voces que exigían la dimisión del primer ministro Netanyahu. Se le acusa de que, en realidad, sus políticas han fortalecido a Hamás frente a los círculos de la Autoridad Palestina dispuestos a buscar el compromiso y la coexistencia con Israel. Al día siguiente, el gobierno introdujo medidas que autorizan la detención de quienes dañen el “espíritu de la nación”. Tras una manifestación contra la guerra en Haifa, el jefe de la policía amenazó con enviar a los manifestantes a Gaza el 19 de octubre. A pesar de la represión y el terror de la extrema derecha, el 4 de noviembre se organizó una protesta ante la residencia del primer ministro israelí. El 8 de noviembre, el Tribunal Supremo de Israel permitió a la policía dispersar las concentraciones contra la guerra. Sin embargo, el 18 de noviembre tuvo lugar en Tel Aviv la primera manifestación legal contra la guerra. Una semana más tarde, el 25 de noviembre, los manifestantes se reunieron en Jerusalén, exigiendo la dimisión del primer ministro. Las siguientes acciones fueron respondidas con represión policial: El 29 de noviembre se detuvo a manifestantes frente al parlamento y el 2 de diciembre se detuvo a manifestantes frente a la casa del primer ministro en Cesarea. El 16 de diciembre, los manifestantes acamparon frente al Ministerio de Guerra israelí.
(https://en.m.wikipedia.org/
El 28 de diciembre, judíos y árabes israelíes se manifestaron juntos en Tel Aviv para exigir un alto el fuego. Sin embargo, las marchas de protesta por la paz israelo-palestina programadas para el 11 de enero en Tel Aviv y el 13 de enero en Haifa fueron prohibidas por la policía.
Sin embargo, el 20 de enero se celebró una manifestación en Haifa. Los manifestantes coreaban: “¡Nos negamos a matar, nos negamos a luchar!”.
Ya en otoño se informó de las primeras protestas contra el régimen de Hamás en Gaza desde el comienzo de la guerra, pero fue difícil confirmar esta información y los vídeos que circulaban entonces por Internet eran anteriores al estallido de la guerra.
(https://www.youtube.com/
Sin embargo, periódicamente se informaba de “motines del hambre” de la población de Gaza: ataques de los residentes a almacenes y convoyes de alimentos. Ahora, en enero de 2024, por fin hay pruebas de grandes protestas en Gaza contra la guerra con Israel y contra la dictadura clerical-fascista que, con su sangrienta provocación del 7 de octubre, inculpó a los civiles de la Franja por los bombardeos y los combates. Durante varios días de enero, cientos de residentes tomaron las calles. El 25 de enero, marcharon por el corredor humanitario de Jan Yunis al grito de “¡Abajo Hamás!”. “¡El pueblo quiere un alto el fuego! Netanyahu y Sivar, queremos un alto el fuego. Basta de guerra y basta de destrucción”, se oía por los altavoces. El día anterior, circuló un vídeo de una protesta de jóvenes de Gaza frente a un hospital de Deir el-Balah. Los participantes exigían que Hamás liberara a los rehenes israelíes y pusiera fin a la guerra para poder regresar a sus hogares en el sector norte.
Traducción al español: https://inter-rev.foroactivo.
El miércoles 24 de enero tendrá lugar una huelga general en Argentina convocada por los principales sindicatos y corrientes sindicales del país, la oposición peronista y de la extrema izquierda parlamentaria y un sinfín de organizaciones sociales, piqueteras, etc. El objetivo es impedir que la ley ómnibus propuesta por el gobierno del recién elegido Milei pase por el Parlamento y la judicatura y se convierta en realidad.
Tras la victoria del histriónico candidato a finales del año pasado, Argentina parece que está en el foco de todas las miradas. Ante una crisis económica cuya principal característica es la inflación desbocada (pero que no es algo tan extraño en un país con sus características productivas) y el tono beligerante con que el partido La Libertad Avanza llegó al poder, desde todas partes se espera con atención el resultado de las medidas que se están poniendo en marcha. Pero la realidad, más allá del circo mediático que pueda generarse en torno a las salidas de tono del nuevo presidente, es que en Argentina se prepara un ajuste económico al uso, siguiendo los patrones básicos que durante los últimos años se han visto en cada caso de este tipo. Devaluación de la moneda para limitar el crecimiento de los salarios, rescate de la deuda privada, blindaje de los sectores exportadores del país, etc. etc. Nada que no se haya visto con anterioridad en cualquier país que, como Argentina, haya recibido ayudas de las entidades financieras internacionales y se vea en la obligación de devolverlas en medio de una situación turbulenta. Sobre esto no hay que llevarse a engaños: el “libertarismo” de Milei, los ataques a “la casta”, los llamados a acabar con el Banco Central, son estridencias que emborronan la realidad: será la clase proletaria la que pague el ajuste y lo hará, como siempre, viendo deterioradas hasta el extremo y por tiempo indefinido sus condiciones de vida y de lucha.
La ley ómnibus contra la que se convoca la huelga afecta a temas tan variopintos como el salarial, la regulación del espacio aéreo o la titularidad de la propiedad de los equipos de fútbol. Se trata de una especie de disparo a bocajarro, con toda la fuerza disponible en el momento, con el que se intenta aprovechar el momento de euforia y fortaleza posterior a las elecciones para imponer lo más rápido posible las medidas anti crisis. Por lo que parece la precipitación a la hora de diseñar la reforma legislativa ha hecho que se pueda estar vulnerando la propia Constitución y esto ha llevado a que el poder judicial bloquee su aplicación. Ante esta paralización, el partido de la derecha tradicional, que dio a Milei forma y estructura después de que este ganase por sorpresa la primera vuelta de las elecciones y a través del cual la clase burguesa argentina, en un primer momento reacia a la llegada al poder del nuevo presidente, ha colocado en el gobierno a sus principales representantes, se ha aprestado a aceptar algunas reformas al texto legal, a suavizar algunos puntos, etc. Para ellos, para la clase social a la que representa y que ve en figuras como Macri o Bullrich la única alternativa ante la podredumbre absoluta que domina en el peronismo, no se trata de hacer una revolución: basta con ser capaces de utilizar la borrachera democrática que ha llevado al enésimo gobierno populista al poder para aplicar el que ha sido su programa de reformas habitual durante los últimos 50 años.
Para la izquierda tradicional, para las diferentes ramas peronistas y para el gran sindicato CGT, la paralización de la ley ha sido la excusa perfecta para contemporizar con el gobierno. Para empezar, llamaron a una huelga general ¡el 24 de enero! Un mes después de la aprobación del decreto ómnibus, dando con ello la garantía de que el único fin de la movilización era cubrir el expediente, justificar una oposición más ficticia que real y plegarse en definitiva ante las exigencias de la burguesía. Y para continuar, cifran todo el rechazo a la ley en sus defectos formales, en la posibilidad de que sea inconstitucional, etc. Es decir, dejan a la judicatura la potestad de aplicarla al menos en sus partes legales.
Finalmente, la extrema izquierda parlamentaria, de corte trotskista y representada por el Frente de Izquierda y de Trabajadores (coalición electoral formada por el Partido de los Trabajadores Socialistas, el Partido Obrero y la Izquierda Socialista), se colocan, como es habitual, detrás del peronismo y de la CGT, y se limitan a exigir a estos que hagan una “oposición real” a Milei, que encabecen las huelgas y las protestas, que se afanen en la vía legalista, etc. Durante los últimos veinte años el trotskismo ha mostrado, en Argentina, su inmensa capacidad… para desviar a los proletarios de los verdaderos objetivos, métodos y medios de la lucha de clase. No va a ser menos ahora.
Pero la realidad es sangrante para el proletariado de Argentina. La paralización temporal de la ley no parece ser otra cosa que una maniobra de dilación para evitar un choque demasiado brusco entre el nuevo gobierno y la clase trabajadora que padecerá sus medidas. La burguesía, a través de su Estado, que incluye tanto al gobierno como al poder judicial o al Parlamento en el que está la oposición, trata de lograr un punto de equilibrio en el cual sus exigencias se impongan con fuerza pero se limen los aspectos más virulentos, logrando así reforzar la confianza en el propio Estado por parte de los proletarios y atenuar su protesta, que siempre podrá ser remitida por la oposición peronista y trotskista a un nuevo envite electoral, una nueva rogatoria judicial, etc.
Las medidas que exige la burguesía argentina e internacional se impondrán, sin duda. No existe oposición a estas ni en el Parlamento ni en los juzgados: todos los partidos burgueses saben que son imprescindibles para evitar que la crisis económica repercuta definitivamente sobre sus ganancias y la extrema izquierda será incapaz de romper con ellas. La tupida red de organizaciones sindicales y asociaciones piqueteras y sociales controladas por el peronismo y el trotskismo no van a plantar una batalla real contra las medidas anti obreras del gobierno: en Argentina más que en cualquier otro país de América Latina, el sindicalismo de concertación, que tiene como bandera la solidaridad interclasista al amparo del Estado burgués, paraliza al proletariado y tiene como función garantizar la paz social a cambio de participar en el desarrollo de políticas sociales, reparto de prebendas, etc.
En esta situación, los proletarios deben prepararse para un largo periodo de sacrificios y exigencias. Su única alternativa es ser capaces de salir de su letargo y presentar la batalla sobre el terreno de la defensa inmediata de sus condiciones de existencia. No pueden esperar nada ni de la oposición “de izquierdas” ni de las grandes organizaciones sindicales que juegan en favor de su enemigo de clase, pero, a la hora de la verdad, a la hora de aplicar la legislación anti obrera que la burguesía reclama a través de Milei, todavía poseen la fuerza que como clase les corresponde en los puestos de trabajo, en las empresas y en los barrios proletarios. Aún cuando toda la fuerza del enemigo, la abierta y la soterrada, vaya encaminada a hacerles aceptar su propia miseria, todavía pueden plantarle cara a través de la lucha de resistencia cotidiana contra la aplicación de cada una de las medidas que contiene el decreto.
¡Por la defensa intransigente de las condiciones de vida y lucha del proletariado!
¡Por la creación de organismos de resistencia económica capaces de afrontar la ofensiva de la clase burguesa!
¡Por el retorno de la lucha de clase!
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
22/01/2024
CARTA DE LA MADRE DE UN PRESO POLÍTICO EN EL CHILE ACTUAL.
ESTE MIÉRCOLES 17 TENDRÁ AUDIENCIA “LEFTARO SE DEFENDIÓ Y DEFENDIÓ A SUS COMPAÑEROS EN EL CONTEXTO DE LAS PROTESTAS DE CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN CHILE”.
“QUE LOS FISCALES A CARGO CONCRETEN
LOS PROCESOS INVESTIGATIVOS
COMO ES DEBIDO”.
PRONUNCIAMIENTO DE LA MADRE
DE LEFTRARO GUZMÁN OVANDO
PRESO POLÍTICO
Sobre mi hijo
Se encuentra detenido en el penal Santiago 1 junto a otros presos políticos. Fue detenido en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. Se ha aplicado sobre él una medida cautelar abusiva en base a acusaciones descontextualizadas y sin contar con procesos investigativos concretos. La acción judicial que el Estado chileno ha arremetido contra mi hijo, ha tenido bajo amenaza la integridad de él y de toda su comunidad.
El Estado chileno deberá responder alguna vez por dirigir sus políticas jurídicas, reconocidas como abusivas y excesivas y su violencia hacia nuestros hijos e hijas.
Los nuestros, son hijos e hijas del rigor y la crueldad de una estructura capitalista perversa que a la vez que enseña la violencia y los consumos como algo deseable, lo concentra solo en una clase. Son hijas e hijos de madres solteras, profesoras, supervivientes de dictaduras políticas y económicas, que con fuerza y creatividad nos hemos educado y les hemos criado en nuestras comunidades y escuelas rurales.
Nuestros hijos e hijas son víctimas y han reaccionado a la embestida de las políticas del Estado que con su violencia policial, propagación de consumos, armas y distracciones de manuales constitucionales, han debilitado a personas, organizaciones territoriales y a comunidades. Los medios de comunicación masivos son y han sido sus aliados, difundiendo, “educando” y comercializando la violencia en todas sus formas racistas, clasistas, machistas y otras, y con su militarismo, instigando las armas en todas sus plataformas.
Con su templanza y carácter y con el cariño de sus compañerxs, mi hijo ha logrado sostener este tiempo de prisión, pero que sabemos, es injusta.
Este miércoles 17 de enero, él se debe enfrentar a una audiencia para solicitar su libertad, la aceleración del proceso de investigación o cambio de la medida cautelar y principalmente la modificación de la connotación de la acusación, pues actuó en su propia defensa y la de sus compañeros.
Sobre mí
Soy la madre de Leftraro, por opción política escogí trabajar en aulas de escuelas municipales, porque allí pasan la mayor parte de sus vidas las y los hijos de trabajadores, pobladoras y comunidades. Desde mi práctica pedagógica colaboro en sostener y transformar con decisión las aulas de escuelas rurales, estableciendo límites a la avanzada del nazismo, derechización y ecocidio de terriotrios del sur de chile, donde las políticas educativas de los últimos gobiernos solo han sumado exclusión y pobrezas.
Hoy escribo este comunicado buscando recordar que la responsabilidad de la violencia la tiene el Estado. Las mamás solteras y trabajadoras de la educación, por generaciones hemos resistido para librar a la niñez de muchas formas de violencia acostumbradas e instigadas por la estructura del capital. Desde los juguetes que les obsequiamos, las redes y espacios comunitarios de protección y creación que hemos inventado, hasta nuestro trabajo diario en las aulas han sido un aporte a la transformación de la vida.
Pido a las organizaciones sociales, de mujeres, feministas, solidarizar, estar atentas al caso, no olvidar que en Chile hay prisioneros y prisioneras políticas; a encender memorias y cantos, sumar cariños, newen y acciones para conseguir la libertad de Leftraro y de todas y todos los presos políticos de las luchas de transformación y resistencia contra el capital y el patriarcado.
Lleni Ovando Cristóbal, profesora básica rural con especialidad en ciencias naturales. Especialista en educación rural y desarrollo local con estudios de posgrado en educación y currículum
Intifada mundial #1
¿Autonomía palestina o autonomía de nuestra lucha de clases?
Hay que decir desde el principio de nuestro boletín que no deseamos la creación de un Estado palestino en lugar del Estado sionista de Israel. Ni apoyamos las conversaciones de paz ni deseamos la autonomía palestina: la única autonomía por la que merece la pena luchar es la autonomía de nuestra lucha de clase contra el capitalismo.
En todo el mundo, la burguesía presenta la Intifada como una lucha nacionalista entre palestinos e israelíes o árabes y judíos. De Tel Aviv a Argel, de Roma a Nueva York, la burguesía internacional, a través de sus medios de comunicación, describe la lucha en los mismos términos.
El conflicto no es entre palestinos e israelíes; es entre dos clases con intereses contrapuestos: la burguesía y el proletariado.
El levantamiento de la clase obrera palestina ha sido utilizado por ciertas facciones burguesas como prueba del deseo de un Estado palestino; un Estado que estará dominado por el “portavoz oficial” del pueblo palestino: la burguesa Organización para la Liberación de Palestina.
Las luchas de liberación nacional cuentan tradicionalmente con el apoyo de maoístas, estalinistas y otros partidos situados a la izquierda de la burguesía. Por lo general, el argumento se basa en la falsa idea de que el socialismo puede construirse en un solo país. La historia nos muestra la insensatez de esta idea: aunque se establezcan gobiernos con el objetivo de defender los intereses de los trabajadores, no pueden esperar hacerlo dada la naturaleza imperialista del capital. Los Estados nacionales tienen que funcionar según las reglas del mercado mundial. La única respuesta a la explotación mundial es el comunismo mundial.
Dentro de lo que se denominan luchas de liberación nacional, o dentro de las luchas que son secuestradas para convertirse en ellas, siempre hay una lucha de clases: en Irlanda del Norte, como en Cachemira, como en Israel. La creación de un nuevo Estado no ofrece nada a la clase trabajadora, salvo la oportunidad de ser gobernada por una clase dirigente que comparte una parte de su herencia cultural y lingüística.
Los izquierdistas de todo el mundo defienden a la OLP y sus políticas “progresistas” de liberación nacional. Del mismo modo que defendieron al Congreso Nacional Africano, a los Jemeres Rojos y al Viet Cong. Cuando se critica a la OLP es por su “estatismo, jerarquía, vanguardismo y terrorismo”; se pasa por alto el hecho de que la OLP es el enemigo de clase del proletariado.
Los izquierdistas argumentan que es necesaria una alianza de la clase obrera con elementos “progresistas” de la burguesía contra el mal mayor del Estado de Israel. Rechazamos esta noción peligrosa y espuria. Una alianza con cualquier facción o elemento de la burguesía, lejos de fortalecer la intifada, la desarma irrevocablemente. Por ejemplo, en 1979 una oleada masiva de lucha de clases en Irán barrió al Sha. En el plazo de un año, la “alianza con elementos progresistas de la burguesía” desarmó la lucha de clases: las huelgas y los consejos obreros fueron disueltos y suprimidos. El resultado fue una masacre de militantes y el establecimiento de una república islámica virulentamente antiobrera.
¿Por qué no puede haber una alianza entre la burguesía y la clase obrera? Porque los intereses de clase de la burguesía y de la clase obrera son diametralmente opuestos. La única forma en que la clase obrera puede defenderse es mediante una lucha de clases autónoma e independiente de todas las fuerzas que intenten desviarla o restringirla a objetivos capitalistas; la lucha de clases autónoma está en guerra con todas las fuerzas divisorias como los sindicatos, los partidos de izquierda, los frentes de liberación nacional o los movimientos religiosos.
La historia ha demostrado que la construcción del Estado no ofrece nada a la clase obrera. Los nuevos Estados sólo ofrecen a una nueva facción de la clase dominante la oportunidad de explotarnos en lugar de a los antiguos, pero nuestros intereses se oponen a todos los gobiernos.
Arafat y Sharon están del mismo lado: Contra la clase obrera
Dentro de los confines geográficos de la Palestina histórica, existe una fuerte tradición de lucha de clases que entró en una fase combativa en diciembre de 1987 con una huelga general salvaje. Las tiendas, las calles y los lugares de trabajo de los territorios ocupados quedaron desiertos y 120.000 trabajadores no acudieron a sus puestos de trabajo en Israel. Fue la primera huelga general desde 1936. La burguesía palestina e israelí quedaron estupefactas.
La huelga general de 1936 fue la culminación de tres años de intensa lucha de clases contra los terratenientes: británicos, sionistas y palestinos. Los puertos y la refinería de petróleo de Haifa quedaron paralizados durante seis meses. La burguesía mundial se alarmó: el Estado británico envió 30.000 soldados para aplastar la lucha. Armó y organizó a los colonos sionistas locales y juntos se dedicaron a aterrorizar a la clase obrera hasta someterla. Mientras tanto, los sionistas organizaron a los obreros judíos para romper las huelgas. La burguesía árabe local de Jordania e Irak hizo un llamamiento a la clase obrera para que se rindiera. Cuando no lo hicieron, la lucha fue finalmente reprimida con la ejecución de 5.000 huelguistas y la detención de 6.000 por un esfuerzo combinado de los ejércitos británico, árabe y sionista.
Hoy la clase obrera palestina se enfrenta de nuevo a una burguesía mundial unida en su oposición a la intifada. Las estrategias de la burguesía han sido dos: desviar la lucha y reprimirla.
La burguesía palestina ha intentado asumir el liderazgo de la intifada desviándola hacia el nacionalismo o el fundamentalismo islámico y confinándola a los “territorios ocupados”, incluso a veces a los campos de refugiados. Siempre ha defendido sus propios intereses, intentando restringir el número de días de huelga para proteger la infraestructura capitalista que espera heredar.1
El objetivo de la burguesía palestina es presentar la Intifada como un movimiento de liberación nacional. La prensa burguesa ha obligado a todo el mundo. La burguesía palestina necesita un Estado; necesita la intifada mientras le proporcione suficientes cadáveres para mantener esa posibilidad en la agenda de la ONU. Tiene su propia policía, sus propias bandas de terror, sus propios campos de prisioneros; sólo necesita el reconocimiento oficial de la familia burguesa internacional: la ONU.
La burguesía israelí y sus fuerzas armadas se llevan la peor parte de la Intifada. Su respuesta ha sido adoptar técnicas de represión fascistas: castigo colectivo, toque de queda, demolición de casas, profanación de tierras de cultivo, cierre forzoso de escuelas y hospitales y encarcelamiento masivo, muchos en campos de concentración en el desierto del Néguev (por ejemplo Ansar, apodado “el campo de la muerte lenta” por los internos). En las calles, a los trabajadores desarmados – hombres y mujeres, jóvenes y ancianos – se les dispara con balas de goma. Se disparan gases lacrimógenos contra hogares, escuelas y hospitales. Igualmente, en su intento de disfrazar la naturaleza de la intifada, la burguesía palestina ha enviado a innumerables ilusos a misiones suicidas con bombas. Miles de personas han muerto.
La burguesía jordana también se alarmó por la intifada. Pocas semanas después de que comenzara, el rey Hussein se reunió en secreto con dirigentes israelíes y exigió que fuera aplastada inmediatamente. A Hussein le preocupaba que la intifada se extendiera a la orilla oriental del río Jordán, donde la clase trabajadora vive en una pobreza generalizada similar a la de sus hermanos y hermanas de la orilla occidental.
La reacción del rey Hussein es típica de la burguesía de todo el mundo árabe. El apoyo a la Intifada entre la clase obrera árabe ha obligado a la clase dirigente árabe a manifestar públicamente su apoyo. Los jefes de Estado árabes han donado millones para “ayudar a dirigir la Intifada”. En realidad, este dinero ha sido despilfarrado por la OLP, comprando limusinas y consulados tipo embajada en las capitales del mundo; y gran parte se ha canalizado hacia los “territorios ocupados” en un intento de comprar la militancia de la clase obrera. Esta política ha fracasado por dos razones: en primer lugar, por la corrupción personal de los funcionarios respaldados por la OLP y, en segundo lugar, porque gran parte del dinero se ha agotado desde la caída en desgracia de la OLP tras la Guerra del Golfo. La burguesía palestina pide dinero a gritos y advierte a los países árabes de que deben “suscribir un programa de ayuda económica destinado a aliviar las condiciones en Cisjordania… Esto reduciría las posibilidades de una mayor radicalización infecciosa del pensamiento popular, que amenaza la estabilidad de todo Oriente Próximo”.2
La burguesía árabe ha intentado canalizar el apoyo popular a la intifada hacia el odio a sus homólogos israelíes. Sin embargo, esta política también ha fracasado. En varias ocasiones, la Intifada ha salido de sus confines geográficos. En Jordania, en 1988, durante los disturbios, manifestaciones y huelgas contra las medidas de austeridad, los trabajadores adoptaron los métodos de sus camaradas palestinos, utilizando hondas y envolviéndose la cara con keffiya.
Del mismo modo, en Argelia, el sultán Ben Jahid aplastó su propia “intifada” en noviembre de 1988, justo a tiempo para acoger el Consejo Nacional Palestino y bañar su manchado régimen en retórica “revolucionaria y antiimperialista”.
Si la burguesía israelí cede territorio será porque quiere librarse de una clase obrera militante incontrolable. Por la misma razón el rey Hussein de Jordania ha renunciado a sus pretensiones sobre Cisjordania.
Sea cual sea la facción (o facciones) burguesa que herede los territorios, la primera tarea será la destrucción de la clase obrera autónoma. Será necesaria una fuerte represión brutal y la rápida asimilación de la clase obrera palestina al mercado mundial...
Fuente en inglés: https://libcom.org/article/