Panfleto: ¡Mundial es la miseria! ¡Nada que festejar!
Una vez mas, como cada 4 años, el Mundial de Fútbol nos invade. Otra vez la burguesía internacional hace correr a sus soldaditos del deporte y el comercio. Otra vez el deporte como disciplina de control de los cuerpos y como mejor camino hacia el bombardeo mediático de mercancías.
Cada país participante aprovechara mejor la actuación de su equipo. Empezando por Rusia, en el ojo del turismo mundial para tapar con dinero y fanatismo la sangre que derramó bombardeando Siria.
Del lado argentino la hiper-explotación del empresario Messi, como ejemplo del débil que se convierte en fuerte y tiene que hacer lo imposible para triunfar… y la exigencia constante de que gane un titulo para Argentina, la sed de tener un fundamento para sentirnos “los mejores del mundo”. Que más puede querer el Estado argentino... en estos años marcados por la expansión de la miseria y la represión. Nada mejor que una pelota de fútbol para complementar el palazo del policía. Aunque no tengamos que comer, brindaremos en unidad nacional con quienes nos cagan, en un éxtasis de patriotismo, xenofobia y machismo.
En el caso ruso, la apología de una masculinidad competitiva, agresiva, fundada en el individuo que todo lo puede y que siempre tiene que dar más es complementaria con la hostilidad hacia la comunidad gay y trans característica de la Federación Rusa. Esta llega a su punto máximo en Chechenia con sus campos de concentración, donde se encierra y se tortura e incluso, según algunas versiones, se ha llegado a ejecutar a disidentes sexuales.
También en campos de concentración se hacina a los trabajadores nepaleses en Qatar- la próxima sede- durante la construcción de los estadios. Engañados para viajar, y una vez allí se les retiene pasaportes y documentos para mantenerlos cautivos entre larguísimas jornadas bajo un calor sofocantes. Ya son mas de 2000 las personas que han muerto construyendo esos estadios.
Contra los festejos de los explotadores gritamos bien fuerte: ¡Mundial es la miseria! ¡Nada que festejar!
Junio de 2018. Región argentina.