Queman el Senado de Paraguay
Disturbios en Paraguay por la decisión del Senado de aprobar la reelección presidencialVarias personas han resultado heridas durante las protestas que sacuden la capital de Paraguay, Asunción. Un grupo de manifestantes ha provocado un incendio en el Senado después de irrumpir en el edificio.
La tensión en torno a la polémica enmienda constitucional que pretende habilitar la reelección presidencial, prohibida por la Constitución vigente desde 1992, estalló este viernes (31.03.2017) en los alrededores del Congreso de Paraguay. Los hechos se produjeron en la capital Asunción después de que 25 senadores oficialistas y aliados de la oposición forzaran una sesión, sin la presencia de la oposición, votara la aprobación de la reforma en el Senado.
Cientos de manifestantes se lanzaron a las calles y se concentraron frente al Congreso, lo que originó la represión de los uniformados que estaban custodiando el lugar, que utilizaron tanquetas con cañones de agua y dispararon bolas de goma para dispersar a la multitud. Medios locales dan cuenta de personas heridas, mientras los militares, a través del director de comunicación social de las Fuerzas Armadas, Héctor Salazar, desmintió los rumores de que se hubiera dispuesto el acuartelamiento de tropas.
Grupos de manifestantes llegaron a ingresar violentamente al edificio sede del Congreso de Paraguay y amenazan con incendiarlo, luego de producir destrozos de cristales y mobiliario. "No van a sesionar acá. Si se va a derramar sangre, se va a derramar", corean algunos de los manifestantes. Ante la dimensión de los incidentes, se decidió suspender la convocatoria a sesión extraordinaria de diputados programada para mañana para tratar el documento aprobado por los 25 senadores.
Los bomberos, a los inicialmente no se les permitió acceder al edificio, consiguieron controlar el fuego después de que la primera planta quedara completamente calcinada tras dos horas ardiendo y de que fueran desalojados los asaltantes. Tras esto, los manifestantes intentaron asaltar, sin éxito, la comandancia policial.