Narcisos y cínicos en el Poder
X victoria aldunate
Los tipos –y las tipas- que se comparan con Jesús o el Che
Guevara no son de confiar. Son del mismo “club” de los que hablan de sí mismos en
tercera persona, narcisistas malignos. Se presentan “espirituales” e
“idealistas” y terminan dejando una cagada material y concreta por doquier.
Los de poca monta son perniciosos igual pues parten de su
privilegio masculino. Suelen catequizar a otros hombres que les admiran y les
envidian y asumen que tocarán algo de su oropel social. Adoctrinan a mujeres jóvenes,
vulnerables por complacencia femenina y por la búsqueda del poder por medio de
un “marido” (ellas creen que emulan a María Magdalena o a la Comandanta Tamara,
pero en realidad no llegan más que a puchimbol de un sádico). Pero los más
peligrosos caudillos narcisistas son los con poder político institucional. Un
fenómeno curioso, especialmente porque son bastante básicos, pero con mucho manejo
de oratoria; seductores, mentirosos, cínicos y algunas otras herramientas como manejo
de artes escénicas, citas textuales, robo de ideas, algunos estudios, a menudo con
alguna mujer devota detrás que les hace el trabajo de hormiga (...)
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