Israel/Palestina/Irán y otros lugares: ¡enemigos de la patria! ¡Siempre por traición a la patria!
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“Las dictaduras siempre ocultan el carácter económico de la
violencia y las democracias siempre ocultan el carácter violento de la
economía”.
Bertolt Brecht
En la sociedad capitalista, donde no solo todos los seres humanos compiten entre sí, sino también todos los Estados-nación, todos vivimos en un estado de guerra permanente. A nivel militar, hay dos formas: o estamos en plena guerra o estamos en estado de preparación. ¿Por qué (casi) todos los Estados-nación1 visten, alimentan, entrenan y arman a un ejército permanente? La mayoría de los falsos críticos del orden dominante han acabado pensando que estos ejércitos no son más que un simple adorno con fines decorativos y que no protegen ni imponen por las armas los intereses y la soberanía de cada Estado-nación. También existe la guerra económica por la simple supervivencia, en la que mueren cada día innumerables proletarios.
El capitalismo domina el mundo; en la competencia capitalista solo hay victoria o derrota; la guerra, ya sea con armas o por otros medios, se libra en todo el mundo. Nos concierne y nos afecta a todos. La guerra no es, como decía Clausewitz, “(…) una simple continuación de la política por otros medios”, sino su expresión más consecuente; no es una anomalía, sino un pilar importante de su ser (ontología). Por eso, como decía el propio Clausewitz, la guerra es “(…) un acto de violencia, y no hay límites en el uso de la violencia”. El gobierno del Estado moderno no es más que un instrumento que gestiona los asuntos de la clase burguesa. El Estado es la organización política de la explotación económica y, para sobrevivir (preservar e imponer su soberanía), utilizará todos los medios a su alcance (leyes, monopolio de la violencia, represión, guerra tanto dentro como fuera del país, etc.). El Estado (capitalista) no es, por tanto, neutral, sino un instrumento utilizado por una clase para dominar [explotar] a otra en una sociedad dividida en clases, y que intenta constantemente hacerlo a través de ideologías. En la sociedad de clases existe un conflicto irreconciliable, pero el Estado intenta reconciliarlas mediante ideologías (democracia, nacionalismo, derechos humanos, etc.), lo que no suele conseguir.
Cuanto más dura una guerra, más cadáveres hay; cuanto mayor es la destrucción, mayor es la desesperación; cuanto más atroces son los sufrimientos (físicos y mentales), más improbable es nuestro futuro… Se difunden dos concepciones antagónicas, diametralmente opuestas e incluso enemigas, pero una es falsa y la otra es cierta.
O bien se intensifica el odio hacia el bando acusado de ser responsable de esta guerra2, o bien se comprende y se descubre la naturaleza y la lógica del sistema en el que nos vemos obligados a vivir, el capitalismo, y la razón por la que hay que destruirlo inmediatamente.
(CONTINÚA...)
LEER COMPLETO: https://www.autistici.org/tridnivalka/israel-palestina-iran-y-otros-lugares-enemigos-de-la-patria-siempre-por-traicion-a-la-patria/
Fuente en alemán: https://panopticon.noblogs.