¿¡Guerra y revolución!?
Parece que fue ayer cuando por fin salimos de la “crisis pandémica de Covid-19” (aunque algunos dicen que nunca saldremos de ella) y ya hay una nueva “crisis”. Según la narrativa burguesa dominante, la guerra en Ucrania es una nueva razón para que el proletariado deje de lado la satisfacción de sus necesidades. En su lugar, debemos unirnos al frente unido con las fuerzas de “nuestra” burguesía y sacrificarnos por un “bien mayor” de “defensa de la integridad territorial de Ucrania” o su “desnazificación” – dependiendo de donde vivamos.
Nos obligan a convertirnos en carne de cañón en la “defensa de la nación”, lo que significa sufrir y morir por los intereses de uno u otro bando burgués – como está ocurriendo ahora con los proletarios “rusos” y “ucranianos”. O nos obligan a hacer sacrificios en el “frente interno”: aceptar el aumento de los precios de los productos básicos que permiten nuestra supervivencia cotidiana como la alimentación, la vivienda, la salud, la energía, el transporte, etc.; aceptar el aumento de la represión y la vigilancia; aceptar la militarización del trabajo y el aumento brutal de la tasa de nuestra explotación.
La guerra es, por supuesto, parte integrante de la propia lógica de funcionamiento del capitalismo. Es la expresión de una necesidad de las facciones rivales del Capital de conquistar mutuamente sus mercados para realizar sus beneficios. En este sentido la guerra capitalista y la paz capitalista no son más que dos caras de la misma moneda y cualquier guerra no es más que una continuación de esta competición por medios militares.
La guerra de 2022 en Ucrania (que es más bien una nueva fase abierta de la guerra que comenzó en 2014) no es una excepción. En las últimas décadas nos arrastraron a otras guerras increíblemente sangrientas, algunas de las cuales aún continúan: en Somalia, en la antigua Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, en la región africana de los Grandes Lagos, en la región del Cáucaso, en Siria, en Yemen… o recientemente en Etiopía… Todos esos conflictos nacieron de la competencia entre facciones burguesas locales, pero al mismo tiempo representaron guerras territoriales por poderes entre “las grandes potencias” y en todos ellos (como siempre) fueron los proletarios los masacrados.
A pesar de ser tan brutales como lo es la guerra que actualmente asola Ucrania, estas guerras no permitieron a la burguesía movilizar al proletariado en apoyo de los intereses capitalistas a un nivel tan global. La razón principal es que esta vez la formación de los superbloques capitalistas capaces de una confrontación global está mucho más cerca y el choque de sus intereses faccionales opuestos es mucho más obvio y directo. Por lo tanto, es fácil para los ideólogos burgueses de ambos bandos fingir que se trata de “una guerra santa” del “Bien contra el Mal”. Una vez más nos empujan hacia los campos de exterminio en nombre de la paz, esta vez hacia la guerra que puede acabar con toda la vida en este planeta.
Frente a la realidad de la movilización, la militarización de nuestras vidas, la propaganda nacionalista y la horrible carnicería de proletarios, la posición comunista siempre ha sido el rechazo revolucionario derrotista de ambos campos del conflicto burgués a favor del “tercer campo”, ¡el campo de la revolución comunista global! Hemos abordado esto recientemente en nuestro folleto: ¡Proletarios en Rusia y en Ucrania! En el frente de producción y en el frente militar… ¡Camaradas! así como en una segunda contribución: Manifiesto internacionalista contra la guerra y la paz capitalista en Ucrania (ambos textos se encuentran en los anexos de este boletín).
De forma similar a la “crisis de Covid-19”, nosotros como comunistas rechazamos todas las falsificaciones burguesas de la realidad, ya que todas sirven al mismo propósito de mantener a nuestra clase subyugada a los intereses de la clase dominante e impedirle la realización de sus propios intereses de clase, es decir, abolir la sociedad basada en la explotación del trabajo humano. Tanto si la narrativa que intentan imponernos se basa en la ciencia y la medicina “sagradas” oficiales (que pretenden ser objetivas e imparciales) y en las estadísticas gubernamentales, como si se basa en la ciencia “disidente y prohibida” que el “Nuevo Orden Mundial no quiere que veáis” (y que, sin embargo, de alguna manera está por todo YouTube), nuestra única respuesta a esto es reafirmar la posición de subjetividad proletaria militante, es decir, analizar siempre la realidad material basándonos en el criterio de lo que hace avanzar u obstaculiza la lucha por nuestros intereses de clase. Y desde esta posición, y en confrontación con todas las falsificaciones mencionadas, intentamos descubrir siempre la corriente proletaria en toda esta agitación.
Al igual que la anterior “crisis de los Covid-19”, también se afirma que la guerra en Ucrania es la raíz de la aparente “crisis económica” y la justificación de la escasez y/o el aumento de los precios de muchos productos básicos. En realidad, ambas crisis simplemente desenmascararon la crisis subyacente de valorización.
No existe tal cosa en este planeta como la escasez de alimentos o energía. Es la lógica del capital la que crea la “escasez”, ya que la única razón por la que se producen las mercancías en el capitalismo es para venderlas con el fin de obtener beneficios. Su valor de uso como alimentos, ropa, combustible, etc. sólo tiene sentido para el Capital como medio para este fin. Por lo tanto, es lógico dejar que la comida se pudra o quemar el combustible en lugar de dárselo a aquellos que no pueden pagarlo. Por tanto, el trigo de Ucrania o Rusia no se transportará por otras rutas ni se sustituirá por trigo u otro producto comestible de otros lugares para alimentar a los proletarios hambrientos de Egipto o Líbano o Sri Lanka, a menos que se pueda hacer rentable.
En las siguientes páginas intentamos analizar los movimientos proletarios que han estado sacudiendo el mundo a pesar del Covid-19 y los cierres relacionados y la guerra en Ucrania, contra la miseria de la vida en la sociedad capitalista y en oposición a los esfuerzos de movilización interclasista del Estado. Este texto no pretende ser una cronología de estos movimientos proletarios ni una relación exhaustiva y detallada de la actividad militante y organizativa cotidiana “sobre el terreno”. Hay otros militantes, con una conexión más directa con estos movimientos que la nuestra, que han asumido bien estas tareas. Nos centramos en los movimientos que, según nosotros, representan el apogeo de la militancia proletaria reciente, manteniendo al mismo tiempo la continuidad militante, reapareciendo bajo otra forma después de haber sido reprimidos por el Estado, dando nacimiento a minorías militantes o dinamizando las ya existentes y creando potencialmente el espacio para las rupturas programáticas.
Mencionemos aquí que planeamos cubrir las acciones revolucionarias derrotistas del proletariado en el territorio de Rusia y Ucrania contra la guerra capitalista (deserciones y motines en ambos bandos, ataques a los centros de reclutamiento, sabotaje de los esfuerzos de guerra, subversión de la reciente movilización en Rusia, etc.) en un material aparte. También tenemos que mencionar aquí los disturbios de enero en Kazajstán desencadenados por los altos precios del combustible, aunque no hablamos de ello en detalle en el siguiente texto. Fue una erupción muy fuerte de ira proletaria y contenía algunos momentos insurreccionales que llevaron a la burguesía local a pedir refuerzos de Rusia y otros países de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva) para aplastarla y evitar que se convirtiera en una insurrección proletaria a gran escala. Hemos publicado en nuestro blog una colección de materiales militantes de varios grupos que informan sobre el movimiento en Kazajstán.
LEA Y DESCARGUE EL BOLETÍN #14 AQUÍ
[Castellano] https://www.autistici.org/
[Francés] https://www.autistici.org/
[English] https://www.autistici.org/tridnivalka/class-war-14-2022-war-revolution/
Convocatoria: Días de solidaridad internacional con los desertores
Fuente en checo: https://antimilitarismus.noblogs.org/post/2022/11/18/vyzva-dny-mezinarodni-solidarity-s-dezertery/
La guerra en Ucrania continúa con todas sus consecuencias negativas para una gran parte del mundo. Sin embargo, también continúan los actos de deserción y la negativa a ser reclutados, que, si se generalizasen, podrían llevar al fin de la guerra. Por ello, los anarquistas de la región centroeuropea hacen este llamamiento para organizar el apoyo activo a los desertores. Dondequiera que vivamos, hagamos de cada mañana un día de solidaridad internacional de la clase obrera y de resistencia a la guerra. Organicémosnos en los centros de trabajo, en las escuelas y en las calles para reforzar la influencia de la deserción. Luchemos por unas condiciones de vida dignas para todos aquellos que se niegan a ser utilizados como carne de cañón en la guerra inter-imperialista.
Al menos 200.000 personas han huido de Rusia para escapar de la movilización militar de Putin, y decenas de miles más están evitando la movilización en Ucrania. Sin embargo, algunas voces afirman que "el número de desertores es tan insignificante que es extraño siquiera empezar a hablar de ello". Hay que oponerse a estos intentos cínicos de "hacer invisibles" a quienes deciden no servir en el ejército, desertar o emigrar por razones políticas. Hay que escuchar sus voces y proporcionarles ayuda práctica.
La retórica antibélica no tiene todavía el poder subversivo necesario para detener la guerra, por lo que es necesario crear condiciones que faciliten la transición de la reflexión a la acción para aquellos que se sientan inclinados a desertar. No se trata de situarse en primera línea entre los tanques de los dos ejércitos y pensar que eso animará a los soldados a deponer las armas. Se trata de conseguir condiciones a nivel internacional que garanticen que los desertores puedan desertar con seguridad y vivir en otros países sin riesgo de ser perseguidos y estigmatizados socialmente.
En la actualidad, los opositores a la guerra en Rusia y Ucrania no tienen prácticamente ningún lugar al que acudir. Están atrapados entre las fronteras nacionales por sus "propios" gobiernos, mientras que los países vecinos se niegan a aceptarlos y a proporcionarles condiciones materiales decentes. Si la elección de la gente sigue limitada a la opción "o ser obligado a servir en el ejército o ser perseguido", difícilmente se puede esperar un aumento de las deserciones. Es necesario lograr la apertura de las fronteras no sólo para los refugiados civiles, sino también para los desertores de los ejércitos de ambos lados del frente. Esto es precisamente lo que puede debilitar considerablemente la dinámica de la guerra. Pero esto no se hará nunca negociando con los distintos gobiernos que no son más que títeres locales del Estado mundial del capital, ni tampoco mediante un llamamiento socialdemócrata a "hacer concesiones en el ámbito de la política migratoria".
Nuestra única arma, para nosotros, proletarios, es la lucha de clases, es la movilización en la calles, es el sabotaje de la economía, es la acción directa contra la guerra permanente... Y es entonces, y sólo entonces, cuando la asustada clase dominante se verá obligada a dejarse llevar, lo que nunca constituirá para nosotros un punto de llegada en la lucha, sino solo un momento a partir del cual hay que dirigir nuevas ofensivas contra la totalidad de este mundo de miseria y guerra...
Por otra parte, las proclamas de los políticos criticando la agresión del ejército ruso son una manifestación de hipocresía, incluso cuando se niegan a proporcionar buenas condiciones de vida a quienes se niegan a servir en el ejército. Y además, ¡por qué y cómo habrían de actuar de otra manera, estos dignos representantes del orden burgués! Es necesario oponerse sistemáticamente a los agresores de Putin, así como a los estadistas de otros países que, con sus propias políticas, permiten que el ejército mantenga su potencial bélico. Son los gobiernos de los países en los que vivimos los que efectivamente dificultan la deserción, contribuyendo así a la continuación de la guerra.
Los que se preocupan por salvar vidas deberían pensar en cómo debilitar la capacidad de lucha de los ejércitos, en cómo animar a los soldados a abandonar el frente, en cómo animarles a desobedecer, en cómo motivarles para que usen sus armas contra los que les obligan a entrar en la guerra. Pensemos en ello y organicemos acciones directas que hagan realidad estas consideraciones.
Algunos anarquistas en la región de Europa Central (noviembre de 2022)
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Appel : Journées de solidarité internationale avec les déserteurs
Source en tchèque : https://antimilitarismus.
La guerre en Ukraine se poursuit avec toutes ses conséquences négatives pour une grande partie du monde. Cependant, les actes de désertion et de refus de se laisser incorporer se poursuivent également, ce qui, si ces pratiques devaient se généraliser, pourrait conduire à la fin de la guerre. Les anarchistes de la région d’Europe centrale publient donc cet appel pour organiser un soutien actif aux déserteurs. Où que nous vivions, faisons de chaque lendemain, un jour de solidarité internationale de la classe ouvrière et de résistance à la guerre. Organisons-nous sur les lieux de travail, dans les écoles et dans les rues pour renforcer l’influence de la désertion. Luttons pour des conditions de vie décentes pour tous ceux qui refusent de servir de chair à canon dans la guerre inter-impérialiste.
Au moins 200.000 personnes fuient la Russie pour échapper à la mobilisation militaire de Poutine, et des dizaines de milliers d’autres évitent la mobilisation en Ukraine. Pourtant, certaines voix affirment que « le nombre de déserteurs est si négligeable qu’il est étrange de commencer à en parler. » Il faut s’opposer à ces tentatives cyniques de « rendre invisibles » les personnes qui choisissent de ne pas servir dans l’armée, de déserter ou d’émigrer pour des raisons politiques. Leur voix doit être entendue et une aide pratique doit être apportée.
Les discours anti-guerre n’ont pas encore le pouvoir subversif nécessaire pour arrêter la guerre, c’est pourquoi il est nécessaire de créer des conditions qui facilitent le passage de la réflexion à l’action pour d’autres personnes ayant une tendance à la désertion. Il ne s’agit pas de se placer sur la ligne de front entre les chars des deux armées et de penser que cela incitera les soldats à déposer les armes. Il s’agit d’obtenir des conditions au niveau international qui garantissent aux déserteurs de pouvoir faire défection en toute sécurité et de vivre dans un autre pays sans risque de poursuites et de stigmatisation sociale.
À l’heure actuelle, les opposants à la guerre en Russie et en Ukraine n’ont pratiquement nulle part où aller. Ils sont piégés entre les frontières nationales par leurs « propres » gouvernements, tandis que les pays voisins refusent de les accepter et de leur fournir des conditions matérielles décentes. Si le choix des personnes reste limité à l’option « soit être forcé de servir dans l’armée, soit être persécuté », on ne peut guère s’attendre à une augmentation des désertions. Il est nécessaire de parvenir à l’ouverture des frontières non seulement pour les réfugiés civils, mais aussi pour les déserteurs des armées des deux côtés du front. C’est précisément ce qui peut affaiblir considérablement la dynamique de la guerre.
Mais cela ne se fera jamais par la négociation avec les divers gouvernements qui ne sont que les larbins locaux de l’État mondial du capital, cela ne se fera pas non plus par un appel de type social-démocrate à « faire des concessions dans le domaine de la politique migratoire ». Notre seule arme, à nous autres prolétaires, c’est la lutte de classe, c’est la mobilisation dans la rue, c’est le sabotage de l’économie, c’est l’action directe contre la guerre permanente… Et c’est alors, et alors seulement, qu’effrayée la classe dirigeante est obligée de lâcher du lest, ce qui ne constituera jamais pour nous un point d’arrivée dans la lutte mais seulement un moment à partir duquel de nouvelles offensives doivent être menées contre la totalité de ce monde de misère et de guerre…
D’autre part, les proclamations des politiciens critiquant l’agression de l’armée russe sont une manifestation d’hypocrisie alors même qu’ils refusent de fournir de bonnes conditions de vie aux personnes qui refusent de servir dans l’armée. Et d’ailleurs, pourquoi et comment agirait-ils autrement, ces dignes représentants de l’ordre bourgeois !? Il est nécessaire de s’opposer de manière cohérente aux agresseurs de Poutine, ainsi qu’aux hommes d’État d’autres pays qui, par leurs propres politiques, permettent à l’armée de conserver son potentiel de guerre. Ce sont les gouvernements des pays dans lesquels nous vivons qui rendent effectivement plus difficile la désertion, contribuant ainsi à la poursuite de la guerre.
Ceux qui se préoccupent de sauver des vies devraient réfléchir à la manière d’affaiblir la capacité de combat des armées, d’encourager les soldats à quitter le front, de les inciter à désobéir, de les motiver à utiliser leurs armes contre ceux qui les forcent à faire la guerre. Réfléchissons-y et organisons des actions directes qui permettront de concrétiser ces considérations.
Quelques anarchistes de la région d’Europe centrale (novembre 2022)
Traduction française : Les Amis de la Guerre de Classe
https://antimilitarismus.
¡Solidaridad de clase con los migrantes y refugiados!
El triste asunto del "Ocean Viking", el barco que recogió a los migrantes a la deriva en el mar y esperó más de 20 días antes de que se le permitiera desembarcarlos en Toulon, demuestra una vez más la hipocresía de los Estados burgueses y su desprecio por la vida humana.
Frente a estos migrantes que arriesgan su vida para huir de una situación insoportable y que, al parecer, venían de Libia, donde fueron víctimas de malos tratos, torturas y agresiones sexuales, ¡no hubo ninguna avalancha de solidaridad organizada por los medios de comunicación y todas las fuerzas religiosas y políticas como en el caso ucraniano! Hay que decir que, en este último caso, las víctimas son europeas y proceden de un país fuertemente apoyado por estar en el centro de un conflicto interimperialista con Rusia. En el primer caso, por el contrario, se trata de refugiados no europeos, procedentes de países antiguamente colonizados o sometidos a la dominación imperialista: ¡no hay piedad a la hora de tratar a quien proviene de países cuyas riquezas están destinadas a ser saqueadas y cuyos proletarios a ser bestialmente explotados!
El Gobierno francés, que en 2018 se negó a acoger a los refugiados del "Aquarius" (tuvieron que ir a España), asegura haber actuado por "preocupación humanitaria". Pero esta supuesta preocupación humanitaria es muy limitada: los migrantes desembarcaron en una zona llamada "internacional" y no en suelo francés, según las declaraciones de la prefectura, y están bajo un estrecho control policial; sus solicitudes de asilo serán examinadas muy rápidamente y los que no cumplan los criterios exigidos serán devueltos a su país; ansioso por no ceder a las críticas de la derecha y la extrema derecha, el gobierno pretende de hecho aplicar el lema del diputado de RN: "¡que vuelvan a África!"
Además, para vengarse, ha anunciado que no acogerá a los 3.500 refugiados que se había comprometido a acoger este año en virtud de los acuerdos con Italia. El gobierno italiano no tuvo problema en replicar que de ese número, Francia sólo había acogido hasta ahora... ¡32! (1): ¡la hipocresía del gobierno del imperialismo francés, que da lecciones y masacra, es mucho peor que la del gobierno italiano, al que acusa de violar los acuerdos internacionales sobre los refugiados!
Los proletarios no deben permanecer indiferentes a la suerte de estos condenados de la tierra, o peor aún sucumbir a los cantos de sirena de la extrema derecha que pretende defender sus condiciones de vida de la competencia de estos desgraciados devolviéndolos a su miseria. El enemigo de los proletarios es el capitalismo, nacional e internacional, ¡no sus víctimas! La solidaridad con ellos no debe verse como un imperativo humanitario, sino como una necesidad de clase, en la perspectiva del renacimiento del internacionalismo proletario y de la lucha revolucionaria contra el capitalismo.
¡Solidaridad de clase con los migrantes y refugiados!
¡Apertura de las fronteras!
¡Los proletarios no tienen patria!
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NOTAS:
(1) El acuerdo firmado en junio se refería a la "reubicación" este año en Europa de 10.000 refugiados procedentes de Italia; hasta la fecha sólo 112 han salido de la península. Además, se calcula que hay casi 100.000 refugiados ucranianos en Francia (de un total de 1,7 millones que han abandonado su país).
13 de noviembre de 2022
Partido Comunista Internacional
Il comunista - le prolétaire - el proletario - proletarian - programme communiste - el programa comunista - Communist Program
Gran manifestación nacional el sábado 5 de noviembre en Nápoles
Auspiciada por los "Disoccupati 7 novembre", los "Cantieri disoccupati 167 Scampia" y el "Collettivo di Fabbrica GKN" de Florencia, esta manifestación ha sido fruto de una amplia campaña de movilización nacional desde los meses anteriores, dando lugar a una plataforma denominada INSORGIAMO en la que confluyen diversas realidades. Una expresión de auténtico malestar social y un grito de guerra contra el Estado.
El coste de la vida, el aumento de las facturas de los servicios públicos, la devastación del medio ambiente, el desempleo, la crisis climática, la emergencia habitacional y la guerra son las quejas sobre las que han unido sus adhesiones los movimientos antagonistas napolitanos como los trabajadores de mantenimiento de carreteras Banchi Nuovi, SI Cobas, Movimenti per il diritto ad abitare, ex Opg occupato, Sindacato lavoratori in lotta, USB, Slai Cobas y muchos otros de la galaxia antagonista, así como decenas de otras siglas y miles de manifestantes de toda Italia, y en particular de Toscana, Piamonte, Sicilia, Lacio, Emilia Romagna y Las Marcas.
Partiendo de la Piazza Garibaldi con la pancarta de apertura No pagamos la guerra, el coste de la vida ni la desocupación, la procesión de unas 20.000 personas se dirigió hacia la Piazza Municipio, la sede del Ayuntamiento, sin ninguna tensión particular, con consignas dirigidas al Estado y sus instituciones. Pero en la Piazza Municipio, la tensión aumentó cuando, de forma simbólica, se lanzaron petardos y bengalas, lo que provocó la aprensión de la policía, que rápidamente se puso los cascos para intervenir.
También se llevaron a cabo acciones demostrativas frente a la oficina del Inps, quemando billetes y facturas de impuestos, mientras que en otros lugares se embadurnaron algunas ventanas con salsa de tomate. Pero, básicamente, la manifestación no tuvo implicaciones represivas.
El llamamiento a la lucha unida de los "Parados 7 de noviembre" en Nápoles tuvo un éxito incuestionable tanto en términos de adhesión como de número de participantes. Su adhesión activa a las luchas y disputas de otras ciudades es el punto clave de esta organización. Mientras escribimos, de hecho, hoy, 8 de noviembre, una nutrida delegación de ellos se ha desplazado a toda prisa a Bolonia, donde se está celebrando el juicio contra cuatro activistas de SiCobas y dos de la USB, detenidos en la madrugada del 22 de julio de este año y puestos bajo arresto domiciliario acusados de violencia privada, resistencia a funcionario público, sabotaje e interrupción de servicios públicos en las huelgas de logística entre 2014 y 2021 (ver nuestro documento de posición del 24 de julio de 2022).
En todas las asambleas y en los sitios sociales se insiste en el llamamiento a la reanudación de la lucha de clases, al tiempo que se señala el compromiso con la lucha laboral. Pero es precisamente ahora cuando surgen las dificultades. Para mantenerse en el terreno de la clase, los proletarios que se remiten a las siglas mencionadas tendrán que luchar prioritariamente contra dos enemigos: el corporativismo y el oportunismo político y sindical, que siempre han estado presentes en los movimientos de lucha, cuya labor, en todas estas décadas que nos separan del Octubre Rojo, ha sido decisiva en la derrota del movimiento proletario revolucionario a nivel internacional.
En uno de sus posts, tras el éxito de la manifestación del sábado, leemos: "Hace ciento cinco años, el 7 de noviembre de 1917, los obreros, campesinos y soldados rusos, bajo la dirección del partido de Lenin, derrocaron el poder de los capitalistas e instauraron la dictadura del proletariado, de la mayoría de los explotados contra la minoría de los patronos, para construir la sociedad socialista. El balance de esa historia es imposible de resumir aquí. Los límites, los errores, las condiciones históricas y la contrarrevolución”
"Pero esa insurrección abrió el camino al poder de los Soviets (consejos) de obreros, campesinos y soldados, los consejos de desempleados de San Petersburgo, y fue un acontecimiento de carácter histórico e internacional que, al romper el frente del imperialismo, abrió una nueva época: la de las revoluciones proletarias en los países imperialistas y capitalistas avanzados, la de las revoluciones populares democráticas en los países oprimidos, coloniales y semicoloniales, en todo el mundo”
Más adelante, continuando, leemos: "Pero la revolución sólo es posible con la conquista del poder político, y sólo es posible si a la cabeza de la revolución está nuestra clase, la clase obrera y proletaria, que forja alianzas con todas las masas trabajadoras oprimidas por el capital, que se alía con todos los movimientos sociales que denuncian todas las contradicciones del sistema, sólo si la clase obrera está dirigida por su organización independiente y revolucionaria. Una organización combativa capaz de unir y atraer a millones de explotados y oprimidos al lado de la revolución, de prepararlos para las batallas decisivas que lleven al derrocamiento de este sistema de la burguesía y el capitalismo".
Es cierto que la revolución sólo será posible con la conquista del poder político. Un largo y accidentado camino en el que los enemigos de clase acecharán en las propias organizaciones de trabajadores. La lucha contra el oportunismo, el reformismo político y sindical, el democratismo, el colaboracionismo, será la base necesaria de esta lucha. Una lucha en la que los únicos intereses de clase de los proletarios, empleados y desempleados, y su organización independiente, tendrán que estar en el centro de sus plataformas reivindicativas. Y, a medida que las contradicciones capitalistas se intensifican, convirtiendo cada vez más las guerras comerciales en guerras de guerra, comprometiendo cada vez más recursos, en todos los ámbitos, a la defensa de los beneficios capitalistas, las reivindicaciones económicas -sobre las que los proletarios tendrán que unirse más allá de las categorías profesionales, del género, de la edad y de la nacionalidad- tendrán que transformarse inevitablemente en reivindicaciones políticas. Sólo entonces se propondrá de nuevo la conquista del poder político, el derrocamiento del Estado burgués y la dictadura del proletariado, como en 1917. Pero esto sólo será posible si la clase proletaria es dirigida por su vanguardia política, la parte más decisiva y avanzada del proletariado, que a lo largo del tiempo ha sido capaz de mantener el rumbo correcto del marxismo y su programa histórico, haciendo balance de sus derrotas y crisis internas. Esta vanguardia política es el Partido Comunista Revolucionario, que, en virtud de la teoría marxista, representa en las luchas del presente los intereses futuros de la clase proletaria, en el arco histórico que enlaza dialécticamente el desarrollo de las fuerzas productivas desde la sociedad dividida en clases hasta la sociedad sin clases, hasta la sociedad de especie.
8 de noviembre de 2022
Partido Comunista Internacional
Il comunista - le prolétaire - el proletario - proletarian - programme communiste - el programa comunista - Communist Program
www.pcint.org
[recibimos y publicamos]
CONTRA LAS MENTIRAS ESTATALES DE LA ECONOMÍA DE GUERRA DEL CAPITAL EN LA DELICUESCENCIA, ¡VIVA LA GUERRA REVOLUCIONARIA DEL PROLETARIADO CONTRA EL COMERCIO DE LA SERVIDUMBRE!
Activistas de base de todos los progresismos serviles de valor de cambio...
La vía de la emancipación de toda explotación y alienación solo es una: ¡la
Guerra Mundial de Clase contra todos los estados del planeta-mercancía en
crisis terminal!
Grupo Guerra de Clase
Français – Italiano – Deutsh – English
El 28 de marzo de 2020, Pedro Sánchez, el lamentable contable en arrendamiento precario de la Moncloa, abogaba por la instauración de una “economía de guerra” a escala Europea para hacer frente a la “situación más grave que han vivido nuestras sociedades desde la Segunda Guerra Mundial”, justificando la instauración del estado de alarma y el confinamiento generalizado de la población española, como de la casi totalidad de los países con las economías más desarrolladas.
El 27 de marzo de 2022, o sea un mes después del inicio de la intervención militar rusa en Ucrania, programada por las manipulaciones del Pentágono, Christine Lagarde, miserable lacayo inculto de Washington, delincuente en sastre Chanel amnistiada tan pronto como condenada, ascendida a presidenta del Banco Central Europeo, advertía: “La guerra debería tener un impacto considerable sobre la economía mundial, y especialmente en la economía europea debido a la proximidad de Europa con Rusia y de la dependencia del gas y del petróleo ruso. Es probable que esto ralentice el crecimiento de la zona euro e impulse la inflación a corto plazo mediante el aumento de los precios de la energía y los bienes, que afecte la confianza y perturbe el comercio internacional…”
El 27 de mayo de 2022, al salir del foro anual de Davos, Scholz, el impotente cómitre alemán de la Unión Americana en Bruselas, ha detallado un paquete de sanciones “que serán más duras y profundas que todas las que se hayan podido imponer a un país del tamaño de Rusia… Sin embargo, esta reestructuración tendrá efectos considerables en las economías europeas… Especialmente porque la fase específica de la mundialización que hemos vivido en Norteamérica y Europa durante los últimos 30 años – con un crecimiento fiable, un alto valor añadido y una baja inflación – está llegando a su inevitable final… Sí, estamos viviendo un momento clave. La historia está en un punto de inflexión”.
El 13 de junio de 2022, durante la inauguración de la feria de armas terrestres Eurosatory en Villepinte, Macron, el cómico pacifista atlantista traficante de armas, finalmente admitió que habíamos “entrado en una economía de guerra en la que creo que nos vamos a organizar de forma duradera”.
¿Cuál es
entonces esta guerra que los Estados han declarado a un enemigo
invisible, tan imperiosamente necesaria que justificaría destruir muy visiblemente tiendas enteras de la sobre-producción mundial generalizada?
¿Cuál es entonces esta llamada “otra” guerra que, apenas comenzada, está condenada inmediatamente a durar, a pesar del”impacto considerable” que tendrá “en la economía mundial, y especialmente en la economía europea” ?
¿Qué son, pues, estas “sanciones” que pretenden “sobre todo” a “reestructurar muy profundamente las economías europeas” ?
¿Cuál es, pues, esta indispensable “reestructuración” que impone entrar “duraderamente” en “economía de guerra” ?
Para
entender todas las locuras estático-terroristas que expresan la verdad
del tiempo presente, ya sean sanitarias o militares, inmigracionistas,
climáticas o LGBTistas, religiosas o chusmosas, es necesario volver siempre a la centralidad de lo que hace la totalidad del porvenir del mundo universalmente unificado en los progresos de la alienación mercantil. Es la implacable ley de la baja de la tasa de ganancia – la incurable enfermedad auto-inmune mortal
del Capital – y la consecuente demencial saturación de los mercados, lo
que provocó la necesidad de parar la economía mundial mediante un
confinamiento que ciertamente constituyó un acto de guerra del Capital,
pero contra sí mismo, y ello con la esperanza de poder posteriormente re-iniciar, como lo hizo después de sus dos Matanzas mundiales del siglo XX…
Es evidente que el espectáculo de la mercancía, al no poder auto-designarse como intrínsecamente patógeno por naturaleza, está obligado a justificar su colosal sangría económica mediante la existencia fantástica
de un agente infeccioso exterior fulminante. La guerra en Ucrania vino
después a constar el fracaso de la primera fase “viral” de la guerra de
la patraña, su incapacidad de permitir un verdadero reinicio de la valorización capitalista, y el paso necesario a una segunda fase de destrucción mediante el bombardeo económico masivo de Europa bajo el pretexto de las sanciones contra Rusia, esta última heredando aquí el papel del espantapájaros anteriormente asignado al Coronavirus…
La economía de guerra es el momento crísico
de la necesaria reconversión estatalmente administrada de las fuerzas
de producción del Capital en fuerzas de destrucción: el momento en que
el Capital debe amputarse para intentar salvarse…
Sin embargo, esta aniquilación, indispensable a nivel del mercado
mundial, no se hace indistintamente, sino en el marco geo-político de
las relaciones de fuerza competitivas existentes entre los diferentes
bloques capitalistas tecnológicamente más avanzados en cuanto a la
extorsión maquínica de la plus-valía producida por los únicos proletarios explotados.
La
especificidad de la guerra actual es que sus protagonistas reales, los
Estados Unidos y Europa, permanecen ocultos tras el velo de una alianza
geo-comercial forzada que oculta muy mal que el vasallo europeo bruselizado está constreñido por
su soberano yanqui tanto a auto-devastarse como a rechazar a su aliado
capitalista natural ruso, con el fin de impedir que una Europa mercantil
unificada e independiente venga a poner definitivamente en tela de
juicio al Tío Sam y la hegemonía ficticia del dólar mágico sobre el planeta-mercancía en descomposición.
Lo
real nunca miente y, para entender cuáles son las conflictualidades
realmente en acción, hay que saber escucharlo… Los Estados Unidos
quieren a toda costa separar la Europa de las altas tecnologías
de las vastas reservas energéticas de Rusia, rechazando esta última en
los espacios asiáticos de un capitalismo todavía muy masivamente retrasado…
El Capital ha entrado en crisis mortal, pero quiere creerse eterno y busca frenéticamente reconfigurarse. La segunda fase mitológica de la guerra del Coronavi-Rusia, al cortar Europa de una parte esencial de su abastecimiento de hidrocarburos, acelerará el delirio ecológico-transicional energético obligatorio, última esperanza capitalista decreciente de una progresión recuperada, tan poco “limpia” como totalmente quimérica…
Por
lo tanto los tiempos venideros serán decisivos y la sagrada unión de
los chantajes políticos y sindicales que se dedican a ocultar tanto las
perfidias de la impostura estatal como el volcán ardiente del
abstencionismo creciente de las rabias proletarias, acabará obviamente
por desintegrarse en el regreso incendiario y comunero del proletariado
refractario de Europa…
Para la clase capitalista
europea, el dilema es de aquí en adelante el siguiente: consumir su
sumisión a América hasta las heces completando su autodestrucción y
asumir la guerra social que generará indefectiblemente; o rescindir su
alianza atlántica y sustituirla por una unión continental con Rusia, es
decir, soportar el conflicto abierto con Estados Unidos… Y esta misma guerra social que este último generará también indefectiblemente…
Por su parte, los hombres de Verdadero Goze estarán sin dilema. Saben que no hay más que un camino hacia la emancipación de toda explotación y de toda alienación: ¡la Guerra de Clase Mundial contra todos los Estados del planeta-mercancía!
Para poner definitivamente fin al ciclo infernal de las guerras del Haber… ¡Que viva la guerra del Ser hacia la COMUNA UNIVERSAL POR UN MUNDO SIN DINERO, SIN SALARIADO, NI ESTADO!
Francia:Basta de "días de acción" rituales.¡Lucha de clases abierta
contra la patronal y el Estado burgués!
Desde principios de julio, la intersindical había anunciado la "jornada de acción" ritual de inicio de curso, que sigue a la de principio de año, que sigue a la de octubre, que sigue... Esta interminable serie demuestra, por si hiciera falta, que estas "jornadas de acción" son completamente inútiles; lejos de ser, según la jerga de las direcciones sindicales, "puntos culminantes" de la movilización del proletariado, sólo sirven para desmovilizarlo: no tienen otra finalidad que servir de válvula de escape para el descontento de los trabajadores, dando la ilusión de lucha -y devolviendo una imagen algo combativa a los sindicatos. Estas jornadas de acción están hábilmente destiladas en un intento de apaciguar a los proletarios que sufren una granizada de golpes, ya sea por la inflación que se traduce en una bajada del "salario real" gracias a las medidas ya adoptadas por el gobierno (ley del paro) o anunciadas (pensiones), o por el deterioro de las condiciones de trabajo en las empresas.
Las organizaciones que componen la intersindical, a pesar de las declaraciones mediáticas, no intentan realmente organizar una verdadera lucha de clase contra los capitalistas y su Estado; cuando dirigen una lucha, como entre los obreros de las refinerías, la dejan aislada, no se oponen a las presiones, contentándose con quejarse de las violaciones del derecho de huelga y, como buenos legalistas, recurriendo a los tribunales burgueses. Pero la aplicación del derecho burgués, anti proletario por naturaleza, depende de la relación de fuerzas en el terreno: en 1963, durante la gran huelga de los mineros, los huelguistas se negaron a obedecer la exigencia impuesta por el poder gaullista.
En realidad, las organizaciones intersindicales favorecen sistemáticamente la concertación con la patronal y el gobierno: temen una verdadera lucha de clases que ponga en peligro la colaboración de clases a la que están inextricablemente ligadas. Por eso, todas las luchas que tienden a extenderse son derrotadas, mientras que todas las demás quedan aisladas. Baste recordar cómo la intersindical saboteó la lucha por las pensiones en 2019-2020 o, antes, la lucha contra "la ley del trabajo" en 2017 y muchas otras.
Pero, por su parte, los capitalistas, que fueron apoyados masivamente por el Estado burgués y el gobierno a su servicio durante la crisis de Covid y lo siguen siendo hoy ante la subida de los precios de la energía, no tienen ninguna intención de disminuir la explotación ni de aliviar la presión sobre los trabajadores. La actitud de Total, frente a los huelguistas, a pesar de sus astronómicos beneficios (que el gobierno ciertamente no quiere tocar), es un ejemplo de ello.
LA URGENCIA DE LA LUCHA DE CLASES
Las organizaciones firmantes hablan de "urgencia salarial". De hecho, los salarios están estancados mientras los precios al consumo siguen subiendo. Pero para defender y aumentar los salarios, para mejorar las condiciones de vida y de trabajo, para hacer frente a las medidas represivas, no hay que seguir el camino de la colaboración con la patronal. Los proletarios saben, por supuesto, que no deben confiar en la buena voluntad de los capitalistas ni en la benevolencia del Estado; pero no hay que confiar en quienes sólo juran por las negociaciones entre los "interlocutores sociales": ¡los capitalistas y su Estado no son socios, son adversarios de clase que hay que combatir paso a paso! Para que las luchas sean victoriosas, los proletarios deben tomarlas en sus manos, organizarlas y sacarlas del sabotaje de las organizaciones colaboracionistas: ¡es urgente seguir el camino de la verdadera lucha de clases!
¡Romper con las orientaciones colaboracionistas de clase de los dirigentes sindicales y sus secuaces que sólo conducen a la derrota!
¡Unión de todos los proletarios, del sector público y privado, empleados y desempleados, franceses e inmigrantes, contra los ataques capitalistas!
Aumento general de los salarios, de las prestaciones por desempleo y de todos los mínimos sociales. Regularización de los trabajadores ilegales.
¡Lucha abierta contra los capitalistas y su Estado, con los métodos y medios de la lucha de clases!
18 de octubre de 2022
Partido Comunista Internacional
Il comunista - le prolétaire - el proletario - proletarian - programme communiste - el programa comunista - Communist Program
www.pcint.org
[ANTIMILITARISMUS] ANTIMILITARISME ANARCHISTE ET MYTHES SUR LA GUERRE EN UKRAINE
https://www.autistici.org/
https://www.autistici.org/
Nous considérons le texte qui suit, provenant du blog antimilitarismus.noblogs.org, comme l'une des plus importantes contributions de l'anarchisme tchèque contre la guerre et tous les bellicistes, qui, malheureusement, abondent aussi dans le mouvement anarchiste.
La manière de présenter les différents arguments contre les mythes concernant la guerre qui prévalent dans le mouvement anarchiste et de les rassembler en un tout organique d'une position défaitiste
révolutionnaire ; la vigueur avec laquelle il s'oppose aux diverses pseudo-raisons pour lesquelles le mouvement anarchiste devrait soutenir la guerre ou l'un des partis belligérants ; l'insistance avec
laquelle il préconise la transformation du conflit impérialiste en conflit de classe comme seule voie possible vers la révolution sociale et donc la seule paix réelle ; tout cela en fait, de notre point de
vue, un document de la plus haute importance du mouvement anti-guerre révolutionnaire contemporain, même à l'échelle internationale.
Cependant, nous aurions pour notre part construit autrement certains des arguments et justifié certaines des positions de manière quelque peu différente, bien que la conclusion soit la même : guerre à la
guerre. Nous tenons ici à pointer du doigt la catégorisation idéologique présente dans le texte selon laquelle la dictature du Capital s'articulerait autour des pôles « démocratie » versus «dictature » (cf. mythes 10 et 29), catégorisation qui tend à éluder la nature profonde de la dictature sociale du Capital qui est précisément et réellement la démocratie (SA démocratie !) en tant que négation de l'antagonisme de classe et de sa conflictualité.
Ajoutons encore à ce texte que les lignes de conflit entre le soutien « critique » à l'un des belligérants et le défaitisme révolutionnaire ne traversent pas seulement le mouvement anarchiste, bien que le texte
se réfère à celui-ci. Les mêmes « mythes », les mêmes attitudes et les mêmes discussions se retrouvent dans le camp de l'ultra-gauche de tous les pays du monde. Même là, les révolutionnaires doivent se définir contre ceux « _qui sont les premiers à publier d'innombrables proclamations et revues sur des thèmes antimilitaristes alors que la guerre est à l'autre bout du monde, mais qui, lorsqu'elle arrive à
leur porte, se mettent à reproduire la propagande de guerre_ ».
C'est pourquoi, avec les auteurs du texte, nous devons réaffirmer encore et toujours « _qu'être antimilitariste avait du sens pendant la Première Guerre mondiale, tout comme dans le cas de la guerre actuelle en Ukraine_ ».
https://www.autistici.org/
https://www.autistici.org/
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[castellano]
Consideramos el siguiente texto del blog antimilitarismus.noblogs.org como una de las contribuciones más importantes del anarquismo checo contra la guerra y todos los belicistas, que desgraciadamente también abundan en el movimiento anarquista.
La forma en que presenta los diversos argumentos contra los mitos sobre la guerra que prevalecen en el movimiento anarquista y los reúne en un todo orgánico de una posición derrotista; el vigor con el que se opone a las diversas pseudo-razones por las que el movimiento anarquista debe apoyar la guerra o a una de las partes beligerantes; la insistencia con la que aboga por la transformación del conflicto imperialista en un conflicto de clases como único camino posible hacia la revolución social y, por tanto, la única paz real; todo ello lo convierte, desde nuestro punto de vista, en un documento de máxima importancia para el movimiento revolucionario antibélico contemporáneo, incluso a escala internacional.
Sin embargo, hemos construido algunos de los argumentos y justificado algunas de las posiciones de manera algo diferente, aunque la conclusión es la misma: la guerra contra la guerra. Queremos señalar aquí la categorización ideológica presente en el texto según la cual la dictadura del Capital se articula en torno a los polos "democracia" versus "dictadura" (cf. mitos 10 y 29), categorización que tiende a eludir la naturaleza profunda de la dictadura social del Capital que es precisamente y realmente la democracia (¡SU democracia!) como negación del antagonismo de clase y su conflictividad.
Añadamos a este texto que las líneas de conflicto entre el apoyo "crítico" a uno de los beligerantes y el derrotismo revolucionario no sólo atraviesan el movimiento anarquista, aunque el texto se refiere a este último. Los mismos "mitos", actitudes y discusiones se encuentran en el campo de la ultraizquierda en todos los países del mundo. Incluso allí, los revolucionarios tienen que definirse frente a aquellos " que son los primeros en publicar innumerables proclamas y revistas sobre temas antimilitaristas mientras la guerra está en el otro lado del mundo, pero que, cuando llega a su puerta, empiezan a reproducir la propaganda de guerra".
Por lo tanto, junto con los autores del texto, debemos reafirmar una y otra vez "que ser antimilitarista tenía sentido durante la Primera Guerra Mundial, al igual que en el caso de la actual guerra en Ucrania".
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[Inglés] DOWNLOAD THE PAMPHLET:
PDF: https://www.autistici.org/
En Chile, una nueva bancarrota de las ilusiones democráticas pequeñoburguesas
Ayer la llamada "vía chilena al socialismo" del gobierno de Allende de la "Unión Popular" (que agrupaba principalmente al PS y al PC) fue elogiada por toda la izquierda y extrema izquierda internacional.
Hoy la vía chilena a la reforma del capitalismo es alabada por toda la izquierda y la extrema izquierda de América Latina; esta acaba de sufrir una estrepitosa derrota en el referéndum constitucional a principios de septiembre.
En 1973, luego de que las elecciones, en una situación de fuertes tensiones sociales, habían llevado al poder a la UP (Unión Popular) 3 años antes, la vía chilena finalmente condujo a un baño de sangre proletario con el golpe de Estado del General Pinochet: los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales colaboracionistas habían llevado al matadero a los proletarios desarmados al llamarlos a confiar en el ejército y el Estado burgués frente a las amenazas de la extrema derecha y los "sectores golpistas". ¿Acaso Allende no nombró a Pinochet ministro del Interior por ser "demócrata"?
Pero, “demócratas” o no, los militares y el ejército tienen la función de defender el orden burgués; y cuando los reformistas han agotado su papel de paralizar al proletariado, son barridos sin vacilar por las fuerzas armadas burguesas para dejar que el talón de hierro aplaste a los proletarios. La dictadura no sólo provocó miles de muertos y decenas de miles de detenciones y la generalización de la tortura al imponer un verdadero régimen de terror, sino que agravó la explotación capitalista y llevó a cabo una política de liberalización económica que provocó un fuerte aumento de la pobreza y la desigualdad. Cientos de miles de chilenos se vieron obligados a emigrar por razones políticas o de supervivencia económica. Sin embargo, esta sobreexplotación de la mano de obra condujo al cabo de unos años a un innegable crecimiento económico; esto permitió un retorno a la democracia después de 17 años de dictadura. Esta suave transición demuestra una vez más que la democracia y la dictadura son dos formas del orden burgués que son intercambiables según las situaciones sociales, el equilibrio de poder entre las clases y las necesidades de la dominación burguesa. La nueva democracia heredó su política económica y social de la dictadura, lo que significa que Chile sigue siendo el país más desigual de la OCDE y uno de los menos dotados de medidas de protección social. Esto no impide, por el contrario, que los economistas elogien su éxito económico y le otorguen el premio a la “estabilidad económica” en América Latina.
Sin embargo, en 2019 la crisis económica se apoderó del país, provocando una auténtica explosión social. Debido a un aumento en las tarifas de transporte en octubre de este año; se realizaron gigantescas manifestaciones, violentamente reprimidas por la policía. Su culminación fue la huelga general del 12 de noviembre, que fue muy popular; pero también fue el principio del fin. Preocupados por el riesgo de ver a la clase obrera entrar en lucha por cuenta propia, los partidos de oposición y los partidos de gobierno firmaron el día 15 un “Acuerdo por la paz social y la nueva constitución”.
Si bien fue necesaria la imposición de medidas de control social frente a la pandemia para poner fin a los disturbios, el espejismo democrático, respondiendo al interclasismo del movimiento y alimentado por las organizaciones políticas y sindicales de colaboración de clases, hizo su efecto. Una miríada de sectores, una gran lista de profesores de universidades privadas, notables, jueces, abogados, etc. junto a los líderes del movimiento, firmaron el pacto, un pacto que prometía la paz social, la unidad nacional.
Luego siguió una verdadera orgía de opio electoral: referéndum sobre el principio de una nueva constitución que sustituya a la de Pinochet (25/10/2020); elecciones a la asamblea constituyente (15-16/5/21); elecciones presidenciales y parlamentarias que culminan con la victoria del socialista Gabriel Boric, apoyado en particular por el PC; referéndum constitucional (9/4/22).
Este último referéndum fracasó estrepitosamente: más del 60% de los votantes (el voto era obligatorio) votaron no y el voto negativo fue particularmente fuerte en los barrios populares y en las zonas donde predomina la población indígena mapuche. Sin embargo, el proyecto preveía medidas sociales y otorgaba derechos especiales a las poblaciones indígenas, según el principio del “indigenismo” que pone en primer plano la identidad étnica en lugar de la posición social, la pertenencia de clase.
Los partidarios del proyecto culpan de su derrota a la poderosa propaganda mediática de derecha. Pero esta propaganda es cualquier cosa menos nueva; la realidad es que este proyecto elaborado por una asamblea pequeñoburguesa dominada por abogados y profesores y que quería instaurar un "Estado social y democrático de derecho" no estaba dirigido a las masas proletarias cuya situación continuaba empeorando bajo la nueva "izquierda” (que incluye a ministros de derecha) que no dudó en enviar policías antidisturbios contra los huelguistas en una refinería el pasado mes de mayo. La afirmación de un representante mapuche podría aplicarse a los proletarios en general: “¿De qué sirve que nos otorguen nuevos derechos, sin saber qué vamos a comer mañana?” (New York Times, 9/2/22)
El resultado puede explicarse en gran medida por la desilusión con el gobierno de izquierda: instintivamente, muchos proletarios sintieron que este referéndum era una fachada, ya que sus dificultades aumentaron con la inflación que oficialmente estaba ya por encima del 14 % en agosto con el consiguiente aumento de la pobreza. Si fue una derrota para los sueños pequeñoburgueses, esta sobredosis electoral fue sin embargo un éxito para la burguesía, que logró gracias a ella mantener la paz social.
Pero ante las ilusiones pequeñoburguesas de reformar el capitalismo a través de elecciones y una buena constitución, la realidad se encargará de recordarnos que el capitalismo no se reforma, se combate. Y por este combate la historia de Chile ha demostrado que las fuerzas más peligrosas son los falsos amigos "izquierdistas", los falsos partidos obreros, las organizaciones partidistas de colaboración de clases que no son más que los sirvientes de la burguesía. El proletariado chileno pagó muy caro hace 50 años por confiar en ellos. Tendrá que recordar esta terrible lección para prepararse para las batallas futuras comprometiéndose en el camino de la lucha y la organización de clases.
¡Esta es la condición para que pueda no sólo defenderse verdaderamente, sino vengar mañana a sus mártires, acabando no con una simple constitución, sino con la destrucción del capitalismo y el Estado burgués en estrecha unión con los proletarios de todos los países!
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
10 de octubre de 2022
Solidaridad con los esclavos asalariados en Haití
Los agentes del Capital en Haití que tienen el poder social no van a ceder una pulgada y
prefieren otra invasión militar que no va a resolver ninguno de los problemas, pero
asegurara la continuidad de la dictadura democrática del valor, para sostener la
persistencia de la tasa de ganancia. El escenario político en Haití está demandando la
entrada de un factor que no permita que las cosas continúen como siempre: más de lo
mismo. La dirección de la Protesta contra el capitalismo tiene que dar un salto cualitativo y
presentar los Ejes más importantes de sus Posiciones Programáticas y la fuerza que tiene
la Innovación Tecnológica (en todas las esferas de producción) para mitigar los efectos de
la crisis. Las fuerzas de la socialdemocracia en pugna han logrado llevar a los esclavos
asalariados al punto de ruptura en que se encuentra la formación social en Haití: Guerra
Civil o Guerra Social.
La facción norteamericana de la burguesía mundial ya ha iniciado el Plan de Coordinación
de la “ayuda con sus socios internacionales, donde establecieron medidas orientadas a
detener la propagación del cólera en el país…; prestar más apoyo para contribuir a abordar
la escasez de combustible y las limitaciones de seguridad…que perturban el flujo de
asistencia humanitaria y el apoyo a medidas que…podrían salvar vidas”. No tienen visión
histórica de las necesidades de la Humanidad.
Primero, para detener la propagación del cólera se requiere de la construcción urgente de
Centros de Salud Especializados en cada ciudad. Segundo, la escasez ficticia de
combustibles fósiles se resuelve introduciendo Energía Alternativa en la construcción de
esos Centros de Salud especializados. Tercero, las limitaciones de seguridad solo se
pueden alcanzar desarmando las expresiones armadas y cortando el financiamiento de los
grupos que la financian y dirigen. Se está hablando de una Fuerza de Acción Rápida que
modifique la correlación de fuerzas en el interior de la burguesía y del Estado en Haití,
asegurando el poder social y evitando una Guerra Civil.
El asesinato del Primer Ministro Jovenel Moise ha agudizado las contradicciones de clase
para justificar la salida que se le esta imponiendo a los esclavos asalariados que continuan
protestando contra el modo de existencia que les impone la democracia. Despues de
acelerar las condiciones de miseria y financiar el auge de grupos armados, llegando al borde
de otra Ola Migratoria hacia la Frontera y el Mar, para justificar un asesinato en masa y
hacer explotar la Guerra, ahora piden otra intervencion militar para re-editar los mismos
problemas.
Los problemas agravados por todos los gobiernos de ambas partes de la Isla no se han
resuelto con ningunas de las medidas aplicadas, por ejemplo la militarización actual de la
Frontera, cuando la respuesta debió ser la construcción de un Parque Ecológico, incentivar
la constitución de una Comunidad de Producción Social, construcción de estaciones de
Energía Alternativa usando los recursos naturales de que dispone Haití (Energía Líquida),
acelerando el desarrollo de sus fuerzas productivas. Ahora bien, admitimos que las únicas
medidas que han sido efectivas son las que alimentan la estructura de la corrupción y
aumentan la tasa de ganancia. Por ejemplo, la destrucción de la economía nacional haitiana
le permite a grupos económicos de la República Dominicana aumentar su tasa de ganancia.
La fracción exportadora de mercancías de la República Dominicana hacia Haití, solo en
2021, produjo cerca de 800 millones de dólares por concepto de intercambio comercial; y
400 millones como resultado del comercio en la Frontera. Desde luego, los ingresos
obtenidos por concepto de tráfico de seres humanos, prostitucion..y todo tipo de drogas, no
aparecen registrados en el Producto Interno Bruto (PIB).
Los esclavos asalariados en Haití requieren de la solidaridad internacional de sus hermanos
de clase para mitigar los problemas y reducir el sufrimiento humano, ayudando a constituir
una Fuerza Revolucionaria capaz de cambiar la correlación entre las clases antagónicas. El
objetivo inmediato tiene que ser el desarme de las expresiones armadas de la burguesía y
financiadas por ella. La innovación tecnológica ha posibilitado la ubicación de la dirección
de esas expresiones armadas que se benefician de los efectos de la crisis del Valor a gran
escala.
Los recursos que necesita Haití no deben ser canalizados a través de las mismas
estructuras que siempre se lo roban. Se requiere un estudio de suelo para determinar el
tipo de vivienda a construir a corto plazo en cada Ciudad, pues lo que se ha intentado no ha
dado resultados satisfactorio para el ser humano. Los “amigos” de Haití han logrado
asegurar la reproducción ampliada y de lo que se trata es de introducir un nuevo modelo
político, que siente las bases de la transición a otro modo de producción. La miseria de los
haitianos es un negocio inmenso que la estructura política que lo dirige no va a permitir que
se resuelva.
La continuidad y aumento de la miseria en ambas partes de la Isla es un gran negocio que
asegura el poder social de la burguesía y del Estado. La intervención de una Fuerza de
Acción Rápida podría liquidar la dirección de las bandas armadas y modificar la cadena de
distribución de la plusvalía, mitigando los efectos de la crisis, pero dejando su esencia
intacta. Hemos llegado a un punto de ruptura y el escenario muestra la agudización de la
Protesta contra el capitalismo y la posibilidad de que una chispa haga explotar la
confrontación social.
Las condiciones de la plaga de la guerra civil han sido agudizadas en Haití, hay
que desarmar sus expresiones armadas y fuentes de Financiamiento!!!
OIPL: https://tentativa21.blogspot.com