Los que conocíamos de verdad la brutalidad de la dictadura siria, nunca olvidaremos aquel verano del año 2013
Todo comienza el día 21 de agosto del 2013 en los suburbios de Damasco en una zona llamada Guhota, cuando el régimen sirio estrena el siglo 21 con una masacre de armas químicas matando a mas de 2000 civiles la mayoría son niños.
¿Cuál ha sido la respuesta de la comunidad internacional? Al principio hubo cierta condena a la masacre, pero pronto fue evidente que no era más que demagogia, pura hipocresía. Los gobiernos democráticos, con su silencio, su pasividad y su total inacción, han sido cómplices de la masacre en Siria. Porque lo que ocurre en Siria no es una guerra civil, sino un genocidio, un intento de limpieza étnica por parte de Irán con su títere Bashar, y una población siria que intenta defenderse como puede.
Una vez más, se ha utilizado la excusa del radicalismo religioso para justificar la falta de apoyo a la libertad de un pueblo. Este radicalismo no solo no es representativo sino que no forma parte del bando revolucionario, pues está aliado secretamente con el propio régimen. Bashar ha utilizado la táctica de presentarse ante el mundo como “o yo, o algo peor”, pero los que conocemos bien la historia de este régimen sabemos que él es el padre de todos los tipos de terrorismo en la región. Él ha sido el que ha permitido y facilitado la entrada de radicales que se han infiltrado en zonas controladas por la oposición para desestabilizar la unidad revolucionaria.
La comunidad internacional no solamente no ha apoyado la legítima protesta del pueblo sirio, sino que no es capaz de hacer frente a la catástrofe humanitaria en Siria, la más grande del mundo desde la 2ª guerra mundial. Lejos quedan las peticiones de ayuda cuando ni siquiera han sido capaces de imponer al brutal régimen sirio una sola condena en el consejo de seguridad o naciones unidas.
“La revolución siria es parte de la oleada revolucionaria, un despertar de millones de personas en Oriente Medio y Norte de África, en curso desde hace mas de tres años “Se trata de una revolución de un pueblo, el sirio, que se une para firmar el derecho a la vida libre, digna, sin humillaciones. Un pueblo compuesto por gentes de distintas procedencias, culturas y creencias, unidos en la lucha por la libertad. Uno, uno, uno, el pueblo sirio es uno.
No podemos pasar por alto los nuevos actos de genocidios y crímenes de guerra perpetrados por el gobierno de Israel y sus colaboradores, son condenados e inaceptables por nuestra parte, así como nos indigna la actitud de la comunidad internacional y su silencio dando cobertura a las actuaciones de Israel contra nuestro pueblo el pueblo palestino.
Está claro que estamos luchando contra el mismo enemigo pero con diferentes caras.
“Lo que pedimos primero es el fin de las masacres y el sufrimiento del pueblo sirio y el pueblo palestino a manos del régimen dictatorial sirio e Israelí respectivamente, y nos preguntamos ¿Qué presiones está haciendo la comunidad internacional para parar los genocidios y las matanzas en siria y Palestina?
Lxs proletarixs y explotadxs sirixs nos necesitan, no les abandonemos.
Concentración ayer 21 de agosto en Barcelona en recuerdo de los ataques de hace un año.