Ayer, 19 de septiembre, nos enteramos de que un
periodista moría al caer de un árbol mientras cubría las protestas
frente al desalojo de las activistas del bosque de Hambach. La ocupación
de este bosque tiene lugar desde abril de 2012 y en la actualidad son
muchas las personas que lo defiende frente a la compañía RWE cuyo
objetivo es hacer la mina de lignito a cielo abierto más grande del
mundo.
La resistencia frente los abusos policiales ha sido constante y en la
actualidad siguen habitando ese bosque emblemático centenares de
personas de todo el mundo para evitar su tala masiva. Más
recientemente, el pasado jueves iniciaban el desalojo de 60 casetas
construidas en las copas de los árboles. A la zona han desplazado a unos
3.500 efectivos para efectuar tal desalojo y permitir así la tala del
bosque; por cotra, la muestra de apoyo y solidaridad ha sido grandísima y
desde el fin de semana cerca de 8.000 manifestantes se han acercado a
la zona para evitar el desalojo.Muere un periodista al cubrir las protestas del bosque de Hambach
Estamos profundamente conmocionad*s. Todos nuestros pensamientos y deseos están con él. Nuestra compasión va a tod*s l*s familiares, amig*s y personas que se sienten consternad*s.
Instamos a la policía y a RWE a abandonar el bosque enseguida y detener esta operación peligrosa. No más vidas pueden estar en peligro.
Lo que se necesita ahora es un momento de descanso.
Incluso si esto es difícil para vosotr*s en este momento, así como es difícil para nosotr*s dar una pista tan real: Recomendamos, para proteger a todos los activistas, no dar ninguna declaración, ni siquiera hacer ningún testimonio ante la policía. El accidente debe y será superado y reevaluado, pero la policía no es el lugar para hacerlo. Su interés es culpar a los activistas".