Argentina
La diversión electoral acude en ayuda de un capitalismo en bancarrota económica



 En Argentina, la crisis económica se ha agravado en el curso del último periodo: a un ritmo anual, el PIB (producto interno bruto) hace marcha atrás en un 6% en el primer trimestre (últimas cifras conocidas), al mismo ritmo que el trimestre precedente, y todo indica, comenzando por la baja de la producción industrial que se acentuó en junio y julio, que, en ese sentido, la situación se acentuó; todo esto a pesar de las medidas tomadas por el gobierno Macri (simbólicamente marcadas con la salida del ministro de la economía) la inflación continúa en ascenso, no obstante que las tasas de interés a corto plazo decididas por el Banco Central sean de un 75%, las más altas del mundo. Al contrario, la derrota gubernamental en las elecciones primarias provocaba un crac en la Bolsa (-38% el lunes 12 de agosto) y una caída de la moneda nacional, el peso (-19% con respecto al dólar); esto va a reactivar todavía más la inflación que ya alcanzó un 54,5% a ritmo anual. Para frenar la fuga de capitales que habían sido atraídos por la política liberal del gobierno, este último reinstalaba los controles de cambio que había suprimido al comienzo de su función. El año pasado, el FMI le hace un préstamo al gobierno Macri por 57 millardos de dólares (el más importante que el Fondo haya acordado nunca antes). Pero, en el mes de agosto, corto de dinero, se vio obligado a pedir al FMI una reestructuración de la deuda que ya no podía reembolsar: Argentina se encontraba virtualmente en suspensión de pagos.Desde el comienzo de su mandato en 2016, Macri ha llevado a cabo una política de austeridad, anti-social, además de multiplicar las medidas a favor de sectores de la clase dominante, tales como la supresión de las tasas a la exportación para favorecer el agro-budines (sector clave de la economía argentina que, por esta razón, había entrado en conflicto con el gobierno peronista de Cristina de Kirchner) y el sector financiero. La justificación de tales medidas era que las mismas iban a reactivar el crecimiento, el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de las amplias masas proletarias que estas provocaban era presentado como un precio provisorio a pagar. En realidad, se trataba simplemente de satisfacer a los capitalistas que no soportaban más las tasas del gobierno peronista pero, en lugar de crecimiento, es la crisis lo que ha llegado. Actualmente en la prensa internacional se pueden leer numerosos comentarios que acusan al FMI de no haber exigido medidas de austeridad más fuertes, con el fin de incrementar las ganancias y «sanear» las finanzas como contrapartida a su préstamo.Pero tanto la burguesía argentina, como los expertos del FMI, temen que medidas demasiado drásticas conlleven una explosión social que podría escapar a todo control. Todos recuerdan la crisis económica de 2001 que generó violentas revueltas provocando la muerte de más de treinta personas. Felizmente para la clase dominante, la diversión electoral ya ha sido proclamada con las elecciones generales de octubre.Según los resultados de las PASO (1), Macri al parecer cederá su puesto al candidato peronista Fernández. Para tener las manos libres, este último (que tiene como vicepresidente a la antigua presidente Cristina de Kirchner) mantiene la más grande vaguedad en torno a su programa: es claro que quien tome las riendas del poder, llevará a cabo una política anti-obrera y de una austeridad más aguda, pero que el capitalismo argentino requiere. Mientras tanto, el circo electoral habrá permitido durante varios meses a los partidos y sindicatos colaboracionistas de desviar a los proletarios del único medio que tiene para defenderse: la lucha abierta.


 EL TROTSKISMO EN CAMPAÑA: NACIONALISMO Y REFORMISMO EN EL PROGRAMA
.Cuatro partidos trotskistas argentinos decidieron lanzar un nuevo cártel electoral para los comicios de octubre de 2019. Está compuesto por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U), reagrupa a los partidos del antiguo FIT – Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Partido Obrero (PO), Izquierda Socialista (IS) – y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST)El nuevo Frente publicó un programa que puede resumirse en dos palabras: nacionalismo y reformismo.El primer punto del programa, el que le da su carácter primordial, es la «ruptura con el FMI», acompañado del «No pago de la deuda. Dinero para los salarios, trabajo, salud, educación y vivienda, no para el Fondo Monetario». ¡Ni una palabra contra el capital nacional!Es cierto que el FMI, una agencia burguesa internacional que presta capitales a bajo precio a cambio de medidas de austeridad, desangra a los proletarios. Pero esto no exonera en nada a la burguesía argentina. Los explotadores argentinos son tan rapaces como los explotadores extranjeros. Los proletarios no ganan nada escogiendo a los burgueses de Buenos Aires, o a los de Washington, sede del FMI. Ni con unos, ni con otros, lograrán solucionar su situación. Los trotskistas del FIT-U olvidan totalmente que el capitalismo obedece a leyes inmutables e impersonales y que sus exigencias actuales para intensificar la explotación del proletariado no es por culpa del FMI, sino más bien del sistema en sí. Pero es tradicional en la pequeña burguesía buscar siempre al culpable en algún monstruoso marionetista, siempre halando los hilos de los personajes de la historia sin nunca mostrarse al público. No es tarea de la clase obrera reformar al Estado nacional burgués para enfrentarlo al imperialismo. No hallará su camino de clase, sino cuando cese de determinarse siempre con respecto a las alternativas burguesas y cuando ejerza su fuerza por objetivos que les son suyos. Contra los ataques repetidos del capitalismo, nacional o internacional, ella no puede buscar su defensa más que en sus luchas.El nacionalismo del FIT-U  se evidencia también cuando repiten el eslogan chovino «Los ingleses y la OTAN, fuera de las islas Malvinas». Esta reivindicación es puramente anti proletaria: ella no busca poner fin a la opresión nacional (no hay argentinos en esa isla), sino a crear una unión nacional detrás de la burguesía. Tal como escribíamos luego de la Guerra de las Malvinas (2) : «Argentina no defiende en las Malvinas ni siquiera una reivindicacion irredentista, pues la poblaciôn de las islas  nunca fue argentina. La razon del golpe de fuerza no reside tanto en las ganancias que la burguesia argentina podria extraer de la eventual explotaciôn de sus riquezas naturales,como en la necesidad de volver a soldar la union sagrada de la burguesia y de sus partidos politicos en torno al gobierno, unión que se ha ido resquebrajando con la agudlzaciôn de la crisis econômica, la mas grave que el pais ha conocido {lo que explica ademas el porqué del momento del desernbarco, mientras que la reivindicaci6n de las islas dura ... desde siempre). Se trata de una maniobra para consolidar el poder militar, una maniobra esencialmente antiproletaria»La tarea de la clase obrera no es tomar partido por uno u otro bandido que se reparten el trabajo de los proletarios de cuyos frutos no obtendrán sino un miserable salario. La clase obrera tiene otra forma de arreglar los problemas de «Soberanía», cual es de luchar contra todas las burguesías, por una sociedad que considerará todas las riquezas naturales y sociales como el bien común de toda la humanidad.


ESTE PROGRAMA ES TAN NACIONALISTA COMO REFORMISTA
 A nivel político, reclama «un gobierno de los trabajadores y del pueblo impuesto por la movilización de los explotados y oprimidos». Dicho gobierno estaría basado en «una Asamblea Constituyente libre y soberana, que discuta y ejecute las medidas urgentes necesarias para responder a las necesidades urgentes de la población activa, promoviendo una transformación del país sobre nuevas bases sociales». Por lo tanto, no es ni la dictadura del proletariado, ni la revolución. El «gobierno de los trabajadores» permanece en el cuadro de las instituciones burguesas y la «inmovilización» termina en ir a votar para elegir a los diputados. Las «nuevas bases sociales» son términos bastante confusos que  sirven para ocultar una letanía de reformas sociales de las que su programa no se priva (salud, vivienda...) bajo el nombre de un «plan económico obrero y popular discutido y gestionado por los mismos trabajadores».En el centro de este plan, a nivel económico, se encuentra la estatización de numerosos sectores de la economía: los bancos, el comercio exterior, toda empresa que cierre, todas las empresas privadas bajo el control, administración y gestión de los trabajadores y usuarios», las empresas del sector minero y energético. Va acompañado con reformas fiscales, «impuestos extraordinarios sobre los grandes capitalistas» y por «impuestos progresivos sobre las viviendas desocupadas pertenecientes a los especuladores inmobiliarios», al mismo tiempo prometen «encargarse de los pequeños ahorristas, y a ofrecer créditos con bajos intereses». Ninguna reforma puede mejorar la explotación capitalista. Los proletarios no tienen por qué ejercer control alguno sobre su servidumbre.Está hecho a la imagen de los sectores pequeño-burgueses y burgueses amenazados por la crisis capitalista y víctimas de la competencia que le hacen las grandes empresas y el capital foráneo. ¡Reformismo y nacionalismo van juntos!La contribución de los trotskistas argentinos a la mistificación electoral no es anecdótica. Difunde en las filas obreras sus caprichos nacional-reformistas y refuerzan la creencia en la mentira democrática de un Estado por encima de las clases que el proletariado debería poner a su servicio.En lugar de participar en elecciones, la única solución para los proletarios es la de prepararse a entrar en lucha por sus verdaderos intereses de clase, contra la explotación capitalista – nacional o extranjera –, y contra la burguesía y su Estado.
 
¡Abajo el Estado burgués!
¡Abajo el capitalismo, nacional e internacional!
¡No al nacionalismo, no a las ilusiones reformistas!
¡Viva la revolución comunista mundial!
 
(1) En las primarias (PASO: Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) el 11 de agosto, el candidato peronista obtuvo un 48% de los sufragios expresados, contra solo un 32% para Macri. Otro candidato burgués recogió 8% de los sufragios y la alianza trotskista 2,83%.
(2) « ï Ni un solo hombre por las Malvinas!», El Comunista, n° 54, mayo de 1982


 Partido Comunista Internacional (El Proletario)
17 de Septiembre de 2019


[#Exarchia] ¡Ni un paso atrás ante la represión del estado!


El estado y el capital continúan atacando la libertad de la base social, apropiándose de su trabajo y sus recursos. En los últimos años hemos experimentado uno de los más violentos ataques contra la libertad, mediante el masivo empobrecimiento de las ya oprimidas y explotadas.  Al mismo tiempo y en contraposición, se ha formado un extenso movimiento de solidaridad y resistencia social. Hemos creado una variedad de espacios autoorganizados como las okupas-vivienda, centros médicos populares, cocinas comunales, parques abiertos y espacios públicos. A pesar de los contratiempos, el movimiento ha creado un fuerte terreno social y acumulado considerables conocimientos y experiencia. Mediante los centros okupados, agrupaciones políticas, sindicatos de base y asambleas de plaza y de barrio hemos creado comunidades de lucha con fuertes lazos sociales. Comunidades orientadas hacia la sociedad, con un ojo crítico sobre ésta. A veces, el movimiento ha tenido que usar la violencia como medio de defensa y para expandir o defender los espacios liberados, contra la represión estatal, los intereses capitalistas y los ataques fascistas. Es un movimiento que crece en diversidad y vitalidad, a pesar de la continua criminalización de la solidaridad y la resistencia popular.

En el contexto de este conflicto social y de clase, el lunes 26/8, el estado, armado de numerosas fuerzas policiales, invadió el barrio de Exarchia para desalojar 4 centros okupados. Dos de éstos eran casas de migrantes, Transito y Trikoupi 17, en donde la policía secuestró a 144 migrantes, despojándoles de su hogar por 2ª vez y aislándoles en lo que el estado llama centros de detención. Los desalojos también se produjeron en un proyecto político y de vivienda en Assimaki Fotila y en el centro ocupado Gare, donde arrestaron a 3 personas. La policía también invadió la casa de compañeros de Gare. Al día siguiente, la policía echó a las personas sin hogar que vivían en la colina de Strefi, golpearon a una pareja homosexual que paseaba por la calle y atacó el "Steki" okupado de inmigrantes anarquistas y el centro social okupado K´BOX. El movimiento ha dado respuestas multiformes, con concentraciones, acciones y manifestaciones.

Además de atacar los centros okupados y al movimiento, esta operación represiva se ciñe con las personas migrantes. Ellas son unas de las más oprimidas de la sociedad, desde que su misma existencia es considerada ilegal. En este estado de "ilegalidad", no hay acceso a la salud o a la educación, y las condiciones de trabajo son comparables con la esclavitud. Muchas han elegido la autoorganización y estructuras de solidaridad para sobrevivir y resistir. Junto con personas locales e internacionales han creado comunidades y reivindican su visibilidad, planteando una amenaza directa a los poderes políticos y económicos. La solidaridad que estamos construyendo todas juntas está en contraposición con la ayuda humanitaria de las ONGs, que puede entenderse como una forma de control y manipulación de las migrantes y hacer dinero de sus problemas. La verdadera solidaridad está en desacuerdo con el "humanitarianismo" del estado que sirve para encubrir las muertes en las fronteras y las violentas condiciones en los campos. Los prisioneros no reciben la atención médica adecuada, por lo que potencialmente sufren de enfermedades mortales. Estos campos de concentración carecen de  condiciones higiénicas saludables, los prisioneros viven con chinches y comida miserable, y son frecuentemente golpeados y violados, para forzarles a abandonar Grecia y el territorio europeo. Transferir los migrantes de las okupas donde han elegido vivir, niega su dignidad y autodeterminación. La excusa de que los campos son más seguros y saludables es una mentira de estado vergonzosa, una absoluta tergiversación de la realidad.

Durante estos años el movimiento solidario ha dado respuesta a una gran variedad de necesidades y deseos. El logro más importante del movimiento ha sido que gente de diferente trayectoria se organizara en las okupas y formara cuerpos políticos que han dado luz a proyectos que reflejan el mundo de igualdad y libertad que deseamos. Las okupas son espacios seguros donde las relaciones sociales pueden desarrollarse libres del control estatal y la exclusión económica. Estos espacios desafían a la  discriminación con razón de nacionalidad, género, y otras discriminaciones también sistemáticas, además de dar respuesta a necesidades básicas como son la vivienda, rompiendo la coerción de los alquileres y la explotación salarial. En tiempos de migraciones forzadas y masivas, han ofrecido un refugio y esperanza a miles de personas, creando espacios activos e inclusivos. Las okupas, en colaboración con otras fuerzas de base, defienden los barrios y los espacios públicos ante los poderes corporativos y políticos.

La agenda política de “Nueva Democracia” es una continuación de las políticas de SYRIZA. Aspira a transformar el territorio entero en un campo fácilmente explotable por el capital local y extranjero. El resultado es una aún mayor explotación y destrucción del medio ambiente y la agresiva gentrificación de los espacios, que transforma los barrios urbanos en áreas de consumo turístico, desplazando a las residentes y llevando a cabo una informal “limpieza social”. La militarización del espacio público, el encarcelamiento de aquellas que se revelan, la subyugación de las trabajadoras, estudiantes, desempleadas, migrantes, mujeres y personas LGTBQ es esencial para llevar a cabo su plan. Uno de los primeros pasos de “Nueva Democracia” ha sido integrar el sistema correccional y el ministerio de inmigración bajo jurisdicción policial.   Al mismo tiempo, han contratado 1500 nuevos cadetes para las fuerzas policiales, expandiendo el ejército de represión estatal. También han criminalizado, más aún, los medios de nuestra lucha, y han abolido el asilo universitario para prepararse contra las nuevas luchas de clase y sociales. El trabajo de SYRIZA, asimilando y desintegrando numerosas luchas populares, han allanado el camino para un estado todavía más agresivo y totalitario, que es lo que vemos con el ascenso al gobierno de “Nueva Democracia”.

Llamamos a todo el mundo a la lucha -rebeldes, okupas, colectivos e  individualidades- aquí y en el extranjero, para unirse y fortalecer nuestros esfuerzos en un frente común contra la policía y el estad represivo. Nuestro primer objetivo es defender los espacios okupados y nuestros logros sociales contra el estado y el capital. ¡No dejemos que la lucha sea asimilada por ningún poder político del régimen! Expandamos   las ya existentes estructuras para la autoorganización y creemos nuevas, escalemos las luchas de clase y sociales. Es tiempo de aplastar las fuerzas represivas, desenmascarar los medios de propaganda del sistema, y sacar a relucir la verdad de la lucha de los oprimidos.
SOLIDARIDAD A LAS OKUPAS Y A TODOS LOS ESPACIOS DE LUCHA LOCALES-MIGRANTES LUCHANDO JUNTAS
   
Texto de la asamblea abierta de centros okupados, colectivos, migrantes y refugiadxs, internacionalistas y solidarixs


Fuente y más información

Alerta: Exarchia bajo ocupación policial:




Venezuela: profundización de la crisis económica, impasse de la crisis política burguesa, necesidad urgente de la lucha de clase proletaria


Después de los dislates de Guaidó y la oposición en sus mediocres intentos de golpe de Estado que solo preludiaban el fracaso, y ante las amenazas estadounidenses de que «todas las opciones están en la mesa», la situación sigue siendo azarosa entre todos los protagonistas; comenzando por la dislocación de la posición golpista después de reunirse con delegados del gobierno, en Noruega y luego en Barbados, debido a que la Administración Trump y el gobierno venezolano anunciaban que desde hace un buen rato se estaban reuniendo en secreto, independientemente de los delegados de Guaidó y el gobierno venezolano que «ya no quiere seguir hablando con los títeres sino con el titiritero», como a firmaba el jocoso Diosdado Cabello, segundo en el mando chavista... Todo esto tiene que ver con el recrudecimiento de la presión americana sobre Caracas, ante el impasse en que se encuentran Guaidó y Maduro para solucionar la crisis venezolana.


EL JUEGO IMPERIALISTA PESA EN FORMA DETERMINANTE SOBRE LAS RIVALIDADES INTERNAS

Los principales voceros de la Administración Trump, amparados en la doctrina Monroe (que en la práctica es considerar al resto del continente como su «patio trasero»), han evocado como espada de Damocles la «opción» de invasión militar directa para derrocar al gobierno Maduro y montar a su marioneta, el Sr Guaidó, o de un bloqueo naval total de las costas venezolanas (algo así como 3 mil kilómetros de frontera marítima a vigilar...!), cosas que en sí serían casi imposibles y extremadamente traumáticas para toda la región. Sin embargo, la misma expresa simultáneamente la tremenda importancia de los intereses materiales, que en Venezuela se han puesto en juego entre un virtual bloque imperialista occidental en torno al eje americano y los imperialistas rivales como lo son Rusia, China e incluso Turquía e Irán, dentro de un juego político geo-estratégico bastante alambicado y complejo. Por ejemplo tenemos que las inversiones chinas en Venezuela, en la explotación de los recursos primarios como el petróleo, hierro y otros minerales industriales y preciosos como el oro, coltán, etc., además de la recuperación de algunas refinerías que están paralizadas por falta de mantenimiento, exigen de la potencia asiática una intervención política y diplomática más agresiva en Venezuela (ya con una deuda acumulada de 25 millardos de dólares), y que pueda asegurar allí estas inversiones, que forman parte de sus grandes proyectos hechos en toda la región; pero estas nversiones jamás superarían las inversiones estadounidenses en Venezuela que datan desde comienzos del siglo Veinte, precisamente en los pozos petroleros. Hoy en día el stock de capital americano en Venezuela alcanza la faraminosa cifra de 600 mil millones de dólares (1).
Rusia, por su parte, no solo tiene grandes inversiones, sobre todo en la faja petrolífera del Orinoco, sino que además comercializa, a través de su empresa estatal Rosneft, el petróleo venezolano a nivel internacional, para escapar de las fuertes sanciones que los estadounidenses aplican al petróleo y a las finanzas de Caracas; además de brindar un vasto apoyo militar al ejército venezolano, Rusia acaba de anunciar la intención de enviar a los puertos del país caribeño una flota de buques de guerra, dando clara señal de su rechazo a toda veleidad guerrerista por parte de la potencia estadounidense.

SITUACIÓN SOCIO-ECONÓMICA EN VENEZUELA
Según el FMI, para Venezuela las proyecciones económicas son simplemente horrorosas: tenemos una inflación que se disparó en el año 2016-2017 a un 100%, para luego ascender a 900.000% (130.060% según el Banco Central de Venezuela) en 2018, pero, esta institución central capitalista que preveía 10 millones por ciento para 2019, rectifica sus cifras y ahora pronostica solamente (¡!) un millón por ciento para 2019; de todos modos estamos en presencia de una hiperinflación que bate todos los récords históricos. Las cifras del desempleo, siempre según el FMI, evidentemente son altas (34,3%), ni hablar del PIB que de sobresaliente en 2011 (5,6%), pasa a negativo en 2018 (-15%).
Para complemento está el aparato productivo que en todos sus sectores vive caídas verticales de hasta un -65% desde 2013; un factor importante de estas caídas es la producción petrolera que entre 2011 y 2015 se mantuvo en 2 millones 500 mil barriles / día, pero que hoy ha descendido hasta 800 mil barriles / día ; si agregamos que los precios del petróleo, después de haber aumentado en los últimos meses, vuelven a bajar, se comprende que es suficiente como para golpear duramente al presupuesto nacional. El desfalco es más que evidente, ya que las pérdidas y los accidentes en la producción se deben, en la mayoría de los casos, a falta de mantenimiento e inversiones tecnológicas, que en el capitalismo son importantes para la competitividad en el mercado, sobre todo en un país cuyas divisas provienen casi todas de la comercialización del aceite negro.
A las causas económicas – que no todas se le pueden solo achacar a la Administración Maduro, sino también a la crisis mundial que viven sobre todo los países productores exclusivos de materias primas – siguen las consecuencias de orden social, tales como la subnutrición, malnutrición y obesidad que, según la FAO (2), se triplicó entre los trienios 2010-2012 y 2015-2017, pasando de 3,6¨% de la población a un 11,7%, incluso tomando solo como referencia las estadísticas suministradas por las autoridades venezolanas. Lo mismo pasa con las enfermedades epidémicas que habían prácticamente desaparecido, como la malaria, tuberculosis, difteria, y que hoy reaparecen brutalmente y se recrudecen inevitablemente, dada la falta de medicinas y vacunas para evitar un contagio mayor (3). Auñado a todo esto está la migración (4 millones, entre emigrantes y desplazados, en menos de 4 años, de acuerdo a fuentes de la ONU), de manera que la realidad habla de la existencia de una situación tendencialmente dramática, como es la crisis en los hospitales, los frecuentes apagones eléctricos, el bajo nivel de los servicios públicos como la basura, agua, electricidad, Internet, telefonía, etc; a lo que se añade el profundo abismo adonde ha ido a parar el valor real de los salarios.

LA «GUERRA ECONÓMICA»... QUE LIBRA EL GOBIERNO CONTRA EL PROLETARIADO
Los chavistas culpan de la dramática situación, aunque con notables bemoles (4), además de las sanciones americanas, a los grupos empresariales de la vieja burguesía; pero en realidad las leyes del capitalismo imponen a las empresas, del tinte político que sea, utilizar todos los medios disponibles para defender sus ganancias, en perjuicio de los intereses de los proletarios y de las masas. También la ineficiencia, la corrupción de cuello blanco, como la que reina siempre en las principales empresas públicas, se revela particularmente nefasta dada la situación de crisis económica que azota al país actualmente.
Esta es la demostración práctica de la naturaleza de las tesis y políticas bolivarianas que, en definitiva, cuando la crisis disipa la polvareda levantada por las medidas sociales,las «misiones», lo que aparece es un liberalismo del más puro y un capitalismo del más salvaje.
La propaganda gubernamental acusa también a los Estados Unidos de librar una «guerra económica contra el pueblo de Venezuela», y es cierto que las sanciones americanas, que comenzaron bajo el gobierno Obama y que son actos contra el gobierno venezolano, en especial contra sus representantes, han tenido consecuencias desastrosas para la población. Pero utilizando el nacionalismo, para llamar a la unión nacional en defensa de la patria, la soberanía, etc., el gobierno Maduro busca movilizar a sus partidarios para ganar apoyo entre los proletarios, tratando de hacer olvidar que, en realidad, es el propio gobierno quien libra la guerra contra el proletariado.
Lo inaudito es que el gobierno Maduro casi ha logrado la hazaña de evitar grandes revueltas, salvo la de los manifestantes de la oposición, y que la clase proletaria, que solo depende de su fuerza de trabajo para vivir, muestre solo signos aislados de descontento contra salarios de miseria (el salario mínimo roza los 5 dólares mensuales) y condiciones de vida insoportables que practica el régimen chavista.
En efecto, la experiencia histórica de las grandes crisis económicas, como la de los años 30', ha demostrado que en un primer momento estas crisis abruman al proletariado, lo embotan, lo ponen de rodillas – sobre todo cuando le faltan sus armas de lucha, es decir, sus organizaciones de clase: no hay una relación automática entre una grave crisis económica y el desencadenamiento de la lucha de clase. Por lo tanto, la reacción inmediata de los proletarios será la búsqueda de soluciones individuales (entre ellas, la emigración) antes de recobrar confianza en la acción directa y colectiva contra los capitalista. Además, la prolongación de esta situación de parálisis de la clase obrera es debido al hecho de que la sola alternativa es la que presenta la oposición burguesa de derecha, demasiado antiproletaria como para enrolar a las masas sin-reservas de la nación.
 

REPRESIÓN PREVENTIVA
 
La represión ejercida por la policía y el ejército venezolanos no están muy lejos de esta situación de secuestro y casi parálisis de la clase obrera. El Estado no solo ha reprimido las manifestaciones de la oposición, sino también las protestas venidas de los barrios, empresas públicas, de los trabajadores de la educación, profesores, enfermeras y del movimiento campesino, así como el sonado caso del sindicalista Rubén González cercano a la MUD que, a pesar de su labor colaboracionista de hacer contentar con migajas a los trabajadores, ha sido condenado a 7 años y 7 meses de cárcel.  Todo este cuadro represivo se ampara en los decretos de «Estado de Excepción Constitucional» establecidos por el gobierno venezolano. Estos decretos, y otros instaurados en la época de Chávez, fueron impuestos desde mayo de 2016 y renovados en septiembre de 2018, y permiten que el Gobierno emplee la ley marcial para «preservar el orden interno».
El caso de González es muy instructivo: cuando el gobierno y los patronos no tienen nada que conceder a los trabajadores, el día en que se alzan, el Estado burgués no vacila en hacer que se pudran en un calabozo a los sirvientes que hablan demasiado. Esta es una lección para los otros, una advertencia, una amenaza para que otros como él sigan jugando su papel de defensores de la paz social (es decir, de parálisis del proletariado), y para los obreros: hoy ya no hay nada que redistribuir, y la represión ha pasado a un primer plano.

 FRACCIONES BURGUESAS RIVALES, PERO UNIDAS CONTRA EL PROLETARIADO 
El fracaso político de la posición de la burguesía clásica local se debe en parte a su origen social y económico, cuyos principales líderes vienen de la denominada burguesía compradora. Esta capa parasitaria hoy en día no le queda sino mirar surgir fenómenos como el fantasioso Guaidó que, en declaraciones recogidas por el diario «Financial Times» (5), dice que «tenemos todos los elementos necesarios para sustituir una dictadura y tener una transición: apoyo popular, apoyo institucional, acceso a recursos... apoyo internacional, estado de las fuerzas armadas, capacidad de movilización... bueno, los tenemos todos, o la mayoría de ellos... (¡!)» Bueno... a pesar del apoyo de Trump, incrementando la presión sobre el gobierno venezolano por medio de sanciones cada vez más sanguinarias, los hechos han mostrado la banalidad de estas declaraciones, que más bien tienen que ver con una autointoxicación del propio discurso.
Es necesario también indicar que esta vieja burguesía tiene otra facción adversaria – pero que puede resultar complementaria y unitaria, en caso de grandes explosiones sociales –, muy competitiva, que viene impulsando la política de Maduro y el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Esta facción de orígenes diversos fue creciendo de manera dinámica luego de los 2 booms petroleros de antaño, que dieron nacimiento a elementos de la mediana burguesía que trataban de diversificar la economía venezolana, pero también participar del pastel petrolero.
Si bien hay dos fracciones de la burguesía que se enfrentan apoyándose cada una en los diversos imperialismos (Usa y la UE, etc. respaldando a la oposición, y China y Rusia a favor del gobierno Maduro), las mismas no están separadas por un muro infranqueable, por compartimientos estancos – como es el caso del emporio de la vieja familia Mendoza que colabora ampliamente con el gobierno Maduro, sin hablar del pacto Chávez-Carter-Cisneros (Ver Suplemento N° 6 a «El programa comunista» N° 47; Marzo de 2008, p. 3) –, tal como lo demuestran las negociaciones entre el poder y la oposición. Todas dos tienen un programa anti-proletario.
Es fácil para la oposición denunciar la situación catastrófica en la que sobreviven las masas bajo el gobierno Maduro. Pero, sin proclamarlo abiertamente, en caso de tomar el poder, su programa será el de una «terapia de choc» para frenar la hiperinflación y restaurar la taza de ganancias del capitalismo venezolano; evidentemente el choc sería asestado a los proletarios y masas venezolanas. Según Eduardo Gamarra, profesor de economía en una universidad del estado de Florida, «los venezolanos que han sufrido durante todo este tiempo, van a encontrarse frente a una política muy dura, muy dramática, si se quiere controlar el sistema monetario» (6).

UN GOBIERNO QUE SE SOSTIENE A PUNTA DE ENGAÑOS NO PUEDE IR MUY LEJOS
Hace un año Maduro llamaba a la clase obrera a apoyar su plan de reactivación económica y financiera: «tenemos en nuestras manos la fórmula perfecta para garantizar el bienestar del pueblo venezolano», declaraba el mandatario, el 23/8/2018, durante una reunión con dirigentes sindicales. Pero desde ese tiempo hasta acá, los hechos han mostrado lo que se escondía detrás de estas frases demagógicas: una degradación nunca vista de la situación económica y social no solo del proletariado, sino también de amplias capas de la pequeña burguesía, y que solo ha enriquecido a los especuladores, los llamados «bachaqueros», pero sobre todo a los burgueses que gozan de un acceso más fácil a las divisas.

DESDE MACONDO, GUAIDÓ LLAMA AL EJÉRCITO VENEZOLANO
Pero el Ejército burgués apoya al gobierno, porque su jerarquía está estrechamente relacionada con la gestión del país, por lo tanto, a los negocios. Esta jerarquía entronizada en el gobierno continúa haciendo negocios a pesar de la crisis, así que nada tendrá que ganar asociándose a la oposición para propinar una golpe de Estado a Maduro (su gabinete está compuesto casi exclusivamente por altos militares). Pero si estos negocios son puestos en tela de juicio  con la prolongación de la crisis, el ejército, que es el último pilar y defensor del capitalismo, no vacilará un segundo en deponer el gobierno chavista e infligir al proletariado la «terapia de choc», o electrochoc, que prometen los economistas.
La posición del ejército venezolano debe hacer reflexionar a las vanguardias proletarias: no importa cuantas veces la clase obrera participe en el circo electoral, o lo que diga la «opinión pública», ya que, cuando es necesario, las decisiones fundamentales descansan en la fuerza, la violencia y la dictadura concentradas en ese brazo armado del Estado burgués. Como sentencia la critica marxista «más allá de las apariencias de civilización y de sereno equilibrio del orden burgués, aun en la república más democrática, cl Estado político constituye el comité de intereses de la clase dominante».

¡PATRIA ES PATRÓN!
Pero lo que más nos interesa denunciar es que, sea cual sea el final de este largo melodrama entre gobierno y oposición, de esta comedia o tragedia, lo cierto es que entre esta banda de políticos, parásitos y sabandijas de toda índole, se encuentra aprisionado el proletariado completamente inerme desde el punto de vista de clase, al que todavía se le toma por seguidor nacionalista que defiende «su» patria contra el imperialismo americano, antes que los intereses de su clase, en esta sociedad que lo margina y le niega su condición de productor exclusivo de la riqueza de una nación que no le pertenece, pero que, sin embargo, es el primero en ser llamado a defenderla en cuanta manifestación se le invite para denunciar las tropelías de un Trump, a pesar de sus pésimas condiciones de vida y de trabajo.
Bastaría pensar que las guerras siempre han estallado con cada ejército reclamando para sí la defensa de la patria... para que el proletariado en Venezuela, por fin, se decida resueltamente solo a luchar por sus reivindicaciones en las manifestaciones contra el capitalismo salvaje que reina allí, a pesar de toda la propaganda «socialista» del gobierno Maduro

LA IZQUIERDA EN SU LABERINTO INTERCLASISTA, O PATADAS EN EL TRASERO QUE SE DESPERDICIAN
- Los trotskistas del «Partido socialismo y libertad» y C-cura – que en el pasado fueron invitados a conferencias con la prominente asociación de empresarios venezolanos, Fedecámaras –, a través de su organismo internacional (www.uit-ci.org) son solidarios con las movilizaciones en Hong Kong, así como lo hicieron con las manifestaciones de 2017 en Venezuela contra Maduro. Esto prueba su pernicioso interclasismo pese a sus llamados de autonomía de la clase obrera. Llaman, por ejemplo, a «que nos reagrupemos y construyamos una alternativa política de los trabajadores y el pueblo, que se postule como opción verdaderamente revolucionaria frente al Psuv y la MUD. Llamamos a la izquierda chavista y no chavista a unirnos tras este objetivo» (7); pero sin decir sobre qué terreno se situaría la acción de esta «alternativa política»: ¿en el terreno electoral, es decir, en el cuadro de las instituciones del Estado burgués, o sobre el terreno de clase y revolucionario, por tanto, contra esas instituciones y contra ese Estado? En este último caso sería imposible lograr una unión con gentes que sostienen al gobierno actual, aunque lo critiquen, como es el caso de la llamada «izquierda chavista». En realidad aquí no se encuentra otra cosa que los viejos y tradicionales frentes populares que siempre han servido para impedir una verdadera movilización revolucionaria del proletariado.
- Los trotskistas de Marea Socialista, agrupación venezolana no habilitada legalmente para participar en el juego electoral, está internacionalmente conectada con el Secretariado Unificado de la IV Internacional, el cual ha abandonado el concepto marxista de dictadura del proletariado por el de democracia socialista (8), lo que es más conforme con su práctica reformista, de la cual su  participación en las elecciones burguesas no es más que un ejemplo; y tan exagerado y furioso es su electoralismo que en las elecciones regionales de 2017 decidieron participar sin tarjeta propia afirmando que «los derechos no se declinan y es necesario hacer todos los esfuerzos posibles por ejercerlos (¡!)». Igualmente participaron sin tarjeta propia en las elecciones municipales de diciembre de ese mismo año. Contradictoriamente hablan de «soberanía nacional», es decir, defender la economía nacional, pero llaman a la «autonomía» de la clase obrera: los oportunistas camuflan siempre su verdadera naturaleza detrás de declaraciones clasistas en apariencia, cuyo fin es atraer a los proletarios asqueados del reformismo tradicional.
 Los proletarios no pueden contar con este tipo de organizaciones para sus luchas. Su situación, cada vez más dramática en Venezuela, impone la necesidad de una lucha de resistencia únicamente en el terreno de clase, independientemente de y contra todas las orientaciones burguesas, chavistas o anti-chavistas. Como en todos los países, esta lucha plantea la necesidad de la reconstitución del partido de clase, internacionalista e internacional, para dirigir el combate anti-capitalista hasta el objetivo final cual es el derrocamiento del Estado burgués y la instauración del poder dictatorial del proletariado. Si bien esta perspectiva no es inmediata, no obstante es la que debe guiar desde hoy a  los proletarios de vanguardia.
¡No a la unanimidad nacional, no a la defensa de la patria, disfraz conque la burguesía oculta sus intereses de clase!
¡Abajo el pacto social chavista! ¡Arriba la lucha de clase proletaria y anticapitalista!
«¡El enemigo principal está en casa!», como decía hace un siglo el revolucionario marxista alemán Karl Liebknecht... 



(1) Los medias hablan de manera exagerada acerca del «milagro chino», la «ruta de la seda», de que China será la próxima primera potencia mundial, etc., pero hablando de las relaciones económicas de Estados Unidos con Venezuela, la ex Vice Ministra de Comercio Exterior, Rosado Prieto, afirmaba en 2015 que estas relaciones «(son) muy fructíferas a juzgar por los 590 mil millones de dólares que refleja la balanza comercial en los primeros 13 años de la Revolución Bolivariana (...) EEUU es el primer destino de divisas públicas venezolanas, en 2013 recibió el 50% del total de los pagos internacionales que Venezuela realiza». (Cfr. https://vigiljournal.com/es/la-inversion-extranjera-en-venezuela). Desde esa última fecha hasta hoy, es cierto que ha habido una cuantiosa fuga de capitales norteamericanos, pero Usa sigue siendo de lejos el principal socio de Venezuela, muy por delante de China y Rusia.
(2) Venezuela es el país latinoamericano que experimentó los mayores aumentos en materia de hambre y malnutrición durante el bienio 2016-2018. El informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto al Programa Mundial de Alimentos y la Organización Panamericana de la Salud, señala además que el hambre en el país caribeño se triplicó entre los trienios 2010-2012 (3,6%) y 2015-2017 (11,7%).
(3) Según el Observatorio Venezolano de la Salud, el 12,1% de la población come únicamente dos veces al día o menos, y la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición estima que el 25% de los niños y niñas padecen malnutrición, según recoge Amnistía Internacional en su informe anual.
(4) «Me da hasta vergüenza. Hemos perdido incluso gobernabilidad y somos responsables de ello. No es responsable la Cuarta República. No. No es responsable Carlos Andrés Pérez. No. Somos responsables nosotros porque tenemos 19 años en revolución y somos responsables de lo bueno o de lo malo de este país», decía Freddy Bernal, jefe de policía y actual Coordinador Nacional de los CLAP, en julio de 2018.



 
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
31 de Agosto de 2019
www.pcint.org


La aparición: Llamamiento a un evento que se anula 7 horas antes de su realización


El 13 de junio de 2016 se publica en Internet un llamamiento de la autodenominada ¨asamblea libertaria auto-organizada Paliacate Zapatista¨ a un evento-debate titulado ¨La Sexta: Rebelión y resistencia en las montañas y las ciudades de Méjico¨. El llamamiento se publica en el sitio web de la ¨Asamblea de anarquistas-comunistas por el ataque de clase contra la U.E.¨, ya que en aquel entonces la ¨asamblea¨ Paliacate Zapatista no tenía página web. El evento se realizaría 4 días después, el 17/6/2016, a las 19:30h, en el ¨espacio político¨ de la calle S. Trikoupi, 44, el cual en el pasado había sido usado por varios proyectos izquierdistas y por la ¨Asamblea de anarquistas-comunistas por el ataque de clase contra la U.E.¨.

Se trata de la primera aparición de Paliacate, aunque sea en Internet. Hemos buscado mucho en Internet, pero no hemos encontrado ningún llamamiento abierto de ninguna iniciativa por la creación de esta asamblea, ni algún otro llamamiento de esta ¨asamblea¨ antes del 13/6/2016. Se debe de tratar o de alguna iniciativa fundada con procesos internos no publicados que tomó la decisión de llamar a un evento también con procesos también internos no publicados, o de una asamblea no abierta, la cual en alguna de sus sesiones  no abiertas y no publicadas tomó la decisión de publicar un llamamiento abierto a un evento. En ambos casos los procesos que condujeron al llamamiento fueron no abiertos y no publicados.

Tres días después, el 16 de junio de 2016, un día antes de la celebración del evento, el llamamiento se publica en Atenas Indymedia. Al día siguiente, 17/6/2016, a las 12:26, 7 (siete) horas antes de la celebración del evento (!), se publica en Atenas Indymedia un comunicado de Paliacate, en el cual el evento-debate queda anulado…


8,5 meses de silencio
Por los próximos 8,5 meses, es decir del 17/6/2016 al 3/3/2017, no hay ningún rastro de Paliacate ni en Internet ni en otro lugar. Continue reading





 


Fuente: https://antizapatistactivities.wordpress.com/2019/08/30/asamblea-libertaria-auto-organizada-paliacate-zapatista-ni-asamblea-ni-libertaria-ni-auto-organizada/

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