El 5 de junio del año en curso Alfonso Martínez Jiménez comunero de San
Miguel Cajonos de la Sierra Norte de Oaxaca fue detenido por la Fiscalía
General del mismo Estado, acusado de homicidio, sin tener pruebas de los
delitos que se le imputan y trasladado a un penal de la entidad, con una
condena de más de 100 años de prisón. Esta acción por parte de los
aparatos del Estado apunta a la agudización del conflicto que en dicha
población atañe desde que el 27 de diciembre de 2017 fueron
desaparecidos dos pobladores de San Miguel Cajonos; Alvaro Bernardo
Reyes Cruz y Federico Cruz Morales, quienes en ese momento fungian con
cargos comuales relacionados con el cuidado de los bosques y los bienes
comunitarios, y quienes a la fecha siguen desaparecidos y no se sabe
nada de ellos. Esta última acción deja entrever que el Estado tiene
implicaciones directas tanto con la desaparición y ahora con la
criminalización de pobladores de la misma comunidad, San Miguel, no sólo
porque han hecho caso omiso a las exigencias por la búsqueda y
presentación con vida de los desaparecidos, sino porque el hostigamiento
y asedio por un grupo armado se hace más cotidiano en la comunidad y
porque los mismos órganos de justicia del Estado parecen respaldar a
dicho grupo.
Cabe recordar que la desaparición forzada, el encarcelamiento y el
hostigamiento a comunidades son estrategias que se han usado en el
pasado para los mismo fines que hoy les dan sentido, acciones que tienen
que ver con el avance del capital por sobre la vida de las comunidades y
las personas que habitan en bastos territorios explotables para la
acumulación de más riqueza y desposesión, esta tarea de llevar adelante
el progreso y el desarrollo del capital son materializadas por
variopintas empresas, que van desde mineras, rutas de manufactura,
corredores turísticos, mega proyectos y demás iniciativas impulsadas por
el mismo Gobierno progre e izquierdozo que a conquistado la simpatía de
una parte de la población del territorio mexicano, pero que en las
comunidades y en las zonas que enfrentan los asedios paramilitares y
empresariales, desde luego se tiene otra lectura sobre el verdadero
papel de este “nuevo gobierno” y sus planes que tiene que ejecutar en un
contexto de crisis capitalista regional y mundial.
Por todo lo anterior no sorprende la escalada de violencia que se ha
desatado hacia quienes defienden los territorios y la vida misma, las
situciones se multiplican desde Chiapas, Guerrero, Morelos y un sin fin
de comunidades y pueblos de Oaxaca y otras partes del territorio, lo que
acontece en la comunidad de San Miguel Cajonos por lo tanto no es un
caso aislado, forma parte como decimos de este conflicto que supone la
valorización de la vida, de la naturaleza, contra la defensa y la lucha
por construir relaciones completamente distintas a las que la lógica de
este mundo nos obliga a padecer. Pero entender entonces el origen del
conflicto nos obliga a atenderlo, impulzar iniciativas autonomas y
fortalecer las que ya existen, multiplicando además las tareas de auto
organización y lucha, teniendo en cuenta siempre que el Estado/Capital
nos seguirá atacando, tanto con sus fuerzas regulares (ejercito y
policía) como con todo su arsenal de instituciones y expertos en
rencausar el conflico, así como con sus brazos paramilitares y matones a sueldo.
La difusión y socialización de los conflictos que acontecen es una tarea
que tenemos que impulzar, pero además la coordinación y unidad de todos
los explotados quienes padecemos la embestias del capital, se hace
urgente y necesaria.
¡Libertad a Alfonso Martínez Jiménez!
¡Presentacion con vida de Alvaro Bernardo Reyes Cruz y Federico Cruz Morales!
¡Alto al hostigamiento a la Comunidad de San Miguel Cajonos!
¡Solidaridad con los/las que luchan!
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