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Traducimos al español y publicamos a continuación un texto de los
compañeros Iniciativa Revolución Universal. Consideramos que es un
aporte muy importante para comprender el desarrollo histórico que
actualmente devino en la victoria de Jair Bolsonaro y su partido en las
elecciones de este año, así como una explicación del papel que jugaron a
todas las fracciones del Capital durante este proceso de derrota en las
luchas que tuvieron lugar a lo largo de una década. No obstante, pese a
su claridad del texto en muchos puntos importantes, también es necesario
señalar que hay aspectos que se muestran confusos a la hora de delimitar
la dicotomía fascismo/antifascismo, pues hay partes donde sigue
encasillando a la facción del bolsonarismo como un partido fascista, lo
cual consideramos un desacierto, pues tal como los compañeros de
Barbaria lo han expresado de manera concisa: no estamos de acuerdo con
la utilización del término «fascista» para el gobierno de Bolsonaro. El
fascismo fue un fenómeno histórico específico, con una participación
activa (no meramente electoral) de las masas, una actividad que desborda
con mucho las vías democrático-electorales y con la formación de
organismos paramilitares. Además, tanto el fascismo italiano como el
nazismo encuentran su origen en la socialdemocracia, ya sea en sus
organizaciones formales que en su dimensión de partido burgués para los
obreros. Bolsonaro, por el contrario, se trata de un militar conservador
y reaccionario mucho más semejante a Franco que a Mussolini.
Pese a lo dicho, sostenemos que no deja de ser un balance de nuestra
clase bastante cualitativo el cual no debería ser pasado por alto, pues
se sitúa en el terreno revolucionario afirmando las posiciones
comunistas más elementales por fuera y en contra de todos los discursos
del gatopardismo izquierdista y socialdemócrata que busca “legitimarse”
para gestionar el Capital (eso sí, bajo el supuesto de frenar la
“amenaza derechista y neoliberal”, siendo que ambas fracciones son
simplemente dos caras de la misma moneda). Por otra parte, aunque este
texto haya sido realizado unos cuantos meses antes de las elecciones
(podemos notar que desde entonces ya se vaticinaba este resultado) eso
no le resta vigencia, pues contiene suficientes elementos de crítica
ante hechos que siguen presentes y tampoco se limitan a “ese país”, sino
que tienen y han tenido lugar en otros procesos del globo [con mayor o
menor intensidad] donde los proletarios luchamos y también hemos
encarado derrotas, presenciado el triunfo del reformismo que da
continuidad a lo que necesita esta sociedad de la mercancía para seguir
paliando sus crisis. [Materiales]
compañeros Iniciativa Revolución Universal. Consideramos que es un
aporte muy importante para comprender el desarrollo histórico que
actualmente devino en la victoria de Jair Bolsonaro y su partido en las
elecciones de este año, así como una explicación del papel que jugaron a
todas las fracciones del Capital durante este proceso de derrota en las
luchas que tuvieron lugar a lo largo de una década. No obstante, pese a
su claridad del texto en muchos puntos importantes, también es necesario
señalar que hay aspectos que se muestran confusos a la hora de delimitar
la dicotomía fascismo/antifascismo, pues hay partes donde sigue
encasillando a la facción del bolsonarismo como un partido fascista, lo
cual consideramos un desacierto, pues tal como los compañeros de
Barbaria lo han expresado de manera concisa: no estamos de acuerdo con
la utilización del término «fascista» para el gobierno de Bolsonaro. El
fascismo fue un fenómeno histórico específico, con una participación
activa (no meramente electoral) de las masas, una actividad que desborda
con mucho las vías democrático-electorales y con la formación de
organismos paramilitares. Además, tanto el fascismo italiano como el
nazismo encuentran su origen en la socialdemocracia, ya sea en sus
organizaciones formales que en su dimensión de partido burgués para los
obreros. Bolsonaro, por el contrario, se trata de un militar conservador
y reaccionario mucho más semejante a Franco que a Mussolini.
Pese a lo dicho, sostenemos que no deja de ser un balance de nuestra
clase bastante cualitativo el cual no debería ser pasado por alto, pues
se sitúa en el terreno revolucionario afirmando las posiciones
comunistas más elementales por fuera y en contra de todos los discursos
del gatopardismo izquierdista y socialdemócrata que busca “legitimarse”
para gestionar el Capital (eso sí, bajo el supuesto de frenar la
“amenaza derechista y neoliberal”, siendo que ambas fracciones son
simplemente dos caras de la misma moneda). Por otra parte, aunque este
texto haya sido realizado unos cuantos meses antes de las elecciones
(podemos notar que desde entonces ya se vaticinaba este resultado) eso
no le resta vigencia, pues contiene suficientes elementos de crítica
ante hechos que siguen presentes y tampoco se limitan a “ese país”, sino
que tienen y han tenido lugar en otros procesos del globo [con mayor o
menor intensidad] donde los proletarios luchamos y también hemos
encarado derrotas, presenciado el triunfo del reformismo que da
continuidad a lo que necesita esta sociedad de la mercancía para seguir
paliando sus crisis. [Materiales]