El “diálogo social” y la colaboración de clase conducen a la derrota.
¡Solo la organización y la lucha de clase pueden derrotar al gobierno!
Más de 50 días después del comienzo de la lucha contra el plan del gobierno contra las pensiones, el día 24 de enero se registra un crecimiento de las movilizaciones, generalmente con un mayor número de manifestantes y huelguistas en comparación con el día anterior. En su llamado a un nuevo día de acción, la intersindical escribe que el movimiento “se extiende y fortalece en el tiempo con energía y voluntad”. En realidad, los trabajadores de la RATP y la SNCF, punta de lanza del movimiento, se vieron obligados a detener su huelga ilimitada ante la ausencia de una extensión generalizada de la lucha, aparte de los trabajadores de la educación. Durante semanas continuaron la huelga a pesar del aislamiento de hecho en el que los líderes sindicales los mantuvieron. Recordemos que estos últimos abandonaron la lucha durante las vacaciones, los mismos que levantaron el aviso de huelga de los camioneros a principios de año, después que el gobierno, temiendo un bloqueo del país, dejara caer algunas migajas. Recordemos que esperaron el final de la huelga de RATP y SNCF para distribuir el dinero recaudado en apoyo a los huelguistas, organizar un bloqueo de 3 días a los puertos franceses o lanzar un movimiento de huelga entre los recolectores de basura parisinos - La CGT admitió estar obligada a “frenar a los trabajadores” (1). De hecho, las direcciones sindicales temen igual que el gobierno a una generalización y un refuerzo del conflicto que, más allá de su control, podría amenazar la estabilidad del orden burgués. Un funcionario sindical se alarmó recientemente: “La ira de los empleados continúa creciendo (...) No estoy seguro de que las organizaciones sindicales se encargarán de todo, corremos el riesgo de ser superados en algún momento ( …) Podemos encontrarnos en una situación de insurrección, no la descartamos, pero eso no es lo que estamos buscando” (2).
Los grandes aparatos sindicales se han integrado durante siglos en una red de colaboración de clase establecida por la burguesía para mantener la paz social y de la que reciben la mayoría de sus recursos. En 2018, el Estado y los patrones otorgaron 127 millones de euros a los “interlocutores sociales” para “financiar el diálogo social” (3), pero esto es solo una pequeña parte de los múltiples subsidios recibidos por el aparato sindical para que cumplan su función de salvaguardas del orden social (4). ¿Es de extrañar entonces que se nieguen a participar en una lucha real contra los capitalistas y su Estado? Este diálogo social y estas negociaciones interminables que toman el espacio de la lucha significan solo sumisión a los intereses de los capitalistas y respeto a las reglas del Estado burgués, adversarios de clase de los proletarios. Enésima demostración: mientras que la intersindical reafirma con fuerza y claridad “exigiendo el retiro del proyecto de reforma” (¡pero “abrir negociaciones para mejorar el régimen actual”!) la CGT decide participar con la CFDT en la Conferencia del Gobierno sobre la Financiación de la Reforma!
NECESIDAD VITAL DE LA DIRECCIÓN INDEPENDIENTE Y DE CLASE DE LA LUCHA PROLETARIA
Los conflictos de los últimos años ya habían demostrado que confiar el destino de la lucha a estos aparatos sindicales llevaba a una derrota segura. Para resistir los continuos ataques burgueses, es esencial romper con sus tácticas derrotistas y volver a ligarse a las orientaciones, métodos y medios de la lucha de clase. La aparición de comités de huelga, interprofesionales y de coordinación de la AG durante el movimiento actual es un primer paso para que los trabajadores tomen su lucha y superen las divisiones. Pero mientras estas formas de organización permitan a los líderes sindicales hacerse cargo de la dirección de la lucha, mientras solo se contenten con ser los ejecutores de sus decisiones; mientras no encuentren la fuerza no solo para mantener la movilización, sino para convertirse en los verdaderos órganos dirigentes de la lucha, organizados con orientaciones de combate clasistas, jamás cumplirán su papel para la victoria de esta lucha proletaria; una dirigencia independiente y de clase de la lucha es una necesidad vital.
¡Ruptura con los aparatos sindicales colaboracionistas y las organizaciones que los apoyan!
¡Unión en la lucha por encima de todas las diferencias de oficios, corporación, estatus y otros!
¡No a la colaboración de clase y al diálogo social! ¡Sí a la lucha de clases y a la organización contra todos los ataques capitalistas!
2. Declaración del secretario de la CGT del puerto de Marsella a Sud Radio, 15/1/2020, 12:04 p.m.
3. Ver www.agfpri.fr.
4. Según el Consejo de Estado, mucho menos del 50% (30% para la CGT) del presupuesto de los sindicatos “representativos” proviene de las cotizaciones de sus miembros; el resto viene de cotizaciones de los patronos y del Estado.
Partido Comunista Internacional (El Proletario)
27 de enero de 20120
www.pcint.org