ITS: Hipercivilización y falso antagonismo
El siguiente texto ha sido tomado de https://materialesxlaemancipacion.espivblogs.net/.
Hoy,
luego de casi dos años de intentos frustrados por ganarse algún espacio
en los medios de comunicación de masas mediante comunicados que
reivindicaban atentados fallidos de los que nadie se enteraba (salvo sus
seguidores y los policías encargados de leer sus mierdas tras las
pantallas), y una que otra que otra ‘manifestación’ de la naturaleza
(como la nevazón en Santiago el 2017), ITS Chile logra su cometido de
ganarse un espacio en los noticieros hiriendo parcialmente a cinco
ciudadanos que se encontraban esperando la micro en un paradero en el
cual los pseudo salvajes habrían colocado algún artefacto explosivo de
poca monta pero eficaz.
Evidentemente, de parte de unas individualidades que aspiran por sobre todo a actos que connoten cierta espectacularidad, y cuya reivindicación no aspira a comunicarse con nadie salvo con la prensa y la ‘inteligencia’ policial, la acción tuvo, probablemente, bastante mejores resultados de lo que ellos mismos podrían haberse esperado. Lamentablemente, para quienes estamos atentos a los acontecimientos que trastocan la paz de la civilización del capital, su comunicado no pasó de ser nuevamente una sarta de idioteces y de consignas ultra moralizantes que alardean sobre una supuesta amoralidad que guiarían sus actos. Pensábamos que, ya que por lo menos la cuestión esta vez sí estalló, aprovecharían la instancia para decir algo más. Pero la imbecilidad, signo catastrófico de la civilización, no da más de lo que le permiten sus potencialidades, por cierto mermadas por generaciones de domesticación, y no se puede esperar más que consignas autorreferentes ni de los cristianos ni de autoproclamados eco-extremistas. Sigue leyendo
[EXTRACTO de las ÚLTIMAS PALABRAS del comunicado:]
"Entonces,
creemos nosotros, anticapitalistas y anticivilizatorios pensantes, que
los imbéciles deben ser combatidos en las áreas de pensamiento que ellos
mismos reivindican; es decir, evidenciarles que su forma cuasi
religiosa y abstracta de abordar el mundo contra el cual pretenden
combatir no es sino el resultado de una forma del desarrollo totalizante
de la civilización tecno-industrial, donde el individuo, mermado de
todo, concibe su realidad o bien en los términos suministrados por dicha
civilización, o bien en la inversión de dichos términos, también
civilizados por cierto, al modo de “lo contrario al humanismo es el
ataque indiscriminado; lo contrario a la moral anarquista es la
reivindicación de dioses patriarcales de comunidades ancetrales”, etc.
Nosotros
sí queremos acabar con el capital, con el trabajo, con el Estado, con
la tecno-industria, con la civilización capitalista y con cualquier
forma de socialización alienada que pretenda reemplazarle. Pero
entendemos que para esto no solo hace falta atacar a la civilización,
sus instituciones y sus agentes, sino que también a sus falsos críticos,
sobre todo a aquellos que sitúan la problemática en el plano de la
abstracción, ideológica o religiosa, de la que sólo hace falta una
perspectiva singular del mundo y sumirse a ella para haber ‘triunfado’.
¡Muerte a los imbéciles!
¡Si el ITS pretende comportarse como policías, que sean tratados como tales!"