[recibimos y publicamos]
A LAS COSAS POR SU NOMBRE
SOBRE TRUMP, FASCISMO Y TRANSHUMANISMO
“Todo lo malo es fascista, dicen, entonces la tortilla de mi madre que está malísima también es fascista.” Dicho por un refractario de Leganes
Erving Goffman y Howard Becker, consideraban que no hay nada más
subversivo y posiblemente transformador que las descripciones de las
cosas y el análisis correcto de las situaciones, igualmente, la
proyectualidad revolucionaria debería ir acompañada una crítica profunda
a lo existente y un análisis exhausto de las condiciones que nos rodean
y moldean nuestras vidas. Obviamente este análisis y critica caerá en
el vacío sin una praxis que la acompañe.. Por el contrario observamos,
en nuestros días, que cierta crítica anarquista sigue fijada a
representaciones obsoletas que nos impiden ver lo que tenemos delante,
moviéndose en medios afines que sólo conduce a cultivar las propias
ideas de una forma autorreferencial y en muchas ocasiones acompañadas
de la vana satisfacción de hallarse del lado de los “buenos”. En otras
ocasiones esta crítica vira hacia el conformismo porque se contenta
únicamente, y sin compromiso alguno, con señalar algunas de las formas
de explotación y dominación del sistema. Para nosotros la crítica
anarquista debe convertirse en el caldo de la insurrección que nos lleve
a dejar de ser pasivos, a decantarnos por la acción,o como dejo escrito
el compañero Bonnano, teniendo el objetivo de realizar acciones precisas contra el enemigo
y dejar atrás la tristeza, el rencor y la esperanza que sólo nos
convierten en espectadores y nos llena de lastres paralizantes. Las
redes sociales contribuyen inevitablemente a esta crítica efímera,
superficial y paralizante. Es necesario construir una crítica acertada,
alejada de la inmediatez de las redes y de intelectuales paralizantes.
Trazamos en las siguientes líneas una crítica anarquista a ciertos
acontecimientos ocurridos últimamente.
TRUMP Y LOS TRANSHUMANISTAS
Gran
parte de la izquierda ha puesto el grito el cielo con el espectáculo
iniciado por el reciente presidente de los EEUU, Donald Trump. Pan y
circo. Desviar la atención de su proyecto tecnócrata mientras caminamos
sonámbulos con nuestras prótesis tecnológicas es el objetivo de este
personaje. La puesta en escena es envidiable. Cientos de cámaras
grabando al electo presidente firmando decretos espectaculares de los
cuales la mayoría se quedarán , en eso, en espectáculo. Acompañado de
comparsa, música y luces. Un espectáculo que ciega a sus espectadores.
¿Alguien cree, de verdad, que Trump va a dirigir al ejército de EEUU a
invadir Groenlandia? ¿O a tomar el canal de Panamá? ¿A alguien le
importa que cambie el nombre de un Golfo? Son pantomimas políticas de un
psicópata narcisista con ansias de poder. Como decíamos es necesario
enfocar bien la crítica. Trump no es un fascista, ni un nazi (1), casi
seguros de que no sabe nada de ninguna de esas dos ideologías. No hay
más que leer el programa político y escuchar a Trump para ver lo alejado
esta de estas ideologías. Trump es un liberal de derechas que trabaja
para maximizar los beneficios de sus empresas y del capitalismo
tecnológico y financiero. Su proyecto político no varia respecto al
anterior presidente Biden. Nunca hemos escuchado a la izquierda acusar
de Biden de fascista. Recordemos que Biden es co-responsable del
genocidio al pueblo palestino, que es el presidente que más inmigrantes
ha expulsado en la última década (más incluso que durante el anterior
mandato de Trump) etc. Entonces por qué la izquierda , el antifascismo y
algunos anarquistas sólo se muestran alerta cuando suenan tambores del
pasado, cuando suena la manida palabra fascismo. Ya no estamos en
aquellos años 20, 30 ó 40 del siglo pasado cuando el fascismo era un
problema real, debemos mirar al mundo con los ojos del presente, sin
obviar las lecciones del pasado.
Para nosotros el problema
son las élites tecno financieras que cada vez tienen más poder sobre
todas las dimensiones de nuestras vidas. Para nosotros el problema es la
tecnocracia y su proyecto tecno totalitario, de la 4º revolución
industrial que aspira a convertirnos en humanos-maquinas, en autómatas
dirigidos por la IA. Es el advenimiento del mundo máquina, en el que
seremos esclavos controlados y conducidos por sus cálculos racionales.
No importa el fascismo o la extrema izquierda cuando toda la población
acepta los mandatos del sistema tecno científico y el progreso. Poco o
nada importa ya la ideología de este o aquel mandatario cuando todos son
sumisos a los imperativos de la tecnocracia. Polarizan el mundo para
distraernos del advenimiento de una sociedad tecno totalitaria. Cada vez
más la estandarización de una sociedad sierva de sus prótesis
tecnológicas nos conduce al totalitarismo tecnocrático. Hoy el mundo
está en manos de los fondos de inversión: Vanguard, Black rock etc. en
manos de ellos están los Bancos centrales de una gran cantidad de paises
y la Reserva Federal de los EEUU, estos fondos han comprado la deuda de
estos países y ahora son quienes dirigen la economía, por lo tanto el
país. Da igual que te llames Sanchez,o Feijo, seas de izquierdas o
derechas todos están bajo el control de estos fondos de inversión, de
los tecnócratas del Fondo económico Mundial,la ONU y su agenda 2030. Sin
ir muy lejos la declaración del Ceo de Blackrock, Larry Flink, es una
declaración de intenciones: Bastaría leer la declaración del CEO de
BlackRock, Larry Fink: “Estoy cansado de oír que estas son las
elecciones más importantes de nuestra vida. La realidad es que con el
tiempo ya no importa [. . .] Trabajamos con ambas administraciones y
estamos en diálogo con ambos candidatos” .
¿PERO QUIENES SON ESOS MALDITOS TRANSHUMANISTAS?
Durante toda la campaña espectacular y mediática de Donald Trump le hemos visto acompañados de un buen grupo de transhumanistas:
Elon Musk,
el hombre más rico del mundo, que ha sido objeto de múltiples debates
desde el momento en que durante la celebración de la presidencia de
Trump hizo el “saludo romano” el problema de Musk no es que sea de
derechas o de izquierdas. Es que es que pertenece al grupo de
tecnócratas que dirige el mundo y da forma a la sociedad tecno
totalitaria. Director ejecutivo de Twiter, SpaceX, CEO de Neuralink, que
después de los atroces experimentos con macacos pasó a probar sus
implantes cerebrales en humanos y que está trabajando para garantizar
que estos implantes sean tan seguros que quieran ser deseados por
personas sanas, hacia la implementación de humanos y dispositivos bajo
el la piel, por un mundo cibernético perpetuamente interconectado y
controlado fuera y dentro de los cuerpos. Firmante junto con otros
transhumanistas de una carta de llamamiento que denunciaba los riesgos
de la Inteligencia Artificial y luego aclaraba la ilusión de una
Inteligencia Artificial ética. Musk es un rostro, detrás de él los
poderes transhumanistas que no se ven, pero que dirigen las direcciones
de la investigación en ingeniería genética, nanotecnologías,
inteligencia artificial, reproducción artificial de humanos. Dirige la
sociedad hacia su proyecto transhumanista.
Peter Thiel, quien
también fue un importante financiero de la campaña presidencial de Trump
en 2016 y formó parte de su equipo. Thiel cofundador de PayPal, gracias
a un software desarrollado para detectar fraudes de PayPal fundó
Palantir Technologies, una empresa de software que opera en todos los
sectores: energía, semiconductores, telecomunicaciones, seguridad,
defensa, servicios financieros, ciencias biológicas, con clientes que
van desde empresas farmacéuticas multinacionales hasta el Departamento
de Defensa de EE. UU. y agencias de inteligencia. Palantir es una
verdadera plataforma de Inteligencia para la guerra global contra el
terrorismo y para la vigilancia interna total. Palantir también gestiona
la base de datos HHS Protect, que continúa recopilando información
relacionada con la propagación de Covid-19 con sistemas de algoritmos
predictivos para prevenir la propagación de brotes con el fin de generar
alertas e implementar medidas oportunas: un nuevo sistema de
biovigilancia preventiva.
Palantir ha sido noticia, y con su
actuación en el mundo de las finanzas, por haber desarrollado para el
gobierno ucraniano un sistema de Inteligencia Artificial, un sistema de
control y mando con capacidad de integrar todos los sensores para
producir perfiles y objetivos en la guerra en curso. . Palantir, tras el
abandono de Google, es el único proveedor de sistemas de Inteligencia
Artificial para el Departamento de Defensa de Estados Unidos
desarrollados como parte del Proyecto Maven del Pentágono lanzado en
2017 para acelerar el desarrollo de la Inteligencia Artificial y el
aprendizaje automático. Detrás de Trump está, pues, el sector
industrial-militar, pero no sólo eso. Peter Thiel, además de organizar
conferencias con sus colegas de Palantir y PayPal para discutir y
promover temas como "Las caras cambiantes de la biología" e invertir en
investigación biotecnológica y tecnologías para frenar el envejecimiento
y prolongar la vida, forma parte del actual comité directivo de
Bilderberg. junto con Alex Karp, director ejecutivo de Palantir
Technologies. Detrás de Trump también está el Club Bilderberg.
Las
manos de Thiel también alcanzan al adjunto de Trump . Thiel había
reclutado primero a JD. Vance en su círculo cuando Vance todavía era
estudiante en la Facultad de Derecho de Yale. Poco después, Vance se
unió a la firma de inversión de Thiel, Mithril Capital, donde trabajó
durante dos años antes de unirse a Revolution Ventures. Vance desempeñó
un papel importante en el fondo de inversión Rise of the Rest de
Revolution, entre cuyos principales inversores se encontraban Jeff Bezos
de Amazon y la familia Walton de WalMart, que tienen vínculos profundos
y duraderos con la familia Clinton. Luego, Vance lanzó su propia firma
de capital de riesgo, Narya Capital, en 2020, que fue financiada en gran
parte por Thiel y el ex director ejecutivo de Google, Eric Schmidt.
Por tanto para nosotros la amenaza no es el fascismo o la extrema derecha, es la imposición por parte de la tecnocracia de una sociedad artificializada, cibernética y transhumanista. Teniendo en cuenta que el transhumanismo no avanza como un monolito en cada país y en cada desarrollo, pero tiene ajustes y aparentes desaceleraciones y es vital reconocerlo en todos sus desarrollos y en sus múltiples caras. Contra toda forma de autoridad, contra toda nocividad. Por la anarquía.
CHIMPANCES DEL FUTURO
MADRIP, 30 DE ENERO 2025