Después de las elecciones presidenciales en Venezuela

 

Después de las elecciones presidenciales en Venezuela

 

 

El domingo 28 de julio, al finalizar la jornada electoral, el CNE (Comisión Nacional Electoral) declaró oficialmente al Presidente Maduro ganador por más del 50% de los votos emitidos. Pero esta proclamación fue inmediatamente impugnada debido a numerosas irregularidades, en particular el hecho de que sólo el 80% de los votos habían sido registrados según el propio CNE que evocaba una piratería informática; las actas de las votaciones no fueron publicadas (todavía no se han publicado a día de hoy), etc. En ausencia de estos recuentos, los observadores del “Centro Carter”, que debían controlar la regularidad de la votación, abandonaron el país tras declarar que las elecciones no podían ser declaradas democráticas. 

 

La oposición de derecha y de extrema derecha, por su parte, afirmó que su candidato había ganado las elecciones con más del 70% de los votos (¡!). Diferentes países latinoamericanos han denunciado fraude electoral: Argentina, Perú, Chile, etc., en total casi 60 países impugnaron los resultados, el presidente brasileño Lula y su homólogo estadounidense Biden publicaron una declaración conjunta – más bien excepcional – para exigir la publicación de los datos completos de los colegios electorales, etc. Por otra parte, Rusia y China, así como Nicaragua y Bolivia, han reconocido el resultado electoral. 

 

El día después del anuncio de los resultados oficiales, las manifestaciones de protesta y los cacerolazos estallaron espontáneamente en las zonas proletarias de la metrópoli de Caracas; en diversos barrios de Petare, como La Dolorita, San Blas y otras zonas tradicionalmente chavistas; los manifestantes luego convergieron hacia el centro de la capital donde tuvieron lugar protestas y enfrentamientos con la policía. También se produjeron manifestaciones en otras ciudades del país como en el estado Táchira. Al día siguiente la oposición de derecha convocó a manifestaciones contra la proclamación de la victoria de Maduro. La represión fue brutal: centenares de detenciones, una veintena de muertos, mientras el gobierno denunció un intento de “golpe fascista” y tomó medidas contra la oposición...

 

Las organizaciones de izquierda y “extrema” izquierda han demostrado una vez más su cretinismo democrático. “La otra campaña”, una agrupación de “chavistas de izquierda”, trotskistas y reformistas de todo tipo publicaron el 29/7 un comunicado de prensa quejándose de las amenazas contra “la imparcialidad de las instituciones”, lo que socavaría el “derecho que tenemos como pueblo a autodeterminarnos, a decidir nuestro futuro colectivo, en democracia” y pidiendo a las fuerzas del orden que “actúen en estricto apego a los estándares de derechos humanos ” y a los líderes políticos de “ejercer sus derechos con responsabilidad y sin recurrir a la violencia”. El comunicado de prensa termina diciendo: “¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden !” (1). En otras palabras, ¡lo que importa es que se respeten las formas y los métodos democráticos de dominación burguesa! Se trata de un verdadero grito que viene de lo más profundo de un pequeño-burgués anti proletario. Para los proletarios lo que importa es que la burguesía de derecha o de izquierda deje de gobernar y no de que respete los “derechos” de los explotados... 

 

“Marea Socialista”, que forma parte de un grupo que convocó al voto nulo, proclama en su declaración del 30/7 que “el pueblo tiene el derecho constitucional a saber cómo fueron tratados sus votos y de hacerlos respetar” (2). No nos interesa el derecho constitucional del pueblo a hacer cumplir la farsa electoral: lo que nos interesa es que el proletariado se dé cuenta de que las elecciones, con o sin fraude, son un engaño y las Constituciones no son sino trozos de papel destinados a legitimar el poder de la clase dominante que son respetados sólo en la medida en que conviene a los burgueses: la defensa de los intereses de clase proletarios nunca se obtendrá mediante elecciones y dentro de un marco constitucional, sino fuera y contra el orden burgués, su Estado y su sistema político, sea o no democrático.

 

Las manifestaciones en los barrios proletarios se explican esencialmente por la dramática situación de la masas proletarias después de años de ataques antiobreros. El gobierno lleva años actuando en favor de los intereses patronales, poniendo en entredicho una serie de medidas de protección social concedida en tiempos de crecimiento económico. Abolió los convenios colectivos nacionales, redujo fuertemente el derecho de huelga, autorizó a los patrones a modificar unilateralmente las condiciones de trabajo y a despedir a los trabajadores según su voluntad. La inflación rampante ha reducido los beneficios sociales y los salarios a un nivel de miseria. Según el FMI, la tasa de desempleo habría aumentado del 6,7% en 2014 al 56% en 2024. 

 

Esto ha provocado la emigración de millones de personas en busca de sustento fuera del país, mientras que las medidas represivas contra los trabajadores culpables de querer luchar en defensa de sus intereses ha sido un factor adicional a la parálisis de la clase obrera. En esta situación aparentemente sin salida, es comprensible que algunos proletarios creyeran que la llegada al gobierno de una oposición de derecha podría ser un mal menor al poner fin al gobierno Maduro y sus políticas antiobreras. Pero es sólo un espejismo: la oposición de derecha que representa a los sectores burgueses tradicionales más reaccionarios, es tan anti proletaria como Maduro y sus amigos: su modelo es el presidente argentino Milei y sus políticas ultraliberales, ella no haría otra cosa que continuar la política actual empeorándola aún más. 

 

Para resistir primero, antes de tener la fuerza para poner fin a este sistema que vive de la miseria, la injusticia y la explotación, los proletarios y las masas pobres tendrán que tomar el camino de la lucha de clase contra los capitalistas, sus políticos y sus lacayos de toda especie.

 

No será fácil, pero no queda otra solución: ¡los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas, tienen un mundo que ganar

 

 


 

(1)https://surgentes.org.ve/2024/07/29/la-otra-campana-demanda-transparencia-como-garantia-de-los- derechos-politicos/ Esta consigna es también la del PCV.

(2)https://lis-isl.org/2024/07/30/venezuela-ante-los-muy-dudosos-resultados-electorales-y-la- movilizacion-popular-por-el-respeto-de-los-votos-reales/

 

27 de agosto de 2024

 

 

Partido Comunista Internacional

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